❝ ALICE CULLEN ❞
PODIA JURAR QUE MI CUERPO DOLÍA MIL DEMONIOS, CASI COMPARANDO EL DOLOR DE CUATRO HUESOS ROTOS. Abrí lentamente los ojos tratando de acostumbrarme a la molesta luz, cuando pude abrir del todo reconocí la sala de la casa de Sam, además de un olor a estofado.
- ¿Dónde está Bella? Tengo un asesinato pendiente - Murmuré con voz rasposa empezando a levantarme
- Jacob le dió ropa, en diez minutos la va a llevar a casa, estuvo aquí esperando a que despiertes - Emily tenía un aire apagado
Sentí las emociones de la casa tratando de encontrar emociones, pero sólo sentí que había rastro de puros sentimientos de tristeza de... luto.
- ¿Qué pasó Emily? - Me levanté pero caí en el sofá a lo que ella vino rápido a ayudarme
- No te levantes - Pidió sentándose a mi lado - Sam dice que les dejaste un mensaje cuando estaban corriendo detras de Victoria, ella saltó al acantilado, luego corrieron nuevamente allí al escuchar tú mensaje, supusieron que debías estar con ella
- Maldita pelirroja - Se sorprendió al verme insultar a alguien
- Cuando llegaron vieron una luz roja moviéndose constantemente debajo del agua - Me sonrió algo triste a lo que frunci el ceño - Sam te trajo en brazos mientras Paul fue a ver... A mis primos
- ¿Los Clearwater? - Asintió - ¿Por qué?
La pelinegra no tardó en empezar a llorar y quebrarse así que la abrazo dejandola calmarse. No paraba de solloza mientras me abrazaba fuerte. Me recordó a Bella.
- El tío Harry murió
Suspiré triste, era un gran hombre, siempre tenía historias para contar además de que siempre presumía a sus dos hijos. Leah y Seth.
Isabella entró a la casa ya seca mientras me veía preocupada pero yo sólo incendie mis ojos en el color carmesí poniendo en alerta a Jacob.
- ¿Hice algo mal? - Le grite logrando que retrocediera asustada - ¡Te cuide toda tú maldita vida, me esmeré en ser tú mejor amiga, te aleje de todos los peligros y tú me agradece de esta manera!
¡Eres nuestra guardiána!
Empeze a escuchar voces en mi cabeza que me daban coraje.
- ¡Te cuide desde niña! - Empezamos a salir de la casa mientras ella retrocedía - ¡Eres mi sobrina y saltas de un acantilado por un estúpido vampiro que no te ama! - Tropezó empezando a llorar
Melanie
Melanie Higginbotham
Melanie Higginbotham II
- ¡Edward no está, se fue! - El traje de bruja empezó a aparecer por si sólo llamando la atención de la manada que se empezaba a acercar - ¡Soy yo quien hace esas malditas ilusiones!
- ¡Melanie! - Gritó el alfa
- ¡Melanie!
Me giré enojada al alfa pero no estaba. Nadie estaba. Me volví a girar a Bella pero no había nada, retrocedi unos pasos viendo a mi al rededor, viendo que estaba en una especie de prado donde había varias tiendas.
Mi magia se descontroló.
- ¡Melanie! - Un hombre de tez morena parecido a Jacob pero unos años mayor se me acerco con una sonrisa - Gracias por cuidar de la manada, eres nuestra guardiána - Me abrazó a lo que respondí algo lenta - Mañana haremos una fogata en tú honor, no faltes - Me señaló divertido
- ¡Lani!
Me giré a Jacob viendo que todos me rodeaban preocupados. Mi respiración se volvió agitada además de irregular. Eso fue un recuerdo de mi antigua vida.
- ¿Estas bien? - Paul me tomó los hombros - ¿Mel?
- Yo - Me giré a Bella que me miraba dolida - No - Me giré a el
- Debes ir a casa, Mel - Ordenó el alfa
Asenti sin poner objeción, creo que estaba empezando a perder la cabeza. Paul me acompañó a la motocicleta que supuse que fueron a buscar a la entrada del bosque.
- ¿Qué sucedió con Harry? - Pregunté subiendo tratando de evitar hablar del tema de mi poca cordura
- Victoria estaba cazando a Charlie - Me giré asustada pero el puso las manos en señal de que espere - Harry intento salvarlo pero se puso en peligro, aún así Jacob llegó a salvarlo pero le dió un ataque al corazón
Quería llorar. Me sentía como la mierda.
- Estamos preparando el funeral, será mañana - Me aviso dejando un beso en mi frente
Asenti sin verlo, sólo me subí a la motocicleta para emprender viaje a la casa Swan.
Tenía demasiado en que pensar, estaba tan confundida incluso con mis propios sentimientos, estaba enojada con Bella pero esa no era manera de tratarla, menos aún en momentos tan difíciles.
También ese hombre de el recuerdo, los gritos, el campamento en el que parecíamos estar, era todo tan complicado, pero estaba segura que gritando no iba a solucionar nada. Pero al menos pude descargarme.
Llegué a la casa donde estacione en la entrada, estaba por bajar pero un aura dentro de la casa llamó mi atención. Tenía un color amarillo dorado con sentimientos agobiantes de nervios e impaciencia. Baje dejando el casco en el asiento, un poco a la defensiva.
Iba a abrir la puerta pero estaba claramente abierta, cuando se suponía que Charlie no vendría hasta dentro de una hora. Entre empezando a hacer una bola de energía preparada para atacar.
- ¿Quién está por ahí? - Pregunté esperando a que no sea un amigo de Victoria o algo así
- ¡No ataques! - Pidió una voz cantarina en la sala - Por favor
Caminé aún con la bola de energía hasta llegar al lugar donde provino la voz, viendo la sombra de una joven en la esquina que camino dos pasos a la luz. Donde pude verla mejor.
Tenía el cabello corto, ojos dorados con la piel pálida y miraba asustada la energía en mis manos, estaba vestida a la moda. Trate de recordar de donde me sonaba su rostro hasta que una lámpara se prendió en mi cabeza como si todo encajara.
Alice Cullen.
- ¿Qué haces aquí? - Bajé la mano desapareciendo el aura de mis ojos de igual manera logrando que ella suelte un suspiro a pesar de no necesitarlo y que en su rostro se muestre una sonrisa
- Soy Alice Cullen - Se presentó ignorando mi pregunta. Su sonrisa se aumentó aún más logrando que me recorran escalofríos - Esperaba conocerte de otra manera
- La vidente - Asenti entendiendo que ella me vió venir
- Exacto - Se acercó un poco más pero ni me inmute viendo con un poco de desconfianza sus movimientos
No era de mala manera, pero abandonaron a la imbecil de mi sobrina a su suerte, podría estar enojada pero eso no significaba que ignore que gracias a los Cullen cayó en una depresión que la volvió alguien ilusa y torpemente dependiente. Además de insoportable.
- ¿A qué viniste, Alice? - Me cruze de brazos
- ¿Has visto a Bella? - Sus sentimientos emanaban preocupación, nervios, ansiedad
- Si viniste por lo que creo, esta viva - Murmuré yendo a la cocina
Sentí el aura de Bella y Jacob a unos metros así que antes de que la vampiro pueda preguntar o algo por el estilo, mi sobrina entró a la casa con la ansiedad agobiando. Entre ella y Alice me dejarían con los nervios de punta.
- ¡Alice! - La abrazó
Verlas de esa manera me recordó a cuando Bella me trataba de esa manera, cuando yo era su mejor amiga, pero supongo que creció y sus gustos, amigos, pensamientos cambiaron, no son de mi agrado, pero no puedo hacer nada. Mi pequeña Isabella ya no esta. Ahora sólo está Bella.
- ¿Por qué rayos estas tratando de matarte? - Alice me sacó de mis pensamientos - ¿Que pasaría con Charlie, con Melanie?
- Eso mismo me pregunto yo - Murmuré yendo al sofá, Bella me dió una mirada de culpa
- No trate de matarme, Alice. Era un clavado, sólo eso - Se limpió una lágrima- Fue divertido
La vampiro suspiro aliviada. Mi sobrina me miro para caminar hasta sentarse a mi lado, con su amiga imitando su acción.
- Lo siento - Se disculpó conmigo - Estuvo mal, lo siento
Podía sentir su sinceridad, pero eso no quitaba que estaba dolida. Sólo debía dejar ir a mi pequeña sobrina, ya que ella no estaba. Me quedaba aceptar a la loca de Bella. Solté una risa ante mi propio sentimiento.
- Esta bien - Me giré a ella dándole una sonrisa un poco amarga - Mientras me avises antes de hacer una locura
- Te avisaré - Se levantó a prepararse algo - ¿Quieres un té de disculpas?
- De manzanilla - Supire para girarme a la vampiro que me miraba con una sonrisa - Lamento estar a la defensiva
- Lamento haberte asustado - Se sentó mejor viéndome fijamente - ¿Estas soltera?
Abrí los ojos sorprendida ante esa pregunta mientras escuche como a Bella se le caía la taza mientras miraba de misma manera a la vampiro.
- No es por mi - Solté un suspiro de alivio - Responde
- Si - Frunci el ceño algo confundida
- Bien - Sonrió emocionada haciendo que retroceda un poco en el sofá
Bella se sentó en medio de nosotras mientras me tendía una taza de té, era casi cómico como yo estaba usando mi don para enviarme olas de calma a mi misma así evitar que me enoje con cualquier cosa.
- Nunca eh conocido a nadie más propenso a poner en riesgo su vida - Le dijo a mi sobrina que parecía estar queriendo decir algo sin animarse
Sabía que pensaba en Edward, siempre sería el, había clavado en lo más profundo de su corazón un recuerdo de el. Como si fuera su dueño. Pero tenían un lazo que los unía.
- ¿Tú... Tú le dijiste? - Preguntó dudosa
- No, el sólo llama de vez en cuando, dice que quiere estar sólo - Desvió su mirada al suelo dejando un silencio un poco incómodo
- Hasta el se puso en una especie de depresión, son tal para cual - Murmuré recibiendo un empujón juguetón por parte de mi sobrina
La pequeña vampiro soltó una risa pero antes de contestar empezó a hacer una mueca. Empeze a sentir el aura de Jacob entrando por el jardín. Sabía el problema de olores. Los metamorfos ante las narices de los vampiros olían a perro, mientras para ellos, los fríos olían a cadáver. A mi preferencia, es mil veces mejor el olor a perro que a muerto.
- Oigan, ¿Qué es ese asqueroso olor a perro mojado? - Frunció el rostro asqueada
- Ah, es probable que seamos nosotras por Jacob o Paul - Dijo Bella sin saber sobre el cambia-formas que entraba a la cocina
- ¿Quiénes son? - Preguntó viéndome de extraña manera
- Paul es mi mejor amigo y Jacob el de Bella - Respondí confusa
- Son hombres lobo - Respondió mi sobrina, estuve tentada a corregirle ese hecho, pero me detuve
- Oh, los hombres lobo no son buena compañía- Nos dijo de mala manera
- Habla por ti misma - Dijimos al unísono con Jacob
Era parte de la manada, no iba a permitir que le falte el respeto a mi familia de esteroides bronceada favorita. Alice me vió sorprendida pero se paró del asiento a modo de defensa al ver a Jacob
- Quería ver que estuvieras a salvo - Le dijo a Bella
Gracias Jake, yo también estoy bien.
- Creí que no podías protegerme aquí
- No me importó
Ahora entendía las burlas de la manada al ver lo intensos y dramáticos que eran cuando hablaban juntos, se daban miradas empalagosas mientras parecían dentro de una telenovela.
- Yo no voy a lastimarlas - Respondió indignada
- Lo sé, eres una inofensiva Cullen. Habló de la otra chupasangre que trato de matarlas por culpa de ustedes - Gruñó
- ¿Victoria? - Se giró a nosotras
- Si, ella a estado por aquí - Dije poco amigable - Intento matarnos, más de una vez
- Yo no la vi, así como tampoco vi que te sacaran del agua - Pensó unos segundos hasta que se giró a Jacob - No pude verla por ti y tus malditos perros
- ¡Oye! - Me paré de un saltó llamando su atención - No hables así de ellos - Me miro sorprendida además de un poco dolida
- No me provoques - Apretó la mandíbula el moreno
Bella se puso entre medio de ellos al ver que se estaban acercando de manera amenazante. Podría decir que estaban a nada de iniciar una guerra entre ellos dos. Alice salió dándome una mirada, así que sali con ella.
Iba a tener que hablar con Alice Cullen.