Era tarde, muy tarde. Una noche oscura y distante. El aire en el salón principal me incomodaba. No sabía el porqué de aquella situación. Una situación que se repetía casi todas las noches de mi vida. Yo, sentado en mi sillón, pensativo y cansado, y mi padre, a mi lado, callado mientras no paraba de servirse copas de su tan apreciado vino.
Creo que era porque no paraba de pensar en Tauriel…no podía evitar preguntarme: “¿Qué estará haciendo ahora? ¿Se lo diré mañana? ¿La importo como un amigo o cómo algo más? Esas cuestiones rondaban en mi cabeza casi todas las noches de mi vida, desde hace seiscientos años….Suena divertido, esas preguntas eran más coherentes de niño pequeño, y yo, aún así seguía preguntándomelas.
De repente, un guardia interrumpió mis pensamientos, acercándose a mi padre mientras este asentía con la cabeza. Al instante, el guardia se fue a toda prisa y padre se levantó de su sillón. Yo, con atención, le pregunté:
-¿Qué ocurre padre?
-Se me olvidó decirte que Elrond y sus dos hijos han venido a visitarnos.
Yo, asombrado ante su respuesta, me levanté del sillón y me acerqué a él.
-¿Cómo? ¿Y por qué no me lo has dicho antes? Y encima a estas horas….
-Cuándo fui a Imladris la semana pasada, le dije a Elrond que nos visitara mañana por la mañana, temprano. Con sus hijos incluidos….pero parece que han llegado antes.
-No me has contestado…-Respondí un poco enfadado con su actitud.
-Se me olvidó simplemente hijo…Ahora acompáñame, les daremos la bienvenida.
Creo que para mi padre, esta visita será algo más para él….
Yo, le seguí tranquilamente hasta las puertas principales. Allí se encontraban el maestro Elrond y los príncipes….
Después de que Elrond y Thranduil se saludarán, padre me habló:
-Hijo, a Elrond ya le conoces….Pero desafortunadamente, a sus hijos no.
Al instante, los dos hicieron una reverencia al mismo que yo se la devolvía. Cuando terminamos, Elrond habló, señalando a cada uno de ellos.
-Estos son mis primogénitos….Elladan y Elrohir.
Los dos hermanos elfos de poco se diferenciaban. Los dos tenían largo cabello negro, de ojos marrones como un robusto roble y de la misma alta altura, un poco más bajos que yo.
Elladan y Elrohir….Había oído hablar de ellos. Diestros en la batalla pero con actitudes diferentes. Padre me habló de que Elladan era el más servicial y educado de los dos, al mismo tiempo que aventurero….a la vez que Elrohir era más callado y…rebelde y subordinado…..Yo ya empezaba a distinguir a cada uno. Uno de ellos me miraba fijamente….
Al instante, un príncipe habló tomando su brazo al pecho, dando un paso al frente:
-Me alegro de conocerte en persona por fin, Legolas Hojaverde-Me dijo con una sonrisa en su rostro.
-Lo mismo digo….-Respondí confundido intentando adivinar si en verdad era el hermano que yo pensaba.
-Elladan. Y él es mi hermano Elrohir-Dijo señalando con su dedo índice al elfo que no quitaba su mirada de mí.
-“Aiya…”
No dijo nada más. Permaneció callado y observándome detrás de la silueta de su hermano.
Yo también me quedé observándole, con esa mirada penetrante e incómoda. No me gustó mucho su presencia.
Mi padre, ante esto, interrumpió tomando del hombro a Elrond y diciendo:
-¡Bueno! Ya tendréis tiempo de conoceros. Estaréis agotados de tanto viaje. Venir, os llevaré ante vuestras habitaciones.
Tras decir esto, los príncipes y su padre se fueron, acompañados por mi padre. Elrohir me desvió la mirada lentamente mientras que yo le seguía observando con curiosidad.
A la mañana siguiente, desayuné en el salón un poco de Lembas junto a Elladan y Elrohir. Elladan me había caído bien, no paraba de darme temas de conversación, contándome historietas de Rivendell y de sus viajes a Fornost, Moria y Bree.
Elrohir….con la mirada perdida y sin desayunar, seguía callado y ajeno a la larga conversación que estaba teniendo con su agradable hermano. Yo tampoco intenté hablar con él, la verdad es que me da igual que no le guste estar aquí…Le seguiré ignorando, de momento.
De repente, las puertas se abrieron bruscamente de par en par y de allí apareció mi bella luz. Tauriel se acercó a paso acelerado hasta mí, haciendo caso omiso de las presencias de los dos elfos y me recriminó:
-Legolas, estaba esperándote en la armería y no has ido….
-Dísculpame. Estaba ocupado con nuestros invitados. Mira te presento a los príncipes de Rivendell….Elladan y Elrohir-A la vez que cité su nombre, Elladan la saludó llevándose al pecho su brazo derecho. Mientras que Elrohir, simplemente, la miraba fijamente….
-Los hijos del maestro Elrond…
Al instante, mientras Elladan seguía comiendo tranquilamente, aprecié que Elrohir se levantó de su silla, dirigiéndose a mi Tauriel. Ella se quedó callada a la vez que ese misterioso elfo seguía caminando hacia ella y sin despegar su mirada de mi capitana.
Elrohir cogió un cabello de Tauriel y empezó a olerlo con gusto, cerrando los ojos. Mi capitana se quedó perpleja y hasta un poco asustada.
Yo, callado, presencié con atención aquella escena.
Él, soltó su cabello y la dijo, casi susurrando:
-“Nai sílë findelyo caluva tienyanna oialë…”
Cuando dijo esto, sentí mi corazón arder de rabia contenida, pero me quedé en absoluto silencio, mientras que Elladan no prestaba atención a lo que estaba sucediendo.
Para mi sorpresa, Tauriel sonrió y se puso un poco nerviosa, sólo respondió:
-“Hantalë….”
-“Quentuvalyë nin esselya?”
-Tauriel.
Antes de que continuaran, me levanté a paso acelerado, me puse en medio de los dos elfos y ordené a Tauriel:
-Tauriel, ¿Te acuerdas de la misión que te encomendé la semana pasada?
-Si, Legolas…
-Ya es hora de terminar con esas arañas, ¿no?
Al escuchar esto, Elrohir posó su mano en mi hombro y me dijo:
-¿Has dicho, arañas? ¿Arañas del Bosque Negro?
-Si… ¿algún problema?-Le respondí extrañado y un poco enfadado…creo que todavía seguía celoso…
-Siempre he deseado conocerlas….bueno todo el Bosque en sí, me encanta la naturaleza en general, los bosques, los animales, las flores….
-A mi también Elrohir-Respondió Tauriel dedicándole una sonrisa de gran afecto.
-¿Te quieres venir conmigo?-Preguntó mi capitana a la vez que yo la observaba sorprendido.
-Por supuesto que sí.
Yo, en un intento de impedir aquello, respondí:
-Si ni siquiera vas preparado…-Dije mientras me reía a carcajadas.
De repente, haciendo una perfeccionada y hábil maniobra, sacó de su capa unas largas dagas parecidas a las mías. Me devolvió la sonrisa y me dijo, llevándose a Tauriel consigo:
-No nos esperéis para comer….Hojaverde….-Al mismo tiempo, se despidió de mí llevándose sus dos dedos índices a la cabeza.
Yo, mucho más rabioso por irse con Tauriel que su comportamiento inmaduro y reprochable, apreté los puños con fuerza.
Elladan se acercó a mí y me dijo:
-No le hagas caso…A veces puede ser un poco provocador y maleducado.
-Parece que tiene algo contra mí….pero no me importa….
-Ya bueno…volverán, Elrohir es un magnífico guerrero, no te preocupes.
-Ya….
Después de la comida, casi a la hora de cenar, Tauriel riendo alegremente, llena de rasguños y sucia ante la tormentosa lluvia que había en el bosque, entró al salón, con Elrohir a su vera…
-Príncipe Legolas….ya hemos acabado con el nido de arañas que habitaba en la estribación suroeste de su bosque…-Me informó Elrohir a la vez que Tauriel le susurraba algo a su oído izquierdo.
Yo, me dirigí hacia ellos y les dije:
-Bien hecho. Elrohir, nuestros padres y Elladan están esperándonos en el gran salón para cenar, acompáñame.
-¿Y Tauriel?
-¿Qué pasa con ella?
-¿No nos va a acompañar?
-Ella cenará con quien desee. Pero con nosotros no.
-Me parece discriminatorio.
De repente, al escuchar aquello, Tauriel se mostró seria y callada y yo, me di la media vuelta, mirando al impertinente y molesto elfo.
-Son las normas del rey, ¿Algún problema?
-Sí. Una belleza como su capitana debería de ser mejor tratada….
¿Cómo se atreve a recriminarme nada? ¿En mi propia casa? ¿Quién es para dudar del trato que la doy? No tiene ni idea de lo que hago por ella….pero lo que más me enfado fue que Tauriel no contestó nada al respecto…. Siempre estoy pendiente de ella todos los días, y lo sabe…
Yo, me contuve y sólo respondí:
-¿A qué te refieres?
-Si Tauriel fuera mi capitana en Rivendell, se la consideraría mejor…Hojaverde…
Ya no pude aguantar más mi rabia y furia y le respondí:
-¿Quién eres tú para decirme tal cosa?
-No hay nada de amor en ti...
-Cómo vuelvas a decir una sola cosa más al respecto…
-¿Me estas amenazando?
-Por favor parar-Interrumpió Tauriel distanciándonos el uno del otro. Pero yo no pude controlar mi ira y respondí:
-Mira…Elrohir….Mañana por la mañana os vais de mi reino tu hermano, tu padre y tú…así que no me provoques…
-Cobarde…
Al instante armé mi arco y le apunté en la frente.
Por fin subo capítulo. Después de dos semanas sin actualizar (Discúlpenme) y sin escribir, aquí lo tenéis. Y cómo compensación, este “One-Shoot” constará de dos partes bastante largas. El próximo lo tendréis muy pronto.
Traducciones:
-Hola = “Aiya”
- Ojalá el brillo de tu cabello ilumine mi camino para siempre = “Nai sílë findelyo caluva tienyanna oialë”
-Gracias = “Hantalë”
-¿Me dirás tu nombre? = “Quentuvalyë nin esselya?”
Por supuesto, gracias a todos por seguir animándome. Gracias especiales a @TaurielIsabelleDurin, mi estrella blanca. Con sus comentarios, mensajes y fics. Muchos besos mi princesa:333