Habían pasado varios días, casi una semana, desde que ocurrió aquella fatídica madrugada. HyunJin no se había separado de su Omega en ningún momento y el menor no había salido del cuarto del Alfa tampoco.
JeongIn tenía miedo, pánico de encontrarse con su padre en cualquier momento, que ese hombre llegara a casa de su Alfa para obligarlo a volver a su lado. Sin embargo ese día tuvo que ser valiente y salir del cuarto donde se había estado resguardando para bajar en busca de comida a la cocina de la casa. El hogar de los Kim estaba silencioso y tranquilo, con aromas relajados e irónicamente hogareños, hasta que llegó a su destino y se encontró con una tierna imagen.
Sus suegros estaban cocinando en ella entre risas y cariños, Beom siendo el centro con su peculiar risa ahogada, Kai con la suya escandalosa y Tae con su cara seria pero desprendiendo ese aura y aroma feliz también.
-Hola cielo. -Saludó Beom en cuanto percibió su presencia. -¿Quieres comer con nosotros? -El Omega lo dudó unos segundos, los aromas fuertes de Alfas le agobiaban, pero sus suegros no eran malos, para nada y de eso estaba seguro.
-Sí, gracias. -Hizo una ligera reverencia. Kai le ofreció un asiento junto a ellos.
-No hace falta que nos trates así, somos familia así que trátanos con confianza. -Pidió Tae echando agua en el vaso frente al menor, JeongIn miró absorto como Beom se sentaba y eran los Alfas quienes ponían la mesa y servían la comida.
-Es raro ver a Alfas hacer estas cosas. -Murmuró sin poder evitarlo.
-Te acostumbrarás, es lo normal realmente. -Le dijo con una sonrisa cálida Kai.
-Por cierto, tu rostro está mucho mejor y tu voz también. -Sonrió de lado Tae, sin duda era el más serio de ambos Alfas.
-HyunJin aún no me deja hablar. -Susurró raspando su garganta ante el pequeño dolor.
-Deberías empezar a hacerlo, con calma, pero hazlo para fortalecer las cuerdas vocales. -Alegó de nuevo el Alfa rubio.
-¿Te aburres sin HyunJin? -Preguntó Beom comenzando a comer, JeongIn lo imitó y asintió.
-Tenía que volver al trabajo. -Susurró.
-¿Y por qué no llamas a Jisung? -Propuso Kai. -Nosotros tenemos que irnos a trabajar ahora, pero seguro que él quiere venir a hacerte compañía.
Cuando HyunJin volvió a casa ya entrada la noche le recibió una mezcla de aromas dulces y alegres que provenía desde el salón de su casa. Con cautela y siendo silencioso se acercó a la puerta del salón; sus cuñados y su primo estaban junto a su Omega comienzo dulces, riendo y hablando animadamente.
JeongIn reía a carcajadas limpias, su risa aún ronca y que le ofrecía ligero ardor en su garganta y tiraba de las cicatrices en su mejilla era y sería siempre lo más bello que HyunJin podría admirar. El Omega detuvo su risa cuando percibió el aroma a lima y menta en el ambiente y miró directo hacia la puerta del salón. Así mismo, con es gesto captó la atención de sus amigos.
-Oh, creo que ya sobramos aquí. -Canturreó Felix poniéndose en pie.
-Sí, nos vemos el sábado en la comida semanal de la familia In. -Se despidió Lia.
-Adiós, descansa. -Dijo BangChan besando su cabello.
-Mañana vengo para que me ayudes a elegir el atuendo para mi cita con MinHo. -Dijo a modo de despedida Jisung abrazando a su mejor amigo, estaba tan feliz de verlo alegre a pesar de todo.
Cuando todos los Omegas, menos JeongIn, se fueron de la casa HyunJin miró de brazos cruzados y con una gran sonrisa a su Omega. JeongIn abrió sus brazos aún sentado en el centro del sofá e hizo un tierno puchero colocando su boquita en un piquito de pato. El Alfa rubio rio enternecido y se aproximó hasta él para tomar asiento a su lado y elevarlo sin esfuerzo de sus caderas hasta sentarlo de lado sobre su regazo.
-Hola mi príncipe. -Saludó besando esos rosados labios que seguían haciendo poquito, JeongIn sonrió.
-Hola Hyung. -Respondió con otro beso.
-No fuerces tu voz cariño. -JeongIn negó.
-Tu papá me ha dicho que tengo que empezar a hablar.
-¿Has estado con mis padres? -JeongIn asintió, HyunJin sonrió colando con lentitud sus manos bajo su camiseta holgada que portaba el Omega. -Ya me he enterado que mañana tienes planes con Jisung y el sábado vienes a comer con nosotros. -El pelinegro volvió a asentir. -¿Qué te parece que el sábado por la tarde tengamos una cita? -Los ojitos rasgados y brillantes del menor se abrieron mostrando su ilusión.
-¡Sí! -Gritó feliz, rodeando el cuello de su Alfa para volver a besarlo, esta vez profundo y tendido.
Entre cariños, besos y caricias inocentes pasaron la hora hasta que llegó el momento de cenar. De igual modo subieron al cuarto del mayor para volver a dormir arropados entre los brazos del ser amado destinado.
🐢💚🐢
Nota: Pequeño capítulo, es lo único que he tenido tiempo de escribir, el próximo capítulo es Minsung y la super cita de estos dos que tendrá varios capítulos (ojalá pueda hacerlos tipo maratón) y se viene lo emocionante 💚 besitos hermanis 💚😘😘
Fotitos de regalo