Ali jadeó mientras miraba alrededor de los terrenos de Hogwarts. Había cenizas flotando en el aire; cráteres picados en el suelo, había heridos, muertos y agonizantes por todas partes. El castillo en sí estaba cubierto por una neblina de humo de hechizos de fuego, pero solo podía distinguir las grietas en las paredes. Ali, honestamente, no podía creer que acababa de matar a Voldemort.
Mientras se enderezaba, pensó en lo que había sucedido. El hombre que había matado a sus padres, el responsable de su infancia, el responsable de toda esta muerte y destrucción finalmente se había ido.
Bueno, no, Voldemort no fue responsable de su infancia. Esa culpa recaía en los pies de otro hombre muerto. De hecho, se podría echar mucha culpa directamente a los pies de cierta cabra vieja de ojos brillantes. Ali frunció los labios y negó con la cabeza, desterrando esos pensamientos inútiles.
De repente se dio la vuelta al oír un sonido detrás de ella, su varita prácticamente saltó ante su pensamiento, para enfrentarse a un hombre muerto.
"Bien hecho, Ali. Sabía que podrías hacerlo. Después de todo, eres nuestro Elegido". Dijo Dumbledore.
"Estas muerto." Ali habló sin comprender, su varita todavía apuntaba hacia él.
"Oh, no mi chica. Eso fue una artimaña, hacer que Voldemort pensara eso y hacerlo imprudente mientras yo trabajaba detrás de escena para asegurarme de que la Luz pudiera tomar el control una vez más". Respondió Dumbledore, sus ojos brillando por todo su valor, hacia Ali y la gente detrás de ella.
Antes de que alguien pudiera decir algo, había gente apareciendo para colocar esposas de restricción mágica a los Mortífagos y otros partidarios Oscuros heridos.
Incluyendo a Severus Snape y los Malfoy.
"Espera, Dumbledore, los Malfoy" y Snape me espían mientras todos pensaban que estabas muerto. No puede arrestarlos. Trabajaron para nosotros; No habría podido derrotar a Voldemort si no fuera por ellos". Ali exclamó.
"Mi querida niña, cualquiera Dark es nuestro enemigo. Son una afrenta a Lady Magic y deben tratarse con severidad. Cualquiera Dark, o sus seguidores, será acorralado y encarcelado. Es la única forma de evitar que la guerra vuelva a suceder". Dumbledore sonaba tan cuerdo para estar diciendo algo tan loco.
Ali abrió la boca para decir algo más cuando alguien la agarró por la muñeca. Se volvió y vio que era Luna, quien negó con la cabeza lentamente. Ali tragó saliva y sus ojos se encontraron con Kingsley y Minerva, quienes la estaban mirando. Se concentró de nuevo para escuchar a Ronald, Ginevra y Molly soltando las mismas tonterías que Dumbledore acababa de decir, con Granger retrocediendo.
Ali se volvió para mirar a Dumbledore y lo vio observándola de cerca. Ella inclinó la cabeza y habló:
"Por supuesto, director. Perdóname por no saber lo que estaba bien; Estoy tan cansado de toda esta guerra. ¿Qué debemos hacer ahora, director?"
Ali estaba apretando los dientes con tanta fuerza; estaba un poco sorprendida de que no se rompieran.
"Bueno, por supuesto que todos los que pelearon deberían comer algo y dormir un poco. Todos ustedes simplemente déjenme manejar esto; Guiaré al mundo hacia la Luz una vez más". Dumbledore habló; Molly, Ronald, Ginevra, Granger, Doge, Podmore y algunos más miraban a Dumbledore con una luz ferviente en sus ojos. Ali se tragó todas sus emociones y lo que quería decir y comenzó a llevar a los estudiantes y otros luchadores a Hogwarts.
George, no Fred y George, no Los Gemelos, no Gred y Forge; solo George; se paró a su lado mientras caminaba hacia el único lugar que había sido su hogar, y habló en voz baja,
"Vamos a hacer algo, ¿no es así?" No era una pregunta.
"Necesitamos ser Slytherin sobre esto. Pero sí, ciertamente lo somos". Ali respondió, su voz suave, pero dura como el granito.
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Las semanas que siguieron fueron difíciles de pasar para cualquiera decente. Las criaturas estaban siendo cazadas por la gente nueva que Dumbledore había comprado con él. Cualquiera que hablara en contra de Dumbledore desaparecía o cambiaba de tono tan repentinamente que todos sabían que estaban bajo el Imperio. Azkaban estaba más lleno de lo que había estado en décadas. Los Goblins estaban a punto de comenzar otra guerra por la nueva legislación que se estaba introduciendo y aprobando en el Wizengamot. Dumbledore estaba usando sus propias acciones para presionar que la Oscuridad todavía estaba ahí afuera, y aún era un peligro para todos, para que sus leyes se hicieran cumplir. Vampiros y licántropos de todo tipo estaban siendo cazados por el Ejército de Dumbledores.
Ali odiaba que estuviera usando el nombre del grupo que ella había creado para sus fanáticos. Su gente estaba ayudando a esconder criaturas y estaba tratando de salvar a la gente. Ali estaba teniendo que andar con mucho cuidado, tratando de parecer como si estuviera completamente a favor de Dumbledore; al igual que Minerva, Kingsley, Arthur y muchas de sus otras personas. Solo las advertencias que recibían de Luna les permitían estar un paso por delante.
Ella todavía no sabía de dónde había sacado Dumbledore a su nueva gente; eran soldados curtidos, que respondían solo a Dumbledore y Dumbledore. Tenía algunas conjeturas, pero ninguna prueba, todavía no. George y Minerva estaban trabajando para intentar averiguarlo. Finalmente, tuvieron su respuesta.
"Son los restos de la gente de Grindelwald. Todos llevan la marca de las Reliquias de la Muerte. Grindelwald y Dumbledore tenían gente escondida en castillos por toda Europa todo este tiempo. Nunca seguirán a nadie más". George habló con urgencia al resto de la gente de Ali.
"Nos movemos, ahora. Irrumpimos en Azkaban, sacamos a nuestra gente y a los inocentes y nos dispersamos. La ICW nos ayudará; He estado en conversaciones con ellos todo este tiempo. Todos tienen la lista de coordenadas para aparecer y trasladores de emergencia. Quiero que todos los nuestros desaparezcan en tres horas. Nos movemos, AHORA. El equipo de Azkaban, conmigo. El resto de ustedes, salgan de aquí". Ali habló con fuerza.
Todos asintieron, y pronto, de toda la gente de Ali, solo Kingsley, Blaise, Neville, Luna y George estaban con ella. Ali sostuvo los ojos de Kingsley por un momento, y Kingsley sonrió levemente,
"Mantendré ocupados a Dumbles. De todos modos, tenemos una inspección de Azkaban en una hora; eso mantendrá ocupados a Dumbles y a los Aurores. Todo estará bien. Hasta pronto." Kingsley les sonrió y se apareció.
Ali suspiró después de que se fue y habló en voz baja,
"Sé que fue una ventaja para nosotros dejar que Kings se convirtiera en el Ministro, como quería Dumbles, pero cada vez que tiene que ponerse al alcance de la mano de las cabras, quiero que lo haga".
Los demás sonrieron; sabían que ella odiaba en cualquier momento, cualquiera de ellos tenía que hacerlo. A pesar de ponerse a sí misma al alcance de su mano con más frecuencia de lo que jamás le pidió a nadie de su gente. El pequeño grupo se instaló donde estaban, esperando la hora correcta para trasladarlos a Azkaban.
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Severus Snape se despertó de un sobresalto, fuera de sus recuerdos que los Dementores siempre traían. Se preguntó por qué se despertó; Honestamente, se preguntaba un poco, oh, cómo deseaba que la mordida de Nagini lo hubiera matado. Escuchó con atención, tratando de averiguar qué estaba escuchando y por qué no estaba tan frío. Entonces se dio cuenta de que los Dementores estaban más lejos de lo que normalmente estaban, y había una luz plateada acercándose. Se arrastró hacia los barrotes de la celda, al igual que los demás en las celdas a su alrededor, mientras la luz plateada de un Patronus se acercaba.
Un Patronus pantera.
Snape sabía de una sola persona que tenía un Patronus pantera.
"Potter" la voz de Snapes se quebró por el desuso.
Potter salió de detrás de su Patronus y comenzó a abrir las puertas de la celda. Longbottom y Lovegood también salieron y comenzaron a ayudar a las personas a salir de sus células. Potter abrió el suyo personalmente. Ella le ofreció la mano y él la tomó mientras ella lo levantaba con facilidad. Snape notó que Lovegood les entregaba trasladores a algunos de los otros, y comenzaron a desaparecer de dos en dos y de tres en tres. Pronto, solo quedaron Lucius, Severus y Narcissa.
"¿Pueden seguir por un tiempo? Vendrán conmigo y con mi gente. Pero tenemos que reunirnos con los demás, solo las personas que están conmigo pueden atravesar mis salas. Tenemos pociones de chocolate y pimienta". Potter habló en voz baja.
Los tres ahora ex prisioneros asintieron con la cabeza y tomaron el chocolate y las pociones que se les ofrecían, así como una túnica nueva y más cálida. El pequeño grupo siguió a Potter mientras ella se movía, igualando a su Patronus en fluidez. Lovegood jadeó de repente, justo cuando se encontraban con George Weasley y Blaise Zabini.
"¿Luna?" Potter preguntó con urgencia.
"La abeja conoce a los reyes. Le va a hacer cosas malas, Balance Bringer". Luna habló, su voz para nada soñadora.
Potter asintió y abrió la boca para hablar. Sin embargo, Weasley se le adelantó.
"Iré. Lo buscaré a él y a Dawlish, y volveré".
"George." Dijo Potter.
"No, Ali. Déjame." Respondió Weasley.
Potter pareció estar en conflicto por un momento, y luego finalmente asintió. Weasley despegó de inmediato, y Potter lo miró, con pesar en su rostro por un momento, antes de que murmurara:
Adiós George.
Nadie más dijo nada, todos esperaron en silencio, hasta que sonaron pasos y Shacklebolt y Dawlish salieron de las sombras.
"Ali", comenzó Shacklebolt, con el corazón roto en su voz.
Potter negó con la cabeza y sacó un trozo de cuerda.
"Agárrense, todos".
Mientras lo hacían, hubo más pasos, y Dumbledore salió de la penumbra, seguido por Ronald, Molly y Ginny Weasley y Hermione Granger, así como un pequeño grupo de su ejército.
"Ali, mi querida niña, podrías haber gobernado conmigo si no hubieras sido tan terca". Dumbledore habló, su voz reprendiendo y gentilmente decepcionado. "Si hubieras hecho lo que yo quería que hicieras, el querido George no estaría muerto ahora. De verdad, niños, ríndense y les prometo que seré indulgente".
"Es hora de que pagues por tu falta de respeto hacia Lady Magic, Albus Dumbledore. Es hora de mostrarte lo que un verdadero Señor Elegido de la Magia puede hacer con la bendición de Lady Magics. Te veremos de nuevo, Dumbledore". Potter habló, su voz poderosa, la magia crepitaba en el aire a su alrededor, antes de que activara el traslador y el pequeño grupo desapareciera.
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"Ali" Una voz habló, sacando a Ali de sus recuerdos. Se volvió y vio que Wallis la miraba fijamente, con preocupación en sus ojos brillantes.
Lo siento, Wallis. ¿Me necesitabas?" Ali habló con una sonrisa rápida y tranquilizadora. Una cosa que dos guerras le habían enseñado a Ali era cómo sonreír de manera creíble y siempre proyectar una persona tranquila y centrada. Wallis se limitó a mirarla con una ceja arqueada; no siempre funcionó. Ella solo se encogió de hombros.
"No tienes que hacer esto hoy. Podemos volver para la próxima sesión de Wizengamot". Dijo Wallis, mirándola.
"No." Ali habló con fuerza, sacudiendo el último de sus recuerdos. Se concentró en dónde estaba; estaban a punto de entrar en el Wizengamot y realmente joder a Dumbledore. "No, hoy es el primer disparo de la guerra, como dicen. No aparecimos hoy y perdemos el elemento sorpresa. Va a ser cauteloso después de hoy; lo necesitamos fuera de balance para anotar incluso un golpe en su contra hoy. Estaré bien, Wallis".
"Muy bien. Estamos aquí cuando nos necesite". Wallis respondió, su voz fuerte y tranquila ayudando a calmar los últimos recuerdos perturbadores de Ali.
"¿Qué asiento decidiste tomar?"-Preguntó Pierre con curiosidad.
Ali sonrió y respondió:
"El que me dará la mejor reacción, por supuesto".
Ali enderezó la espalda y miró la hora. Ella sonrió y dio un paso hacia las puertas de la Cámara de Wizengamot.
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Hubo un silencio absoluto después de esa declaración de Lady Nightshade. Mucha gente estaba parpadeando, sorprendida, ante la gran cantidad de títulos que tenía la Dama. Muchos pudieron ver el leve regocijo malicioso en sus ojos mientras miraba a Dumbledore, sin dejar a nadie bajo la suposición de que no había sido deliberado anunciarse así. Dumbledore farfulló por un momento, y finalmente habló, su voz un poco ronca,
"Muy bien, Lady Aliandra Oleander Evans-Potter-Black-Slytherin-Gryffindor-Cambridge-North Umbria-Peverell-Ambrosius-Le Fey, esos títulos aún no responden por qué nuestro Salvador es asunto tuyo."
"Yo era primo tanto de James como de Lily; Soy su pariente mágico más cercano, y como llevo la sangre de su madre en mis venas, esas protecciones de sangre que tanto le gustan lo seguirán hasta mí. Es mi sobrino y, por tanto, es mi responsabilidad. También es mi heredero. Ahora, señor Dumbledore, ¿dónde está mi sobrino? Esta es la tercera vez que pregunto y me gustaría recibir una respuesta eventualmente". La voz de Lady Nightshades era perfectamente educada, con un leve desdén.
"¿Cómo sabemos que no eres un Mortífago?" Dumbledore, sin embargo, sonaba un poco desesperado.
Lady Nightshade exhaló un suspiro, mientras miraba a Dumbledore como si la estuviera aburriendo. Sin embargo, se quitó la bata y la colocó en su asiento. Se volvió para mirar a Dumbledore y al resto del Wizengamot, con los antebrazos desnudos, sin mostrar marcas, numerosas cicatrices, pero ninguna Marca Tenebrosa.
"Dímelo, director. ¿Siempre le preguntas a alguien que no hace lo que tú quieres que haga si es un Mortífago? Además, ¿siempre vas a utilizar el miedo a que Voldie regrese para asegurarte de mantener el control?" Preguntó Lady Nightshade, su voz casi conversacional. Se volvió a sentar antes de que Dumbledore respondiera.
"En realidad, estimados miembros del Wizengamot británico, tengo algo que agregar al punto que acaba de hacer mi colega". Otra voz habló, cuando alguien simplemente apareció entre las sombras cerca de Lady Nightshade. Era un hombre alto, de edad indeterminada, con el pelo canoso muy rapado.
Antes de que nadie pudiera reaccionar, el hombre continuó hablando.
"Soy el inefable Gray Wallis. Soy el jefe del departamento de Inefables de ICW y Lady Nightshade es mi socia. Tengo aquí un certificado de defunción, emitido por Lady Magic, y certificado por el propio Rey Goblin Jareth, para un Tom Marvolo Riddle, también conocido como Lord Voldemort.
Hubo un gran alboroto por eso; El ministro Fudge tardó casi diez minutos en restablecer el orden. Durante ese tiempo, Unspeakable Wallis estaba de pie junto a Unspeakable Nightshade, hablando en voz baja mientras miraban.
"¿Puedo sugerir, Ministro, que usemos el Sello de Secreto en la Cámara para proteger a los Inefables de la ICW?" Madame Bones habló una vez que hubo silencio y orden una vez más.
"No hay necesidad. Los activé tan pronto como entré a la Cámara con Nightshade". Dijo Wallis.
El ministro Fudge asintió con la cabeza; la ICW protegió sus identidades de Inefables incluso con más fiereza que los ministerios de todo el mundo. Ante el asentimiento del Ministro, Wallis continuó
"El conocido como Voldemort no era un Señor de la Magia Elegido por Lady Magic. Estaba autotitulado. Cuando tenía dieciséis años y era estudiante de Hogwarts, Tom Riddle recibió un libro sobre la magia más negra. Un libro sobre la magia del alma. Se lo dio su Jefe de Casa y Profesor de Pociones, Horace Slughorn. Sin embargo, aquí Wallis tuvo que levantar la voz para hablar por encima de las exclamaciones, pudimos rastrear cómo Horace Slughorn obtuvo el libro y encontró muchas compulsiones en el libro, como lo descubrimos en las pertenencias de Tom Riddle. Las compulsiones mágicas del libro estaban dirigidas a Horace Slughorn para que le diera el libro a Tom Riddle, y muchas apuntaban a que Tom Riddle usara el libro y creara Horrocruxes".
Aquí Wallis tuvo que dejar de hablar porque el clamor por esto fue tan grande. Nightshade estaba mirando a Wallis y Dumbledore. Lucius Malfoy, Severus Snape, Amelia Bones y Augusta Longbottom también estaban mirando a Dumbledore. Todos habían visto a Dumbledore volverse más y más pálido cuanto más hablaba Wallis.
"¿Estás diciendo que alguien obligó a Tom Riddle a convertirse en Quien-tú-sabes?" Preguntó finalmente Fudge, su voz ronca y su rostro conmocionado.
"Sí. Las compulsiones del libro habrían obligado a Tom Riddle a crear Horrocruxes, lo que explicaría su locura y su aspecto degradado. Si no hubiera sido por las compulsiones de ese libro, lo más probable es que nunca hubiera hecho ningún Horrocruxes". Wallis respondió.
"¿Pudiste determinar quién deletreó el libro para obligar a Tom Riddle a convertirse en Quien-tú-sabes?" Preguntó Madam Bones.
Dumbledore ya estaba sentado, y estaba tan blanco como Casper, el fantasma muggle.
Wallis hizo una pausa y luego dijo:
"No con certeza. El residuo mágico fue degradado".
Dumbledore exhaló un suave suspiro de alivio, que fue pasado por alto por la mayoría de las personas en la Cámara; sin embargo, no por quienes lo observaban de cerca.
"¿Cuántos Horrocruxes hizo? ¿Podemos destruirlos para que nunca regrese?" Preguntó Fudge, un poco desesperado; no es que nadie lo culpara por su desesperación, todos se sentían de la misma manera.
"No es necesario, ministro. Nightshade y yo hemos pasado los últimos meses rastreándolos y destruyéndolos. Los Inefables de ICW ya estaban investigando cómo había sobrevivido Tom Riddle, si se quiere llamar así, esa noche de Halloween cuando descubrimos ese libro en sus pertenencias. Nos dio la respuesta y la forma de localizarlos también. El último Horrocrux fue destruido hace dos semanas, momento en el que apareció un Certificado de Defunción Mágico en la oficina de Head Gringotts en Suiza. Tom Riddle, también conocido como Lord Voldemort nunca podrá regresar".
"No, todavía puede. Harry Potter es un Horrocrux". Gritó Dumbledore. Su color había vuelto cuando se dio cuenta de que el residuo mágico en el libro estaba demasiado degradado para dar una respuesta.
"No, no lo es, señor Dumbledore. Wallis y yo hicimos el ritual para quitarlo personalmente de la cicatriz de los chicos, hace dos semanas en Gringotts. El ritual del que los Goblins le informaron, Director, cuando llevó al niño allí el día después de la muerte de sus padres. Tú, en tu infinita sabiduría, elegiste permitir que el Horrocrux permaneciera en su cicatriz". Lady Nightshade habló con fuerza, su voz se extendió por toda la Cámara, mientras se levantaba y miraba a Dumbledore.
"Usted era el guardián mágico de Harry Potters, director. Sin embargo, después de enterarse de que se negó a eliminar el Horrocrux, ¿por qué debería seguir siéndolo? Ahora, director, ¿a quién y dónde lo colocó? Por favor, dígaselo al Wizengamot. Y no se preocupe si no puede o no quiere, porque ya lo sabemos". Lady Nightshade terminó.