C11 Glicinia
Amity avanzó acarreando su bolsa de gimnasio desde la pista de carreras del campus.
Ese sábado eran las pruebas e inscripciones para los equipos deportivos del colegio, y, más por mera formalidad bajo el hecho de pasar a High School, Amity acababa de concluir con la prueba para el club de atletismo.
Obtuvo, como siempre, el mejor cronómetro de las participantes.
Era una lástima que no pudiera participar de las competencias intercolegiales, seguramente sería una leyenda.
Suspiró con resignación.
"El ejercicio es obligatorio Amity, pero no es propio de una dama competir en eventos deportivos, las ropas son inadecuadas y las señoritas nunca deben destacar por la fuerza física, no vas a competir."
Era lo que había dicho su madre la primera vez que pidió competir en una carrera de relevos.
Su padre sólo lo confirmó.
Lo intento dos veces.
La segunda ocasión tuvo consecuencias más graves que un regaño.
Así que no volvió a intentarlo.
Con paso calmo, llegó a la banca que estaba al costado de la cancha de futbol americano y tomó asiento junto a un par de estudiantes que estaban preparándose para las pruebas.
Lastimosamente, las pruebas de atletismo y futbol americano no coincidían en horarios, así que tendría que esperar a que Luz terminara su prueba, ya que habían acordado leer algunos capítulos en casa de Amity después del entrenamiento.
Ah, y también a Edric, que era quien las llevaría a su casa.
Al ser el único varón, tenía un lugar especial en el corazón de sus padres y recuperó el permiso para utilizar el auto.
Amity se permitió al fin, relajarse en su asiento.
Observó los alrededores con curiosidad, generalmente nunca veía los partidos de futbol, ni siquiera sabía las reglas del juego.
Finalmente, sus ojos encontraron una figura familiar, y, sin darse cuenta, sonrió.
Luz estaba en el centro del campo, con unos cuantos balones a sus espaldas.
La chica se inclinaba, recogía un balón, lo arrojaba y repetía el proceso.
Amity se encontró a sí misma inmersa en las acciones de la morena en la distancia.
Llamó su atención el castaño oscuro de su cabello, bajo el los rayos dorados del sol brillaba en destellos cobrizos.-
De hecho, toda Luz parecía resplandecer bajo el intenso brillo del sol del verano.
Su piel, a diferencia de la palidez que caracterizaba a la suya, no reflejaba al sol escandalosamente, sino que parecía refractarla y devolver su propio fulgor, de caramelo brillante por la humedad de la piel transpirada.
Y sus ojos, el profundo chocolate destellaba como bronce recién pulido, más resaltados aún por las gruesas líneas de maquillaje negro que cubrían sus pómulos.
Pudo ver en claro detalle como una gota de sudor resbalaba desde su sien, bajando por cuello, hasta perderse bajo su ropa.
Fue entonces que se dio cuenta.
Era la primera vez que la veía sin el uniforme escolar.
Llevaba una camiseta blanca sin mangas con un logo de Batman en el pecho, zapatos especiales para el campo de futbol, una muñequera de colores y shorts cortos.
Un poco muy cortos.
Y al parecer Luz pensaba lo mismo, ya que pudo notar que, de forma supuestamente discreta, la morena enganchaba la parte inferior de la prenda, tirando de ella para estirarla, descubriendo un poco de su vientre en el proceso.
Huh...
La piel de Luz era considerablemente más clara en su vientre.
Frustrada, la morena tiró de la camiseta también, intentando cubrir su estómago mientras la piel de sus mejillas se sonrojaba levemente.
Eso logró que la parte superior de la camiseta descubriera sus clavículas.
Wow...
Amity no había notado lo atlético del físico de su amiga, su cuerpo era delgado, sí, pero las prendas que ahora ostentaba permitían ver lo trabajado de sus músculos, particularmente de sus hombros levemente abultados y las piernas claramente torneadas.
No la escuchó, pero pudo ver como resoplaba con resignación, poniéndose el balón debajo del brazo para llevarse la mano a la cabeza, peinando la corta melena y deshaciéndose de los mechones pegados a su frente con sudor.
― ¡Amity!
― ¡AH! ― La aludida saltó con sorpresa ante la estridente voz masculina.
― ¡Pero que sorpresa verte aquí!
Amity, descolocada, se giró a ver el origen de la voz.
Tomó toda su fuerza de voluntad no rodar los ojos.
Ante ella estaba un joven alto, de piel tan clara como la suya, rizos negro azabache, ojos azules, complexión atlética y ropa deportiva.
― Hola Josh. ― Saludó con aspereza, girando el rostro de nuevo a donde estaba su amiga.
Pero el joven se plantó justo frente a ella.
Y Amity tuvo que reprimir un gruñido.
―¿Sabías que iba a estar aquí?
― No Josh, estoy esperando a Luz y a mi hermano.
― ¿Luz?
― Es mi amiga.
― ¡Oh! La chica de pelo corto con la que te vas todos los días.
La castaña se irguió con sorpresa.
― ¿Todos los días?
― Toda la semana.
La hija del decano frunció el ceño al no haber notado el tiempo que pasaba con Luz.
Luego respingó.
― ¡¿Me estás espiando?!
El joven retrocedió defensivamente.
― ¡Claro que no! ― Luego volvió a dar un paso al frente. ― Sólo me gusta admirarte desde lejos.
El joven tomó todo su valor y posó su mano derecha sobre el hombro de la castaña.
― No tendría que hacerlo si aceptaras salir en una cita conmigo. ― Le dijo con la sonrisa más seductora que pudo ofrecer.
Amity frunció el ceño con desdén.
Le estaba costando mantener su fachada de señorita cortés.
― ¡Vamos! ― Le escuchó seguir. ― Podemos ir al cine, o al parque, donde tú quieras, prometo tratarte como una princesa.
Amity no pudo evitar rodar los ojos.
Tomó con desagrado la mano posada en su hombro y la retiró con poco tacto.
― De nuevo Josh, no, gracias, no me interesa salir contigo.
―¡Anda Amity! ― Insistió el joven con brío sentándose a su lado. ― ¡Sólo una cita, verás que somos el uno para el otro!
― No.
― Amity... Sólo piénsalo...
Pero la castaña ya no estaba escuchando.
Apenas un instante después de que Josh dejara de bloquear groseramente la vista al campo de juego, la atención de Amity se centró en una escena que llamó su atención.
Edric, de espaldas, estaba ahora en el punto donde estaba Luz, gesticulando en el aire cosas que Amity no entendía.
Entrecerró los ojos con curiosidad.
Su hermano, aun de espaldas, negó vigorosamente con la cabeza, dio un paso al frente, alzando ambos brazos y...
Abrazó a Luz.
― ¿Hmmm? ― Musitó sorprendida mientras sentía que el estómago se le tensaba.
― ¿Entonces lo estás pensando? ― Dijo el muchacho a su lado con emoción.
― ¿Qué? ― Preguntó una ofuscada Amity, girando la cabeza, confundida entre los dos eventos que llamaban su atención.
― Ir al parque acuático. ― Respondió Josh risueñamente. ― ¡Ya sabes lo que dicen! "¡Llévalas a una piscina en la primera cita!"
Amity lo miró con desagrado.
― No Josh. ― Respondió al fin con sequedad.
― ¡No lo tomes así! ¡Era sólo una broma! ― Le dijo el joven entre risas. ― Vamos Amity, te vas a reír tanto que...
Amity giró de nuevo la cabeza a donde estaban su hermano y su amiga, encontrando aún a Edric con los brazos alrededor de Luz.
Enfocó la mirada lo mejor que pudo.
Edric sostenía a Luz desde la espalda, sujetando su mano izquierda con la suya y haciendo lo mismo con la derecha, donde Luz sujetaba un balón.
Oh...
Edric movió los brazos de Luz rítmicamente unas tres veces, luego se separó de ella.
― ¡Soy un tipo simpático! ¡He estudiado la comedia...
Luz repitió los movimientos por su cuenta, recibiendo una afirmación de Edric, quien corrió unos cuantos metros al frente, volviéndose a Luz y golpeándose el pecho con las palmas.
Luz lo miraba contrariada.
Le dijo algo que Amity no alcanzó a escuchar.
― ¿Quieres escuchar un chiste buenísimo?...
―... Más fuerte que puedas! ― Alcanzó a distinguir el grito de su hermano.
Luz suspiró y recuperó la postura, tomó impulso y lanzó el balón con toda su fuerza.
―¡OOOF!
Pudo escuchar claramente como el aire le escapaba por la boca.
Impactó a Edric justo en el pecho, sofocándolo y haciendo que retrocediera un par de pasos.
La escena la tomó por sorpresa, sin que pudiera evitar resoplar y soltar un par de carcajadas, que continuaron en risas medianamente discretas.
― ¡Te hice reír! ― Exclamó Josh alzando los puños en señal de victoria. ― ¡Nunca te había visto reír así!
Amity, calmando poco a poco sus risas, se giró a mirar al joven.
― ¡Perdón Josh! ― Dijo calmando un último par de risas. ― Me distraje, no te estaba escuchando.
Su respuesta descolocó al joven, quien inclinó la cabeza, bastante confundido y un poco molesto.
― ¿Pero entonces por qué-
― ¡Amity! ― Se escuchó una voz acercándose.
― ¡Luz! ― Respondió la castaña poniéndose de pie.
La morena trotaba a encontrarse con Amity, con Edric caminando y frotándose el pecho unos metros atrás.
Luz apuró un poco el paso, al llegar, se inclinó rápidamente, besando su mejilla.
― ¡Luz! ― Se quejó Amity, retrocediendo y limpiándose la mejilla. ― ¡Estás sudada!
― ¡Oops! ― Exclamó la morena entre risas. ― Lo siento mucho, me olvidé.
― Está bien. ― Dijo la castaña con un suspiro mientras terminaba de limpiar su mejilla. ― Sólo ten más cuidado, por favor.
― Lo dices como si no te hubieras inclinado a que te besara. ― Susurró Edric con voz ahogada, pero las chicas parecieron no escucharlo.
― ¿Cómo te fue en tu prueba? ― Preguntó Luz alegremente.
― Bien. ― Respondió Amity con una sonrisa satisfecha. ― Fui el mejor tiempo, como siempre.
―¡¿En serio?! ― Respondió con entusiasmo.
― ¡Sudor! ― Exclamó Amity poniendo su mano frente a Luz para evitar que la abrazara.
―¡Oh, lo siento! ― Rio Luz de nuevo. ― La costumbre. ¡Felicidades!
Amity se encogió de hombros.
― Siempre es así, de igual forma no me dejan competir en los intercolegiales, así que-
El discurso de Amity se vio interrumpido por un carraspeo.
La castaña rodó los ojos e intentó continuar.
― Así que no tiene mucho sentido que-
― ¡Un gusto, soy Joshua Baptist! ― Exclamó Josh poniéndose de pie y rodeando los hombros de Amity con el brazo izquierdo.
Luz frunció el ceño y Edric sonrió, entretenido por la situación.
― ¿Eres... Amigo de Amity? ― Preguntó la morena, contrariada.
― Oh no, no. ― Dijo Josh risueñamente apretando el brazo alrededor de Amity. ― Soy su futuro esposo.
Luz retrocedió sorprendida mientras que Amity se ponía roja.
Muy roja.
Respiró profundamente y suspiró.
― Josh, suéltame.
El joven se giró a verla con una sonrisa.
―¡Oh vamos, no te enojes! ¡En algún momento será verdad!
La castaña tomó la mano del joven y la arrojó con rudeza.
― Josh... ― Amity tomó aire. ― He tratado de ser cortés contigo muchas veces, demasiadas veces, no soy tu futura esposa, ni tu futura novia, ni quiero salir contigo. ¡Ni siquiera me agradas! ¡DÉJAME EN PAZ!
Josh retrocedió un par de pasos, sorprendido por la ferocidad de las palabras de Amity.
Luego sonrió con satisfacción.
― Oh~... Tranquila Amity, eso dices ahora, no te preocupes, me gustan los retos, casi tanto como me gustas tú.
― ¡TE VOY A- ― Amity se interrumpió cuando Luz se paró frente a ella.
― ¡Hey Josh! ― Saludó la morena con entusiasmo. ― ¡Soy Luz! ¡Vengo de República Dominicana! ¿Para qué posición haces la prueba?
Josh observó a Luz con el ceño fruncido por unos momentos, luego sonrió con incomodidad.
― ¡Oh no preciosa! ¡Lo siento, soy un hombre de una sola mujer! ― Dijo riendo nerviosamente. ― Además, eres muy linda y todo, pero realmente no eres mi tipo...
Luz observó al muchacho con incredulidad y... ¿Asco?
Pero Josh seguía mirándola.
El joven se había sonrojado y desviado la vista.
― ¡Luz! ― Dijo ahogadamente. ― Tu ropa no es... Uh... Un poco... ¿Corta...?
Amity, sonrojada, dio un paso al frente.
― ¡¿CÓMO TE AT-
Pero Luz sostuvo su mano mientras reía levemente.
― ¡La verdad es que sí! ― Dijo con un leve sonrojo. ― ¡Es mi atuendo de la suerte! ¡Lo usé cuando entré al equipo de beisbol! ¡Pero creo que ya no me queda bien!
Josh volvió a posar la vista en ella, un poco más calmado.
― Quizá deberías cambi-
Entonces su conversación se vio interrumpida por el estridente sonido de un silbato.
Ante ellos se erguía una alta mujer de frondoso cabello platinado, vestía ropa deportiva y lentes de sol.
Era la entrenadora Edalyn Clawthorne.
―¡Hora de la prueba chicos! ― Anunció, haciendo que todos los jóvenes en el campo apuraran sus pasos a su alrededor.
Eda miró al grupo ante ella.
― ¡Luz! ― Saludó gratamente mientras agitaba el pelo de la morena con cariño. ― ¡Me alegra que decidieras hacer la prueba!
― ¡El deporte se ve interesante! ¡Estoy aplicando para quarterback!
―¡Seguro lo harás excelente! ―Dijo la dama con una gran sonrisa, luego, reconoció la presencia de Amity. ― ¿Baby Blight? ¿Qué haces aquí?
Los ojos de la mujer brillaron.
―¿Viniste a hacer la prueba?
― Uh... No. ― La castaña parecía confundida. ― Vine a esperar a Luz y a mi hermano, coach Edalyn.
― Oh... ― Eda parecía decepcionada. ― Es una pena. ¡Y no me llames Edalyn, te he dicho varias veces que no me gusta!
Volvió a dirigirse a la multitud.
― ¡Muy bien jóvenes! ¡Iniciamos la prueba, velocidad, placaje, lanzamiento, recepción y patada! ¡Hagan una fila!
― ¿Una de hombres y una de mujeres? ― Intervino Josh.
Eda lo miró arqueando una ceja.
― Dije una fila, no dos.
― ¿Haremos la prueba todos juntos? ― Preguntó el pelinegro con incredulidad.
― Sí. ― Respondió con simpleza y volvió la vista a los demás. ― ¿Esperan una invitación formal? ¡Rápido!
Todos los adolescentes de freshman se arremolinaron entre si hasta lograr formar una línea recta.
―Edric, tú y los demás reparten banderas. ― Indicó al hermano mayor de Amity.
El joven acató la orden sin dar respuesta, al igual que dos chicos y tres chicas más, todos miembros oficiales del equipo.
Tomaron sacos de donde sacaron cinturones que llevaban cada uno dos banderas rojas o verdes atadas a ellos, los entregaron a los aspirantes y volvieron al lado de Eda.
― ¡Atención novatos! ― Dijo con voz potente. ― En los entrenamientos jugamos futbol bandera, no quiero lesiones, la fuerza la conozco con los maniquíes, hoy quiero ver su velocidad, agilidad y como salen de problemas, harán cinco pruebas, luego jugaremos un cuarto. ¡EMPEZAMOS!
Ante la orden de la entrenadora, los chicos mayores separaron a los aspirantes en cinco grupos, y los llevaron a distintas áreas del campo.
Amity observó con fascinación.
Además del atletismo, que era un deporte casi individual donde sólo se corría, la hija del decano no sabía mucho de deportes, le resultó interesante ver como los aspirantes tenían que empujar o esquivar maniquíes, correr cuarenta metros, patear un balón, acertar a blancos o recibir pases.
Era bastante más... llamativo.
Su hermano estaba encargado de registrar el área de lanzamiento, donde notó también que Luz había logrado acertar la mayoría de las veces.
Pasados unos veinticinco minutos, las pruebas de registro parecían haber terminado.
Había llegado el momento crucial.
El partido de práctica.
Pero antes de ello les dieron un descanso de diez minutos.
Amity veía como Luz y su hermano volvían caminando al área donde ella estaba.
Rápidamente buscó a su alrededor hasta encontrar el área de hidratación.
Al encontrarla, tomó una botella de agua para Luz y corrió.
Luego volvió rápidamente y tomó dos más, para Edric y para ella.
Había sido una buena idea, porque Luz llegó prácticamente jadeando.
― Toma. ― Dijo Amity entregándole la botella con una sonrisa.
― ¡Gracias! ― Le respondió la morena con entusiasmo, tomando la botella y bebiendo el agua con avidez.
Mientras, Amity entregó la otra botella a su hermano, que simplemente estaba acalorado por el sol.
Luz jadeó terminando con las últimas gotas de la pequeña botella.
― Bebes rápido. ― Observó Amity con sorpresa.
― ¡Lo necesitaba mucho!
― Pude notarlo. ― Luego sonrió. ― Lo hiciste muy bien.
― ¿En serio lo crees? ― Preguntó la morena con ilusión.
― ¡En serio! Sobre todo en lanzamiento.
― ¡Gracias! ― Luego Luz se sobó la cabeza con incomodidad. ― Aunque no me fue muy bien en la prueba de velocidad.
― Eso no importa. ― Intervino Edric. ― En este deporte es mejor tener una especialidad que ser hábil en todo.
― ¡Pues a mí me fue bien en todas las pruebas! ― Aclamó otra voz mientras un brazo se posaba sobre los hombros de Amity. ― ¡Podría ocupar cualquier puesto! ¡Hasta el tuyo, cuñadito!
― ¡JOSH! ― Exclamó la castaña con desagrado. ― ¡No me toques, estás sudado!
Por puro instinto, Amity empujó al chico y saltó para estar al lado de Luz y su hermano, temblando por el desagrado de la humedad de la axila del chico sobre su hombro.
Tanto Luz como Edric lo miraban con fastidio.
El joven se estaba haciendo difícil de tolerar.
― ¡Lo siento! ― Exclamó con ligereza dando un paso en dirección a Amity. ― ¡No pensé... que te molestaría.
Luz se había puesto justo en su camino.
Josh sonrió con incomodidad.
― Ehhh... ¿Luz, verdad? ― La morena asintió. ― De verdad, me siento halagado, pero sólo me interesa Amity, me estás avergonzando...
La dominicana arqueó una ceja con incredulidad.
― Pero si yo no te tocaba ni con un palo mi pana... ― Susurró.
― ¿Qué? ― Preguntó el joven, confundido. ― Uh... El francés no se me da bien.
― Es español. ― Aclaró Luz sin inmutarse. ― Y Amity te pidió que no la toques, así que por favor no te acerques.
El tono de Luz era amable y sus palabras razonables.
Pero algo dentro de su discurso destacaba tal firmeza que el joven se quedó quieto.
― Además estás mintiendo Josh. ― Dijo Edric poniéndose justo al lado de Luz. ― Sólo sacaste buenos resultados en la prueba de velocidad, en el resto eres promedio.
Se inclinó al joven que era levemente más bajo que él.
― Y por poco no pasas la prueba de placaje.
Josh dio un paso atrás y se rio nerviosamente.
― ¡Estaba bromeando cuñadito! ― Dijo dirigiendo su mano al hombro de Edric. ― ¡Tú eres el capi-
Edric tomó su mano y la estrujo con una fuerza levemente excesiva.
― Llámame cuñado otra vez, te reto. ― Le dijo con una amable sonrisa.
La tez del ojiazul pasó de pálido a nieve.
― Uh...
― Edric, no los asustes antes de tiempo. ― Se escuchó la voz de la entrenadora al llegar al lugar donde descansaban, inhalando fuerte y suspirando. ― Fue el mejor tiempo en la prueba de velocidad.
Josh recuperó un poco de color, y con ello, la confianza.
― ¿Lo ves? ¡Soy un miembro valioso del equipo! ¡C-
Edric casi lo apuñaló con las pupilas.
Y Josh cerró la boca tan rápido que sus dientes chocaron entre sí.
Eda miró la escena y rodó los ojos.
Luego observó a Luz, que parecía escudar a la menor de los Blight.
Luz hablaba y hablaba de la hija menor del decano en casa, y pasaba mucho tiempo en la mansión.
Nunca habría pensado que alguien como Luz y la pequeña Blight pudieran llegar a ser amigas tan cercanas.
Después de todo, la conocía desde que era muy pequeña.
Pero le alegraba ver que el más reciente miembro de su familia-
Ugh...
Que la hija de su mejor amiga se estuviera adaptando bien.
Bastante bien...
Hmmm...
― ¿Y qué opinas, baby Blight?
Amity respingó.
― ¿Sobre qué?
― Sobre el juego. ― Aclaró con una sonrisa. ― Nunca te había visto venir a los partidos tampoco, y te vi bastante atenta. ¿Qué piensas?
Amity dio un par de pasos al frente, saliendo de detrás de su amiga.
― Uh... Es muy diferente. ― Dijo con cierta timidez. ― Se ve... Interesante, supongo.
Pero la mujer mayor pudo notar el entusiasmo en los ojos de la adolescente mientras veía las pruebas.
Eda no sólo entrenaba al equipo de futbol, ella coordinaba todos los clubes deportivos.
Y sabía que Amity era veloz.
Probablemente la más veloz que hubiera visto en todos los años que había trabajado en el colegio.
Tenerla en el equipo era... Tentador.
Muy tentador.
― ¿Quieres intentar jugar? ― Tentó Eda. ― Sólo por diversión.
También sabía lo competitiva que llegaba a ser.
Sólo necesita engancharla.
―¡Pfft! ¡Claro que no! ― Había dicho Josh con sorna.
Y Eda pudo notar como las miradas se clavaban en él.
Oh, ahí está el anzuelo.
― ¿Por qué no, Josh? ― Preguntó la entrenadora con una sonrisa socarrona.
― Con todo respeto coach Eda, Amity es una dama, y este deporte no es para las damas.
― ¿Y yo que soy? ¿Un pez globo? ― Preguntó Luz con fastidio.
Josh resopló.
― Sé que no puedo hacer nada para que las chicas dejen de hacer cosas hechas para hombres, sólo digo que Amity no es el tipo de señorita que jugaría este deporte, es rudo, es sucio, no es para nada su estilo, no va con su gracia y su-
― Voy a jugar. ―Declaró la castaña.
― ¿Qué? ― Dijo Josh, atónito, entre las risas contenidas de Edric y Luz. ― ¡Amity, no puedes!
― Claro que puedo. ― Dijo ufanamente. ― ¿Quién me va a detener?
― ¡Yo! ― Declaró de nuevo el pelinegro, provocando que las risas cesaran y miradas fúricas se clavaran de nuevo en él. ― Sé que estás haciendo esto por molestarme Amity, no es necesario, por favor.
― Te das demasiada importancia Josh, lo que pienses me da igual.
― ¡Amity, te puedes lastimar!
― ¡JA! ― Resopló Eda. ― ¿Quién se lastima jugando bandera?
El pelinegro resopló con fastidio, luego se plantó frente a Amity y le habló con seriedad.
― ¿Qué pensarían el decano y tu madre?
La joven respingó.
Y Edric dio un paso al frente.
― No te preocupes hermanita, ellos no se van a enterar de nada. ― Miró al freshman con severidad. ― Yo me encargo de eso.
Josh chasqueó la lengua.
― ¿Para qué quieres dar la prueba de todos modos? El equipo no te interesa.
― Tal vez me interesa. ― Respondió apresuradamente y pudo escuchar como Luz tomaba aire con sorpresa. ― De nuevo, no es asunto tuyo.
― ¿Al menos sabes cómo se juega? ― Retó.
― ¡Mi hermano es el capitán! ¡Claro que sé!
― ¡Linda, si mis amigos te ven jugando, voy a quedar en ridículo!
Amity lo miró con desprecio, incredulidad y fastidio.
Ya ni siquiera tenía la energía para responderle.
― ¡¿Sabes siquiera que posición quieres tener?! ¡¿Qué hacer?!
― Literalmente es la estudiante más veloz que Hexide ha tenido. ― Dijo Eda interviniendo. ― Obviamente sería un runningback.
Josh miró atónito a la entrenadora.
― ¿La más veloz? ― Preguntó con incredulidad.
― Oh sí. ― Confirmó la mujer peliblanca. ― Con registros oficiales y todo.
El joven se llevó una mano al mentón.
Luego resopló.
―La más veloz para el más veloz.
Se giró de nuevo hacia su pretendida.
― Te dejaré jugar Amity...
― Nunca te pedí permiso.
― Pero con una condición...
― ¿Estás sordo?
― Para jugar, deberás vencerme en una carrera.
― ¡Pero loco, que a nadie le importa lo que dice'!
Luz había gritado por pura frustración.
― De nuevo Luz, no entiendo el idioma.
Eda resopló con fastidio.
― Edric, tráele un cinturón a tu hermana. ― Luego se dirigió a Amity. ― Baby Blight, calienta, vas a jugar.
Josh inhaló indignado.
― ¡Eda-
Se interrumpió por un fuerte silbatazo.
― Las reglas las hago yo, Baptist. ― Sentenció.
Josh parecía furioso, pero finalmente suspiró y se resignó.
Amity y Luz rieron discretamente mientras Edric buscaba el equipo para su hermana.
Josh las miró con enojo.
Luego de un par de segundos, sonrió maliciosamente.
Joshua Baptist, así fuera de lejos, conocía bastante bien a Amity Blight.
Y nada le hería más a la joven heredera, que un golpe en el orgullo.
― Oh bueno, mejor para ti preciosa, supongo.
Amity enarcó una ceja.
Pero no respondió.
En su lugar, se quitó la chamarra para comenzar a calentar.
― Es decir, claramente jamás podrías ganarme en una carrera. ― Siguió el joven encogiéndose de hombros.
Amity resopló.
― Josh, no alcanzarías a morder ni el polvo que dejo detrás. ― Soltó con desprecio, fastidiada y olvidando la faceta que debía mantener.
―Oh Amity, sé que eres rápida, pero, sigues siendo una chica.
Esta vez Luz dio un paso al frente.
― ¿Eso que significa?
― Los hombres son naturalmente superiores a las mujeres. ― Dijo con simpleza. ― Así son las cosas, yo no hago las reglas, es pura biología.
La morena se plantó frente a frente con el chico que le sacaba unos cinco centímetros.
― ¿Te recuerdo rebotaste contra el maniquí y te caíste al suelo?
― Luz. ¿Qué te hace pensar que programan el maniquí con la misma potencia para los chicos que para las chicas? ― Respondió con arrogancia.
― Josh, cállate. ― Sentenció Amity.
Y Luz pudo recordar aquel cruel tono del día en que se conocieron.
― No pasa nada linda. ― Siguió el joven, acostumbrado al tono frío de Amity. ― No hay vergüenza en no querer competir cuando sabes que vas a perder.
― ¡¿Quieres apostar?! ― Reclamó al fin la castaña en un tono elevado.
Josh sonrió.
Te tengo.
― Claro preciosa, tendremos la misma posición. ― Comenzó. ― Cuatro downs, quien llegue más lejos en el campo, gana.
― ¡Bien! ― Replicó la joven con furia.
― ¡Pero...! ―Siguió Josh. ― Si yo gano, saldrás en una cita conmigo, el próximo sábado, día completo.
Amity lo miró con el más obvio desagrado escrito en el rostro.
Luego apretó los dientes con rabia.
― ¡De acuerdo! ― Josh sonrió triunfante. ― ¡Pero cuando yo gane, me dejas en paz! ¡Dejas de fastidiar con las citas y nunca! ¿Me oyes? ¡Nunca, me vuelvas a llamar linda! ¡Ni preciosa, ni nada!
Josh rio con arrogancia.
― Con gusto, linda~. ― Le respondió con un tono empalagoso, luego extendió su mano. ― ¿Tenemos un trato?
Amity miró con desdén la mano extendida del joven.
― Tenemos un trato. ― Confirmó.
Josh se quedó con el brazo extendido, luego lo estiró más hacia la joven.
Pero Amity no estrechó su mano.
El joven rio.
― Cada vez me gustas más.
Luego se retiró a paso quedo.
Edric que había estado esperando a que terminaran de discutir, le entregó el cinturón a Amity.
― Tranquila. ― Le dijo Luz apoyando la mano en su hombro. ― Vas a ganarle, si no, Eda no te hubiera defendido.
Amity la miró, relajando al fin el rostro y dedicándole una sonrisa.
― Gracias Luz, estoy segura.
― ¡Lo harás bien hermanita! ― Secundó su hermano dándole leves palmaditas en la espalda.
― Edric... ― Dijo ella en respuesta, con cierta inseguridad. ― ¿Qué es un down?
Fin Cap11.
Mis amados lectores, es de mis sentimientos mezclados en una encontrada crisis de temprana edad, anunciarles que hoy concreto un ciclo que me atribuye un cuarto de siglo desde el primer aliento que tomé en esta tierra.
O en otras palabras, es mi cumpleaños.
Lo siento! Se que he desaparecido por un buen rato! El trabajo se ha tornado bastante pesado y justo ahora he estado atendiendo a una veintena de pacientes! Esto limita mucho mi tiempo para escribir.
Pero haré lo posible por actualizar más seguido.
Si te gustó el capítulo, por favor regálame un voto y un comentario! Siempre me gusta saber sus opiniones :D
Como siempre un gran agradecimiento a mi Beta a quien definitivamente deberías seguir si te gusta SPOP!
Gracias por leer!
TEN UN HERMOSO DÍA!
Se despide:
AnikaDragneel
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