Ylenia y Fred se encontraban frente a una casa con cinco bolsas, casi cada una de algo diferente. Tres de comida, una con materiales escolares y otra con juguetes y ropa. Fred no entendía nada, no sabía porqué Ylenia había comprado todo eso, porqué se había gastado todo ese dinero innecesariamente. Y por más que le había preguntado durante todo el rato que llevaban juntos, ella no respondía.
La castaña se acerca a la puerta y toca el timbre de la casa. Fred suspira mirándola, seguía sin entender nada.
La puerta se abre, dejando ver a una mujer rubia, de unos cuarenta años y de mediana altura.
-Ylenia- la rubia se nota feliz al ver a la Lupin, la última se acerca y la abraza levemente.
-¿Cómo estás, Lorelai?- sonríe para apartarse del abrazo y mirar a la rubia, al parecer, llamada Lorelai.
-Bueno, ya sabes- sonríe dulcemente, achinando sus ojos azules -, tirando, pero siempre nos mantenemos bien- su mirada viaja hacia el pelirrojo que yace detrás de la castaña, a la derecha.
-Él es Fred- Ylenia señala a Fred con el dedo pulgar, dándose media vuelta para presentar a ambos -, un amigo. Fred, ella es Lorelai.
Fred se acerca un paso y extiende su mano -Un gusto, Fred Weasley- sonríe amablemente mientras la mujer accede a estrechar su mano con la de él.
-Lorelai Graham- la mujer se presenta y mira las bolsas que hay en el suelo del porche de su casa -. ¿Qué es todo eso?- pregunta, su mirada viaja hacia los dos jovenes -. Pasad...- la mujer agarra una bolsa del porche y entra a la casa.
Ylenia agarra una bolsa, y cuando va a ir por la otra, Fred la detiene, agarrándola él.
-Yo la cargo- sonríe al notar el roce de sus manos y ella asiente con una sonrisa tímida, entrando a la casa, Fred después de ella -. ¿Por qué vinimos aquí?- susurra sólo para que ella lo escuche, caminando detrás de la misma.
-Es una familia que conozco- murmura mientras ambos siguen a la rubia que se dirigía a la cocina de la casa -, luego te lo explicaré... Actúa como muggle- dice, siseando la última palabra con poco tono de voz.
Los tres llegan a la cocina, dejando las bolsas en la gran encimera blanca.
-Bueno... ¿qué es todo esto?- Lorelai mira las bolsas, viendo su contenido a previa vista -. Sentaos, por favor- dice, señalando las sillas de alrededor de la encimera.
-Te dije que te ayudaría- Ylenia se sienta, seguida de Fred, que se sienta a su lado y la mira mientras habla -. Se que si Christopher no quiere o puede hacerlo, te dije que lo haría. De todas formas, no podía dejar ver como él si sigue ayudando a gente que incluso vive en hoteles hospedados, de cinco estrellas, por cierto. Y yo, bueno, obviamente Christopher no sabe nada, nadie lo sabe, pero decidí hacer una ayuda comprando esto..
-Ylenia- la mujer abre los ojos ante su explicación -. Esto es demasiado... no tenías por que, no puedo... no puedo aceptarlo. Enserio, te lo agradezco tanto, pero no sería mor...
-¡Mamá!- las voz de una niña corta la oración de Lorelai, haciendo que ambos adolescentes se giren para ver de que se trata -Ylenia...- la pequeña niña rubia y ojiazul, viva imagen de su madre, sonríe al ver a la castaña sentada en su cocina. La niña se acerca y abraza a Ylenia, al menos, abraza sus piernas pese a la altura de la silla.
-Clay- Ylenia corresponde al abrazo acariciando su espalda, se levanta de la silla y se agacha a su altura -. Clay, cielo, ¿cómo estas?
-¡Bien!- responde con entusiasmo mientras la Lupin le arregla el cabello con sus manos -. Te extrañaba, al final no terminaste de contarme la historia completa sobre..
-Sí, sí- Ylenia interrumpe a la menor -, y te la contaré en otro momento, cielo- sonríe algo nerviosa, suspirando en sus adentros agradeciendo que la niña no hubiese terminado la frase -. Te traje unas cosas, ¿sabes?- se levanta para agarrar una de las bolsas y entregársela a Clay -. Es para ti, Jimmy y Ambar- nombra a los hermanos de la pequeña y sonríe con dulzura -. Por cierto, ¿dónde están ellos?
-Con papá, comprando los uniformes para la escuela- la niña responde, cierto era que había visto a Ylenia unas cinco veces, pero le había agarrado un gran cariño, y viceversa. -. ¿Quién es él?- Clay mira al pelirrojo.
La castaña gira el rostro, mirando al Weasley, que se había levantado y sonreía a la niña -Él es Fred, un amigo.
-¿Fred?- la niña frunce el ceño -. ¿Fred? ¿El pelirrojo? ¿Del que me hablaste?
Ylenia traga fuerte al oír aquello. -Hm, s..sí... el mismo- sonríe rezándole a Merlín por que la niña no dijese más sobre el tema.
-Entonces, ¿es Fred? ¿Del que estás enamorada?
La castaña cierra los ojos, con frustración. Suspira y mira a Clay, que tiene una sonrisa inocente mirando al pelirrojo, el que tenía las cejas alzadas y una divertida sonrisa en el rostro.
-No... Clay, él es.. otro Fred- responde Ylenia agachándose de nuevo a la altura de la niña.
-Claro que no- Fred de repente habla, también agachándose a la altura de la pequeña rubia -. Si soy yo, Fred Weasley- extiende su gran mano con una divertida sonrisa -. Un gusto conocerte, Clay.
-El gusto es mío- la niña de seis años estrecha su mano con la de Fred, sonriendo como si fuese la niña más feliz del mundo -. He oído muchas cosas sobre ti, el gusto es mío.
-Ah, ¿sí?- Fred gira el rostro para mofarse silenciosamente en la cara de su ex novia, sonriéndole vacilonamente mientras ella miraba a la niña, siendo incapaz de mirarlo a él.
-¿Quieren algo de tomar?- Lorelai interviene en la conversación, tratando de que su hija no hablase más sobre ese tema -. ¿Puedo ofrecerles agua?
Ambos jóvenes se levantan del suelo, echando su vista hacia atrás para mirar a la mayor.
-Agua está bien- responde la Lupin, carraspeando su garganta.
-Clay, ve al jardín y vigila que Tyson no se coma mis flores, ¿quieres?- la rubia mira a su hija, esta asiente y sonríe.
-¡Encantada de conocerte, Fred!- exclama mientras sale de la cocina -. ¡Terminarás de contarme la historia, Yle!
-¡Claro que sí, Clay!- responde la castaña mientras la pequeña rubia se marcha de la sala.
[...]
-Así que... a esto te dedicas ahora, ¿a ayudar a la gente?
Ylenia ríe, comiendo el helado que Fred le había comprado. Ambos caminaban por las calles muggles, en camino al piso de la Lupin, ya habían terminado el día de hoy, era de noche y no había más que hacer.
-Me gusta ayudar a los que lo necesitan- responde, lamiendo la parte derretida del helado de chocolate -. Se siente bien.
-Sí, si que se siente bien- dice Fred, también comiendo un helado, este de vainilla -. Clay se vio muy feliz cuando le diste los regalos.
La chica asiente -Clay es una niña muy especial- habla mientras Fred la mira -. Es muy inteligente, es amorosa y es astuta, muy astuta.
Fred asiente sonriendo -¿Y quién es... Christopher? Digo, por lo que le dijiste a Lorelai.
-Christopher es... algo así como mi jefe- gira el rostro para verlo unos segundos a los ojos y luego apartar la mirada -. No es mi jefe como tal, pero es el que toma las decisiones en el lugar que trabajo, también en el que estudio. Es un capullo total- suelta una risa y niega con la cabeza -. En vez de ayudar a los que de verdad lo necesitan, se gasta el dinero en estupideces como alojar empleados en hoteles, pudiendo alojarlos en uno de los campus de las muchas escuelas que tiene a su disposición.
-Entiendo... ¿él.. se ha portado mal contigo?
-No, al menos aún no- se encoge de hombros mientras ambos entran en el edificio del apartamento de Ylenia -. Me filtrea, y eso que me saca casi quince años- suelta una risa irónica y voltea los ojos -. Un capullo, lo dije, pero, al menos intento joderlo de alguna u otra manera.
-Si tienes problemas.. sabes que puedes contar conmigo para lo que sea- dice mientras suben las escaleras del edificio -. No hace falta ni decirlo, ¿no?
-Gracias, pero me las apaño sola.
-Ya... siempre te las apañaste sola- sonríe metiendo las manos en sus bolsillos y suspirando -, siempre.
-Me valgo por mí misma- suelta una segunda risa evitando la mirada del Weasley, como llevaba haciendo toda la tarde.
-Lo sé muy bien, créeme. - Llegan a la puerta del apartamento de la Lupin y ambos se quedan quietos -. Es tarde, ¿quieres... ir a cenar?- pregunta mientras ella busca las llaves en su bolso.
-Me gustaría- sonríe para sí misma sacando las llaves del apartamento -, pero le dije a Newt que vendría a cenar- señala la puerta y Fred asiente.
-Claro, no te preocupes- el silencio reina entre la ex pareja, que se miraba sin decir nada -. Me lo- Fred hace una pequeña pausa antes de terminar la frase -... me lo he pasado bien hoy.
Ella asiente -Me alegro de que no te hayas aburrido-el Weasley suelta una risa, y la castaño imita la acción. -. Podemos vernos otro día si quieres.
-Claro- responde con entusiasmo, sacude su cabeza y habla de nuevo con más tranquilidad -. Claro, sí, me.. me encantaría.
-Bien...- la menor se acerca para despedirse del pelirrojo, que se inclina y corresponde al abrazo de ella, con gusto - Me gustó que me acompañases hoy, me sentí bien- murmura contra su oído.
El pelirrojo se separa del abrazo, pero no de ella, gira el rostro para tenerla más cerca, ahora sus narices están a menos de un centímetro, casi rozándose.
-Y a mí me gustó acompañarte- susurra, doblando el rostro para que ambos encajasen. El pelirrojo se acerca, haciendo que ambos labios se rocen y ella jadee. Deja un suave beso en los labios de la chica que la hace desesperar, y se aleja.
Ella suspira, sus ojos están cerrados, pero los abre cuando nota que Fred ya no está cerca. Niega con la cabeza y sonríe.
-¿Te veo mañana?
-Me ves mañana- responde él.
-¿Dónde?
-¿El cine está bien?- Ylenia asiente, mordiéndose el labio inferior con levedad -. ¿Te veo allí a las ocho?
-Allí estaré- sonríe, agarrando la llave coloquial de su apartamento -. Buenas noches, Weasley.
-Descansa, Lupin- el pelirrojo le devuelve la sonrisa, esperando a que entre en el apartamento para irse.
La chica abre la puerta, girándose para dedicarle una última sonrisa y cerrar la puerta, apoyándose en ella al entrar. Su espalda cae sobre la puerta, incrédula, sonríe acariciando sus labios, que habían sido besados por Fred hace unos segundos.
-¿Enamorada?- una voz la saca de su trance.
Ylenia mira hacia el sofá, viendo a Newt sentado con platos sobre la mesa -Hola a ti también- deja las llaves en la mesa de la entrada y se quita los tacones por el camino hacia el sofá -. Y no, no estoy enamorada.
-Ajá- el mayor sonríe gracioso y ella voltea los ojos, tirándole un cojín -, ¡auch!
-Me respetas Scamander- bromea alzando las cejas.
✩ ✩ ✩
Ylenia ya estaba lista, sólo le faltaba agarrar un abrigo por si llegaba a hacer frío después de salir del cine.
Estaba algo nerviosa y entusiasmada. No sabía si era buena elección estar tanto tiempo con Fred, pero, el sentimiento que sentía era más fuerte que lo que su mente decía. Por más que su cabeza dijese "Fred te engañó, te mintió durante dos meses, y cuando le preguntaste no te dijo la verdad", lo que su corazón decía cuando lo veía era... como si olvidase todo lo malo que había hecho, y sólo existiese lo bueno.
Una vez con abrigo en mano, camina hacia la puerta, la abre con entusiasmo, decidida a salir, pero se queda quieta al verlo a él en la puerta de su apartamento.
✩ ✩ ✩
,,,
N/A: ¡Hola! ¿Cómo están? Ciertamente, acabo de escribir este cap y recién lo subo cuando termino al instante porque hace días que no subo.
¿Quién está en la puerta?
¿Qué piensan?
Las leo siempre<33 No olviden votar :)