Desperté por primera vez en mucho tiempo y ahí estaba él, sentado en aquel sofá donde ya lo he encontrado mirándome. Me quedé mirándolo muy incómoda al darme cuenta que todo lo que pasó fue real y no un sueño.
-¿Dormiste bien?.-Dijo acomodándose hacia adelante colocando sus codos en sus piernas.
-Asentí-
-Al parecer estabas cansada, tu tobillo se ve mejor.-Dijo y mire mi tobillo, ya no estaba hinchado. ¿Cuántas horas había dormido?
-Yo lo siento Jefe, mejor iré a trabajar.-Dije bajando mi mirada y me levanté apresurada quejandome un poco, ya que me levante por aquel tobillo. No pude mantenerme de pie así que me hice un poco hacia abajo y con mis brazos evite caer al piso. Este rápidamente saltó de su asiento y me ayudó a levantar mi cuerpo, dejando su rostro cerca del mío, conectamos por unos segundos, pero rompí esa conexión desviando mi mirada.
-Te quedes acá, es una orden.-Dijo, baje mi mirada y este me ayudo a volver a la cama.-No volverás abajo T/N.-Dijo mientras acomodaba mi pie y lo mire confundida ¿enserio me quedaria aca?
-Disculpe mi pregunta jefe.-Dije mirándolo y este hizo lo mismo.-¿Volveré a ser su mujer?.-Este pensó un poco su respuesta.
-Llevas un buen tiempo acá, creo que algunas reglas cambiaran, por los momentos descansa ese tobillo para que mañana estés mejor.-Dijo esto y sentí como mis pulsos aumentaban. Se acomodó su traje e iba a salir de la habitación.
-Jefe.-Dije deteniendo su caminar y este me miró.-¿Qué hora es?
-1 de la tarde.-Dijo y senti mucha verguenza, dormí hasta el siguiente dia. Este solo salio y me dejo ahí el resto del dia.
Al siguiente dia...
Desperté y me sentí mucho mejor. Mi tobillo estaba bastante normal. Los cuidados, pastillas y reposo sirvieron muchísimo por lo cual estaba agradecida. Odio esta situación de querer vivir y luego querer morir.
Me levante, asee y vestí con uno de esos lindos vestidos del amplio armario. Me dolía solo un poco mi tobillo pero podia caminar. Estaba nerviosa ya que no sabía que me esperaba al salir de allí.
Toque pero nadie abrio, asi que intente abriendo la manilla por mi misma y funciono, me asome algo insegura y vi a Suga a unos metros de mi, este me vio salir pero lo extraño es que no me dirigió la palabra al contrario solo hizo reverencia. Yo estaba muy confundida de lo que ocurría y me acerque a él.
-¿Que hare hoy?.-Dije dudosa y te se limitó a responder.
-Indicarle que hará no es mi deber señorita.-Dijo sin mirarme y me quedé muy extrañada.
-Ah, estás lista.-Dijo el Jefe a mis espaldas saliendo de su habitación, gire a mirarlo e hice una reverencia bajando mi cabeza.
-No es necesario ese tipo de formalidades.-Dijo serio, miró a Suga algo molesto y esté bajo su mirada. Jungkook se acercó a mí ofreciéndome su brazo, acepte este. Llegamos al comedor y todos me miraban preocupados por que desaparecí por dos días y ahí estaba nuevamente con un vestido y zapatos caros tomando del brazo de uno de los mafiosos más adinerados, violentos y buscados de Corea del sur, aunque si fuera poco, el terror de cada uno de esas personas.
-Bien, la señorita T/N volverá a estar a mi lado, el respeto que me dan a mi se lo darán a ella ¿entendido?.-Dijo y todos asintieron sin mirarlo, este me ayudo a sentarme y acomodo mi asiento para sentarse a mi lado. Lo mire muy confundida y este procedió a comer.
-¿Me harás servirte?.-Dijo sin mirarme y reaccione. Comimos y al finalizar este se mantuvo en la mesa, nadie vino por mi a llevarme para mis actividades, solo llegó Suga rato después y tenía una lista en sus manos.
-Lee.-Dijo el señor Jeon sin mirarlo, de hecho me miraba a mi algo pensativo, lo mire y al sentir esa penetrante vista desvie mi mirada abajo.
Reglas (actualizadas):
1. Realizará sus actividades de ahora en adelante con el jefe.
2. Puede salir con libertad de su habitación siempre acompañada de su guardia asignado.
3. No puede salir al jardín sin autorización del jefe.
4. No está permitido quejas, alzas de voz, gritos, entre otros.
5. Relacionarse con el jefe como su marido con o sin terceros presentes.
6. Debe tratar con respeto al jefe si espera ser tratada así.
7. Intentos de escape no serán tolerados.
8. No entrar a las zonas prohibidas por el jefe
9. No tienes permiso de bajar a los pisos bajó el principal.
10. No puedes entrar a ninguna construcción de los alrededores.
-No está demás mencionar que debe obedecer cada cosas que este le solicite, si le dará la libertad mencionada, debe ser obediente para mantener esto.-Dijo Suga. ¿Libertad?
-¿Cuales son las consecuencias?.-Dije dudosa ya que no fueron mencionadas y este me miro sorprendido.
-Creo que ya sabes como funciona esto, de verdad te arriesgarias a desobedecerme?.-Me miró retador al decir lo último.
-No jefe, no hará falta.-Dije y este subió su ceja.-Jungkook.-Corregi y este se vio más tranquilo.
-Bien, iniciemos el día y te hablare mas sobre lo que pasara con estas reglas.-Dijo levantándose de su asiento. Me puse muy nerviosa, esta vez me relacionaría más con él y lo primero que hizo fue tomar mi mano para salir juntos de ahí.
---Jungkook---
Tome una decisión en estos dos días que ella estuvo reposando; si no puedo mantenerla lejos de mi, la mantendré cerca y estaré con ella.
La tome de su mano y sentí lo maltratadas que estaban a la última vez, así que aplace los planes que tenía para ambos y fuimos juntos al Spa, entre junto a ella y mis trabajadoras me sonrieron. Mierda, ¿Es enserio?
-Jefe bienvenido.-Dijeron y miraron a T/N.-¿Como esta señorita?.-Dijeron al recordarla, esta solo les sonrió apenada. Salieron para que nos cambiáramos y esta se vio algo incomoda.
-Solo cambiate.-Dije quitando mi camisa. Ella solo se quedo mirándome con la bata en sus manos algo nerviosa. Quite mis pantalones, quede en boxers, di la vuelta y baje estos para colocar una toalla en mi cintura. Esta se volteo para que no verme o la viera, quitó su vestido y en uno de los espejos pude verla, dios su cuerpo es... increíble, como quisiera tocarla y hacerla mía, pero algo me impide ir así con ella.
Entraron las chicas y se acercaron a mi, me masajearon un poco el pecho coquetas y T/N se veía algo incomoda.
-Su prioridad es mi mujer.-Dije sin interés y estas la miraron poco emocionada, debe admitir que mis visitas a ese lugar siempre terminaban en algo más.-Yo iré al sauna, pideles lo que desees.-Dije mirándola y esta asintió incomoda tomando su bata asegurando yo no la mirara.
Entre al sauna y suspiré, cerré los ojos y estuve el tiempo necesario para que T/N recibiera su atención.
---T/N---
La mirada de estas mujeres en el, enserio todas las mujeres de esta casa han pasado por el pantalón de Jungkook, claro yo no.
Me dieron masajes, un baño especial con aceites y esencias. Terminaron dándome un increible masaje con mantequilla aromática.
-¿Lista?.-Pregunto Jungkook secando su cabello con una toalla, al parecer tomó un baño después del sauna.
-¿No querrá un masaje privado señor?.-Dijo coqueta una de las chicas y espere la respuesta, el la miro y luego a mi, se veía tentado a dicho "masaje" pero mantuvo su vista en mi unos segundos y negó. Nos vestimos y salimos.
-¿Te sientes mejor?.-Me miró y asentí.-Vamos por aire fresco.-Dijo y salimos a aquel jardín, la verdad tenía miedo después de esa vez.-¿Estás bien?.-Pregunto al ver que mire al cielo insegura, este entendió.-Ya acabo, no pasara nada, me encargue.-Aseguro y lo mire intrigada, fue la primera vez que quise responder.
-¿Los mataste?.-Pregunte y me di cuenta de lo directa que fui, me sentí apenada. Este me miró y pensó un poco.
-Asi es, eso pasa con los que me traicionan.-Con su mirada fija en mi y baje mi mirada.-Caminemos, quiero que hablemos de las reglas.-Dijo e iniciamos nuestro paseo por el hermoso jardín.-Podrás salir de tu habitación con libertad, ya conoces las restricciones y habitaciones que no debes entrar. Si deseas hacer alguna actividad por tu cuenta, debes consultarlo conmigo primero, especialmente si esa actividad quieres realizarlo aquí, debes estar al ojo de alguno de los guardias todo el tiempo, la privacidad deberás ganartela.-Dijo y Asentí. ¡Por fin!, esta es mi oportunidad de salir de aquí. Sin darme cuenta di una pequeña sonrisa y este lo noto, se borro cuando vi que me miraba serio.-Tienes permiso de dirigirme la palabra cuando desees.-Dijo tranquilo y lo mire sin saber qué decir.
-Tengo todo claro.-Dije y este me miro serio, desvie mi mirada al camino.
-Tal vez tengamos la oportunidad de conocernos esta vez.-Dijo y volteó ligeramente su rostro para mirarme, claro no pude evitar verlo de vuelta.
-Creí sabía todo de mi.-Dije pensativa. Recordé que sabía hasta el nombre de mi mejor amiga.
-Siempre hay algo más que saber.-Dijo mirándome con esa expresión seria, aunque no era como antes, era diferente.
-No se que decir.-Dije tímida bajando mi mirada.-Hace mucho no pienso en mi vida antes de esto.-Dije y hubo un pequeño silencio.
-¿Y en qué piensas últimamente?.-Dijo curioso y mire adelante en silencio. Solo pensaba en hacer las cosas bien para no ser castigada, en no perder la esperanza de algún día salir de aquí viva y... también pensaba en el.
-Sobrevivir.-Dije y lo mire, este me miraba con la misma expresión seria, baje mi mirada entonces.
-Ser mi mujer tiene muchos beneficios que no tome en cuenta al inicio; recibes el mismo respeto que yo, te doy respeto y seguridad, tal vez en mis negocios como mi acompañante.-Dijo y asentí nerviosa.-Esta vez planeo seguir eso.-Dijo. Me quedé en silencio. Caminamos un poco en silencio, estaba muy incómoda.
-¿Quieres saber algo de mi?.-Dijo y lo mire, me tomó desprevenida esa pregunta, ¿qué decir? Tenía tantas preguntas que no podia hacer así como así. Este al verme atrapada con dicha pregunta hizo un sonido burlón, una pequeña risa que me hizo mirarlo confundida.-Responde cuando te hablo.-Dijo y me miro serio. ¿Cuál era su problema?.
-¿A qué te dedicas?.-Dije y este pensó un poco mirando a otro lado, luego dirigió su mirada seria a mi quien esperaba atenta a su respuesta aunque ya la supiera.
-Tráfico; mujeres, armas, drogas.-Dijo como si nada y mire a otro lado mientras su mirada aun estaba en mí mientras caminábamos.
-¿En qué modo me involucras en eso?.-Dije curiosa
-¿Por qué viniste a corea?.-Dijo dudoso y sin mirarlo le di una respuesta.
-Quería estudiar negocios.-Dije bajando mi mirada.
-Perfecto, lo harás a mi lado.-Dijo y me miró, este chasqueo su lengua y camino más rápido para detenerse frente a mi.-Nueva regla; mirame a la cara cuando te hablo.-Dijo frente a mí, haciéndome sentir tan pequeña.-¿Entiendes?.-Preguntó intimidante. Subí mi mirada con temor y me encontré directo con sus ojos. Miraba lo oscuros que eran estos, podían reflejar mi rostro en ellos.
-Entiendo.-Dije hipnotizada. Este estaba a centímetros de mi rostro, bajo su mirada hacia mis labios y no pude evitar recordar aquel beso, el primero que me dio en aquella piscina el cual lo hizo huir al momento de separarnos, tambien el ultimo y el más inesperado que me dio antes de volver a mi lugar, aquel beso que no se olvida tan fácil, tampoco sus palabras "¿Qué haces conmigo?" Las he oído más de una vez. Este al igual que yo detallo mi rostro, se notaba confundido y su frente cada vez estaba más fruncida, era como si leyera mi mente. De pronto este se alejo y siguió el camino.
-Espera.-Dije y este paro su paso, giró a mirarme.-¿Puedo preguntarte algo?.-Dije dudosa y este lo pensó.
-Dime.-Dijo curioso.
-¿Por qué?.-Dije y este me miro confundido.
-Piensa muy bien lo que dirás.-Advirtió y camino a mi.-¿Por qué, qué?.-Dijo desafiante frente a mi nuevamente, sentí mucho miedo ¡Por que abrí mi bocota!
-Volví ¿Porque?.-Murmure y su rostro mostró mucha seriedad, no le había gustado mi pregunta.
-¿Así serás? Te doy algo de confianza y ¿lo arruinas?.-Te tomo los labios algo frustrado.-Porque quise.-Dijo molesto. Giró su cuerpo y empezó a caminar, me tomaron unos segundos en procesar lo que había ocurrido pero reaccione y me apresure para seguir sus disgustados pasos.
Caminamos de vuelta a casa. Volvimos para almorzar despues de aquel largo paseo por el jardín. Nos sentamos en la gran mesa del salón y procedimos a comer.
-Creo que ya te distrajiste mucho por hoy. Volverás a tu habitación tengo asuntos que atender, no podrás salir hasta que continuemos hablando de las reglas.-Dijo y se limpio sus labios con una servilleta, me miró.-Te mostrare la casa mañana.
Al terminar este se levantó y se fue a atender sus negocios, no lo volví a ver por el dia. Al parecer no lo había arruinado del todo pero debía remediarlo.
---Jungkook---
Al fin estaba en mi oficina, me es tan difícil estar cerca de ella, no había nada que me frustre más que no saber qué es lo que estoy sintiendo. Me senté en mi escritorio y afinque mi cabeza de mis brazos para pensar, tenía muchas incógnitas, una constante pelea con mi conmigo mismo quien no se decidía aún si la quería cerca o lejos. Al tenerla cerca me sentia abrumado por mis emociones, las negaba todas y tenerla lejos me hacía enloquecer aún más. ¿Cual sera el final de esto?
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