Jimin había llegado al departamento de Jungkook, había notado periodistas fuera del edificio que por suerte no le dieron interés, y claro no lo conocían.
Ahora estaba más que nervioso, no creyó que los fans se dieran cuenta de esos detalles, pero claro, es un fandom que no se le escapa nada y lo sabe muy bien ya que es parte del fandom.
Con el pulso acelerado tocó el timbre, no se sentía preparado, realmente había extrañado a Jungkook, si lloró mucho y creyó que en verdad lo había engañado y jugado con él. Pero debía tener en cuenta que era seguro que todo era contrato, pero no quitaba el hecho que aún le dolía un poco.
La puerta se abrió y se vieron. Jimin y Jungkook sentían los latidos de sus corazones incluso desde afuera. El castaño no sabía que decir ni hacer, pero en cambio Jungkook no pudo aguantar las ganas y tomándolo del brazo, lo atrajo hacia él y besó sus labios para luego cerrar la puerta y apoyarlo en esta.
— K-kook..— Jadeó Jimin ante el imprevisto beso que le devolvió el alma.
— Jimin.. — Lo miró a los ojos, todo su rostro, Jimin era tan hermoso para él. —Te amo—
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