Capítulo 14: Reglas Nuevas 2.0

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Desperté por primera vez en mucho tiempo y ahí estaba él, sentado en aquel sofá donde ya lo he encontrado mirándome. Me quedé mirándolo muy incómoda al darme cuenta que todo lo que pasó fue real y no un sueño.

-¿Dormiste bien?.-Dijo acomodándose hacia adelante colocando sus codos en sus piernas.

-Asentí-

-Al parecer estabas cansada, tu tobillo se ve mejor.-Dijo y mire mi tobillo, ya no estaba hinchado. ¿Cuántas horas había dormido?

-Yo lo siento Jefe, mejor iré a trabajar.-Dije bajando mi mirada y me levanté apresurada quejandome un poco, ya que me levante por aquel tobillo. No pude mantenerme de pie así que me hice un poco hacia abajo y con mis brazos evite caer al piso. Este rápidamente saltó de su asiento y me ayudó a levantar mi cuerpo, dejando su rostro cerca del mío, conectamos por unos segundos, pero rompí esa conexión desviando mi mirada.

-Te quedes acá, es una orden.-Dijo, baje mi mirada y este me ayudo a volver a la cama.-No volverás abajo T/N.-Dijo mientras acomodaba mi pie y lo mire confundida ¿enserio me quedaria aca?

-Disculpe mi pregunta jefe.-Dije mirándolo y este hizo lo mismo.-¿Volveré a ser su mujer?.-Este pensó un poco su respuesta.

-Llevas un buen tiempo acá, creo que algunas reglas cambiaran, por los momentos descansa ese tobillo para que mañana estés mejor.-Dijo esto y sentí como mis pulsos aumentaban. Se acomodó su traje e iba a salir de la habitación.

-Jefe.-Dije deteniendo su caminar y este me miró.-¿Qué hora es?

-1 de la tarde.-Dijo y senti mucha verguenza, dormí hasta el siguiente dia. Este solo salio y me dejo ahí el resto del dia.

Al siguiente dia...

Desperté y me sentí mucho mejor. Mi tobillo estaba bastante normal. Los cuidados, pastillas y reposo sirvieron muchísimo por lo cual estaba agradecida. Odio esta situación de querer vivir y luego querer morir.

Me levante, asee y vestí con uno de esos lindos vestidos del amplio armario. Me dolía solo un poco mi tobillo pero podia caminar. Estaba nerviosa ya que no sabía que me esperaba al salir de allí.

Toque pero nadie abrio, asi que intente abriendo la manilla por mi misma y funciono, me asome algo insegura y vi a Suga a unos metros de mi, este me vio salir pero lo extraño es que no me dirigió la palabra al contrario solo hizo reverencia. Yo estaba muy confundida de lo que ocurría y me acerque a él.

-¿Que hare hoy?.-Dije dudosa y te se limitó a responder.

-Indicarle que hará no es mi deber señorita.-Dijo sin mirarme y me quedé muy extrañada.

-Ah, estás lista.-Dijo el Jefe a mis espaldas saliendo de su habitación, gire a mirarlo e hice una reverencia bajando mi cabeza.

-No es necesario ese tipo de formalidades.-Dijo serio, miró a Suga algo molesto y esté bajo su mirada. Jungkook se acercó a mí ofreciéndome su brazo, acepte este. Llegamos al comedor y todos me miraban preocupados por que desaparecí por dos días y ahí estaba nuevamente con un vestido y zapatos caros tomando del brazo de uno de los mafiosos más adinerados, violentos y buscados de Corea del sur, aunque si fuera poco, el terror de cada uno de esas personas.

-Bien, la señorita T/N volverá a estar a mi lado, el respeto que me dan a mi se lo darán a ella ¿entendido?.-Dijo y todos asintieron sin mirarlo, este me ayudo a sentarme y acomodo mi asiento para sentarse a mi lado. Lo mire muy confundida y este procedió a comer.

-¿Me harás servirte?.-Dijo sin mirarme y reaccione. Comimos y al finalizar este se mantuvo en la mesa, nadie vino por mi a llevarme para mis actividades, solo llegó Suga rato después y tenía una lista en sus manos.

Las Reglas De La Mafia (Jungkook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora