[ABBY POV]
Y allí vamos otra vez.
-¡Scrabbers solo es un humilde ratón que no hace daño a tu dichoso gato peludo, Hermione! -Gritó Ron. A veces mi amigo se hacia un poco pesado, pero a pesar de todo, tenía razón.
Scrabbers era su rata, Percy se lo regaló, o al menos lo heredó de él cuando su hermano mayor se hizo prefecto de Gryffindor, eso es lo que nos cuenta siempre.
-¡Crookshanks no iría a por tu rata asquerosa si la tuvieses enjaulada! Por favor Ron, ¿de verdad vamos a seguir con esto? ¡Mantén a tu rata dichosa lejos de Crookshanks! -Y esa es Hermione, ya la conocéis.
En cuanto a peleas contra Ronald, va ganando en la mayoría de ellas. Fred, George y yo tenemos un contador, yo he apostado por Hermione, mientras que ellos (bendita la hora que lo hicieron) apostaron por su hermano para, según ellos, apoyar a la sangre Weasley hasta la médula. Que bien me van a sentar esos quince galeones, mis queridos pelirrojos.
Hacía unos días que me sentía extraña, como si la presencia de alguien estuviese las veinticuatro horas del día persiguiéndome. Claro está que ahora mismo el castillo no estaba seguro con un preso de Azkaban recorriendo los pasillos de éste, aunque yo me sentía aliviada.
Draco sabía de esto y claro está que me vigilaba demasiado para que no me pasase nada, al igual que Fred o George. Pasaban la mayoría del tiempo conmigo, como si no siquiera me diesen tiempo a pensar en lo que tenía que hacer por mí misma.
-Abby, te vas a chocar al final con una pared. ¿En qué piensas tanto? -Me preguntó Harry.
Aunque la respuesta era obvia, él también pensaba en ello todo el tiempo.
-No necesitas que te lo diga, es obvio que tú también piensas en ello. -Hablé mientras andábamos por los pasillos.
Los estudiantes se habían ido de excursión, mientras que Harry y yo al no tener la autorización tuvimos que quedarnos en el colegio. Sabía que tramaba algo, pero lo dejé pasar.
Decidí ir a buscar a los gemelos, pero tras un rato buscando me di por vencida. Aunque para mi suerte los encontré hablando con Harry en unas escaleras.
-Entonces este mapa muestra...
-A todos.
-¿A todos?
-A todos.
-Dónde están.
-Lo que hacen.
-Cada minuto.
-De cada día. -Terminaba uno de los gemelos.
Cuando se complementaban para acabar las frases era demasiado divertido, Fred y George no solo eran los gemelos Weasley, eran más que eso, su compenetración y su habilidad para saber absolutamente todo lo que piensan entre ellos era increíble.
-Abb, estás aquí, te he estado buscando.
-Querido Fred, yo a ti también. ¿Dónde os habíais metido? Me aburro sin vosotros.
-Es un placer saberlo querida Abby. Pero no puedo decirte lo que planeábamos.
Y así era siempre. Por mucho que estuvieses metida o metido en sus pequeños líos para bromas, nunca te contaban sus planes, y no era de esperar que me ocultara uno más.