Ylenia se despertó de la siesta, no sabía que hora era, o en que momento estaba, pero abrió los ojos y se encontró con la espalda de Fred.
El pelirrojo estaba sentado en la orilla de la cama, de espaldas a ella y con las manos en la cabeza, codos apoyados en las rodillas y espalda jorobada. Podía notarse como soltó un pequeño jadeo. Ella llevó su mano hasta su espalda con delicadeza, haciendo tacto con su pálida piel, este volteó a verla de inmediato.
-Hey, hola- ella rompió el silencio -... ¿qué hora es?
Fred se giró para poder verla mejor -Son las ocho- la Lupin alzó los ojos al notar lo tarde que era para despertar de la siesta -. ¿Has descansado?- la chica asintió -. Bien, ¿tienes hambre?- preguntó, ella negó suavemente con la cabeza. Así que Fred asintió y sólo se quedó en silencio mirándola.
-¿Qué pasa?- preguntó -, ¿tengo algo?- se tocó el rostro con sus pequeños dedos y él soltó una suave risa -. ¿Qué?
-Nada- musitó -, no tienes... nada.
Ella negó con la cabeza y se levantó de la cama para asomarse a la ventana de la habitación del motel. Llevaba una camiseta larga y ancha color blanca con estampados color negro, le llegaba por los muslos, pero podía transparentarse su ropa interior de encaje, que era color negro.
Fred la observó mientras ella miraba por la ventana, cruzada de brazos. Ylenia no era una chica extravagante, ella no tenía un trasero grande y trabajado, era respingón, lo tenía en su sitio y estaba algo tonificado, pero nada fuera de lo común, no era como que destacase por eso. Sus pechos eran grandes, y eso no podía negarlo cualquiera, pero tampoco destacaba por eso en los lugares. No tenía unas curvas de escándalo que volvían locos a todos y todas, y más ahora, que se veía mas delgada y había bajado de peso. Pero para Fred era perfecta.
Y una vez que conocías su persona, te podías enamorar completamente de ella. Era tan noble, su corazón era tan grande que podría perdonar hasta al mismo Judas. Aparte que, siempre intentaba hacer lo mejor por los demás, y en eso sí que destacaba. Siempre imponía la felicidad de los demás a la suya, cosa que, no le había hecho gran favor a lo largo del tiempo.
Y Fred sólo podía mirarla con debilidad. Porque, eso era ella, su debilidad. Su punto débil. Si alguien quería joder a Fred, solo les bastaba tocar un insignificante cabello de la castaña para volverlo loco y matar a quien fuese.
-Creo que mañana volveré a casa.
Una voz interrumpió los pensamientos de Fred.
El pelirrojo quitó la vista de las piernas de la chica para mirarla a los ojos -¿Qué?- preguntó intuitivamente, sacudió la cabeza y añadió; -Oh, ¿mañana?
La hufflepuff asintió -Creo que... mi padre ya se habrá calmado, no sé, además- cruzó los brazos para seguir hablando- ,ya terminó el fin de semana y tengo que volver a ir a clase. Supongo que, esto se acabó aquí- suspiró para mirarlo. Fred sonrió de manera forzada -. Oye- la chica caminó hasta quedar al frente de él, unos centímetros más alta ya que Fred estaba sentado -... gracias por estar conmigo.
-No me des las gracias, te dije que siempre estaría, y así será.
-Igual- respondió volteando los ojos con levedad -, no era tu obligación venir e igualmente no me dejaste sola, gracias. En realidad necesitaba a alguien que me acompañase, sólo... quería agradecerte- colocó una mano en el hombro de Fred y él miró su acción -. Has sido genial- sonrió. El pelirrojo colocó su mano en una de las piernas de la chica, en la izquierda, para ser específicas, justo en la articulación de la parte de atrás -... bueno, tú siempre fuiste genial- Fred sonrió de manera débil y acarició la pálida pierna de Ylenia -. Gracias, Fred.
-Claro- siguió acariciando su pierna hasta decidió acercarla para abrazarla, al menos, abrazaba su torso -, bombón- dijo. Ambos recordaron que, esa era una de las maneras cariñosas por las que Ylenia llamaba a Fred.
-Gracias- dijo de nuevo mientras llevaba su mano hasta la nuca del pelirrojo.
El Weasley tiró de sus piernas para obligarla a sentarse en su regazo, ambos aún abrazados, simplemente disfrutando del largo abrazo. Ylenia olía el aroma de Fred, que era de demasiado gusto de oler. Siguió acariciando el cabello de su nuca mientras él acariciaba su pierna izquierda.
-Me lo he pasado bien- dice Fred, apoyando su cabeza en el hombro de la chica - estos días.
-Y yo- habló ella, suspirando mientras llevaba la mano hasta el cabello de Fred para dejar pequeñas caricias -, contigo siempre lo paso bien.
Fred dejó caer una pequeña risa, cerrando los ojos cuando comenzó a disfrutar de las caricias que ella hacía en su cabello. Unos segundos después, abrió los ojos y miró hacia arriba, quedando cerca del rostro de su ex novia.
Ylenia podía sentir como la respiración de Fred chocaba contra su barbilla. La chica estaba embriagada con su presencia, no sabía donde fijar la mirada, así que sus ojos viajaban de sus labios a sus ojos, parando unos segundos en observar sus pequeñas pecas que yacían por todo su rostro.
Intuitivamente, su mano fue hacia el rostro de Fred, haciendo tacto con su piel, recorriendo sus pecas con el dedo pulgar, suave y delicadamente sin tratar de dañarlo.
Él podía simplemente alzar su rostro y besar esos labios tan suaves que Ylenia tenía, pero no podía hacer eso así como así. La confundiría, tal vez la dañaría y también arruinaría ese lindo momento.
La chica fue la que se inclinó, dejando que ambas frentes se juntaran, y la punta de sus narices se rozasen.
El olor a cereza que tanto la caracterizaba, inundó las fosas nasales de Fred, disfrutándolo, ya que, extrañaba tener ese olor cerca de él.
La Lupin se balanceó hasta dejar que ambos labios se tocasen durante un segundo, haciendo que una chispa de electricidad se formase entre ambos. El pelirrojo llevó su mano hasta la nuca de Ylenia, apartando su cabello para acariciar la piel de su cuello.
Los vellos de punta y los nervios corriendo por su piel. La chica colocó su mano en el brazo de Fred, con en el que él tocaba su cuello, y simplemente dejó su mano ahí, haciendo más tacto entre ellos.
-Sentirte me hace tan bien- ella habló, dejando que su aliente chocase contra los labios del otro -... que me da miedo.
-Te tendrían que dar miedo otras cosas- subió la mano de su cuello, a su mandíbula, la delineó con su dedo índice y luego subió hasta dejarla en su mejilla -, no el sentirme- acarició su mejilla, dejando que sus dedos resbalasen hasta la comisura de sus labios -. No sé si te da miedo el tocarme- el dedo pulgar bajó hasta su labio inferior, acariciando el tacto suave y haciendo que ella cerrase los ojos -, o el hecho de que no puedes aguantarte cuando estás a solas conmigo.
Ella entreabrió los labios, dejando que Fred metiese el dedo pulgar y la obligase a abrir la boca. Lo miró estupefacta, cuando comenzó a meter su dedo pulgar. La castaña, envolvió su lengua en el dedo pulgar de Fred, dejando un rastro de saliva cuando él sacó el dedo.
El Weasley sonrió, llevó su propio pulgar hasta su misma boca y lo chupó, disfrutando de la saliva que ella había dejado hace segundos.
Algo palpitaba, y definitivamente no era el corazón. Podía notar la humedad en sus bragas, su respiración se cortó por un segundo, dejando caer un pequeño jadeo.
-¿Llevo razón?- pregunta él, pasando la saliva de su dedo pulgar por el muslo de la chica, dejando un fresco rastro.
Ylenia niega levemente con la cabeza, tragando fuerte para luego suspirar -No, para nada...- niega de nuevo, lamiéndose en la labio inferior con la lengua.
-Oh- Fred sonríe mostrando su dentadura y la mira directamente a los ojos -. Mientes de pena.
-Tu también- dice ella, alzando las cejas, se intenta levantar pero Fred la arrulla contra él de nuevo, la obliga a sentarse de nuevo en su pierna -. Mentiste fatal con lo de Angelina.
La sonrisa del pelirrojo se desvanece al oír eso, agacha la cabeza y suelta el agarre que le tenía a la chica en la cintura. Ella se arrepiente de hacer dicho eso, rodea sus hombros con su brazo y acaricia el lugar.
-Era una broma- murmura, alza mano libre y lo obliga a mirarla -, lo siento- dice y Fred se encoge de hombros, con un pequeño brillo en su mirada -. Disculpa, Fred- vuelve a decir, acariciando su mejilla, bajando sus dedos descaradamente hasta sus labios -. Pero eres tú el que no puede aguantarse cuando estamos a solas- la chica abre la boca de Fred con su pulgar, justo como él había hecho con ella hace unos minutos. Mete el dedo índice y corazón en su boca, él los chupa, dejando algo de saliva en ellos. -¿Verdad que sí?- pregunta con los dedos metidos en su boca. La chica disfruta de la lengua de su ex novio entre sus dedos y sonríe victoriosa. Saca los dedos y los pasa con el cuello de Fred, él la mira expectante y excitado mientras ella se muerde en labio inferior e inspecciona el pálido cuello de su pelirrojo.
-Hm- el murmura, cerrando los ojos cuando ella hace pequeñas caricias en su cuello.
-Que duro estás, mi cielo- susurra acercándose a su cuello, notando algo que abultaba los pantalones de Fred. Suspira y sus labios quedan a la altura de su oreja -. Siempre es lo mismo contigo, ¿no?- se acerca y muerde el lóbulo de su oreja, deja un beso justo debajo de ella y sonríe por su reacción. El Weasley le había rodeado la cintura con el brazo más cercano, acercándola a él.
-Nunca puedo evitarlo si se trata de ti, ¿sabes?- contesta, aumentando el agarre de su cintura -. Eres tan preciosa, caliente y dulce que mi reacción es instantánea e inevitable.
Ella sonríe, apartándose de su cuello para verlo directamente a los ojos -Tan halagador como siempre- dice entre sonrisas, viajando la mirada hacia sus labios.
De un sólo movimiento, el chico la coloca sobre la cama, poniéndose encima de ella, justo entre sus piernas, con las que ella lo rodea.
El pelirrojo ataca su cuello, dejando besos y pequeños mordiscos sobre su piel, lamiendo en varias ocasiones mientras ella soltaba jadeos y siseos. Su mano, colocada en su pecho, baja lentamente hasta llegar a su estómago, lo acaricia con lentitud y mete el dedo meñique en el inicio de su pantalón. Ylenia baja su propia mano hasta la de él, la agarra, deteniéndolo, pero no la quita del lugar.
-No puedo engañar a todas mis parejas contigo, Fred- dice, con un rastro de saliva en su cuello y una sonrisa -. No es moral ni coherente- Suelta su mano y Fred intenta levantarse, pero ella lo agarra con las piernas, obligándolo a volver hacia ella -. ¿Quién dijo que te levantes?
-Esto no es moral ni coherente, ¿no?- pregunta alzando las cejas.
-Sí- contesta ella -, pero nadie dijo que te levantes.
-Aclárate, Lupin- relame sus labios y suelta una risa negando con la cabeza -. Porque me estás volviendo loco.
-A veces soy demasiado indecisa- murmura, alzándose en sus codos, así quedando más cerca del rostro de Fred -, ya me conoces, ¿no?- se quita el pequeño top, dejando sus pechos completos desnudos y expuestos.
Fred se sorprende al ver su acción. Su erección se endurece aún más, no pudo evitar lamerse los labios por segunda vez. Su cuerpo sólo le pide agacharse y besar sus senos, pero se queda estupefacto cuando la mira. Sus ojos brillan como un diamante, su cabello a los lados de la cama y sus labios levemente daleados en una sonrisa.
Se inclina para quedar más cerca de su rostro y entreabre los labios al sentir su respiración.
-No me canso de mirarte- murmura sonriendo mientras observa sus ojos color café. Ella sonríe y Fred termina de inclinarse para dejar un suave beso en sus labios, lento y duradero. El sonido de sus labios al separarse los hace sonreír a ambos.
Ylenia sentía como todo su cuerpo se tensaba, temblaba de los nervios y su corazón latía con demasiada fuerza y rapidez ante las acciones de Fred.
El pelirrojo vuelve a juntar ambos labios, esta vez más profundo, coloca su mano en la mejilla de la Lupin y sonríe en el beso. Ella, con su lengua roza el labio inferior de Fred, pidiendo entrar, él, gustoso le concede el paso.
Sus lengua volvían a jugar, sus rostros se movían a la par del beso, y la mano de Fred baja al cuello de la chica, dejando leves caricias en el camino.
Ambos se separan, con un brillo en los ojos como ninguna vez antes. Fred baja su mano hasta uno de sus pechos, apretándolos con levedad y pasando la palma de su mano por su irritado pezón. Coloca el pezón entre sus dedos y lo pellizca levemente, haciéndola jadear, mirando su rostro mientras lo hacía.
Baja su rostro y atrapa el seno en su boca, lamiendo el erecto pezón. Lame, chupa y mordisquea mientras ella gime desde arriba, acariciando el pelirrojo cabello que alcanzaba a ver. Lame el pezón y se aleja, soplando para hacerle recorrer un frescor que la hace mojar más sus bragas.
Va bajando, dejando besos en su estómago, hasta llegar al inicio de sus pantalones. Ella se apoya en sus codos para poder ver sus movimientos. Fred alza su rostro y ella asiente.
Desabrocha sus jeans con cuidado y se los quita con su ayuda. Ve la humedad en sus bragas grises y sonríe al ver la reacción que había hecho en ella. Dejó un áspero beso en el centro de su humedad y con sus dedos lo frota por encima de la ropa interior. Ella gime, su estómago se contrae y su interior palpita.
El pelirrojo sigue con su trabajo mientras escucha los angelicales gemidos de la Lupin. Se alza para poder besarla mientras seguía tocándola por encima de la fina tela. Mete la mano en el interior de sus bragas, esta tan mojada y deslizante que permite que sus dedos entren sin ningún problema.
Ylenia reprime los gemidos en el beso mientras él sonríe en el mismo, disfrutando de ver su reacción.
Sus dedos se sienten como el fuego, moviéndose dentro de su interior mientras la besaba con hambre. La castaña se mueve involuntariamente, sus caderas se alzan por el placer, él sonríe y saca sus dedos. Lo mira confusa y vuelve a sonreír. Deja de besarla, y va bajando por su cuerpo, mordisqueando y besando hasta llegar a sus bragas.
Desliza sus bragas por los muslos hasta llegar a las pantorrillas y quitárselas. Deja un beso fuerte en su feminidad y sonríe al ver su humedad. Ylenia gime, cautivando al pelirrojo que acababa de pasar la lengua por sus labios vaginales.
☆ ☆ ☆
,,,
N/A: Holaaa, ¿cómo están?
Perdón si hay alguna falta, pero no pude revisarlo!
Aclaro por si alguien se confunde, en este capítulo tienen relaciones sexuales, pero no lo puse entero, solo hasta la parte que escribí porque lo veo más conveniente, pero, pronto tendréis nuevos smut<33
Los leo.