21 de Junio, 2021.
Londres, Inglaterra.
Dan besa mis labios continuas veces mientras acomoda mi cabello.
-Cuídense, por favor-Murmura.
Asiento con la cabeza, mientras paso mis brazos por sobre sus hombros y vuelvo a besarlo como quiero, su gruñido me hace sonreír, pero termino por jadear en el momento que junta aún más nuestros cuerpos.
-Dan, amor...
-Sí, ya sé, Damon llegará en cualquier momento, Brianna está aquí y tú estás con tu menstruación...-Besa mis labios nuevamente de forma casta-, es que te extrañaré mucho, mujer.
Sonrío sin poder evitarlo y acaricio su cabello. No decimos palabra, solo nos miramos atentamente, tratamos de memorizar todos nuestros detalles.
-¿Qué?-Me pregunta.
-Que estoy muy enamorada de ti, Daniel Ricciardo-Murmuro maravillada-. Que estoy muy enamorada y que por nada del mundo te dejaré ir, ¿Lo entiendes?
-Lo entiendo...
Él besa una vez más mis labios haciéndome suspirar y escuchamos un chillido que proviene de Brianna.
-Gracias a Dios ambos están vestidos...
Una carcajada se me escapa mientras me separo de su hermano. Finalmente me acerco y le doy un pequeño abrazo a la pelinegra.
-Por favor, cuídalo, ¿si?-Murmuro en su oído.
Ella se separa de mí y asiente con la cabeza.
-Como siempre...
Estamos en mi apartamento, los Ricciardo nos vinieron a despedir, ya que, en algunos minutos nos iremos en mi camioneta junto a Damon a Liverpool para quedarnos allí unos cuantos días por su cumpleaños, todo esto aprovechando también que me dieron unas vacaciones en mi empleo, luego del tiroteo.
-¿Llevas todo, rusa?-Me habla el hombre que camina por el lugar con total libertad.
Lo sigo hasta la sala donde veo que se frena mientras mira atento las maletas.
-Si-Respondo antes de que empiece a revisar mi equipaje-, ¿Tú estás seguro que en esa caja de seguridad...?
-Si, mi amor, ya hablé con Zak y estará ahí para cuando regreses, nadie sospechara siquiera que esté ahí ¿si?
Asiento con la cabeza y él se acerca a mí suspirando, me toma de las mejillas para que lo mire y yo abrazo su cintura.
-Escúchame una cosa, Nikova, solucionaremos esta mierda juntos, ¿entiendes?
Hago una mueca y él acaricia mis mejillas.
-No nos ocurrirá nada, tú cuida a Damon. Dexter y yo somos grandes y podemos hacerlo solos...
Apoyo mi frente en sus labios y él deja un beso. Tras unos segundos así escuchamos como la puerta del apartamento se abre, veo por sobre el hombro de mi novio a mi hijo de la mano de mi hermano.
-¡Abrazo!-Chilla corriendo.
Siento como se une a nosotros y finalmente veo como Daniel lo levanta en el aire para que quede a nuestra altura.
-¿Cuidarás a mamá, enano?-Le pregunta.
-Si, Dan...
Ambos se miran a los ojos y asienten con la cabeza.
-Eso me gusta, ya sabes que hacer-Murmura para sonreírle.
Los miro con los ojos entrecerrados al no entender y ambos me miran con sus mejores sonrisas inocentes. Luego se vuelven a mirar haciéndome sentir que realmente sobro en esta situación.
-Te amo, enano-Le susurra mi novio.
-También te amo, Dan...
°°°
23 de Junio, 2021.
Liverpool, Inglaterra.
-¡Mami!-Chilla mi hijo desde el agua mirándome con una gran sonrisa.
Estamos en la piscina cubierta del costoso hotel en el que nos encontramos, Dex, Dean y, en realidad, estoy casi segura que Dan colaboró para que lo pueda traer al mejor hotel de esta ciudad a mi pequeño hijo.
-Quédate así que te sacare una foto para los tíos y Dan...
Veo como pone los ojos en blanco y riendo le saco la fotografía. Sonrío al verlo tan grande y tan lindo. ¿En qué momento se supone que creció mi hijo?
-¡Mami, ven!
Agradeciendo que mi periodo no sigue presente, asiento con la cabeza, finalmente me saco el pantalón corto que llevo puesto y mi camiseta. Me adentro a la piscina y nado hasta él para abrazarlo cuando lo tengo a una corta distancia.
-Mami...-Me habla tras unos segundos.
Veo como pasa su manito por la venda que aún tengo en mi hombro donde me hirieron. Aquí en mis brazos tengo mi medicina, lo que hizo que tenga fuerza para seguir, que me dio fuerza para ir a terapia, que hizo que pese a todo me levante con mucha fuerza... Y en realidad tuve dos medicinas, dos motivos, uno está en mis brazos y el otro se encuentra en Francia.
-¿Qué pasa, cielo?
-¿Daniel vendrá?
Sonrío triste y paso mi mano por sus rizos.
-Él está trabajando, hijo, lamentablemente era difícil que estuviera aquí.
Mi pequeño asiente con la cabeza y me abraza con fuerza como solo él sabe hacerlo. Estoy en mi lugar en el mundo. Damon es mi norte, mi vida y todo lo que hace que la vida tenga sentido.
-Te amo, mami...-Murmura.
Sonrío porque sé que lo dice de verdad, en el momento que me mira a los ojos le contesto.
-Te amo para siempre, Damon.
Pasamos algunos segundos en silencio hasta que me muestra una sonrisa inocente.
-¡¿Puedo tener un perrito?!-Chilla finalmente.
Una carcajada se me escapa y lo tiro al agua haciendo que cuando se sumerja me mire con el ceño fruncido.
-¡Mami!
°°°
-¿Hola?-Escucho la voz de Damon.
Me asomo desde el baño para verlo con mi celular haciendo videollamada, inevitablemente sonrío al ver que sus ojos se iluminan.
-¿Cómo están, enano?-Escucho la voz de Daniel-. ¿Estás cuidando a tu mami?
-Si, amigo, la estoy cuidando...-No puedo evitar reírme por lo bajo al escuchar que murmura-, le dije lo del perrito y me tiró al agua, eso es injusto, ¿Me puedes ayudar?
-Hagamos como que yo no sé...
Me contengo de empezar a reírme a carcajadas y salgo del baño llamando la atención de mi hijo, el cuál me muestra una sonrisa inocente.
-¡Mami, es Dan!
Asiento con la cabeza y me acuesto a su lado en la cama para hacer que el piloto nos vea a ambos.
-Hola, mi amor-Lo saludo.
-Hola, rusita, ¿Cómo es eso de que tiraste a mi niño al agua?
Ambos me miran y pongo los ojos en blanco.
-Está aprendiendo de tu dramatismo, no puede ser...
Ambos se ríen y me miran con atención.
-Es que quiero un perrito...-Murmura haciendo un puchero muy tierno.
-Nosotros no tenemos espacio en el apartamento, Damon.
-¡Pero Dan en su casa si y yo podría ir a verlo todos los días!
Los miro a ambos curiosa haciendo que se escuche la carcajada de mi novio.
-¿Hablaron de lo que te pregunté?-Me habla está vez a mi.
Niego con la cabeza haciendo que mi hijo me mire atentamente.
-¿Sobre qué?
Volteo mi rostro y miro al niño a mi lado, mientras escucho el suspiro de mi novio.
-Dan quiere que nos mudemos con él...-Le informo.
El rostro de Damon se ilumina haciéndome reír.
-¿De verdad?
-Pregúntale a él, hijo...
Mi hijo mira el celular en sus manos y sin borrar su sonrisa le habla.
-¿En serio?
-Sí, enano, quiero que tú y tu mamá estén conmigo...
-¿Habrá helado?-Es lo primero que pregunta.
Una carcajada se nos escapa a ambos y lo miramos atentos a mi hijo.
-Helado y pasteles-Asiente mi novio.
El pequeño a mi lado me mira a mí nuevamente.
-¿Tú quieres, mami?
-Yo estoy bien con lo que tú decidas, cielo...
Damon ante mi atenta mirada y la de Daniel piensa unos segundos para finalmente mostrar una gran sonrisa y asentir con la cabeza.
-¡Si!-Chilla finalmente haciéndome reír.
-Bueno, luego de que vuelva de mis carreras haremos que muden todas sus cosas...
Sonrío sin poder evitarlo y mi hijo se recuesta sobre mi cuerpo. De lo que no me pierdo es de la intensa mirada de Daniel en nosotros, su mirada llena de amor y añoranza.
-Los extraño-Murmura.
Mi hijo hace una mueca y me abraza contra su cuerpo.
-Yo también lo extraño-Murmura él aunque solo yo lo escucho.
°°°
25 de Junio, 2021.
Liverpool, Inglaterra.
Ocho años. Rió, lloró, aprendió, jugó, se hizo fuerte, creció, se convirtió en mi pequeño hombrecito... Está conmigo desde que tienen tres años y no hubo un solo día en que yo no lo haya amado, verlo crecer me llena de ilusión.
Mi celular suena mientras veo a mi hijo nadar en la piscina, vinimos aquí ya que él me pidió nadar de noche.
Daniel: Hola, mi amor hermosa...
Daniel: ¿Puedo subir una foto a mi instagram?
Daniel: Porfi.
Una carcajada se me escapa.
Yo: Si, pero a cambio quiero muchos besos cuando nos veamos.
Daniel: Hecho.
Sonrío como una estúpida, pero mi atención se va a mi hijo que se acerca nadando hacia mí.
-Mami...
Me acerco a él y me siento al borde de la piscina dejando mis pies en el agua.
-Feliz cumpleaños, mi amor...-Le hablo una vez que está frente a mí.
Damon me muestra una gran sonrisa y sale del agua para sentarse a mi lado y tomar mi mano.
-Gracias por haberme elegido, mami.
Lo miro atenta y algo en mí se mueve al verlo tan tímido. Al ver como no me mira, sino como mira nuestras manos.
-Cuando te ví por primera vez-Le hablo mirando el agua bajo nuestros pies-. Fue como si el destino hubiera sabido que yo te necesitaba, cielo. Fuiste, eres y siempre serás lo mejor que alguna vez me pasó.
Mi hijo apoya su cabeza en mi hombro y me mira desde ahí.
-Te amo, mamá.
Escucharlo me hace notar que estoy criando al mejor hombrecito que pondrá un pie en este mundo. Beso su cabello.
-Te amo, Damon.
°°°
Me despierto al escuchar mi celular que no para de sonar. Cómo puedo lo saco de encima de la mesita de noche a mi lado.
-¿Mmm?-Es lo primero que digo apenas atiendo.
-Bueno, hola, mi amor...
Abro los ojos unos segundos, pero enseguida se me cierran.
-¿Qué hora es?
-Aquí las ocho...
Ahora sí abro los ojos como platos.
-¡Daniel!-Jadeo.
Escucho su carcajada y niego con la cabeza.
-Pasa que me aburro y quiero saber cómo está el cumpleañero...
-El cumpleañero y su mamá se encuentran descansando-Gruño haciéndolo reír-. ¿Estás en el circuito?
-Sip, esperemos que sea un buen viernes...
-Lo va a ser, amor, sólo asegúrate de salir de ese auto.
Escucho su suspiro.
-¿Tú te das cuenta que ambos tenemos trabajos complicados?
-Si, pero es lo que amamos, Dan...
Guardo silencio y veo la habitación en la que estoy.
-Tengo muchos regalos para Damon...
-¿Si?
No sé porqué, pero la imagen de que está sentado en algún lugar y con una gran sonrisa se hacen presentes en mi cabeza.
-Si, mi amor, cuando nos veamos se los daré...
-Sabes que no era necesario, ¿no?
-Si, rusa...
Pongo el altavoz y reviso los mensajes que tengo.
Dexter: Cuando se despierte mi niño avísame que lo llamaré.
Dexter: Ya vi las fotos que subió Daniel...
Dexter: Por Dios, hermana, son hermosos los tres juntos.
Dexter: No sé si quiero ser tú o Damon.
No puedo evitar reírme entre dientes, pero los mensajes me llaman la atención.
-Dan-Lo llamo al no escuchar nada.
-¿Si?
-¿Se puede saber que subiste?
Escucho su risita.
-Vas a tener que meterte a instagram, mi amor... Tengo que ir con Michael, ¿Hablamos luego?
-Si, hermoso, cuídate...
Corto la llamada y entro a Instagram finalmente. Casi me derrito al ver la foto en la que se ve a Damon durmiendo sobre su pecho mientras él también duerme en mi cama, está foto es la que yo les saque hace algunos días. La siguiente es la que nos sacamos en una de nuestras tardes en casa comiendo pastel, en esta última solo se ve mi perfil ya que estoy riendo mientras los miro a ambos.
-Mierda, Dan...-Murmuro maravillada.
"Feliz cumpleaños al niño más atento, generoso, leal, espontáneo, especial, divertido, inteligente y... Fan de Vettel.
Gracias por mejorar mi vida.
Te amo con todo mi corazón, enano."
Una risita con algunas lagrimas se me escapa y sonrío orgullosa.
°°°
28 de Junio, 2021.
Liverpool, Inglaterra.
Miro a Damon que no puede dejar de mirar a través de la ventana del restaurante en el que nos encontramos y acaricio sus rizos haciendo que me mire.
-¿Quieres que pida un helado para luego de la cena?
Él asiente con la cabeza de manera animada, cuando estoy por llamar al camarero mi celular suena haciendo que le ponga toda mi atención.
Daniel: Que hermosos se ven ambos...
Daniel: ¿Hay lugar para mí?
Levanto mi mirada de mi celular para ver a Daniel de pie a unos pasos de la puerta. Correría hacia él, pero soy consciente que nadie lo ha extrañado más de lo que lo extraña mi hijo.
-Mira quién está ahí-Le hablo a mi niño.
Damon mira hacia donde le indico, rápidamente se levanta de su silla y corre a Dan. No escucho lo que dicen solo veo con el gran amor que se miran y se abrazan. Pasados los minutos veo como se separan y sonrío en cuanto se acercan a mí.
-¿Puede ser una cita de tres?-Me habla él.
Veo maravillada como Dan sostiene en brazos con tanta fuerza a mi hijo haciendo que me sea inevitable no derretirme. Ellos estuvieron siempre destinados a encontrarse, no hay otra explicación.
-¿Qué dices, hijo?
Damon sonríe y asiente con la cabeza. De golpe la cena de dos, se convierte en una para tres, algo de lo que me vengo acostumbrando muchísimo. Hace un tiempo que las cenas dejaron de ser pequeñas para ser distintas, con una voz nueva, una risa nueva y hasta más sanas.
-Hola, mi amor-Me saluda mientras deja un beso sobre mis labios.
-Hola, Dan...
El piloto se sienta frente a mí, mientras que Damon se sienta nuevamente a mi lado.
-¡Ocho años, enano!-Le dice de forma animada.
Mi hijo asiente con la cabeza y mira las papas fritas que aún tiene frente suyo.
-¿Cómo fue la carrera?-Pregunta en cambio.
Damon no es fanático de sus cumpleaños, en eso es muy parecido a mi, no le gusta que la atención este totalmente en él. Realmente lo único que quiere en ese día es ser el niño de mamá, y por lo visto, teniendo en cuenta como no se despega desde su llegada, también de Dan.
-¡Oh! ¿La vieron?
-¡Claro!-Se ríe mi pequeño-. Mamá insultó mucho en ruso...
Miro a mi hijo con los ojos entrecerrados haciendo que él me sonría de forma inocente.
-Tú no entiendes ruso...
-El tío Dex me enseñó a insultar.
Cierro los ojos y aprieto el puente de mi nariz, mientras se escucha la risa de mi novio.
-Golpearé a ese bastardo-Murmuro.
°°°
Me asomo al cuarto pequeño que está ocupando Damon para ver como duerme plácidamente mientras Daniel lo mira. Me es inevitable no reírme al ver como aún lleva puesta la gorra de Aston Martin que Vettel le firmó.
-¿No sé la quiso sacar?-Pregunto divertida.
-Dice que la llevara siempre con él...-Murmura para mirarme sobre su hombro-, Rusa, lo pudiste haber hecho fanático mío.
Me río entre dientes.
-Por Dios, Sebastian Vettel es el hombre, amor...
Mi novio pone los ojos en blanco y pone su total atención en el niño dormido, veo el beso que deja su mano. Lo dejo que lo arrope tranquilo y salgo del cuarto para ir al mío, el cual es el principal, me saco la sudadera que llevo puesta para ser testigo de como es que él entra al lugar para acercarse a mí y tomarme de la cintura.
-Hola, mi amor-Susurra.
-Hola, hermoso...
Ambos nos quedamos mirándonos unos segundos y me es inevitable no sonreír como una estúpida.
-¿Qué?
-Aún hay días en los que siento que me despertaré y veré qué todo es un sueño-Le confieso.
-¿Cambiarías algo si lo fuera?
-¿Además del tiroteo?-Murmuro pensativa-. No, nada... Todo fue perfecto, mi amor, tenerlos a Damon y a ti conmigo es lo principal...
Él asiente con la cabeza y acaricia mi mejilla.
-¿Sigues teniendo pesadillas?
-Algunas, pero son poquitas-Murmuro abrazándolo de la cintura-. La primera noche aquí tuve que dormir con Damon porque me sentía una asesina, pero se que lo superaré...
Él hace una mueca pero asiente con la cabeza.
-Puedes con cualquier cosa-Me dice de forma segura-. Mierda, rusa, eres la mujer más inteligente y fuerte que alguna vez conocí, se que vas a poder contra lo que sea.
El amor que siento por él me cubre haciéndome notar lo obvio, lo claro. No es solo que estoy enamorada, siento algo más, porque pese a ver todos sus defectos, pese a ser consciente de que no es un príncipe, yo sigo queriendo estar con él, yo sigo sintiendo lo mismo que hace tantos años... Realmente no puedo evitar amar estar a su lado y... Mierda
Sonrío sin poder evitarlo y subo mis manos hasta su nuca para acariciarla.
-Te amo, Daniel-Murmuro finalmente.
Esto lo toma por sorpresa y me mira curioso.
-No tengo mucho más que eso-Le soy honesta-. Y quizás sea un poco apresurado para ti, pero créeme que para mí no lo es... No cuando lo hago desde que tengo ocho años y no cuando te espere tanto... Tú, es que, tú no te das cuenta pero la verdad es que siempre fuiste tú el hombre que me tuvo sin pretenderlo...
Su sonrisa de golpe se hace enorme para luego tomarme con mucho cuidado de las mejillas y besar mis labios con cuidado.
-Mierda, rusa, no... Yo te lo tenía que decir primero.
Una carcajada se me escapa haciendo que él me muestre un pequeño puchero.
-¿Era una competencia?
Él niega con la cabeza y acaricia mi mejilla con una de sus manos y la otra la dejo en mi cintura.
-Desde que te conocí no ha habido un día en el que yo no te haya pensado... Siempre estuviste aquí-Me dice tomando mi mano para ponerla en su pecho-, ya te lo he dicho más de una vez, rusa, pero tú eres la dueña de todo, jodidamente de todo...
Me muerdo el labio inferior y acaricio su cabello. Finalmente él sonríe y besa mis labios, suspiro ante el cotidiano sentimiento y jadeo cuando su lengua se abre paso en mi boca y se conecta con la mía.
-Rusa-Se ríe.
Me separo de él para mirarlo y pongo los ojos en blanco. Siento como choca su cuerpo con el mío y como lleva su mano a mi trasero para apretarlo con fuerza.
-No pongas los ojos en blanco-Me susurra de forma ronca al oído.
Llevo mi mano a su pecho para bajarla hasta llegar al borde de su pantalón, sonrío cuando escucho que gruñe y lo miro atenta.
-¿Qué dices? ¿Sigo?
-¿Por qué yo querría que pares?
Sonrío gustosa y me pongo de rodillas ante él mientras me mira de una manera que realmente es entendible que me encuentre en esta posición.
°°°
x: Hola, señorita Ivanov, me enteré que mató a uno de los míos.
x: Cuídese, porque usted no sabe cuándo le devolveré el favor.
x: ¿No es como la biblia dice?
x: Ojo por ojo...
Bloqueo mi celular mientras intento no perder el control, debo mantenerme firme, mucha gente cuenta conmigo. En el momento que siento que el cuarto se hace pequeño, veo como sale del baño el hombre que es mi cable a tierra.
Daniel es muchas cosas en mi vida, una de ellas es ser mi cable a Tierra. Es el hombre que me acompaño cuando más lo necesité, no ha dudado en estar a mi lado estos últimos días que fueron bastantes jodidos, es el hombre que curó mis heridas del tiroteo más de una vez y por sobre todo es mi amor, es en quien me sostuve, ya que él me dejó hacerlo, y siempre voy a estar agradecida por eso.
-¿Bri?-Pregunto viendo como sale del baño luego de que nos hayamos duchado.
-En Woking, pero ya el miércoles debe ir a Austria-Suspira-. Yo debo ir allá también ese día...
-Pero el jueves es tu cumpleaños-Hago un puchero.
Él suspira y aún solo con una toalla rodeando su cintura se sienta sobre la cama y me toma de la pierna indicándome que me siente sobre su regazo.
-Lo sé-Murmura una vez que estoy sobre sus piernas-. Pero luego volveré enseguida, y me quedaré con ustedes porque luego corro en Silverstone y quiero que Damon y tú me acompañen...
Lo miro curiosa y él se encoge de hombros.
-¿Estás seguro?
-Si, mi amor, quiero que Damon conozca a Seb y además sería lindo poder hacer que conozca a los chicos y... ¿Qué harás mañana?
-Debo trabajar-Omito el detalle que es para investigar los mensajes que no han parado de llegarme desde el tiroteo-. ¿Por qué?
Veo la duda en su rostro por lo que acaricio su nuca en una clara señal de apoyo.
-Mañana Salem, la novia de Lando, tiene su acto de graduación y quería ver si por lo menos puedo llevar a Damon ya que estaremos todos juntos y...
-¿Me traes pastel si es que hay?
Él sonríe mientras asiente con la cabeza y besa mis labios de forma casta.
-Luego de tu carrera en Silverstone debo ir a Perth, es el cumpleaños de mamá...
Él asiente y besa mis labios haciéndome suspirar.
-Iremos juntos entonces...
-Hecho-Murmuro sobre sus labios.
-Luego de Hungría tengo mis vacaciones, quiero que tú y Damon vengan conmigo...
-¿A dónde iremos?
-Mmm, ¿A dónde quieres ir?-Me pregunta.
Pienso unos segundos en los que él besa mi cuello y mi hombro.
-Mmm, ¿qué te parece Rusia?
Siento su sonrisa sobre mi piel y ladeo mi cabeza para verlo. Nuestras miradas van a nuestros ojos, ambos guardamos silencio, es un silencio cómodo, de esos que dicen mucho más de lo que algunos puedan llegar a entender.
-También te amo, rusa-Murmura mirándome atento-. No creo que sea necesario un discurso para que lo entiendas cuando te miro de la manera en que lo hago. Te amo a ti y amo a Damon.
Sonrío emocionada porque él siempre tiene en cuenta a Damon, algo que me hace entender que sabe de sobra que estoy con el correcto. Realmente amo que Daniel ame a Damon de forma genuina.
-¿Qué?-Murmura.
Niego con la cabeza a la vez que la sonrisa en mi rostro está presente, acaricio su cabello mojado y uno nuevamente sus labios con lo míos, rápidamente me acomodo a horcajadas sobre su regazo y lo empujo un poco para que se recueste sobre la cama.