El siguiente capítulo contiene escenas para mayores de 18. Leer con precaución y no quiero malos comentarios, pero sí comentarios por fis para seguir con ganas de escribir esta historia y darle el fin que se merece y sueño darle.
El amanecer llegó con un JeongIn agotado pero increíblemente excitado a la vez. Si el celo de un Omega duraba tres días y era agotador e insaciable, el de un Alfa era mil veces peor y más brusco. JeongIn suspiró cuando hacía menso de tres minutos había tenido su décimo orgasmo y HyunJin ya estaba duro de nuevo restregándose contra él.
-¿Más? -Preguntó somnoliento el pelinegro.
-Más. -Sentenció el rubio lamiendo la marca recién en su cuello y friccionando su duro pene entre las nalgas con lubricante húmedo y resbaladizo junto a semen seco del mayor.
-¿No te cansas? -Preguntó sujetando su rostro para sacarlo de su cuello y poder verlo a los ojos. Ambos estaban tumbados en la cama del Alfa en la que era su habitación en aquella cabaña. Sus manos subiendo hasta retirar el cabello largo y rubio utilizando sus dedos como diadema o pinza.
HyunJin amaba esas caricias y esa acción de su menor.
-¿Cómo me voy a cansar teniendo tan bello Omega solo para mí? -Preguntó ladeando su cabeza y sacando su lengua. Con ella, por la cercanía, pudo lamer los labios del menor. -Mi Omega. -Dijo de modo posesivo sacando un jadeo complacido al chico que estaba bajo él, su cuerpo completamente cubierto por el contrario.
-Eres un desalmado que no tiene cuidado con mi culito y... -El gemido que interrumpió su queja y que salió como grito por su voz desgastada por tantos gritos de placer hizo sonreír con sorna al mayor. Había entrado en él sin aviso y de golpe.
-Te encanta y lo sabes. -Murmuró besando de forma sucia, con su lengua de por medio y de forma húmeda la boca contraria. -Amas que te parta el culo, ¿verdad? -Preguntó dando ligeros vaivenes con sus caderas dentro de él. JeongIn asintió con la boca abierta y los ojos cerrados. -Dilo amor, dilo.
-Sí. -Susurró soltando gemidos.
-No, lo que a Alfa le gusta escuchar. -Demandó.
-HyunJin. -Suplicó siendo ignorado mientras el mayor chistaba a modo de negación. -¡Soy el príncipe más bonito de todos!
El Alfa comenzó a moverse de forma brutal, profunda y ruda sacando altos gemidos al Omega. Era tan delicioso la mezcla de dolor con el placer para ambos. Sus palabras sucias cargadas de amor a la vez. Tan descarados y cariñosos a la vez que les abrumaba.
El tercer día de celo había llegado para el Omega, después de despertar a regañadientes su Alfa le había chantajeado para que se diera un baño. El chantaje era claro, si no te bañas no habrá más sexo.
Así que, media hora después, JeongIn fue hacia la cocina con el cabello mojado y portando tan solo una camiseta de su Alfa como prenda. Aún le molestaba sentir copas de ropa en su piel sensible y caliente. Eso, sumado a que solo había portado un cambio de ropa y ya llevaban tres, era mil veces mejor si portaba ropa con el aroma de su Alfa impregnado.
-Hyung. -Susurró meloso, rodeando la cirnura del Alfa y pegándose a su ancha espalda desnuda. El mayor solo portaba unos comidas pantalones cortos deportivos sin nada debajo.
-¿Te encuentras mejor? -JeongIn asintió restregando su frente entre los omóplatos del más alto.
-Pero aún tengo calor. -Murmuró acariciando con sus labios maltratados tras tantos besos, mordidas y mamadas la suave piel del Alfa donde había ligeros hematomas y arañazos producto de las mismas sesiones de sexo.
HyunJin hizo una mueca y siguió concentrado en saltear la carne y verduras en la sartén, el Omega en cambio tenía otra idea y deseo. Sus pequeñas manos se abrieron y colocaron de palmas abiertas en el abdomen marcado y comenzó a acariciar con tranquilidad esperando así no ser reñido. Cuando sintió que el Alfa no se quedaría y le dejaría dar esas caricias introdujo una de sus manos en el pantalón hasta acariciar el pene flácido del Alfa.
-Innie. -Dijo su nombre a modo de advertencia, el Omega lo ignoró e hizo presión con su puño en la cabeza del pene. HyunJin se tensó ante la pequeña descarga de placer. -Amor, hay que comer.
-No. -Dijo decidido comenzando un ligero vaivén para estimular el pene de su Alfa.