Última vuelta [Daniel Ricciar...

By masmatexfa

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Me enamoré de él siquiera antes de saber lo que es el amor, antes de entender que era amar. Me enamoré sin du... More

Introducción.
Prólogo.
Capítulo 1.
Capítulo 2.
Capítulo 3.
Capítulo 4.
Capítulo 5.
Capítulo 6.
Capítulo 7.
Capítulo 8.
Capítulo 9.
Capítulo 10.
Capítulo 11.
Capítulo 12.
Capítulo 13.
Capítulo 14.
Capítulo 15.
Capítulo 16.
Capítulo 17.
Capítulo 18.
Capítulo 19.
Capítulo 20.
Capítulo 21.
Capítulo 23.
Capítulo 24.
Capítulo 25.
Capítulo 26.
Capítulo 27.
Capítulo 28.
Capítulo 29.
Capítulo 30.
Capítulo 31.
Capítulo 32.
Capítulo 33.
Capítulo 34.
Capítulo 35.
Capítulo 36.
Capítulo 37.
Capítulo 38.
Capítulo 39.
Capítulo 40.
Capítulo 41.
Capítulo 42.
Capítulo 43.
Capítulo 44.
Capítulo 45.
Capítulo 46.
Capítulo 47.
Capítulo 48.
Epílogo.

Capítulo 22.

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By masmatexfa

29 de Junio, 2021.
Londres, Inglaterra.

-Entonces mañana te vas-Le hablo a Daniel mientras practica en su simulador.

-Si, pero ya sabes que si necesitas mover algo muy pesado, o lo que sea...

-Lo solucionaré, puedo hacerlo, tú tranquilo. Cuando vuelvas ya tendremos Damon y yo todo aquí.

Él suspira y pone en pausa lo que está haciendo para mirarme.

-¿El enano?

-Apenas toco la cama se durmió, está es su última semana de clase y el martes tiene partido...

Mi novio asiente con la cabeza y me acerco a él para que cuando estoy a apenas unos pasos me tome de la mano y me haga sentarme sobre su regazo a horcajadas.

-Mierda, entiendo a Lando...-Murmura tras unos segundos en silencio.

-¿En que lo entiendes?

Daniel sonríe y apoya sus manos en mi cadera.

-No te puedo dejar de tocar...

Paso mis manos por sus hombros y acaricio su nuca.

-Me encanta que me toques, Daniel.

-Si, lo sé, pero es que antes era todo tan distinto...

-¿Con qué?

Él pasa algunos minutos en silencio hasta que sonríe y acaricia mis mejillas.

-Eres la primera mujer a la que le entrego mi corazón, Nik, eres la única mujer de la cual me gustan sus defectos y por sobre todo...

Me muerdo el labio inferior y sonrío en cuanto veo sus ojos. Hay una mezcla de sentimientos en su mirada y mentiría si dijera que no quiero saber que pasa ahora mismo por su cabeza.

-¿Qué, Dan?

-Eres el amor de mi vida, Nikova, realmente lo eres...-Murmura-, y, que estés aquí mudándote y que seas tú la mujer con la que estoy compartiendo mi vida me llena de orgullo.

Acaricio su cabello y sonrío como una estúpida.

-Esta es una declaración muy fuerte, Daniel Ricciardo...

-Es que cuando estás seguro, rusa...

Sonrío como una estúpida y beso sus labios. Rápidamente muerde mi labio inferior haciéndome jadear.

-Dan...

Él se ríe y besa mi frente.

-¿Cómo te fue hoy?

Me separo un poco de él y miro mis manos sobre su pecho, siento como él toma mi rostro con cuidado y espera a que diga algo de forma paciente.

-Hay algo que no me gusta-Le confieso.

-Amor, volviste al lugar donde la última vez que estuviste allí saliste con dos disparos...

Niego con la cabeza y cierro los ojos cuando siento que se me caen las lágrimas.

-Yo te juro que intento no ver eso, pero apenas puse un pie en mi oficina...-Susurro en medio de mi lloriqueo.

Daniel me abraza contra su cuerpo y besa mi cabello.

-¿Por qué no me llamaste?

-Estabas con Damon y tus amigos, no quería que mi hijo me vea al borde del ataque de ansiedad... Por eso llamé a Dex y decidimos empezar a traer cosas aquí, no pude ni siquiera estar diez minutos en la estación.

Daniel acaricia mis mejillas y soy testigo de como organiza sus ideas frente a mí.

-Tú sabes que yo no sé ni por asomo lo que sentiste aquel día, pero te puedo hablar desde mi experiencia con los accidentes, y si, son una mierda, pero eso te impulsa-Me habla finalmente-. Deja que esto te impulse, mi amor, deja que esto te fortalezca y vuelve con más fuerza, pero por sobre todo vuelve siempre aquí...

Suspiro y pego mi frente en sus labios mientras me abrazo a su cuerpo.

-Solo quiero olvidar eso, Daniel, quiero ir sin miedo-Murmuro-. Es que... Mierda, pienso en que tú y Damon podrían haber estado ahí y...

-Mírame-Me ordena de forma suave pero bastante firme-. Ni Damon, ni yo estábamos ahí, Nikova, ¿entiendes? Estamos aquí, estamos contigo.

Cierro los ojos y ambos guardamos silencio, siento el beso que deja en mi frente y me permito refugiarme en él. Necesito esto.

°°°

30 de Junio, 2021.
Londres, Inglaterra.

Aquí falta aún una hora para que sea medianoche, pero en Austria ya es primero de Julio.

Aún recuerdo el primer cumpleaños suyo que pase a su lado, recuerdo que veía con anhelo poder abrazarlo con mucha confianza, veinte años después puedo decir que convivimos y que nos amamos.

Miro nuevamente mi celular esperando que Daniel me conteste.

Yo: Amor...
Yo: Espero que no estés durmiendo.
Yo: Eso sería muy triste, demostrarías mejor que nunca lo mayor que te estás volviendo...

No recibo respuesta por lo que me levanto de la cama y me dirijo hacia el subsuelo de la casa, que es donde se encuentra el gimnasio. Una vez ahí, me miro al espejo y veo como mi cuerpo sigue igual que siempre. Me siento sobre la bicicleta fija y miro el espejo detrás de mí.

-¿Por qué es que tienes tantos espejos aquí, Dan?-Murmuro.

Antes de que alguna escena o fantasía se venga a mi mente mi celular suena llamando mi atención.

-¡Estaba en el baño!-Es lo primero que escucho.

Una carcajada se me escapa haciendo que él bufe y siga hablando.

-Mierda, amor, tuve que salir rapidísimo del baño porque mi celular no dejaba de sonar.

-Solo te llamé una vez y te mandé tres mensajes...

-Si, pero mamá estaba insistente-Se ríe.

Pasamos algunos segundos en silencio hasta que él suspira.

-Te oyes muy feliz...

-Tú me haces feliz, rusa-Murmura.

-Y tú a mí, Dan.

-Espera un segundo...

Frunzo el ceño y veo como mi celular suena por una videollamada de su parte. Sin esperar mucho atiendo y jadeo al ver su pecho desnudo.

-Daniel, espero que no estés desnudo...

Su carcajada me hace reírme.

-Feliz cumpleaños, mi amor-Murmuro.

-Sería perfecto si Damon y tú estuvieran aquí, pero-Se encoge de hombros-, no me quejo porque sé que cuando vuelvan estarán en casa y podré abrazarlos y besarlos.

Sonrío como una estúpida.

-Estaremos aquí esperando por ti, con un pastel, regalos y...

-¿En algún regalo estarás tú desnuda?

-Mmm, puede ser...

Asiente con la cabeza satisfecho.

-En muchas de mis fantasías lo hacemos justo donde tú estás ahora...

-¿Ah sí?

-Si... Y mierda, debo dejar de pensar en eso porque me pondré duro y no estás aquí.

-Amor, hasta lo que yo supe tienes dos manos...

-Si, pero me gustan las tuyas o tu boca alrededor de mi pene, también me gusta que tú me folles.

Veo la sonrisa pícara que me muestra y pongo los ojos en blanco.

-¿Te das cuenta que no me excita eso?

Su risa me hace sonreír.

-Te excita que te tome del cabello y te mire a los ojos mientras salgo y entro de ti, rusa, eso ya lo sé.

Un pequeño escalofrío me recorre la columna haciendo que él sonría de forma segura.

-Daniel Joseph Ricciardo, basta...

-¡No hice nada, Nikova!

-Me estás diciendo prácticamente como me follas, imbécil.

Pasamos algunos segundos en silencio, él suspira y yo inmediatamente sonrío.

-¿Por qué siento que no puedes dejar de sonreír?

Miro mi mano sobre mi muslo y luego lo miro a él.

-¿Te das cuenta que estoy con el hombre que conozco hace veinte años? ¿Ese que conocí e hizo que por primera vez me doliera el estómago por los nervios?

Su sonrisa se agranda haciendo que algunas pequeñas arruguitas se hagan presentes.

-En mi caso estoy con la mujer de mi vida, rusa-Murmura-. ¿Se puede decir que lo logramos?

Asiento con la cabeza y lo miro maravillada.

-Claro que lo logramos...

°°°

2 de Julio, 2021.
Londres, Inglaterra.

Entro a la habitación que aún seguimos decorando para Damon, las paredes son verdes oscuras como el nuevo auto de Vettel, un pedido de Damon para molestar a Dan.

-Arriba, cielo, tienes que desayunar...-Le hablo a la pequeña morsa en la gran cama.

-Tengo sueño-Murmura mientras bosteza.

Frunzo el ceño al no ver salte en un pie ya que hoy tiene partido.

-Cielo...

Me siento en la cama y lo miro desde ahí, él sigue con sus ojitos cerrados y algo en mi se remueve.

-¿Bebé?

-¿Y si tú tienes un bebé como el tío Dex?

Me muerdo el labio inferior y acaricio su cabello.

-Damon, eres mi pequeño...

Mi celular suena llamando la atención de ambos y vemos como es Dan con una videollamada.

-¡Dime que mi niño está despierto!

Pongo el celular frente a Damon que está siendo un burrito gigante enrollado en todas sus mantas.

-Enano...

Damon no contesta, veo como cierra sus ojitos mientras se le caen las lágrimas. No quiero preocuparme y parecer una loca, por lo que me recuesto a su lado y lo atraigo hacia mí.

-Tiene miedo de que tengamos un bebé-Le explico.

Daniel abre los ojos como platos, claramente no se esperaba eso. Luego asiente con la cabeza, haciéndome notar que está pensando, tras eso suspira.

-Bueno... Enano, si eso llega a ocurrir serás un gran hermano mayor y seguirás siendo el niño de tu mamá y mío, ¿Entiendes?

-Soy raro-Murmura escondiéndose en mi pecho.

Tenso la mandíbula porque eso se lo solía decir Toby, ese pequeño niño hijo de...

-No eres raro, Damon-Le responde de forma suave el hombre del otro lado-. Eres especial y por sobre todo eres muy amado... Tu mamá y yo te amamos más que a nada en este mundo.

Pasan algunos segundos en los que escucho como mi hijo lloriquea y en medio de un pequeño balbuceo confiesa lo que está pasando.

-Toby ahora viene conmigo a fútbol, empezó cuando nosotros estábamos en Liverpool, y les dijo a todos que yo soy adoptado y que mamá me sacó del basurero... Ya no quiero eso.

Frunzo el ceño y tenso tanto mi mandíbula que duele.

-Rusa-Me llama Daniel-. No hagas nada, no sin mi, el domingo por la noche tomaré un avión y estaré ahí el lunes a la madrugada, pero no hagas nada sin mi...

Sostengo con fuerza a Damon, y pese a que Dan sigue en videollamada lo dejo en la mesita de noche para que nos vea, y luego abrazo con fuerza a mi pequeño.

-Te sacaré de ese club y te prometo que ese niño no te molestará nunca más-Le susurro besando su frente.

Mi hijo por primera vez levanta su rostro y deja de ser un burrito para mostrarme el golpe que tiene en el brazo.

Escucho el gruñido de Daniel y veo como mira atento.

-¿Qué ocurrió?

-Él me dijo que mami seguro querrá hijos propios, yo le dije que no me moleste y me dió un pelotazo muy fuerte y luego me pegó un puñetazo en el brazo...

Miro a Daniel que él ya lo hace.

-Asesinaré a ese hijo de puta-Murmuro.

-Nik...

-Luego te llamo, Daniel.

Rápidamente corto la videollamada y abrazo a mi hijo.

¿Cómo puede ser que no me haya dado cuenta que algo pasaba con mi hijo? ¿Qué clase de madre soy? Soy un desastre.

°°°

3 de Julio, 2021.
Londres, Inglaterra.

Me encerré mucho en mi trabajo, ahora Damon está con Dex en el hospital, creo que me dijo que le enseñará a como sacar sangre. Mi mellizo es un imbécil.

Miro sin parar los papeles que hay frente a mí y jadeo al ver un nombre que siempre pase por alto.

Sin pensarlo tomo mi celular y entro al chat con el dueño de tal información.

Yo: ¿Qué tan confiable son los nombres en los expedientes del maletín?
Oliver: 100%
Oliver: ¿Encontraste algo?
Yo: Se que estas con tu hija, pero creo que deberás venir tú mismo.
Yo: Déjame que averigüe un poco más...
Yo: Pero puede ser que tenga un nombre.

-No me jodas-Murmuro.

Busco el nombre por internet y veo que tiene una pena en la cárcel de aquí. Miro nuevamente el nombre de Agatha Eriksson ahí y no dudo en llamar a su hija.

-¿Mad?

-¡Oh, hola, Nik!

Sonrío al escucharla de buen humor y me río mientras escucho un balbuceo proveniente de un bebé.

-¿En qué te puedo ayudar?

-Necesitaba saber si puedes venir a mi oficina o si yo puedo ir a la tuya, tengo algo que hablar contigo...

Escucho balbuceos nuevamente y luego como ella susurra.

-Salem, ¿Me cuidas un segundo a Jules?

No escucho más, solo como hay silencio y como ella suspira.

-¿Mad?-Pregunto preocupada ante la idea de que se haya cortado la llamada.

-¿Pasó algo, Nik?

-No, mujer, solo necesito hablar de tu madre...

No tardo en sentir que suspira, está incómoda. Al escuchar silencio busco información de la mujer en la base de datos de la policía.

-Agatha-Me corrige-. Ella no es mi madre, es solo Agatha.

Asiento con la cabeza al ver el porque está metida en la cárcel. Mierda.

-Viendo lo que tengo aquí quizás esto te puede beneficiar, Madison...

Ella vuelve a guardar silencio.

-¿Quieres venir a mi casa? Aquí podremos hablar tranquilas-Me habla finalmente.

-Salgo de aquí en iré...

-¿Puedes traer a Damon? Charlie quiere verlo...

-Claro.

°°°

Woking, Inglaterra.

Estuvimos toda la tarde investigando junto a Madison a la progenitora de la mujer, viendo la relación entre Erick y los Eriksson. Creemos que algo hay, por lo que debo solicitar una cita en la cárcel.

Veo a Damon y a su lado a Charlie, durmiendo juntos en el sofá de la sala de Madison.

-Si Charles viera a nuestra hija en este momento sería un poema...

Una risita se me escapa y le agradezco con una sonrisa el café que me da.

-¿Todo bien, Nik?

-Si, o sea, ya casi terminé de mudar todas mis cosas y las de Damon, aún faltan algunas pero ya tengo todo bajo control, luego ya sabes, el trabajo en este momento me tiene...

-Yo te pregunto más allá...

Me muerdo el labio inferior y me encojo de hombros.

-Hay un niño que le está haciendo la vida imposible a Damon...

-Oh, eso es una verdadera mierda, yo no sabría que hacer si alguien molesta a cualquiera de mis hijos...

Llevo mi pulgar a mi boca y me muerdo la piel alrededor de mi uña.

-Yo no se que hacer honestamente, siento que estoy arrastrando a Daniel a esto y que no estoy haciendo las cosas bien con mi hijo...

-Se que no me estás pidiendo un consejo...

-Acepto todo, Mad.

Ella asiente y mira a su hijo que está en el cochecito de bebé a su lado y a su hija que duerme abrazada a mi niño.

-No tenemos que olvidarnos de ser madres, si, pero tampoco está mal que estemos enamoradas y tengamos a nuestros amores cerca... Nik, yo sola, sin Charles, no podría, estoy segura de eso, pero también lo dejo ayudarme. Sé que necesito ayuda y eso no está mal.

-Daniel no tiene porqué cargar conmigo y...

-Si, mujer, no tiene que "cargar", pero él quiere... ¿Tú sabes que en la fábrica todos sabemos sobre Damon?-Trata de ocultar su sonrisa detrás de su taza de café-. ¡Mierda! Todos amamos a ese niño y se muy bien que eso es gracias a ti...

Suspiro y miro mis uñas.

-¿Y si mi hijo se siente dejado de lado?

-¿Él te ha dicho eso?

Niego con la cabeza y suspiro.

-Me siento muy culpable igual, Madison...

Ella asiente con la cabeza y mira a su hijo nuevamente.

-Mucho tiempo fuimos solo Charlie y yo, ¿sabes?-Toma de su café y sigue hablando-. Charles y yo nos conocimos en un bar hace cuatro años y tuvimos relaciones y de ahí vino mi hija, estuve sus primeros dos años sola. Al principio me dió pánico que él entrara en nuestras vidas, porque si, él puso la semillita y todo, pero, ¿qué me aseguraba que él no sería un imbécil?

-Yo se que Daniel no es un imbécil, se que él no es el idiota que era cuando tenía 18 años, se que ama a mi hijo y a mi...

-No está mal tener miedo, Nik, y tampoco está mal que te dejes apoyarte en otra persona. He hablado con Daniel y de verdad está comprometido, pero no solo contigo, también con Damon...

-¿Y si el problema soy yo?

Ella niega con la cabeza.

-No creo que el problema seas tú, sino el miedo, pero ya te digo, el miedo es normal.

Asiento con la cabeza y sonrío en el momento que veo como Damon se gira un poquito y abraza a Charlie como si la estuviera cuidando... Mierda, mi niño será hermoso.

-No sé porque siento que esto es solo el principio de algo-Murmura la rubia mirando a nuestros hijos.

-Somos dos...

°°°

5 de Julio, 2021.
Londres, Inglaterra.

3 AM. Ya desde el viernes que no hablo con Daniel, supuestamente él tendría que estar aquí, pero no ha llegado. Intento con todas mis fuerzas no ser paranoica, no pensar en que quizás mi silencio lo alejó.

Yo: ¿Y si la cagué?
Dexter: Entonces solucionalo, hermanita.
Dexter: La vida es muy corta como para vivirla con miedo.
Dexter: Vive esa relación que tienes, permite que todo sea como debe ser...

No puedo contestar ya que escucho como la puerta se abre, giro mi cabeza y lo veo desde el sofá. Él al verme adquiere ese brillo que tiene, sus ojos se suavizan y ahí lo veo, veo a mi Daniel.

-Yo se que es una mierda y que estuviste sola con él muchos años-Me habla el piloto-, pero eso ya pasó, Rusa, ahora estoy yo y los cuidaré.

Veo como se acerca a mi y se pone en cuclillas frente a mí.

-No quiero que le pase nada, Daniel, no quiero que él sufra...

-Lo sé, mi amor, por eso te ayudaré, juntos cuidaremos de nuestro niño, pero déjame ser parte porque de verdad quiero serlo...

Asiento con la cabeza y paso mi mano por su barba.

-Lo siento por esa horrible carrera...-Cambio de tema.

-Ah, por lo menos Lando está consiguiendo buenos resultados, rusita...

Trato de olvidarme de mis propios demonios, por lo que niego con la cabeza y tomo su rostro en mis manos para poder unir sus labios con los míos, logrando que él inmediatamente se haga dueño del momento. Mordisquea mi labio inferior y tira de él haciéndome gemir bastante alto.

-Rusa, silencio, que despertaremos a Damon...

-Pero...

Él me mira divertido, me toma de la mano y me lleva con él directo a la cocina para poder besar muchas veces mis labios.

-¿De verdad me estabas esperando tan vestida?-Se ríe mientras me ayuda a sacarme la sudadera que llevo puesta.

-Oh, si, hace un rato que tuve una conferencia con Oliver y Owen, y...

Pretendo seguir hablando, pero su mirada tan atenta y su obvia admiración hacen que sienta el corazón pesado.

-¿Por qué dejaste de hablar?-Murmura.

-Es que...-Niego con la cabeza-, nada, solo estoy feliz de tenerte nuevamente conmigo...

Él sonríe y deja un beso sobre mis labios. Veo como piensa unos segundos y me muestra una mirada seria y muy pícara.

-Vamos, quiero mostrarte algo...

Frunzo el ceño pero acato su pedido. Salgo de la cocina en dirección a la sala al mismo tiempo que él sigue mis pasos, una vez ahí toma mi mano y nos guía al subsuelo donde está su gimnasio.

No es necesario decir mucho, simplemente suelta mi mano y se adentra para sentarse en donde se recuesta para levantar pesas.

-¿Te quedarás ahí parada o vendrás aquí, rusa?

Sonrío con confianza y ante su atenta mirada, me saco la camiseta y el pantalón que llevo puesto, dejando a la vista mi ropa interior de encaje negra que me puse por su regreso.

Su mirada quema haciendo que deba respirar hondo para no correrme por el solo hecho de tener sus ojos puestos en mi cuerpo.

-Ven aquí, muñeca-Murmura con la voz ronca.

Me muevo por el lugar a paso lento hasta llevar a él, me pongo entre sus piernas y me muerdo el labio inferior en cuanto él pone sus manos en mi trasero y me da una nalgada.

-Dan-Gimo.

-¿Sabes el beneficio de este lugar?-Murmura mientras deja húmedos besos sobre mi vientre.

Cierro mis ojos, mientras niego con la cabeza. Me sorprendo en el momento que siento como Daniel clava sus dedos en la piel de mi cadera.

-Abre los ojos, rusa, quiero que me mires...

Soy una mujer cooperativa, por lo que abro mis ojos y veo como me mira con demasiada atención, gimo bastante alto en cuanto pasa su lengua por mi estómago y casi me corro cuando me vuelve a dar una nalgada solo que esta resulta ser mucho más fuerte.

-El beneficio de este lugar es que nadie escuchará como te follare-Murmura-, solo yo...

Dicho eso de forma bastante autoritaria me hace sentarme a horcajadas sobre su regazo, para hacerme notar lo duro que se encuentra. Muevo mis caderas de atrás hacia adelante logrando que él gruña y me frene.

-¿Dan?

No me contesta, choca sus labios con los míos haciéndome jadear en el momento que su lengua se adentra a mi boca, rápidamente le intento seguir el ritmo y hago que esta se conecte con la mía. Mientras nos besamos llevo mis manos al cierre de su chaqueta, la desprendo para sacarla y tirarla en algún lugar.

Sus labios se separan de los míos y me sorprende en el momento que levanta sus caderas haciendo que el bulto en su pantalón choque con mi zona íntima solo cubierta por una pequeña braguita de encaje.

-Mira lo duro que me pones, ¿A ti qué te parece?

Sonrío y muevo nuevamente mi trasero haciendo que él cierre sus ojos y gruña.

-Me correré en el boxer, rusa...

Niego con la cabeza.

-Déjame que lo solucione, hermoso.

Me bajo de su regazo para ayudarlo a sacarse el pantalón y el boxer, sonrío casi de inmediato en cuanto tengo su miembro ante mí. Con cuidado paso mi mano de arriba hacia abajo y finalmente paso mi lengua por la gota preseminal que se hace presente ante mis ojos.

-Mierda.

Miro a mi novio a los ojos mientras paso la lengua por toda su longitud y juego con el hecho de dar pequeñas y constantes lamidas. Mientras llevo mi mano a mi zona íntima, hago a un lado mis bragas para poder empezar a masajear yo misma.

-Rusa-Me llama en un gemido-, ven aquí...

Veo como se recuesta sobre la camilla y entiendo enseguida la invitación.

Mierda, no...

-Emm, ¿Estás seguro?-No puedo evitar preguntar.

Escucho su risita y me escondo detrás de mí cabello.

-¡¿Te da vergüenza?!

-¡Claro que sí!-Chillo de forma aguda-. ¡Jamás lo hice al sesenta y nueve!

Veo como se acomoda sobre sus codos para mirarme y abre su boca ante la sorpresa. Tras unos segundos sonríe orgulloso.

-Mejor ven aquí...-Me habla finalmente mientras se sienta nuevamente.

Me toma de la mano y me hace sentarme a horcajadas sobre su regazo. Involuntariamente me muevo para crear fricción haciendo que él me sostenga desde las caderas para mirarme a los ojos y hablarme nuevamente.

-No quiero que tengas vergüenza de nada conmigo, ¿Lo entiendes? Somos dos adultos, podemos hablar lo que sea, y sabes que no solo me refiero al sexo... Me refiero a todo, habla conmigo, no te cierres.

Asiento con la cabeza.

-Lo siento por no hablarte y ser estúpida, es solo que no sabía qué hacer, no te quería arrastrar en esto.

Él asiente con la cabeza y besa la punta de mi nariz.

-Ah, no fue tan malo, el enano hablo conmigo a través de Dex mientras tú trabajabas, me dijo que me tiene un regalo..

Sonrío inevitablemente y beso sus labios.

-Así que ya sabes, Nikova, de ahora en más hablaremos todo, no me interesa qué... Todo se puede hablar, ¿Si?

Asiento con la cabeza haciendo que él sonría orgulloso y bese mis labios de forma casta.

-Ahora... ¿En qué estábamos?

Sonrío de costado y me encojo de hombros para mover mis caderas nuevamente sobre su regazo. Daniel con el triple de picardía lleva dos de sus dedos a su boca y los lame ante mi.

-No me puedes hacer eso-Murmuro.

-Solo te quiero ayudar a mojarte un poquito más.

Casi me desmayo ante sus palabras y antes de que pueda siquiera decir algo, veo como lo lleva a mi zona intima para finalmente sentir como adentra sus dedos en mi. Beso sus labios de manera inmediata y me remuevo buscando más, necesito más.

-Dan, por favor...

Gimo como una estúpida pidiendo no se que exactamente. Me sorprendo cuando de golpe él frena.

-Lo siento, Rusa, pero necesito estar dentro de ti, prometo compensarlo luego...

Sin decir más, hace a un lado complemente mis bragas y se adentra en mi de una sola estocada. Un gemido bastante alto se me escapa haciendo que su sonrisa se ensanche de orgullo.

-Por amor a Dios-Gimo cuando de forma tentativa sale y entra en mi.

Clavo mis dedos en sus hombros mientras ambos empezamos a buscar nuestro ritmo.

-Creo que puedo llegar a morir-Gruñe.

Una carcajada se me escapa haciendo que él frene, me tome del cabello y gire mi cabeza para que nos vea a través del espejo que está detrás de mí.

-Mira lo sexy que te ves montándome, lo bien que nos vemos juntos-Su lengua recorre mi cuello para finalmente morder mi lóbulo y susurrarme al oído-. Mira la diosa que eres, rusa, mira como me follas.

Siento como se excita ante lo mismo que estoy viendo yo. El calor se empieza a formar en mi estómago y me empiezo a mover nuevamente, no me pierdo un detalle de nuestros cuerpos.

Quiero encontrar algo que decir y hasta quiero disculparme por el volumen de mis gemidos, pero nuevamente mi atención se dirige a mi novio que saca mi brasier sin esfuerzo para dejar mis pechos frente a él.

-Mírame, Nikova-Me ordena-. Quiero que veas como te disfruto.

Lo miro con el triple de atención mientras se mete uno de mis pechos en su boca logrando que su barba raspe mi piel, literalmente grito en cuando muerde mi pezón y empieza a jugar con el piercing que lo decora.

-Tenía tantas ganas de follarte...

Mis gemidos son gritos, realmente debo taparme la boca ya que no estoy totalmente segura de si nos podrán escuchar.

-Mierda...

Dicho eso, me toma de la cintura y me ayuda a ponerme de pie.

-¿Dan?

Él sonríe y se pone frente a mí también de pie. Lleva sus manos a mi caderas y me vuelve a besar mientras nos guía hasta lo que entiendo es el espejo, ya que siento el frío de este en mi espalda.

-Quiero mostrarte esto-Murmura en mi oído.

Siento como me toma de la cintura y me hace girar para que vea el reflejo de mi cuerpo solo con las bragas corridas. Mi rostro está sonrojado, mi cabello bastante desastroso y mis labios hinchados. De golpe veo como él se posiciona detrás de mí, sus manos se dirigen a mi vientre y sonrío al ver esos tatuajes que tanto me gustan.

-Juntos somos jodidamente perfectos-Murmura mientras siento que con su pierna hace que yo separe las mías.

Llevo una de mis manos al espejo y la otra a su nuca para poder sostenerme, al sentir como empieza a entrar en mi.

-Ahora te haré correrte-Me habla al oído una vez que está completamente dentro mío.

Siento como al terminar de decir eso empieza a salir y entrar en mi. Su mano derecha se dirige a mi zona de nervios haciendo que todo se vuelva más placentero, mientras que su mano izquierda se encuentra masajeando mis pechos, y mierda... El sonido de su cuerpo chocando con el mío y sus gruñidos es todo lo que necesito para tocar el jodido cielo con las manos.

-Me vengo-Jadeo tras unos cuantos buenos minutos.

El hombre detrás mío se detiene y me mira unos segundos a los ojos a través del espejo.

-¿Qué ocurre?-Murmuro.

-Quiero recordar este momento para toda mi vida, estoy memorizandote...

Hago que salga de mi y me pongo frente suyo. Sonrío en cuanto me levanta del suelo y paso mis manos por el cabello en su nuca mientras miro atenta sus ojos avellana que realmente me tienen loca.

-Te amo, mi amor-Murmuro.

Su sonrisa más honesta aparece en su rostro, no esa que muestra en las entrevistas, sino esa que es sincera y hasta inocente. No importa que hasta hace unos momentos me estuviera follado de una manera que nada tiene que ver con el romanticismo.

-También te amo, rusa...

Dicho eso, me vuelve a besar para volver entrar de una sola estocada en mi.

Pero más que con el gran orgasmo que me golpea posteriormente, de como se corre dentro mío, o con todo lo que trae esta follada como consecuencia, me quedo con el amor que rodea mi cuerpo, con el hecho de como sus ojos no se iban de los míos y, por sobre todo, de como estoy segura que ya estamos en otro nivel.

Ya no hay retorno de esto que tenemos y realmente no quiero que lo haya.

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