-"Y cuando pensé en rendirme, me di cuenta que el estaba aquí"-
Capitulo 22
- Y en cierta medida tenía razón, no era un monstruo era una mujer de carne y hueso, con pensamientos, sentimientos, no era de piedra, simplemente la subestime, pensé cque mo me entendería que era insensible, ¡Me equivoque, lo admito! Despyes dr meditar y arreglamos todo para la cena.
-Yo le pedi de favor a mis padres, nos hicieran el favor de acompañarnos a la residencia de Doña Eloisa, ese tiempo del distanciamiento con mis Padres a causa de Dulce entendí que no era por mi mujer era para hacerme madurar, mi madre cuando supo de mi crisis de pareja a causa de Eloisa y mi secreto me permitió acercarme a mi Madre, que es Doctora y la atendía a Eloisa.
Mis Padres al llegar, saludaron y abrazaron a Dulce, dándole las Gracias por haberme apoyado y arreglar todo tipo dr malos entendidos, y omitieron mi secreto, si lo hubieran revelado dudo que Dulce estuviera a mi lado a pesar de todo.
- Dulce no paraba de llorar, de la emoción.
Yo la abraze fuertemente y nos empezamos a organizar para cenar y pues bueno, al termino de la cena mis Padres se retiraron de la mansión.
-Dulce, aprovecho y hablo con Eloisa. -¿Le gustaría salir a repartir lo que quedo de la cena a la gente de la calle?.
La señora asintió ese pequeño gesto de Dulce me conmovió hasta el tuétano, si esa mujer bondadosa y tierna era mía, preparamos todo para poder repartir de manera rápida, cabe decir que fue una noche y madrugada espectacular, éramos 3 niños sintiendo alegría por poder dar un poquito de lo que teníamos a los que menos tienen.
Cuando regresamos a la residencia, nos quedamos con ella, cuidandola, empezamos a hacer proyectos de vender ropa de segunda mano, venta de garage, para dar ese dinero a la gente de la calle. Nos comentó que se sentía acompañada por primera vez.
- Arquímedes y su familia y nosotros pasamos el año nuevo juntos, limamos asperesas y me ofreció trabajar con él y acepté me quité el falso orgullo, era hora de aterrizar y lo hize por amor a esas 2 mujeres que cambiaron mi vida.
-Para bien de Eloisa, sus hijas no volvieron a molestar en un buen rato.
- Dulce cerró la estética por un tiempo y se dedicó a cuidarla a estar pendiente de ella.
- Hasta que un día de primavera Eloisa, no pudo más y cayó en cama. Sí, sentí tanto dolor, verla destrozada, sus hijas reaparecieron de la nada actuando y derramando sendas lágrimas de cocodrilos, actuando como si de verdad su madre les importará, nosotros observamos de lejos.
Sé qué cuando descubran lo que dice su testamento nos tacharan de todo y aún así ya estamos preparados para lo que ha de venir.
(continuará)