Louis llora mientras mira el cuerpo de Harry en la camilla. Oye voces de fondo, escucha un llanto, ve a los médicos cocer el estómago del omega. Pero sus oídos sólo se centran en el insistente "pii" que taladra su mente, diciéndole que ha perdido a su omega.
Dos meses antes.
Harry y Louis caminan de la mano por el supermercado.
-¿Te apetece algo?- pregunta el mayor mirando laa galletas.
-Quiero algo de chocolate.-
-Amor, te prohibieron el chocolate.- Agarra unas galletas y lee los ingredientes.
-Cuando nazca el bebé comeré todo el chocolate del mundo.-
Louis ríe y, al comprobar que las galletas son saludables, las mete en el carrito de la compra. Caminan a el pasillo de las frutas y deja que el omega escoga frutas que le gusten.
-Estoy cansado.- el rizado se queja y mira a su alfa.
-Vamos a pagar.- acaricia la mejilla de el menor y van a las cajas.
Ya en la casa, Harry se sienta en el sofá y suspira cansado.
Louis guarda todo en la cocina y, cuando termina, va al salón.
-¿Tienes hambre?- ve a el omega dormido y sonríe. Lo acomoda y lo tapa con una manta. -Te amo.- Susurra y besa su frente.
El omega agarra su brazo aún con los ojos cerrados.
-Quedate conmigo.- susurra somnoliento.
El alfa se quita los zapatos y se acuesta con el omega y lo rodea con sus brazos, manteniéndolo caliente.
-Te amo.- susurra el rizado con la cabeza en el pecho de el mayor.
Los días transcurren con normalidad, Harry sigue sin sentir pataditas en su estómago a pesar de que se pasa todo el día acariciando y hablando con su estómago.
Louis sirve la comida y mira a el rizado.
"¿En qué piensas?" Coloca la mesa y ayuda a el menor a sentarse.
"Supongo que... pienso lo mismo desde que me enteré que estoy embarazado." Suspira y mira el plato de comida. "Quiero que esto funcione, quiero a mi bebé." Se le llenan los ojos de lágrimas.
"Amor." Louis hace que lo mire. "Vamos a tener a este bebé y a demás será un bebé muy sano." Besa su frente. "Será el mejor cachorro de el mundo."
Harry sonríe leve.
"Quiero que tenga tus ojos." Susurra.
"Vaya, pues yo quiero que tenga tus ojos." Ríe leve el alfa. "Al menos quiero que tenga tus rizos."
"Louis." Lo mira a los ojos. "Promete que cuidarás de él."
"Amor." Cierra los ojos y respira hondo. "Si te pasa algo," mira los ojos de el omega. "Cuidaré a ese bebé como si fuera lo último en este mundo, porque para mi, sería así. Él sería lo único que me quedaría, mi única razón para vivir. Pero no te preocupes por eso, porque no te va a pasar nada." Se sienta. "Ahora comamos, ¿si?"
Harry asiente con algunas lágrimas, se limpia las mejillas y come en silencio.
Louis quiere decirle que todo va a estar bien. Pero sabe que eso no es lo que Harry quiere escuchar.
...
"Mira esto." El omega sonríe agarrando unos zapatos muy pequeños.
"Que chiquititos." El alfa mira el par de zapatos. "¿Sabremos cuidar del bebé?"
"Claro que si, seremos los mejores padres de el mundo." Mira a Louis sonriendo.
El castaño sonríe y le da un beso.
"¿Quieres llevarlos?"
"¿Puedo?" Pregunta el omega ilusionado.
"Claro que si." Ríe Louis y acaricia el estómago de su pareja. "Todo por nuestro cachorro."
"No puedes consentirlo mucho." Regaña el omega.
"Está bien. Sólo lo consentiré un poco."
Harry ríe y camina hacia los peluches.
"Tenemos su habitación casi lista." Acaricia un peluche. "No veo el día en que el bebé esté en la cuna."
El alfa abraza por la espalda al menor.
"Vamos a ser muy felices."
Harry asiente y mira un peluche grande.
"Lou-" gime y se dobla un poco.
"Omega." Louis lo agarra, asustado. Al ver que al rizado le cuesta respirar, lo carga con cuidado y camina rápido hacia el coche.
Una vez en el hospital, Harry está acostado en la camilla y con una máquina que le ayuda a respirar.
"Aún le queda para ponerse de parto." Informa el médico. "Pero lo mejor es que se quede aquí lo que quede de tiempo."
Louis asiente besando la mano de Harry.
El médico sale de la habitación.
"L-lo siento." Solloza el omega.
"No, mi amor no tienes nada que disculpar." Lo mira a los ojos. "Ahora solo tienes que ser fuerte."
Así pasa el tiempo, Harry no puede salir de el hospital y Louis siempre está con él. Pasean por los jardines o se la pasan en la habitación hablando o jugando a algunos juegos que compró el alfa.
Una noche, Harry no para de gritar.
Louis mira nervioso al médico qud examina al omega. No fue hasta que el menor rompió aguas que empezó todo el caos.
Los médicos llevaban a Harry a la sala de partos mientras Louis corría detrás de ellos exigiendo que trataran a su novio de la mejor manera posible.
Mientras agarraba su mano y el rizado lloraba, los médicos preparaban todo.
"Quédate conmigo." Susurraba una y otra vez.
"¡D-duele!" Grita cuando empiezan a hacer un corte en su estómago.
Louis gruñe profundo. No soporta que su omega esté sufriendo y su alfa lo está volviendo loco.
"Mi amor." El mayor besa su mano, tratando desesperadamente de calmarlo. "Perdoname. Esto es mi culpa." Llora.
De pronto, todo se queda en silencio. Harry ya no grita, pero la máquina que controlaba su pulso también ha parado.
En cuestión de segundos, un llanto se esccuha seguido del "pii" de la máquina.
Louis mira la sangre de su pareja, mira al bebé que sostiene el médico y por último, mira la cara pálida de su omega.
"Amor." Susurra sin voz.
Acaricia su mejilla y niega.
"No... no puedes." Solloza. "¡No puedes irte!" Llora alto y pega su frente con la del omega. "Mi amor." Besa su marca. "Vuelve conmigo."
Un médico intenta separarlos.
"¡No!" Lo empuja brusco y sus ojos se vuelven rojos. "¡Es mi omega!" Abraza al menor y lo marca con su aroma mientras vuelve a besar la marca. "Vamos cariño, despierta. Nuestro bebé te está esperando."
Otro médico se acerca para hacerle la reanimación.
...
Louis sonríe en dirección a su pequeña hija. Ya tiene tres meses y es una niña muy sana.
"¿Quién es la princesa de papá?" La mece. "La reina de mi corazón." Besa su cabecita.
"Louis." Se acerca un médico sonriendo. "Me alegra ver que la niña está bien.
"Si, gracias." Sonríe. "¿Puedo entrar ya?"
El médico sonríe leve y asiente.
Louis se levanta y entra en la habitación.
"Hola, mi amor." Se acerca a la camilla y mira a su omega dormido. Lleva desde el parto en coma.
"Saluda a papi." Coloca a la niña en dirección al menor, pero la pequeña se acurruca en su pecho y cierra los ojos.
Louis suspira y la coloca con cuidado en una cuna que tenían preparada en la habitación de Harry.
"Mi omega." Acaricia su frente. "Te necesito." Se le llenan los ojos de lágrimas. "Por favor, despierta." Pide como todas las veces que va.
Besa suavemente la mordida en el cuello del menor y solloza.
"Te extraño tanto." Sin poder evitarlo, ya que su alfa busca desesperadamente a su omega, muerde de nuevo la marca y jadea al sentir la sangre del menor. Lame el cuello limpiando la sangre y llora.
Se acuesta al lado del omega con cuidado y se queda dormido.
Se despierta con unas suaves caricias en su mejilla y, cuando abre los ojos, siente que está en el cielo.
Esos ojos verdes que tanto ama y que hacía tiempo que no veía, los estaba mirando mientras sonreía.
"Mi amor." Susurra.
"Hola." Habla ronco Harry.
Louis se levanta de golpe y comienza a llorar de nuevo.
"¿D-de verdad...?"
Harry sonríe y lo abraza fuerte.
Louis llora en su hombro.
"Mi vida, te extrañé tanto."
"Lo se, podía escucharte." Solloza. "Dolía tanto no poder responderte. Sabía que tu ibas a esperar por mi."
Se miran a los ojos por unos momentos y luego se besan.
...
Es el primer cumpleaños de la pequeña. Harry y Louis preparan una pequeña fiesta donde sólo vendrán los amigos más cercanos. La madre de Harry, su mejor amigo y, en agradecimiento, el médico que siempre cuidó del omega.
Habían sufrido mucho, pero por fin eran la familia que siempre soñaron.
El aroma de los tres mezclados era el mejor olor que podía existir. Olía a hogar, a una familka feliz.
Felices, se amaron con todo su roto corazón, encontrando la manera de hacer un nuevo corazón con los pedazos de cada uno.
Fin.
💚💙
Espero que les haya gustado esta historia.
Hasta aquí llegó y es el mejor final que podía tener.
Pensé que nunca iba a terminarla ya que la empecé hace bastante tiempo, pero aquí está su final.
Comenten lo que les pareció.
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