-Hasta el último momento tuviste que esperar. -Se quejaba MinHo al lado de HyunJin, ambos Alfas admirando la sala que habían preparado como recepción.
Era la esperada boda de sus prima Chaeryeong, Ryuji y Yuna. La sala del hotel estaba repleta de invitados que no dejaban de llegar por parte de las tres chicas y ambos mejores amigos Alfas estaban tomando una copa de vino observando la exageración que era todo aquellos adornos. Sin duda ellos no querían algo tan exagerado para sus bodas.
-Tuve que esperar hasta que llegara Innie y me diera una buena idea. -Repuso el rubio ante la queja de MinHo. Ambos hablaban sobre la sesión de fotos que las chicas habían pedido en un inicio a HyunJin, la sesión de fotos que gastaron para adornar su boda, finalmente la idea fue de JeongIn hacía un mes atrás.
-¿Para cuándo estará el nuevo estudio? -Había decidido mudarse de edificio, dejando la que fue la empresa de sus abuelos cerrada para reabrirla en un local de planta baja más grande y moderno en el centro de la ciudad. Ahora contarían con dos estudios preparados, una sala de revelación más grande y dos oficinas; una para HyunJin y otra para MinHo. Porque los Alfas llevarían los papeles y darían ideas, pero JeongIn y Jisung serían los encargados de tomar las fotografías.
-Calculo que a final de año, justo cuando Innie se gradúa. -El castaño miró a HyunJin y sonrió de lado. Conocía lo difícil que había sido para JeongIn graduarse de aquel pequeño ciclo formativo universitario, no porque no fuera inteligente o no pusiera esfuerzo, sino porque se había visto solo esos últimos meses sin Jisung a su lado. -¿Jisung se encuentra mejor? -Preguntó aunque sabía la respuesta.
-Su parece que ya se está adaptando al cachorro. -Susurró rememorando esas veces en las que la matrona le había dicho que su cachorro era demasiado grande para el pequeño vientre de Jisung, que su bebé estaba ligeramente comprimido ahí dentro. -Creo que es mi culpa porque Jisung aún es muy joven.
-¿Y eso que tiene que ver contigo? -Preguntó al instante HyunJin, dejando su copa de lado rodeó los hombros de su menor para golpear su pecho con fuerza. -Sé que lo sabes, igual que sé que hay veces que se necesita escuchar algo así. -MinHo lo miró dejando también su copa vacía a un lado. -Lo estáis haciendo bien, ese cachorro va a tener a unos muy buenos padres.
-¡Quítate de mi camino mujer! -Ese grito agudo y que retumbó por toda la entrada hizo a ambos amigos mirar hacia allí. -¡¿Qué no ve que estoy embarazado?! ¡Apártate! -Jisung venía con su enrome barriga de casi cuatro meses empujando y gritando a diestro y siniestro; JeongIn, tras él, se disculpaba haciendo reverencias ligeras a cada persona.
-Lo lamento. Son las hormonas. -Decía el rubio platinado.
-¡Y una mierda! -Se quejó Jisung enroscando su brazo al de su mejor amigo. -¡Es este perro sarnoso que me impide ver mis pies!
-¡Jisung! -Exclamó MinHo cuando ya estaban más cerca. -Te tengo dicho que no le digas así a nuestro cachorro. -El Omega embarazado rodó sus ojos con molestia.
-Si te mearas cada cinco minutos porque hay alguien apretando tu vejiga y ese alguien no te dejara dormir, ni comer, pero también siempre tuviera hambre y encima te hace parecer un elegante... -Inició de modo dramático, como siempre, su primo y mejor amigo viendo todo en silencio. -Tú también le dirías perro sarnoso.
-¡Jisung! -Volvió a quejarse llegando hasta él para comenzar a murmurar entre ambos una pequeña riña que terminaba siempre con besitos dulces y sus apodos super pegajosos y melosos.
-¿Tú cómo estás? ¿Lo estás pasando bien? -Preguntó acercándose, tomando la estrecha cintura de su novio y qué tan bien se marcaba en ese traje entallado negro que ambos llevaban a juego con sus corbatas y pañuelos color turquesa.
-Sí, pero me gustaría que fuéramos a bailar. -Pidió tomando la mano grande su Alfa con la suya. -¿Podemos? -HyunJin sonrió y asintió antes de besar la punta de su nariz para encaminarse a la pista de baile.
El reciente matrimonio de Beta, Alfa y Omega bailaban riendo a carcajadas por estar pisando los bajos y colas de sus vestidos entre ellas.
YeJi y BangChan literalmente estaban comiéndose la boca en una de las mesas del fondo mientras el Omega estaba sentado de lado sobre las piernas de la Alfa.
Yae y Lia bailaban a unos pasos de ellos haciendo la coreografía de la canción de Itzy que sonaba en ese momento mientras reían a carcajadas altas.
Jinnie y Felix robaban los centros florales de las mesas de los invitados a la vez que el Alfa trataba de detenerlo rodeando su cintura y el Omega le besaba profundo para dejarlo tocado y así poder llevándose los arreglos florales.
MinHo y Jisung se unieron poco después a la zona, el Omega sentado y lanzando restos de comida a MinHo mientars este solo sobaba y besaba su carita y vientre hinchado.
HyunJin sintió que JeongIn apretaba más su agarre en sus costillas mientras inhalaba profundo en su pecho, ambos mantenían un ritmo lento de vals cuando la canción estaba en su máximo apogeo de coreografía. La pequeña nariz del Omega se restregó entre los pechos musculosos del Alfa y después besó allí, HyunJin sonrió y besó la frente de su novio como respuestas.
Cómo tanto tiempo había soñado, anhelado, ansiado y deseado; estaba rodeado de su familia, de su manada, pero teniendo al amor de su vida entre sus brazos; teniendo a su mundo junto a él.
Tal vez había llegado el momento, no hacía mucho desde que las cosas al fin estaban en calma, desde que todo ya tenía una rutina maravillosos para ambos, desde que sabían que todo lo que debía tener un fin en sus vidas lo tenía. HyunJin llevaba tiempo pensando en el nuevo inicio, en su nueva vida, en al fin la vida que querían y merecían ambos.
-Innie. -Susurró en su oído lo suficientemente alto como para que lo escuchara sobre la música. El llamado elevó su rostro apoyando su barbilla en el pecho del Alfa, este pudo darse cuenta por sus ojitos que estaba ligeramente cansado. -¿Quieres que vayamos ya a casa? -El platinado asintió y, tras despedirse de todos sus familiares, marcharon hacia su hogar.
-Hyung, esto no huele como casa. -Susurró adormilado.
JeongIn se había quedado dormido en el coche, había sido un día donde lo había dado todo y había disfrutado. Al llegar al destino HyunJin había aparcado frente a la puerta en la calle y había cargado al menor como si fuera un bebé entre sus brazos para llevarlo dentro de la casa. Mas la afirmación de JeongIn le hizo sonreír y detuvo su paso a mitad del jardín delantero.
-Es porque aún no hay flores. -Susurró sujetando más fuerte en su espalda baja, JeongIn rodeó su cuello y escondió su rostro en él. -Tendrás que pensar que flores quieres plantar.
Y aquella afirmación descolocó al menor, pero por el sueño tardó un poco en reaccionar y por el mismo motivo casi cae de los brazos de su Alfa al tratar de ver de forma acelerada a su alrededor. HyunJin comenzó a reír al ver la carita de sorpresa de su pequeño novio, como miraba el jardín delantero vacío y después a la casa frente a ellos que no había visto nunca.
-Hyung. -Murmuró perplejo, el rubio lo dejó con cuidado en el suelo frente a la puerta de roble de esa casa y sacó de uno de sus bolsillos un par de llaves.
-¿Quieres abrir la puerta de nuestra casa bebé? -JeongIn pegó un grito agudo y alto de la emoción, ignorando todo y abrazó con fuerza a su Alfa para llenar su adorada cara de besos cortos y fugaces pero sonoros. -Vamos, abre. -Pidió volviendo a tenderle las llaves, el menor con manos temblorosas abrió y HyunJin encendió las luces. Ante ellos una casa un poco más pequeña que la de sus suegros, similar a la de sus cuñados y mirando hacia la calle supo que se encontraban en el mismo barrio, de hecho la casa frente a la suya era la de las chicas que se habían casado ese día. -¿Te gusta?
-Me encanta. -Respondió rápido. -¿Sabes por qué? -HyunJin negó tomando sus manos. -Porque es nuestra, aquí formaremos nuestra manada. -El rubio sonrió y se inclinó para besarlo, JeongIn también rompió esa distancia y pegó sus cuerpos.
Las manos del menor treparon hasta apartar el largo cabello rubio de su Alfa como tanto amaba hacer, sus dedos sirviendo de pinza para enredarse en las hebras suaves. HyunJin apresó los huesos de su cadera con sus fuertes manos e hizo una ligera presión pegando sus pechos y hombría para crear un ligero roce delicioso y excitante. Sus cabezas se ladearon en sentido contrario para profundizar el beso y dejar que sus lenguas se enredaran produciendo chasquidos deliciosos.
El teléfono del mayor sonó y fue ignorado por ambos, al terminar de sonar la llamada fue el del menor el que comenzó a sonar con insistencia. JeongIn se quejó rompiendo el beso para atender la llamada.
-Más vale que sea importante seas quien seas. -Dijo de mala gana, HyunJin rio porque amaba lo desesperado y descarado que era su bebé en la intimidad.
-¡He roto aguas en medio de la pista de baile! ¡Más vale que estés de camino Yang JeongIn porque necesito a mi mejor amigo aquí y ahora! -Gritó sin más Jisung al otro lado del teléfono.
-Pobre MinHo. -Dijeron HyunJin y JeongIn cuando lo escucharon gritar también al otro lado de la línea causando risas entre ellos dos.
-Te amo Hyung. -Susurró ignorando la llamada, perdiéndose como otras tantas veces en la bella sornisa de su amado Alfa.
-Te amo Innie. -Susurró de vuelta antes de volver a besarlo sin dejar de verle a los ojos, esos ojos que le cautivaron desde el primer momento aunque no le vieron a él.
Sin duda las cosas habían cambiado demasiado; JeongIn ya no temía a los Alfas porque conocía su valor, HyunJin ya no estaba triste ni enfadado todo el tiempo, el Omega había encontrado a su príncipe azul y escrito su propio cuento de hadas con final feliz y el Alfa había encontrado al amor de su vida y escrito su propio destino con final idílico.
💚🐢FIN🐢💚