"¿Por qué tengo que acompañarte a la estación de tren?" Ichigo gruñó mientras se ponía el zapato, Kisuke estaba parado afuera de la puerta manteniéndola abierta con una sonrisa cursi en su rostro mientras miraba al adolescente sentado.
"Es un día agradable Ichigo, ¡deberías estar fuera y no holgazanear!" Kisuke se rió cuando el adolescente alcanzó su otro zapato.
"¡Está helando fuera!" Gruñó poniéndose el otro zapato. "¡Estoy holgazaneando porque hace demasiado frío para salir! ¡Sin embargo, aquí tengo que llevarte a la maldita estación de tren donde puedes llegar fácilmente por ti mismo!" Él espetó una vez más.
"¡Oh, pero Ichigo!" Se burló Kisuke. "¡Me pueden robar o asesinar! Quién sabe qué acecha en las calles de la gran ciudad, después de todo soy solo un pequeño dueño de una tienda de dulces. No tengo idea de los horrores que suceden en el mundo subterráneo de la ¡Gran ciudad!" Exclamó dramáticamente llevándose una mano a la frente antes de reír. "O podría simplemente perderme". Se encogió de hombros con una sonrisa. "Estoy seguro de que a Miya no le importará que salgas de casa por un tiempo sin ella." Ichigo se sonrojó levemente ante eso, volteando la cabeza.
Desde que se había convertido en el Ashikabi de Miya, ella había sido muy ... cariñosa con él, aunque no lo había besado ni nada para intimar, los toques sutiles, la toma de su mano, la forma en que sonreía mientras él entraba en la misma habitación. Ciertamente fue diferente para Ichigo, quien nunca antes había tenido ese tipo de atención por parte de las mujeres, Yoruichi y Rangiku no incluidos.
"Bien, pero te juro que si haces algo que te hace perder el tren, te golpearé". Kisuke solo se rió y agitó su abanico hacia Ichigo, quien se puso de pie y levantó su chaqueta de donde estaba junto a él y se la puso antes de caminar afuera cerrando la puerta detrás de él y dirigiéndose a la calle. Kisuke se detuvo justo cuando salieron de la calle y frunció el ceño. "¿Algo mal?" Preguntó Ichigo caminando hacia él.
"¿Conoces a esta mujer Ichigo?" Kisuke le preguntó mientras Ichigo salía a la calle, vio a Karasuba parada allí con una sonrisa en su rostro cuando lo vio. Ichigo suspiró pellizcando el puente de su nariz mientras miraba a Karasuba por encima de su mano.
"Esto ... es Karasuba." Ichigo le dijo quitando la mano de su rostro. "El primer Sekirei al que ayudé a emerger, del que te estaba hablando". Continuó explicando.
"Así que es verdad que ayudaste a Miya a emerger entonces." Karasuba dijo que un ceño fruncido cruzó su rostro mientras su sonrisa desaparecía. "Realmente esperaba que Minaka estuviera mintiendo sobre eso, solo para ponerme de los nervios". Ella gruñó y su ceja se movió con irritación.
"Vaya, vaya, entonces tú eres el que fue tan atrevido como para robar el primer beso de Ichigo." Kisuke se rió entre dientes.
"¡Realmente no tenías que mencionar eso!" Ichigo espetó yendo a golpear a Kisuke, quien simplemente se agachó debajo del columpio como si nada. "¿Qué estás haciendo aquí de todos modos?" Le preguntó a Karasuba mientras Kisuke se levantaba como si nada hubiera pasado.
"He venido a ver a mi querido Ashikabi". Ella sonrió mientras caminaba hacia adelante, Ichigo entrecerró los ojos hacia ella y la hizo reír y levantar las manos lejos de su espada y sobre su cabeza mientras continuaba caminando hacia Ichigo. "Pensé que podríamos sacar las presentaciones adecuadas. Miya realmente no nos dio la oportunidad la última vez". Se detuvo a pocos centímetros de Ichigo, su pecho presionando contra el de él, una sonrisa aún más grande cruzó su rostro cuando vio lo tentado que estaba de mirar hacia abajo. Ichigo la miró a los ojos y antes de que pudiera reaccionar ella se inclinó y lo besó una vez más. Cuando se apartó, sonrió ante la expresión de sorpresa en su rostro, dio un paso atrás e inclinó la cabeza.
"Karasuba, Sekirei número cuatro. Que la sangre que derrama mi espada por mi Ashikabi nos acerque cada vez más a los cielos superiores." Karasuba dijo con una sonrisa, no la psicótica sino más bien una sonrisa pacífica que Ichigo aún no había visto en el rostro de la mujer hasta ahora.
"Bueno, continúa, preséntate." Kisuke sonrió con satisfacción agitando su abanico frente a su rostro, pero Ichigo solo sabía que estaba sonriendo burlonamente detrás de él. "Está bien, ella te dio un beso y se inclinó. Al menos podrías hacer lo mismo". Ichigo suspiró molesto y pasó una mano por su cabello.
"Ichigo Kurosaki." Devolvió la introducción. "Pero tengo la sensación de que ya lo sabías."
"De hecho lo hice." Ella le dijo que metió la mano en su haori, sacó una carpeta y se la entregó. "Toda la información que Minaka tenía sobre ti. Di que es un acto de confianza entre nosotros." Ella le dijo mientras él levantaba la mano para tomar la carpeta. "No tiene nada sobre ti aparte de tus registros escolares e historial médico. Solo tenía esta copia y no tiene nada más en el archivo sobre ti. Eso es todo".
"Hmm ... es una suerte que haya conseguido tanto." Dijo Kisuke haciendo que Ichigo se volviera hacia él con una ceja levantada.
"¿Qué se supone que significa?" Ichigo cuestionó.
"Después de Aizen, me tomé la libertad de poner altas restricciones a todo lo que te rodea. Esos archivos nunca deberían haber salido y mucho menos a manos de un humano". Los ojos de Karasuba se entrecerraron al darse cuenta de que Kisuke estaba hablando como si no fuera humano. "Tener tales archivos le mostraría al enemigo su debilidad si alguna vez hubiera sido liberado". Ichigo abrió la boca para hablar antes de que Kisuke continuara. "No te preocupes, tomé las mismas precauciones con Chad y Orihime, Ishida se negó a tomarlas y simplemente dijo que si eran lo suficientemente cobardes para usar tales tácticas, no debían ser muy fuertes".
Ichigo tenía que estar de acuerdo con el pensamiento de los Quincy, sin embargo, solo porque usaran tales tácticas no significaba que fueran débiles, podrían haber sido más inteligentes, salvar la información y acabar con vidas tanto como cualquier espada. Aizen estaba lleno de información sobre todos y apenas habían sobrevivido contra él. Sus ojos miraron hacia el silencioso Karasuba que estaba observando a Kisuke con ojo agudo.
"¿Por qué me trajiste esto?" Ichigo cuestionó señalando la carpeta. "¿No estás con MBI? ¿Con Minaka?"
"Lo soy, pero como te dije." Ella empezó. "Un acto de confianza, debemos empezar por algún lado, ¿no?" Ella cuestionó con una sonrisa. "El vínculo entre nosotros ya se ha formado, solo tiene espacio para fortalecerse ahora". Ella levantó una mano y le acarició la mejilla con suavidad. "Entre mi Ashikabi y MBI, mi Ashikabi es lo primero". Un sonido de aplausos sacó a los dos de su estado de ánimo y se volvió para ver a Kisuke, que una vez más se escondía detrás de su abanico.
"¿Vamos Ichigo? Estoy seguro de que mi tren partirá pronto. Puede unirse a nosotros, señorita Sekirei." Kisuke le dijo con una sonrisa.
"Ah, claro ..." dijo Ichigo cuando la mano de Karasuba se apartó de su mejilla.
"Tengo otros asuntos que atender. Esperar a que salgas de la casa estos últimos días me ha quitado del servicio activo". Karasuba les dijo.
"¿Cuánto tiempo has estado aquí exactamente?" Ichigo cuestionó con los ojos muy abiertos antes de que Karasuba le diera una palmada en la mejilla y una vez más le diera una tierna sonrisa.
"Esperaría una eternidad para verte de nuevo, los días no son nada". Con eso, giró sobre sus talones y comenzó a alejarse. Ella levantó una mano en señal de despedida antes de volver a hablar. "Te veré pronto mi Ashikabi." Cuando se perdió de vista, Ichigo miró por el rabillo del ojo a Kisuke, que aún seguía sonriendo.
"Vamos, no vas a coger el tren parado aquí". Ichigo resopló alejándose, Kisuke simplemente asintió con la cabeza en señal de acuerdo y caminó detrás del adolescente de cabello naranja. Mientras los dos caminaban, los pensamientos de Ichigo estaban sobre la carpeta que ahora sostenía, cómo Minaka había obtenido detalles sobre él mostraba que sabía algo más de lo que nadie debería. Si de alguna manera había superado las medidas de seguridad de Kisuke, ¿qué tipo de genio era? Kisuke era un genio por derecho propio, cientos de años más que cualquier humano, así que, ¿cómo lo había logrado un humano?
"Ten cuidado con ese Ichigo." Kisuke dijo su tono serio mientras comenzaban a caminar hacia el andén de la estación de tren. "Puedes verlo en sus ojos, ha visto la muerte, ha matado y ha estado al borde de la muerte. La sed de sangre que la rodea sola haría que cualquier humano normal se congelara de terror".
"Es como si estuvieras diciendo que no soy normal". Ichigo gruñó en respuesta mientras seguía caminando.
"Piénsalo así, Ichigo, cuando un humano estuviera en presencia de Karasuba y ella estuviera lista para pelear, reaccionarían de la misma manera que tú cuando peleaste con el Capitán Kenpachi por primera vez". Ichigo se estremeció ante eso, recordando cómo había corrido después de ver lo inútil que sería ir contra el siempre listo para la batalla Zaraki. "Es una guerrera, pero eso no significa que te prohíba interactuar con ella, no tengo ese derecho". Se rió cuando el tren entró en la estación y abrió sus puertas, el anuncio llegó por los altavoces para que los pasajeros subieran.
"Bueno, debería irme." Kisuke sonrió inclinando su sombrero hacia adelante.
"Te haré saber si averiguo algo más sobre Sekirei y lo que no." Kisuke asintió con la cabeza en señal de aceptación y caminó hacia una de las puertas abiertas antes de darse la vuelta para enfrentar a Ichigo.
"Trataré de que tengas dos novias lejos de tu padre". Kisuke le dijo con una sonrisa.
"¡Bastardo!" Ichigo rugió antes de que las puertas se cerraran. Ichigo golpeó con sus manos el costado del tren mientras Kisuke se reía detrás de la puerta, apenas audible para que Ichigo lo oyera mientras el tren comenzaba a moverse. Kisuke simplemente saludó mientras Ichigo le gruñía antes de que Ichigo ya no pudiera ver a Kisuke mientras el tren partía. "¡Hijo de puta! Si le dice al anciano eso ... ¡oh hombre! ¡No! ¡No puedo permitir que esto suceda!" Gimió agarrando puñados de cabello y tirándolos con frustración. Con un suspiro, dejó que sus manos cayeran a los lados antes de comenzar su viaje de regreso a Maison Izumo ... completa y completamente derrotado, murmurando que su vida había terminado.
Cuando regresó a la posada, entró y se quitó los zapatos y se quitó la chaqueta. Pudo escuchar a Uzume y Miya hablando en la sala principal y se detuvo junto a la puerta antes de abrirla.
"Volví." Saludó, vio cómo el rostro de Miya se iluminaba en una hermosa sonrisa mientras Uzume volvía la cabeza.
"¡Hola!" Uzume le sonrió.
"Bienvenido de nuevo Ichigo." Miya saludó con esa misma sonrisa. "¿Cómo andabas? ¿Kisuke subió bien al tren?" Ella cuestionó.
"Ah, sí ..." Dijo con una ceja temblorosa, recordando la última conversación que tuvo con su antiguo maestro. "Estúpido bastardo." Murmuró para sí mismo. "Voy a ir a darme un baño". Miya asintió con la cabeza.
"¿Quieres que te lave la espalda?" Uzume ronroneó antes de que la golpearan en la cabeza.
"Nada de hazañas sexuales Uzume, cuántas veces tengo que decírtelo". Miya la regañó, incluso sin su rostro demoníaco, seguía siendo una mujer aterradora.
"¡Solo estaba bromeando con él! ¡Es tan inocente!" Uzume se quejó por no poder molestar a Ichigo, mientras cubría el bulto que crecía en su cabeza desde donde Miya la había golpeado.
"Oh Miya, solo pensé que te lo haría saber." Ichigo dijo levantando una mano y rascándose torpemente la parte de atrás de su cabeza y mirando hacia otro lado.
"¿Qué pasa Ichigo, está todo bien?" Ella le pidió que se pusiera de pie, pero Ichigo le indicó que se quedara sentada.
"No es nada, me encontré con Karasuba, eso es todo". Los ojos de Miya se entrecerraron peligrosamente ante la mención del otro Sekirei. "No te preocupes, no pasó nada. Ella fue cortés, aunque sabía sobre tu despertar." Ichigo le informó.
"Por supuesto, Minaka se lo habría dicho." Ichigo asintió con la cabeza antes de caminar hacia la mesa y dejar la carpeta en la mesa que Karasuba le había dado. "Ella también me dio esto, en señal de confianza". Miya alcanzó la carpeta y la abrió y sus ojos se abrieron cuando vio que era todo en Ichigo. "Es todo lo que Minaka tenía conmigo, la copia impresa y ella me dijo que Minaka no había hecho ninguna otra copia".
"¿Por qué haría eso?" Preguntó Uzume. "Ella es parte del Escuadrón Disciplinario, ¿no es así?" Ella cuestionó lo que recibió un asentimiento tanto de Miya como de Ichigo.
"Tal vez esté tratando de formar una alianza fuera de MBI, pero si lo está haciendo, debe saber algo que podría derribar a MBI". Miya dijo cerrando la carpeta y ganando una mirada pensativa. "Ella bateará para el equipo ganador, lo sé. Odia perder". Ichigo pasó una mano por su cabello antes de caminar hacia la puerta.
"De todos modos, pensé que quizás querrías saberlo. No quiero mantenerte en la oscuridad y andar corriendo detrás de tu espalda para hablar con ella." Ichigo le dijo.
"Aprecio eso, Ichigo, pero prefiero que no hables con ella en absoluto." Miya le dijo haciéndolo suspirar.
"Sí, lo sé, pero por la forma en que van las cosas, no creo que seamos capaces de evitarla. Esto es algo que se busca en un gran juego, y de acuerdo con las reglas ... estamos en lo mismo equipo." Ichigo terminó mientras salía de la habitación, cerrando la puerta detrás de él, dejando a Miya y Uzume con sus pensamientos mientras caminaba hacia el baño. Al abrir la puerta le golpearon en el pecho, cuando miró hacia abajo vio a Kon. "¿Qué estás haciendo?" Ichigo gruñó hacia el león de peluche.
"Yo ... eh ... ¿nada?" Ichigo lo agarró antes de arrojarlo contra la pared.
"¡Pensé que te estabas comportando!"
"Pero ... pero el ..." trató de explicar Kon.
"¡No me importa! ¡Deja esa mierda ya!" Kon gritó mientras salía corriendo del vestuario, Ichigo cerró la puerta detrás del león de peluche. De vuelta con Miya y Uzume, la morena sonreía mientras alcanzaba la carpeta al lado de Miya antes de que su mano fuera apartada de ella.
"¡Miya!" Uzume gimió sosteniendo la mano que fue golpeada. "¡Piensa en lo que hay allí! ¡Sus registros médicos! Es decir ..." Ella se rió perversamente. "Sus tallas".
"Soy consciente, sin embargo, el tamaño que estás buscando no creo que midan los médicos". Dijo con una expresión molesta mientras hablaba. "Estás muy cerca de romper una de mis reglas Uzume." El aura alrededor de Miya se oscureció.
"Vamos Miya, no puedes sentarte ahí y decirme que no tienes curiosidad." Uzume sonrió pero recibió una mirada en blanco de Miya. "¿Tu no eres?"
"No soy." Miya le dijo mirando hacia otro lado haciendo que Uzume sonriera de oreja a oreja.
"¡Tú también lo eres!" Se puso de pie, agarró a Miya por la muñeca y la arrastró hasta ponerse de pie. "¡Ahora es el momento perfecto! ¡Se está bañando!" Ella sonrió haciendo que los ojos de Miya se agrandaran cuando Uzume comenzó a arrastrarla hacia la puerta. "Sin embargo, tenemos que estar muy callados, quién sabe qué hará si nos pilla poniéndonos en su punto máximo ..." Se interrumpió cuando sintió que su mano se enfriaba de repente.
"Uzume." Uzume se detuvo en seco ante el comportamiento frío que ahora irradiaba detrás de ella. Tragó saliva y miró por encima del hombro para ver su mano que una vez estaba agarrando a Miya ahora agarrando la forma que se había apoderado de Miya. "Rompiste las reglas."
"¡AHHH!"
Kagari jadeó mientras rodaba apretando una mano contra su dolorido pecho, su respiración era pesada y sus ojos se cerraban con fuerza. Levantó una mano frente a su rostro y lo miró antes de encorvar su cuerpo mientras otro dolor lo atravesaba. Jadeó y su respiración salió en jadeos pesados. Se agachó, agarró la manta y la cubrió con ella, avergonzado por lo que le estaba sucediendo a su cuerpo.
"¿Por qué debo ser maldecido con este cuerpo?" Gruñó encorvado una vez más. "¿Por qué soy el único Sekirei maldito con tal destino?" Maldijo cuando su cuerpo fue golpeado por otro dolor que casi lo hizo gritar de dolor. Cuando su cuerpo comenzó a calmarse, se quedó allí un rato mirando la pared. "La próxima vez que vea a Ichigo ... voy a darle un puñetazo." Gruñó antes de que alguien llamara a la puerta y Kagari salió de la cama a regañadientes, agarró una chaqueta holgada y se la tiró antes de caminar hacia la puerta. La abrió para ver que estaba oscureciendo afuera y que Ichigo era el que llamaba.
"¡La cena es una ...!" El puño de Kagari se plantó en la cara de Ichigo y lo envió al suelo con un ruido sordo. Cuando Ichigo cayó al suelo gruñó antes de mirar a Kagari, quien lo estaba mirando antes de salir de su habitación y caminar por el pasillo. "¡Oye!" Ichigo gritó poniéndose de pie y agarrando la parte de atrás del cuello de Kagari y tirándolo hacia atrás. "¿Cuál es tu problema?"
"¡Déjame ir!" Kagari le espetó, su mirada nunca disminuyó. Luchando en el agarre de Ichigo, arremetió con una patada en el costado de Ichigo a la que Ichigo agarró mientras soltaba el cuello de Kagari y agarraba su pierna con ambos brazos antes de patear su otra pierna enviando a Kagari hacia atrás. Aún sosteniendo la pierna de Kagari, plantó su pie sobre el pecho de Kagari haciendo que el Sekirei perdiera el aliento y los ojos de Ichigo se abrieron como platos cuando sintió dos montículos de carne bajo sus pies.
"Eres ... eres un ... un ..." Dijo con los ojos muy abiertos mientras soltaba el pie de Kagari y retrocedía permitiéndole cubrir a Kagari para cubrir su pecho y miró a Ichigo.
"¡Mantente alejado de mí!" Kagari le espetó volviendo a su habitación y cerrando la puerta de golpe, dejando a Ichigo con los ojos muy abiertos preguntándose qué demonios estaba pasando. ¿No era Kagari un chico?