Heridas de guerra | Bucky Bar...

By LauReckett

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Cuando te pierdes diez años de tu propia vida, solo quieres salir y vivirla sin tapujos. Lamentablemente la... More

Playlist, aviso y advertencia de contenido.
Capítulo 1 ~ La abuela Peggy.
Capítulo 2 ~ 10 años perdidos en 10 segundos.
Capítulo 4 ~ Si me llevas al cielo yo te arrastro al infierno.
Capítulo 5 ~ Fury no puede saber que visito a Romanoff.
Capítulo 6 ~ No te atrevas a confundirme con Peggy.
Capítulo 7 ~ Gracias por cuidarme Nick.
Capítulo 8 ~ Placer culpable por las Carter.
Capítulo 9 ~ Todos los que intentan cuidarme terminan muertos.
Capítulo 10 ~ Follame y ayúdame a olvidar todo lo que pasó🔞.
Capítulo 11 ~ Bienvenido al infierno capitán Rogers🔞.
Capítulo 12 ~ Los trágicos amantes de los 40.
Capítulo 13 ~ No me obligues a visitarla.
Capítulo 14 ~ Aunque estés consciente, sigues siendo una inconsciente.
Capítulo 15 ~ ¿Quién diablos es Bucky?.
Capítulo 16 ~ No quiero matarla.
Capítulo 17 ~ Shield no es lo que creíamos.
Capítulo 18 ~ Al menos puedo tener justicia.
Capítulo 19 ~ ¿Te casarías conmigo?.
Capítulo 20 ~ Señora Barnes.
Capítulo 21 ~ Unidos en cuerpo y alma🔞.
Capítulo 22 ~ Follar sin culpa🔞.
Capítulo 23 ~ Le jodiste la vida a mi amiga.
Capítulo 24 ~ Despertando al soldado del invierno🔞.
Capítulo 25 ~ Bienvenida al infierno Devushka🔞.
Capítulo 26 ~ Eres libre🔞.
ESPECIAL NAVIDAD ~ Un collar, un anillo, una promesa y una canción.
Capítulo 27 ~ El tiempo pasa, pero las cosas no cambian.
Capítulo 28 ~ ¿Creíste que eras la única que quería venganza?🔞.
Capítulo 29 ~ Ya no te necesito.
Capítulo 30 ~ Nunca te pedí un polvo de despedida.
Capítulo 31 ~ 3 años marcan la diferencia.
Capítulo 32 ~ Las damas de Madripoor.
Capítulo 33 ~ Los lazos son más fuertes.
Capítulo 34 ~ La fiesta de la discordia y de los nuevos amores.
Capítulo 35 ~ Solo lo hago por Emma.
Capítulo 36 ~ Volverte a tener🔞.
Capítulo 37 ~ El cuadro de la discordia.
Capítulo 38 ~ Team Renegados.
Capítulo 39 ~ Morgan Blake.
Capítulo 40 ~ Los juegos de la noche rusa.
Capítulo 41 ~ Mi pequeño rayito de sol.
Capítulo 42 ~ Pacto de paz.
Capítulo 43 ~ Secretos y mentiras.
Capítulo 44 ~ Cuatro caras y una moneda. [Parte 1]
Capítulo 45 ~ Cuatro caras y una moneda. [parte 2]
ESPECIAL EMMA BARNES ~ Cartas a papá.
Capítulo 46 ~ Vestiditos florales y llamadas especiales.
Capítulo 47 ~ En las filas del enemigo.
Capítulo 48 ~ Posdata: Te amo papá.
Capítulo 49 ~ Ave fénix.
Capítulo 50 ~ Cállate y bésame🔞.
Capítulo 51 ~ Bienvenida a Shield.
Capítulo 52 ~ El legado de las Carter.
Capítulo 53 ~ Larga vida al presidente.
Capítulo 54 ~ El farsante.
Capítulo 55 ~ La reina de las traiciones.
Aviso "Los 7 pecados de Alice"

Capítulo 3 ~ Había una vez en un bunker.

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By LauReckett

8  años después...

— Maggie, llevamos 10 minutos esperando a que dispares, no es tan difícil, solo debes mantener la precisión, fijar la mirada en el blanco y las dos manos en el arma. – dijo Sharon a su prima Maggie, quien por fin había cumplido los 18 para ingresar como una agente de S.H.I.E.L.D.

— No puedo... no puedo darle precisión a mi mano, siento algo muy raro en mi pecho, perdóname Sharon – la voz de Maggie se redujo, estaba muy nerviosa, muy pocas veces en su vida había sentido esa sensación en el pecho, solo le pasaba en 3 ocasiones, cuando escuchaba a hombres con acento ruso, cuando escuchaba disparos y cuando escuchaba la canción de la película de buscando a Nemo, odiaba esa canción, la película era una de sus favoritas, o eso le había dicho su tío Tony, pero cada vez que llegaba la escena de la canción adelantaba la película.

— Esta bien Maggie, no voy a obligarte, pero la tía Peggy te obligará a hacerlo, aunque no trabaje aquí, llama constantemente a Fury para saber de tu proceso, terminemos con esto. – Sharon tomó el arma de Maggie y disparó tres veces al lienzo vacío del campo de tiro, vio como Maggie se llevaba las manos a los oídos, aunque tuviese los audífonos que le protegían del sonido, era la costumbre.

— Eres la mejor del mundo, gracias... – dijo Maggie, no solía tener una relación tan amorosa con Sharon, pero aquella rubia siempre la había tratado como su hermana mayor, o así la había visto Maggie, hasta tenían cierto parecido.

— Lo sé, ahora ve avisarle a Fury que terminaste tus pruebas, haz sentir orgullosa a la tía Peggy.

— No creo que eso sea posible, ni tampoco es lo que busco, solo quiero ser una agente para dejar de vivir con Peggy, tengo mucho que dar y nada que perder.

— Hablas como si tuvieses 50 años, chica, ¡¡solo tienes 18!! – dijo Sharon con tono vacilante, quería mucho a esa pequeña, de alguna u otra manera se sentía culpable al haber tenido vidas tan distintas, mientras Maggie tuvo que crecer de golpe, Sharon había vivido una infancia feliz y acompañada de sus padres.

— Vivo con una mujer de 75 años que no es muy positiva, de tal Peggy Carter tal Maggie Carter.

— Acabas de seguirme el juego, me daré por pagada.

— También tengo un tío que vacila mucho conmigo, he aprendido de los dos lados, pero no te acostumbres, tengo una cantidad restringida de sonrisas y las estoy guardando para ocuparlas con Fury.

— ¿Por qué no aceptas la propuesta de Fury?, ¿o la de Tony?, los dos te han ofrecido sacarte de la casa de Peggy...

— He pensado la de Fury, viviría prácticamente aquí, no es tan malo como lo pintan. Con respecto a Tony, no quiero entrar a una familia establecida, él y Pepper están viviendo felices su vida y su embarazo, no voy a llegar y esperar que me adopten, por alguna razón no lo hizo cuando tenía 10, ahora ya es tarde.

— Deberías de aprender a sanar Maggie, eres demasiado joven para tener tanto rencor en tu corazón...

— Siento que hay algo que me falta, un vacío dentro de mí, me duele no recordar nada de mis padres, nada bonito, nada especial. No voy a sanar porque no puedes curar algo que no cierra.

— Tú tío te ha ayudado a que recuerdes algunas cosas, ¿no ha servido?

— No... solo hace que me sienta peor.

Sharon iba a comenzar una charla motivacional de esas que Maggie tanto odiaba, no le gustaba que la miraran con pena, como si fuese una niña perdida que necesita que la salven, es por eso que había negado vivir con Sharon en su departamento de soltera o vivir con Tony en su mansión, ahora podía cuidarse sola. – Perdóname Sharon, pero ya tengo que irme, Fury me está esperando y no puedo hacer esperar al jefe. – antes de que Sharon formulara una palabra, Maggie ya había cruzado la puerta de la sala de tiro.

Maggie

Por fin había llegado el día, había terminado esas malditas pruebas para por fin ser una agente, ser parte de un lugar y sobre todo, alejarme de la casa de mi abuela, era como vivir en un congelador, ahora que estaba vieja era cada vez más insoportable, todo el día con sus discursos de que debía seguir sus pasos, de que debía sonreír más... No le creía nada, mi tío Tony me había contado cosas muy raras de ella, como cuando me dijo que él era mi tío biológico, puesto que Howard Stark era el padre de mi madre, no recuerdo ni mucho menos me importan los detalles de la situación, algo de sexo en la oficina, no lo consideraron infidelidad porque era un favor, Peggy quería ser madre y necesitaba a alguien de confianza para cumplirlo. A mi perspectiva si había sido infidelidad, no le contaron nada a la esposa de Howard y ocultaron el secreto durante mucho tiempo, además nada aseguraba que solo tuviesen sexo una vez, claramente ese era un secreto que Peggy se llevaría a la tumba.

El edificio de S.H.I.E.L.D era muy grande y estaba dividido por pisos, los estirados estaban en el último, el alto rango, los que no movían ningún dedo pero se ganaban todo el crédito, típico.

 Odiaba a la mayoría de la gente que trabajaba en este edificio, las agentes que habían entrado conmigo me odiaban por ser la nieta de una de las fundadoras, que no era más que una aprovechada, que me habían regalado la vacante y obviamente tenían razón, probablemente Peggy había guardado mi vacante desde el momento en que nací, ¿me molestaban sus comentarios?, claro que no, si pudiese regalarles el ser la nieta de la gran Peggy Carter, lo haría con gusto, que sientan la presión en su nuca cada vez que la señora pone cara de querer intimidar y dice su gran frase "Hazme sentir orgullosa", o "Eres un desastre", depende de como se levantara.

— Hola cariño, Fury te está buscando como un loco, les está diciendo a todos que no te dejen salir del edificio, quiere verte en la sala de reuniones. – dijo una linda castaña con unos ojos azules bastante hermosos, María Hill era la mano derecha de Fury y me había enseñado demasiado, tengo que admitir que tengo bastante Mommy y Daddy Issues, así que veía a María y Fury como mis padres, aunque se llevaran muchos años de diferencia y ni siquiera fuesen pareja.

— ¿Por qué haría eso?, no me iré a ningún lado...

— No lo sé cariño, pero estos dos agentes van a escoltarte, Hey ustedes dos, escolten a la señorita Carter a la sala de reuniones.

— María te juro que no hice nada malo, odio ser reprendida como una niña pequeña – de verdad lo odiaba, ya tenía suficiente con la abuela Peggy.

— No es eso cariño, era algo más importante, Fury sonada preocupado, no lo hagas esperar. – María se acercó a mi y me dio un pequeño beso en la frente, no pude evitar estremecerme ante tal muestra de cariño, traté de disimular y tomé camino mientras dos tipos me seguían.

Subimos a un elevador que nos llevaba rumbo a la sala de reuniones, este era transparente y podías ver hacía afuera del establecimiento, la vista era muy hermosa, no sería nada complicado acostumbrarse a vivir aquí, así como los hacían las agentes regulares, las que no tenían a nadie que las esperara al llegar a casa.

Un fuerte estruendo interrumpió mis pensamientos, solo vi como uno de los hombres me empujaba a sus espaldas, mientras caía al suelo y sentía como el elevador paraba de golpe, una nube de humo se formó en medio de los 3 mientras que uno me gritaba que no me levantara del suelo, no tenía idea de lo que estaba pasando.

— ¡¡Abajo!! – Gritó el chico que me había apartado y dejado detrás de su espalda, mientras se abalanzaba sobre mi y me protegía de lo que al parecer eran unos disparos con una ametralladora, solo sentí como su respiración que rozaba mi nuca era cada vez más lenta, hasta que no lo sentí respirar, al levantar mi cabeza me di cuenta de que tenía 6 impactos de bala, mientras que el otro chico intentaba disparar a la nada, nadie que estuviese dentro del edificio podría haber provocado esa emboscada, lo estaban haciendo desde uno de los edificios colindantes, era imposible salir de ahí con vida.

Por primera vez en mucho tiempo lloraba, lo hacía por el hombre que estaba muerto encima de mi y por el otro chico que tratando de protegerme recibió un disparo en su cabeza, cayó como peso muerto justo delante de mí, no pude hacer nada, solo me quedé quieta mientras el cuerpo del chico me protegía como un escudo. Solo pude poner mis manos en mis oídos mientras escuchaba como el ascensor se llenaba de disparos, como si yo fuese el objetivo.

Solo abrí mis ojos cuando el elevador comenzó a funcionar y escuchaba como muchos agentes gritaban a la distancia tratando de que llegara a la planta y la puerta se abriera, podía identificar algunas voces, como la de Sharon que gritaba con mucha efusividad mi nombre o la de Fury, que sonaba preocupado, nunca lo había escuchado así.

De un momento a otro los disparos pararon, mientras sentía como los disparos ahora iban en dirección al edificio colindante, especialmente al portador de esa metralleta que había intentado matarme. Abrí mis ojos y me encontré frente a frente con los ojos de un chico que no tenía más de 4 años que yo, sus ojos eran de color verde y su mirada estaba perdida, había muerto en mis brazos intentando protegerme cuando ni siquiera lo conocía, ni siquiera pude saber cual era su nombre, mientras levantaba su cuerpo encontré su credencial, Agente Fitz, era un bonito apellido... Lo único que pude hacer fue sacar mi brazo y llevar mis manos hacía sus ojos, mientras con mi dedo índice y con mi dedo del corazón cerraba sus ojos y le daba las gracias por haberme salvado, pase mi brazo suelto por su cuello, mi intención era darle un abrazo, apretujarlo para que por lo menos tuviese algo de cariño antes de su muerte, me sentía tan culpable que ni siquiera caí en cuenta de que el cuerpo de ese chico seguía estando encima de mi.

Esa fue la primera imagen que los presentes vieron al abrirse las puertas del ascensor, para ellos fueron unos segundos, pero para mi fue una eternidad. Solo puede divisar la cara de terror que llevaban Sharon y Fury, mientras la cara de María era de culpa, al parecer el mensaje que le habían mandado solo lo había recibido ella, Fury quería verme en su oficina, no en la sala de reuniones y para ir a su oficina no necesitaba tomar el ascensor, todo estaba planeado.

— ¡¡Maggie!! – escuché como Sharon gritaba al ver que abrazaba al chico muerto que estaba encima de mi, corrió a mi lado y con cuidado sacó el cuerpo del hombre, sentí un escalofrío en mi cuerpo. – Dios estás bien – la voz de Sharon sonaba muy asustada, nunca la había escuchado hablar así, solo me miró y me abrazó con fuerza, correspondí el abrazo, era lindo ver como Sharon se preocupaba por mi.

— Sáquenla de aquí y llamen un doctor ahora – escuché como decía Fury, se agachó en cuclillas y me dio una pequeña caricia en la mejilla, al parecer mi cara no era muy buena, porque era rara vez que Fury daba muestras de afecto. – No dejaré que esto vuelva a pasarte, ahora protegerte es mi responsabilidad. – dijo Fury, sonaba decidido y muy cabreado.

— El agente Fitz, ¿Cuál era su nombre? – dije con voz asustada, el chico me había salvado, lo mínimo que podía saber era su nombre...

— Leo, Leo Fitz, se había convertido en agente hace aproximadamente una semana, compartieron algunas cátedras, pero al parecer no lo notaste...

— No, no lo hice, ¿Cuántos años tenía? – dije mirando a Fury, necesitaba saberlo.

— No te hagas esto Maggie, no fue tu culpa. – la voz de Fury era como la de un padre, estaba tratando de decirme que no me martirizara con esto.

— No voy a volverme loca Fury, solo necesito saber su edad, el chico me salvó la vida, tiene aproximadamente 7 impactos de bala que debían ser para mi...

— ¡¡No lo digas así Maggie!! – Sonaba muy cabreado, probablemente quería meterme en una caja y no sacarme nunca más de ahí.

— ¿Cuál era su edad Fury?...

— Tenía 20 años...

— Prométeme que te vengarás por esto, por la muerte de esos chicos. – al otro chico lo conocía, era de la generación de Sharon, el agente Grant había estado a cargo de una de las cátedras. – prométeme que el bastardo que nos disparó sin piedad va a pagar, Shield es un puto bunker, se supone que deberíamos estar seguros...

— Te lo prometo, ahora necesito que te vea un doctor, yo mismo voy a acompañarte. Luego de eso tenemos una reunión con los encargados, sabíamos de esta emboscada, pero no pensamos que la hicieran aquí.

— ¿De qué estás hablando Fury?, ¿Por qué intentarían matarme a mí? – siempre intentaba sonar como si estuviese sobrellevando de buena manera cualquier situación, como una persona madura, pero no podía hacerlo en este caso, Fury acababa de confesar que alguien intentaba matarme.

— Nos llegó información clasificada diciendo que pensaban vengarse de Peggy, eres el familiar más cercano que tiene así que probablemente la emboscada sería para ti...

— ¿Por qué se plantearon eso?, no soy del interés de Peggy, ¡¡no destrozaran su corazón si me matan!!

— Quizás no es el momento para contarte esto Maggie, acabas de ver como un hombre muere en tus brazos, hablaremos después.

— No... vas a decirme ahora el por qué esa idea llegó hacia sus cabezas. ¿esto había pasado antes? – sentí como mi corazón latía cada vez más rápido, como si estuviese a punto de descubrir algo que habían estado intentando esconder en la parte más oscura de mi alma.

— Tus padres fueron asesinados por orden de Hydra, Sarah y Robert Carter murieron porque Hydra buscaba vengarse de Peggy.

— ¿Qué? – sentí como mis rodillas me fallaban y caía encima de los brazos de Fury, mientras le lloraba a los que en mi mente eran unos desconocidos, no recordaba nada de ellos, ni un recuerdo feliz, ninguna caricia, no recordaba absolutamente nada, pero lloraba, lloraba porque habían sido asesinados por culpa de Peggy, me los habían arrebatado sin ningún tipo de piedad, a los dos. Sentí como la mano de Fury tocaba mi cabeza, como si estuviese acariciando cada parte de mi alma, desde la pequeña niña que había perdido a sus padres, hasta la adolescente que había tenido que crecer de golpe.

— Peggy no quería que lo supieras, pero al parecer Robert y Sarah murieron en una misión ante una venganza de Hydra...

— ¿Quién es Hydra Fury?, ¿Qué les hizo Peggy? – le preguntaba mientras no podía despegarme de sus brazos, él parecía dispuesto a responder mis preguntas.

— Fue una organización que Peggy destruyó en los años 40 junto al capitán américa, o eso pensaron...

¿El capitán América?, el eterno enamorado de Peggy, el héroe que había entregado su vida para salvar al mundo, ese hombre había sido el causante de la perdición de Peggy, de que le costara sonreír, de que fuera extremadamente buena en el trabajo, pero absolutamente reacia a dar un poco de amor y ahora, ahora sus acciones habían destruido mi vida, tenía que pagar los platos rotos de un tipo al que ni siquiera conocía.

— ¿Quién los mató?, ¿Pudieron reconocer al asesino? – necesitaba saber todo de la situación, por lo menos mi respiración se había calmado, mi tristeza había sido reemplaza por una venganza que nacía dentro de mi...

— No tenemos más información, tienen a muchos soldados para sus misiones, no les tiembla la mano al matar. – dijo Fury, pero no pude evitar notar que bajó la voz al decir el nombre del sujeto, era raro porque estábamos solos.

— Hay que encontrarlos, te ayudaré a encontrarlo y voy a matarlo...

— Tú no harás nada de eso Maggie – dijo Fury con voz preocupada, se estaba tomando muy en serio su papel de figura paterna. – vamos a sacarte de aquí.

— No me iré a ningún lado Fury, me voy a quedar aquí, ustedes podrán protegerme.

— No será suficiente, ya viste como el tipo creó una emboscada justo dentro de el edificio, es muy peligroso.

— ¿Qué están planeando? – dije mientras mi voz titubeaba, no pude evitar notar que tiritaba mientras esperaba la respuesta.

— Vamos a llevarte a un lugar seguro, donde ese tipo no te pueda encontrar. – mi atención se fijó en la palabra "Vamos".

— ¿Vamos?

— Tú tío Tony y yo vamos a llevarte a un lugar seguro, sólo los dos sabremos donde queda ese lugar...

— Entonces, ¿De qué trataba la reunión?, se supone que los encargados saben lo que pasa.

— Vamos a darle a los encargados una dirección equivoca de tu paradero, tengo sospechas de que hay algunos infiltrados, pero no puedo probar nada.

— ¿Dónde me vas a llevar Fury?, no quiero irme de aquí.

— Te llevaremos a un bunker, ahí tendrás todas las comodidades necesarias y tú tío te brindará toda la tecnología que quieras para que te desenvuelvas en lo que te gusta, el agente Ford dijo que eras bastante rápida para hackear sistemas. Tendrás tiempo de sobra.

— ¿Cuánto tiempo estaré en el búnker?...

— Hasta que podamos encontrar al soldado del invierno y dejar que sea una amenaza. No podría darte un tiempo determinado.

— No tengo otra opción, ¿verdad? – dije resignada, no me gustaba para nada la idea, pero confiaba en que Fury y Tony me sacarían pronto de ese lugar.

— Necesito que confíes en mi Maggie, todo estará bien.

— ¿Cuándo tengo que irme?...

— Ahora, Tony se enteró de la emboscada y vino junto a su helicóptero, yo me encargaré de desviar la atención de los encargados, te acompaño a la azotea.

— Pero, mis cosas...

— Sharon se encargó de juntar lo más importante de tu casa, conoce el plan, pero no dónde vas a quedarte.

Había sido una malagradecida, los había tratado tan mal, les había negado mi confianza y ahora ellos me estampaban un golpe ficticio en la cara para decirme que no estaba sola, se sentía lindo, no quería volver a estar sola, lamentablemente eso era lo que iba a pasarme.

A paso rápido llegamos con Fury a la azotea mientras mi tío Tony nos esperaba dentro del helicóptero con la puerta abierta, era tan tecnológico que no necesitaba que nadie lo piloteara, para él mucho mejor, porque no podía confiarle a nadie esta misión. Sólo vi cuando bajó corriendo del helicóptero y me dio un fuerte abrazo, hoy había recibido muchas muestras de amor.

— Mi rayito de sol, dios por fin puedo respirar, no sé que haría si algo malo te pasara. – Me lo decía con tanto sentimiento, lo entendía, ya había pasado por eso antes, quizás no quería perderme como perdió a mamá.

— ¿A dónde vamos tío? – dije con cierta duda.

— A un lugar seguro, yo debí hacerme cargo de ti, cuidarte para que nadie te lastimara, no dejaré que ese tipo te haga nada malo...

— Lo sé tío Tony, confío en ti...

— Creo que ya es hora de que se vayan. – dijo Fury mientras se acercaba a mi y me proporcionaba un fuerte abrazo, de esos que se suelen dar cuando no vas a ver a una persona en mucho tiempo, algo me decía que no tendría muchas visitas. – Te quiero Maggie, no lo olvides, iré a visitarte cuando me quite las miradas de encima. – asentí mientras mis ojos se llenaban de lágrimas.

Fury siempre era cascarrabias, pero yo tenía el poder de sacarle aunque fuese una pequeña sonrisa con cada barbaridad que decía, guardaba una sonrisa de mi día para dársela a él.

— Okey Fury, no te conviertas justo ahora en un osito cariñosito, todavía tienes una reputación que cuidar – dijo mi tío Tony con tono vacilante, si quería apaciguar la situación lo estaba logrando.

— Yo también te quiero mucho Fury – dije mientras le daba otro pequeño abrazo para subir al helicóptero.

No llevábamos ni 10 minutos dentro del helicóptero cuando noto que mi celular vibró, casi no suelo ocuparlo, ni siquiera recordaba llevarlo encima cuando ocurrió todo, era un mensaje que no pensé que recibiría, ni siquiera supe como habían encontrado mi número.

Agente Simmons

Soy Jemma Simmons, amiga del agente Fitz. No sé si será muy imprudente de mi parte decirte esto, pero él te había notado. Habías llamado su atención en la catedra que compartimos con el agente Coulson. Leo quería invitarte a salir, le gustabas Maggie, pensé que debías saberlo, no sería justo que Fitz se llevara el secreto a la tumba.

Me quede fría, tanto que mi tío Tony notó mi preocupación, tomó el celular de mis manos y vi como leía el mensaje, su mirada se posó sobre la mía, sus ojos trataban de dejarme ver que la muerte del chico no había sido mi culpa, lo sabía, pero no podía dejar de sentirme culpable, más al saber que si capté su atención, cuando yo ni siquiera sabía su nombre.

— Lo siento Maggie, pero no podemos llevar tu celular a donde vamos, es muy peligroso, podrían rastrearlo. – luego de terminar la oración, abrió una pequeña ventana del helicóptero y lanzó el celular, vi como caía a un lago por el que íbamos pasando.

Llegamos después de unas 2 horas de viaje, estaba segura que no era otro país, pero si estaba bastante lejos de todos, el avión aterrizó justo encima del bunker, solo vi como 6 guardias de seguridad ya estaban cuidando la puerta, quizás adentro habrían más guardias, la verdad no me alegraba la idea de estar encerrada rodeada de hombres que no conozco.

Al entrar quedé helada al ver el lugar, era gigante y no tenía pinta de ser un búnker, iba a estar segura y cómoda en ese lugar, solo yo y mi soledad.

— Tengo que irme Maggie, pero vendré a verte seguido y cuando Pepper tenga al bebé hará lo mismo, estaba muy preocupada también. -estaba muy feliz de que mi tío Tony haya formalizado una vida junto a Pepper, ella había sido mi niñera y luego de la muerte de mis padres había trabajado como secretaria personal de mi tío, ahí se enamoraron, el típico cliché de la secretaria y el jefe, dios como amaba ese cliché. Se habían casado hace pocos años y ahora Pepper estaba embarazada de una niña, mi tío se merecía esa felicidad, había pasado por mucho.

— No será por mucho tiempo ¿verdad?...

— Te prometo que haré todo lo posible por sacarte de aquí, volverás con nosotros y yo cuidaré de ti, lo juro.

— Te creo tío, mándale todo mi amor a Pepper, dile que la extraño mucho.

— Ella también te extraña mucho a ti...

— Te quiero mucho tío Tony...

— Y yo también mi rayito de sol. – se acercó a mi para darme un abrazo y un beso en la frente. – Nos vemos en 2 semanas, vendré a ver como estás, dejé unos libros de informática en la biblioteca que montaron en una de las habitaciones, espero que saques todo el talento Stark que llevas dentro.

— Lo haré tío Tony, lo juro.

Yo había cumplido mi promesa, en todos estos años me dedique a estudiar todos los libros de informática que me había dejado y cuando venía de visita le pedía unos nuevos, al igual que muchos aparatos tecnológicos, algo bueno le había sacado a todo esto, me había enamorado de tener el poder de hackear lo que sea, leía constantemente lo que sucedía dentro de Shield, no fue difícil entrar, eso lo arreglaría cuando volviera. También a veces por diversión hackeaba los celulares de mis guardias para leer como peleaban con sus novias o les decían a sus madres lo mucho que las extrañaban, ellos también tenían una vida.

Había cambiado toda la seguridad del búnker, nadie tenía idea donde quedaba ese lugar, me había encargado de borrarlo del mapa, al igual que nadie podía interceptar mis computadoras. Solo por diversión había puesto una clave en la puerta del bunker, le daba un toque de emoción a la vida vacía que estaba llevando, esa clave no la sabía nadie, solo yo.

Así estuve por 10 años, que fueron un verdadero martirio, donde hablaba solo con mi tío Tony, con Pepper que había venido pocas veces y con Fury que era el que viajaba a verme más seguido, no habían noticias del soldado del invierno. La única noticia interesante que supe fue que mi tío Tony había sido secuestrado en Afganistán, su empresa había entrado al mundo de las armas, mi tío las creaba, Pepper no estaba de acuerdo, pero mi tío estaba siendo manipulado por su socio, el señor Stane.

No entendí muy bien la historia, al parecer lo secuestraron y un señor lo ayudó a crear un arma para escapar de ahí, además de ponerle un reactor en su pecho ya que una bomba explotó cerca de él y metrallas entraron cerca de su corazón. El señor le inspiró a crear un prototipo mucho mejor de un especie de arma, un traje al que él llamaba Ironman, la primera vez que vino después del secuestro llegó al búnker con su traje, se veía muy tecnológico y Jarvis su inteligencia artificial estaba dentro de él. No dudó en contarme con emoción que su nombre de superhéroe era Ironman puesto que mi madre lo llamaba Ironboy, pero ya no era un niño, así que cambio boy por Man.

Cuando pensé que todo estaba perdido, que ya no podría salir del bunker, que jamás iban a encontrar a ese tal soldado del invierno, es que llegó a mi vida la persona que me otorgó la libertad, me quedé en shock al escuchar la llamada de Fury, en ella me informaba que me necesitaba en seguida de vuelta en Nueva York, que Tony estaba de acuerdo y que iba a tener toda la protección necesaria, igual ya habían pasado 10 años, quizás el soldado ya se había olvidado de mí.

La noticia era clara, habían encontrado el cuerpo del capitán américa, quien había estado congelado por 70 años y lo más importante, estaba vivo, el gran amor de mi abuela estaba vivo, aguardando en el mar, esperando que alguien lo sacara de ahí, lamentablemente llegó 70 años tarde.

Fury me había encargado una misión, en ella venía incluida una peluca de color negro, un labial rojo y ropa de los años 40, de preferencia que esta viniera del closet de Peggy. Cuando me lo dijo dude mucho en decirle que si, pero esa misión era mi libertad, mi pase libre del bunker. Había estado muchos años sola, necesitaba volver a mi vida normal, ya tenía 28 años y 10 los había pasado sola, encerrada en una burbuja de metal, protegida por un hombre que intentaba matarme.

Cuando volví a pisar las instalaciones de Shield todos los recuerdos volvieron a mi mente, Sharon pasando la prueba de disparo por mí, cada catedra que había hecho para convertirme en una agente y el día de la emboscada, la muerte del agente Fitz y cuando supe que mis padres habían sido asesinados por Hydra.

— Maggie, estoy feliz de por fin tenerte de vuelta. – dijo Fury mientras me proporcionaba un pequeño abrazo, lo había extrañado.

— Veo que traes seguridad Fury, por mi no te preocupes, si te das cuenta mis guardias muy fortachones vienen conmigo.

— Ve a disfrazarte, va a despertar en cualquier momento.

— ¿Estás seguro de que será una buena idea hacerme pasar por Peggy?, somos parecidas, pero no lo suficiente...

— Necesita ver una cara conocida para cuando abra los ojos, te necesita Maggie.

La ultima frase provocó una sensación muy extraña en mi pecho, no quería que ese hombre me necesitara, ni mucho menos me viera como mi abuela, ya me habían comparado con ella toda la vida.

Al entrar a escena lo vi acostado en una cama de los años 40, todo el lugar estaba decorado de esa forma, no pude evitar mirar sus facciones, era tan guapo, su cabello rubio y su nariz respingaba lucían, claro que no lucían más que su cuerpo, había escuchado que le habían proporcionado el suero del super soldado, mi abuelo lo había creado.

Al parecer ese suero le había dado un super cuerpo, dejé que todos los pensamientos lujuriosos que tenía con ese hombre salieran de mi cabeza cuando vi que abría sus ojos, ya tenía claro mi guion, iba a interpretar a Peggy lo mejor que pudiese.

— Veo que por fin despertaste. – dije con una voz muy dulce.

— Peggy... – respondió apenas fijó sus ojos con los míos, la verdad me sentí algo mal por engañar al sujeto, pero técnicamente mi nombre también era Margaret.

— Bienvenido a casa cariño, por fin volviste a mi, te extrañé mucho. – La verdad si era difícil interpretar a mi abuela como una mujer cariñosa, pero debía hacer sentir cómodo al capitán américa, solo rogaba porque no se me acercara y me besara.

— Tú no eres Peggy – dijo el capitán américa con voz decidida, no era un idiota y aunque si me veía bastante parecida a Peggy, no era ella, no teníamos la misma vibra, solo teníamos el mismo nombre y una cara parecida, pero debía seguir con mi mentira.

— Veo que sigues confundido, cariño no te preocupes, ya estás en casa...

— ¿Qué le hiciste a Peggy?, ¿Por qué son tan parecidas? – la pregunta debería ser que me hizo ella a mí, porque yo no le hice ningún daño a mi abuela, ahora lo de parecidas era responsabilidad de Howard Stark y su favorcito que dejó como consecuencia a mi mamá. - ¿Dónde estoy? – su voz era cada vez más intimidante, no podía creer que mi primer encuentro en el exterior fuese con tu tipo que me estaba gritando, no pude soportar más el papel, no era actriz, así que decidí apretar el botón de emergencias que me dieron por si algo salía mal.

El capitán américa me tomó por los hombros y nos miramos frente a frente, sentí como su mirada me penetraba, hasta llegar al fondo de mi alma, me quedé helada, no sabía ni que hacer, ni que decir.

— Soy Margaret Carter. – dije titubeando, no estaba mintiendo, mi verdadero nombre era ese.

— Tú no eres Peggy.

Claro que no lo soy, somos como el agua y el aceite. Ni siquiera me dio tiempo de contestar, porque luego de decir que yo no era parecida a Peggy rompió la habitación de un golpe y corrió hacía afuera de las instalaciones, sin dudarlo decidí seguirlo, sería muy shockeante para él enterarse que había estado congelado por mucho tiempo.

Al salir vi como mirada alrededor con la mirada perdida, como si no pudiese creer lo que estaba pasando. Decidí acercarme.

— Capitán América, mi nombre es Margaret Carter. – dije sin titubear, vi como iba a responderme, pero me adelanté. – Soy la nieta de Peggy Carter...

Se quedó quieto, sin saber que decirme, solo me miraba como si intentara buscar algo, en su mente ya había unido el rompecabezas, ahora entendía por qué me parecía tanto a su amada.

— Estuvo congelado por 70 años, acaba de despertar en el año 2021...

— Steve Rogers, encantado de conocerla señorita Carter. – dijo, se estaba presentando, la verdad me sirvió de mucho porque no recordaba su nombre.

— Maggie, puedes llamarme Maggie...

— Maggie... - dijo con una voz dulce.

— Lo siento mucho capitán Rogers, Fury va a ayudarte...

— Creo que necesitaré unas clases de historia – dijo Steve, al parecer tenía sentido del humor.

— Será un placer capitán Rogers.

Su mirada se posó en mis ojos y luego bajó hasta mis labios, nos quedamos frente a frente mientras el asimilaba el despertar luego de 70 años y yo asimilaba salir del bunker después de 10.

No quería preguntarle el por qué me miraba tanto, lo suponía, vestida así lucía igual a Peggy. Estaba dispuesta a no recriminarle nada, ese hombre había sido el causante de mi libertad y le estaba profundamente agradecida por eso.

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Por fin llegó Capipaleta a escena, ¿Qué les pareció la escena del ascensor?, el agente Fitz de verdad no tuvo oportunidad con Maggie :(, en Saturno tendrían su cita :(. La verdad es que me encanta por donde va la historia y me emociono mucho con cada estrellita o con cada vista, en serio muchas gracias por el apoyo. Es por eso que haré una pequeña dinámica, si comentas te dedicaré el siguiente capítulo, no hay limite así que anímense. Nos vemos en el capítulo 4 byeee.

Pido perdón por ocupar a dos agentes de Shield y matarlos al instante, a mi también me dolió hacerlo:(

Que coqueto el capi al final, ¿consideran raro que Steve se interese en Maggie?, yo no diré nada, no soy Tom Holland, aquí no doy spoilers:) jajaja.

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