No soy capaz de moverme, el aire me esta fallando las piernas me flaquean, mi christian esta delante de mi. Su mirada es impasible nadie dice nada, a pesar del flaquear de mis piernas sigo el protocolo de Grace, y me dejo caer en sus brazos, huele a sudor y a shampoo de baño. Siento sus manos en mi cintura y me desborono, oh mi Christian extrabaña esto.
—Nena eres tu —me dice con voz ronca.
Echa la cabeza para atrás y me evalua estoy llorando de felicidad una parte de mi no puede creer que este aquí.
—¿Como te enteraste? —me pregunta mientras inhala el olor de mi cabello.
—Eres un hombre muy influyente señor Grey, saliste en las noticias —le digo mostrándole una sonrisa tímida
—Me alegro ser lo encontoces, si eso te hizo venir a mi —toma mi barbilla y me da un casto beso
Me dejo llevar por el momento y lo abrazo más fuerte, el suelta muy lento un gruñido, y sus ojos exigen clemencia que por supuesto le doy. Me alejo un poco y agarro su cabello, esta completamente alborotado, pero eso no impide que me fascine como ya lo hace, me toma de nuevo de la cara
—Esta vez no voy a dejarte ir nena, tenemos mucho que hablar —me susurra al oído — tengo una propuesta nena, no me Tortures más a estar sin.
—Te extrañe tanto.. Creí.. Oh mi Christian — vuelto a abrazarlo
—Sh.. Estoy aquí nena, estoy contigo siempre —me susurra al oído y me toma de la mano arrastrándome al sofá junto a su familia.
Nos encaminamos al sofá y Christian mira a Rachel y a Michel y frunce el ceño pero no dice nada.
—Venia de Colombia con ellos cuando me llamo Elioth —le explico a pesar de que no preguntó.
—Me debes una hermanito —elioth le griña un ojo
Christian sonríe y besa mi mano, ese gesto me toma por sorpresa pero me limito a decir algo.
—¿Tienes hambre? —lo cuestión
—Si.. —suena consternado
Estoy por levantarme de su regazo, pero el me lo impide y me sienta en sus rodillas, nadie dice nada pero puedo ver la cara de asombro de todos.
—No, deja que Gail lo haga, por el olor se que ya planea algo —sonríe de lado.
Y tiene toda la razón, Gail entra con una bandeja de comida para Christian. Le sonrió levemente y se aleja.
—¿Que paso Christian? —pregunta carric.
—No quiero hablar de eso —Taylor— vocifera Christian
—Señor—llega taylor y me sonríe extrañamente, este hombre no suele sonreir
—Tenemos un helicóptero que recuperar —gruñe Christian
—Si señor, ¿Algo mas?—le pregunta
—No taylor, vayan a descansar empiecen mañana
—¿No se supone que su helicóptero señor Grey es uno de los más seguros? —lo cuestiona Kathe
—Kathe de verdad no creo que sea el momento —le dio suavemente saliendo del pecho de Christian donde estaba casi quedándome dormida.
—Ana tiene razón, ahora es mejor irnos, ya vi que mi hijo esta a salvo necesito descansar —dice Grace y todos los Grey comienzan a ponerse de pie
—Es tarde mama, ¿No prefieren quedarse? — les dice christian
—No hijo ahora que estas aquí, quiero ir a mi casa —le dice Grace abrazándolo y depositando un beso en su mejilla, me siento algo incomoda al estar en medio de los dos.
Le indico a Christian con un movimiento que debo pararme, y a regañadientes me deja
—Bueno, ahora te dejaremos descansar,—le exclamó mirando a Christian
Con agilidad tomo mi chaqueta pero el toma mi mano.
—¿Te vas? —me pregunta consternado
—Tengo que volver a Londres, ahora que..
Pero no me permite terminar, me toma la mano y me sonríe débilmente ignorando que tenemos público
—Tenemos que hablar nena, y respecto a tus amigos sabes que escala es grande.. y necesitamos hablar —me ruega e inconscientemente muerdo mi labio inferior
Miro rápidamente a Rachel y a Michel y sonríen —No existe un problema Ana, llegaremos el mismo dia para cargar materias —sonríe Michel —¿Tu seras la otra compañera de cuarto? —Michel se gira hacia Kathe
—Si, así que un Placer soy Katherine Kavang —ambos se dan la mano
Gail aparece rápido y despide a los señores Grey y les indica a Rachel y a Michel los cuartos.
Nos quedamos solos y ninguno de los dos es capaz de decir algo mas.
—Quiero proponerte algo, Ana, quiero ser completamente sincero y hablar con la verdad pero.. —su voz suena rota. —Pero no puedo nena solo dame tiempo Ana y prometo darte todo el mas... No mas cuarto de juegos si lo quieres, Ana estoy a tus pies, esto que siento me consume cada día, no quiero volver a sentirme así, quiero sentir la felicidad que siento en estos momentos al tenerme a mi lado nena.
No soy capaz de decir nada me quedo de piedra ante el sofá, y ahora lo tengo literalmente a mis pies, baja del sofá y se inca delante de mi deposita sus manos en mis muslos
—Dime algo nena —me dice suplicandome.