El buzón de los secretos © |C...

Door bewhatyouwant

666K 63.2K 10.2K

Reese Miller conoce los secretos de todos sus compañeros de instituto. ✉ Publicación: 7 de julio. ✉ Sinopsis... Meer

SINOPSIS
PASADO
1. Todas las historias tienen un comienzo
2. Juguete sexual
3. Rebelde con causa
4. Todo lo que nunca quise saber
PRESENTE
5. Halloween
6. Encontronazos casuales
7. Granos en el culo
8. Consecuencias
9. Plantón
10. Empezando de cero
11. Recuerdo del pasado
12. Terribles secretos
13. Virginidad
14. Hormonas bipolares
15. Cita doble
16. Volar está sobrevalorado
17. Recuperación
18. Toc toc
19. La solución a todos tus problemas
20. Cagada monumental
21. La bocazas más grande del universo
22. Confesiones
23. Te contamina
24. Intervención
25. La canción de Nana
26. Dentro de la bola
27. El círculo de la muerte
28. Preguntas incómodas
29. Estrella
30. Yo te escucho
31. Todos lo necesitamos
32. Las paredes tienen ojos
33. Misión de rescate
34. No creas a un mentiroso
35. La carrera de la vergüenza
36. Guerra de fiestas
37. Plan de escape
38. Abucheos
39. Chantaje
40. Mejores amigos
41. Fuegos artificiales
42. Tinta permanente
44. La fiesta de la luz
45. Una simple caricia
46. El precio de los secretos
47. Luces rojas y azules
48. En mil pedazos
49. Emboscada
50. Emboscada
51. Talentos
52. Gracias, Buzón
Extra: Un dulce al anochecer

43. Con los pies en el suelo

6.1K 814 95
Door bewhatyouwant

Esta semana me he propuesto observar con más atención el buzón y me he fijado que algunos compañeros siguen echando notas en él. Siete he contado hasta ahora, ¿cómo es posible en una semana?

Al salir de clase, Laura ha conseguido despistar a nuestros amigos para que yo pueda ver lo que dicen esas notas. No es final de mes todavía, pero no importa. Cuando me aseguro de que no hay nadie, hago lo de siempre.

«Querido buzón: Gracias por tu nota dándome ánimos. La situación en casa es complicada, pero hice lo que me sugeriste y funcionó. Ahora me escuchan y saben que cada vez que discuten me hacen daño».

Siento un escalofrío de emoción recorrer mi cuerpo. Es de Kyle Valentino. La releo y paso rápidamente a otra, dejando atrás las típicas.

«Mis padres me matan como se enteren, buzón. Ellos son muy tradicionales. Tal vez se lo diga a mis amigos».

Me hace gracia ver que como firmé con el apodo de «buzón» ahora me llaman así. Quien escribe la nota es Kai, al que le animé a decirle a sus padres que le gustaban los chicos. Creo que es el paso que le falta para poder estar completamente cómodo consigo mismo.

«Estoy enamorado de Reese Miller»

La nota cae junto al resto. Me quedo inmóvil, incapaz de reaccionar, hasta que veo a Laura a mi lado diciéndome algo. Me ayuda a levantarme y tira de mí con fuerza para que nos vayamos. No sé qué dice, pero no la escucho. Solo escucho esa frase que se repite constantemente en mi cabeza, acompasada con los latidos de mi corazón.

—Reese, déjalas de una vez, joder —farfulla ella y vuelvo a la realidad. La miro confusa y encierro de nuevo las notas en el buzón.

Salimos corriendo del instituto hasta la parada de autobús.

—¿Qué ha pasado?

—¿No me has escuchado? Resulta que tenían reunión de profesores, Kai me lo ha contado.

—¿Kai lo sabe? —pregunto espantada.

—Ni de coña, entonces lo sabría todo el instituto.

Resoplo con cierta angustia y noto con dolor el nudo que se me ha formado en el estómago. Froto la pulsera con fuerza para calmar mis emociones, pero no sirve de nada. Por un lado tengo ganas de llorar, pues no sé qué significa esto para mí; por otro quisiera saltar y gritar de emoción. En vez de hacer alguna de las dos cosas, Laura y yo nos ponemos a escuchar música en el walkman que le regalaron sus padres por Navidad. Ahora solo existimos Bon Jovi, ella y yo. Ya tendré tiempo de arreglar todo esto.

✄ ✄ ✄ ✄ ✄

—Haz las maletas —dice mi madre nada más verme entrar. Su sonrisa es tan amplia que consigue darme miedo.

Mi padre aparece por el pasillo con una bolsa de la playa.

—Nubecita, no te hicimos ningún regalo por tu cumpleaños porque queríamos hacer algo especial.

—¿Qué tramáis? —pregunto con una tremenda intriga mientras me acerco a ellos. Mi padre cierra la boca con fuerza y mi madre se ríe.

—Te damos diez minutos.

Les observo durante unos segundos intentando averiguar qué tienen pensado, pero mi madre señala el reloj de la pared y comprendo que no lo voy a saber hasta que estemos allí. Es muy buena guardando secretos. Corro a mi habitación y busco la maleta. Como no sé a dónde me llevan, meto todo tipo de ropa y calzado. O al menos todo lo que me cabe. Me sobra un minuto.

Nada más abrir la puerta para salir un coche nos pita desde la calle y me doy cuenta de que es el de los padres de Jeremy. Un cosquilleo me recorre el estómago al mismo tiempo que bajamos las escaleras de la entrada. El padre de Jeremy, Matt, nos ayuda a subir nuestras cosas al techo del coche y nos montamos. A mí me toca ir con Ellie atrás del todo, porque son los asientos más estrechos y somos las que menos ocupamos. Jeremy está justo delante de mí y puedo oler su colonia sin ningún problema. Lleva la de ligar. Perfecto.

—¿Alguien va a decirnos ya dónde vamos? —dice él sin ni siquiera saludarme.

Ellie se acerca a mí y me da un regaliz rojo. Ni sus padres ni los míos son capaces de decir nada, así que las dos horas que dura el viaje las pasamos insistiendo con la intención de que se les escape algún detalle.

—¿Por qué no miráis por la ventana? —sugiere mi madre, que va junto a la de Jeremy en los asientos del medio.

Al hacerle caso nos damos cuenta de que estamos en la costa. Y no en una costa cualquiera.

—¿La playa de Greenwich? —digo con sorpresa y Jeremy se pega más a la ventana para observar mejor.

La primera vez que las dos familias salimos de vacaciones Jeremy y yo teníamos unos seis o siete años. Ellie todavía no existía. Nos pasamos aquí casi dos semanas en las que no paramos de hacer castillos de arena y montar en los hinchables de la feria. Creo que volví a casa con unos diez peluches nuevos.

—¿Os acordáis de los helados? —añade mi padre entre risas. Él va de copiloto.

—Este año tenemos que intentarlo. —Se gira Jeremy para hablarme y me echo hacia atrás al instante, nerviosa por su cercanía. Asiento y finjo una sonrisa. Él me mira confuso.

—¡Yo también quiero! —responde Ellie con emoción.

—La montaña de helado es mucho reto para una mocosa como tú —le dice su hermano, y ella gruñe furiosa.

Llegamos a la casa de siempre, donde continuamos viniendo hasta que cumplimos los trece años y Ellie llegó a nuestras vidas. Está prácticamente a pie de playa.

Cuando el coche se detiene corremos para elegir nuestra cama, pero nada más entrar nuestras madres nos estropean el plan.

—¡Pero yo no quiero dormir con vosotros! —farfulla la pequeña mientras patalea el suelo y su madre la arrastra hacia la habitación que le ha tocado.

Mis padres duermen en la que prácticamente es suya, y yo me marcho a la mía. Por suerte, cuando hice la maleta, metí dos bikinis y algo de verano. Hay que estar lista para cualquier situación.

—Ya has elegido, por lo que veo —escucho hablar a Jeremy. Al girarme veo que está apoyado en el marco de la puerta, observándome.

—Siempre duermo en esta, no te quejes.

Continúo sacando mis cosas para evitar mirarle y, cuando me quiero dar cuenta, él ya está a mi lado. Me coge de la mano para detenerme.

—Estás rara.

Al notar el contacto de su piel con la mía, siento que me tiemblan las piernas. Me aclaro la garganta y me aparto.

—Estoy un poco cansada. —Finjo un bostezo, pero él sigue mirándome con detenimiento. Estoy demasiado abrumada como para pensar con claridad. No me ha dado tiempo a pensar con frialdad en su nota, y encima voy a pasar la noche con él. Es demasiado. Demasiado—. Voy a dar una vuelta.

Cansada y me voy a andar. Claro que sí, la reina de las excusas.

Por suerte no me sigue. Camino hacia el paseo que hay junto a la playa y busco un banco libre. Cierro los ojos para disfrutar del sonido que hacen las olas al romperse contra la superficie y tomo aire. Huele a sal.

Sin embargo, la paz no dura mucho, pues se me viene a la cabeza lo que escribió en la nota. «Enamorado» es una palabra muy grande para describir un sentimiento hacia otra persona. Te puede gustar alguien por su físico o por su personalidad, pero el enamoramiento implica todo eso y mucho más. Es complicidad, comodidad, felicidad, respeto, atracción... Es eso que te hace volar, pero que te mantiene con los pies en el suelo. He leído un montón sobre ello, incluso lo he visto en películas, en las que hablan de las cosquillas en el estómago; pero el caso más cercano son mis padres. Con solo mirarse ya saben lo que el otro está pensando, no les hace falta hablar. Siempre he querido tener eso en un futuro. ¿Es acaso lo que siente Jeremy por mí? Estoy segura de que no, de que solo está tan confundido como yo por culpa del beso. Lo nuestro no es amor, es simple amistad. Claro que lo es. Me moriría de pena si por culpa de eso le perdiese.


*****

Más y máaas secretos :P

Por cierto, actualmente estoy realizando un sorteo en Instagram de mi historia de pago. Si queréis participar podéis buscar mi cuenta. ❤

Ga verder met lezen

Dit interesseert je vast

80.6K 8.4K 61
El hip hop embriagaba sus oídos. Ella se movía veloz por la muchedumbre. De un momento al otro, un tumulto de estudiantes no la deja pasar. Peyton le...
654K 6K 33
Otra mini historia Espero que les guste Besos Todos los derechos reservados
72.4K 4.9K 29
Esta historia trata básicamente de cinco reglas. No son reglas comunes, son reglas de unos simples mejores amigos que no saben que están enamorados e...
12.5K 639 15
Hola!! bueno un nuevo fanfic de mi couple favorita de BTS! Nam Joon appa y Jin omma! Bueno, el ambiente cambiará un poco, básicamente tratará de la...