𖦹𝐀𝐦𝐞𝐥𝐢𝐚𖦹
-¿A dónde vas? -me pregunta Vic cuando el y Abe entran a mi cuarto.
Ruedo los ojos
-Con. Un. Amigo -respondo en pausas. Emma y Olive estuvieron conmigo después de que regresamos. Hablamos por hora y me ayudaron a escojer que ponerme. Empiezo a agarrarles cariño
-¿Que amigo? -pregunta Abe cruzado de brazos
-Un. A-m-i-g-o -vuelvo a responder con fastidio
No se que me molesta más. Que se pongan así, o al hecho de Enoch tenia razón
-¿Hace cuanto lo conoces?
-Lo conocí hoy
-No puedes salir con alguien que no conoces -exclama Abe horrorizado-. Es peligroso
-Ah, ¿por qué tu y Emma ya se conocían desde hace años la primera vez que salieron? -me doy la vuelta y los encargo de frente. Abe frunce las cejas y hace un mohin-. ¿Verdad?
-Es diferente -dice defendiéndose
-¿Diferente como, Abe? -me cruzó de brazos
-Por que lo es. Y ya -noto como Victor se tenza, sabiendo que le sacaré la misma carta si se atreve a opinar en mi contra
-No, no "y ya" -vuelvo a mirar hacía mi tocador donde tengo mis pulseras. Me pongo algunas y regreso mi vista a ambos chicos. Rodando sobre mis talones-. Saliste con Emma, y yo te apoye. Así que se un buen hermano y apoyame a mi
Victor baja la cabeza y se acerca a mí para ayudarme con el collar. Sonrió agradecida
-Tienes razón. Todas la agrandes amistades empiezan con desconocidos -me sonrió acomodando mi dije-. Que te diviertas mucho
-Gracias -me acerco a el y le doy un beso en la mejilla. El me lo devuelve y sale de la habitación. Dejándome sola con Abe
-Lya... -empieza. Pero lo corto
-Nop -niego-. Ahora voy a salir con mi amigo. Me divertire. Y cuando regrese me pedirás perdón ¿Ok? -y sin darle tiempo de contestar agrego-. Perfecto
Tomo mi bolsa y salgo de la habitación dejando a mi hermano adentro. Se que solo se preocupa. Pero ¿por qué de repente le importa? Simplemente no lo entiendo
Si, admito que Mark es muy lindo. Con sus ojos llenos de alegría y paz. Y su cabello castaño chino, tiene pequeños pelos que le brincan por la frente. Y sus facciones son casi perfectas. Si, Mark es realmente lindo. Pero no me gusta. Me interesa que seamos amigos. Pero no me siento atraída románticamente. Aunque sea lindo, amable, simpática, y mas
Caminando por el pasillo paso por enfrente del cuarto de Enoch, que casualmente estaba abierto. El me ve con sorpresa y un poco sonrojada. Le sonrió y sigo bajando asta la puerta.
Al llegar, y antes de poder irme los niños me interrogan con euforia. Preguntandome si era mi novio o cosas así. Contesto sus preguntas con una sonrisa. Y después contesto a las preguntas que me hace la señorita Peregrine, tales como "¿Cómo se llama?" "¿A qué horas piensas regresar?" Junto con ella acordé que la hora de regreso sería a las 8 en punto. Ambas aceptamos y me despido de ella.
Antes de irme me despido de Emma y Olive en la puerta. Ambas me desean suerte y arreglan pequeños detalles. Una vez que está todo listo salgo y me encamino al pueblo.
Al llegar veo a Mark sentado en una banca esperándome. Cuando el me ve a mi sonríe y se acerca para abrazarnos
–No creí que vendrías, si soy sincero -me sonríe nervioso.
–Nunca te dejaría plantado -sonrio
–¿Quieres ir por helado?
–Claro
Nuestras conversación se dio bastante fácil. Estuvimos bromeando y hablando de todo y nada. Llegamos a la heladería, yo pedí de limón y el de chocolate. Los pedimos en baso para que así el otro pudiera comer del nuestro. Después me propuso ir a la playa a sentarnos y seguir hablando. Cosa que acepte sin pensar. Mark realmente es increíble. Me siento cómoda a su lado. El me preguntó por mi vida, y yo a el por la suya. Mark es una de esas personas en las que confías fácilmente por qué tiene toda la vibra de ser alguien confiable. Le hable sobre mi familia y sobre la casa. También le conté de todos. Llegamos a tanta confianza que le conté sobre Abe, y nuestros problemas.
–Solo habla con el -me sonríe mientras come de su helado-. Apuesto a que lo arreglaran
–Gracias
Doy por terminado el tema y el pasa a hablarme sobre su vida. Al parecer su papá esta atiborrado de trabajo, pero no por que el quiero, si no por que lo usa para no volver a su casa. Pues según me cuenta Mark, su mamá le fue infiel, el la descubrió la primera vez, dice que su mamá le pidió perdón de rodillas, le pidió que no le dijera nada a su padre. Y que jamás les volvería a fallar. El le creyó, y no dijo nada. Pero ella volvió a hacerlo. Así que él le dijo a su padre. Pero, aún cuando el lo supo, nada cambio, solo se dedico más a su trabajo, ignorando la existencia de su hijo y su esposa infiel. Según dice el su mamá ya no ha vuelto a hacerlo en su casa. Pero está seguro de que aún le es infiel a su padre. La familia Alberston es de dinero y muy respetada, según recuerdo el me dijo que no estaban aquí para evitar la guerra por la que pasa el mundo. Yo lo consuelo por todo
–De verdad lo siento Mark -lo abrazo de los hombros. El recarga su cabeza en mi hombro y llora
–No tenía amigos aquí. Nadie a quien contarle esto -murmura-. Y ahora estás tú, y me alegro
–Siempre podrás confiar en mí -le contesto acariciando su cabello-. Somos amigos
El me agradece y da por terminado el tema. Seguimos hablando ahora con mucha más confianza.
–Okey ¿cuál es tu signo? -me pregunta después de un rato. Ya no teníamos helado. De hecho jo nos duro mucho.
–Tauro, bebé -contesto con orgullo
–Me lo imaginé -se ríe
–Oh ¿en serio? -asiente-. Bien, ¿el tuyo?
–Libra -levanta la cabeza con orgullo
–Uh, escuché que los libra y las tauro no se llevan bien -bromeo
–Entonces nosotros somos la prueba de que es verdad -me abraza por los hombros.
Sonrió y seguimos con nuestra plática. Hablando sobre nuestros pasatiempos y bromeando. Me gusta mucho su sentido del humor. Su carisma es simplemente perfecto. Y hace que te encariñes con el con facilidad. Nuestras platicas van de todo a nada. De los peores momentos de su vida a los mejores. De mis perdidas a mis ganadas. Todo con el es fácil. Me siento cómoda a su lado. Puedo hablar con el se todo sin preocuparme por algo, por qué el me entiende. Y en estos tiempos, encontrar quien te entienda es difícil.
–Muy, ¿libro favorito de Julio Berne? -pregunto jugando con la Tierra
–Facil, 20,000 leguas de viaje submarino -responde con simpleza
–Es bueno -asiento-. Peroooo... -hago una pausa-. Viaje al centro de la Tierra gana
–Nop -niega
–Sip -asiento-. O tal vez Viaje a la isla misteriosa
–¿Que me dices de La vuelta al mundo en 80 días? Es muy bueno
–Algo, pero mis favoritos son esos
Miró al cielo, ya está anocheciendo
Mierda ¿tanto hablamos?
–Se hace tarde -comento
–Si -el se levanta y me mira. Yo aún estoy en el piso-. Ya deberíamos irnos -me sonríe coqueto-. ¿Me permite acompañarla a su casa, señorita?
Me ofrece su mano para levantarme. Sonrió y la acepto
–Muy amable dé su parte, caballero -contesto juguetona
–Pues vamos
{En multimedia Mark}
{Dante Albidone)