Una decisión personal

1.4K 70 11
                                    

-Bien, ¿Os estaréis preguntado todos por qué os hemos reunido hoy aquí?-Empezó Thranduil hablándonos, bastante nervioso. A su lado, estaba Legolas, firme y erguido como un robusto árbol.

Algo importante nos tienen que decir después del ataque de los trasgos, ayer por la noche. Muchas muertes de muchos seres queridos, aquí, en el Reino del Bosque. Tenía que haber ayudado más a la guardia, si no hubiera estado con el hijo del rey aquella noche......

Estábamos diez oficiales posicionados en una fila horizontal. Delante de nosotros hablaba un muy serio Thranduil, más que de costumbre, dando vueltas sobre sí mismo.

-Os hemos hecho venir aquí porque como ya sabéis ayer nos atacaron un pequeño batallón de trasgos, no más de un centenar. El caso es que, afortunadamente, acabamos con ellos, pero perdimos a muchos seres queridos, entre ellos, nuestro querido capitán de la guardia.

La verdad, no conocía muy bien a ese elfo. Ya que había sido recién ascendida al cargo de oficial, pero siento mucho su perdida, como todos....

-Y diréis, ¿Por qué os he convocado sólo a los oficiales? Porque el cargo de capitán de la guardia ha quedado vacante. Y se necesita un guerrero apto, con experiencia y con mucho valor. Hemos estado pensando Legolas y yo....y ya hemos elegido al que será el acompañante de mi hijo en sus viajes y el que estará a cargo de la protección del reino.

Era obvio. Por eso nos ha convocado a nosotros. Todos estábamos sospechando que ese era el objetivo principal de esta especie de reunión.

Notaba a mis compañeros bastantes nerviosos. Ya que todos ellos levaban toda la vida esperando una oportunidad como esta. Todos eran elfos, yo era la única elfa. Y la más joven, ya que los puestos altos de la guardia eran para los más sabios y experimentados. Yo, la verdad estaba bastante tranquila. Sé que no me iba a elegir a mí. Sería muy extraño en el Bosque Negro, y sobre todo con el rey Thranduil....

Se hizo un silencio enorme. La espera para oír el nombre que iba a salir de la boca del rey se hizo larga y espesa. Las ansias de conocer a quien sería el próximo capitán se hacían enormes por parte de los allí presentes cada silencioso segundo que pasaba.

-Bien. Hemos decidido que el próximo capitán del Reino del Bosque será Tauriel.

Fue tal el asombro que me llevé al escuchar mi nombre que me quedé muda, paralizada y boquiabierta.

-Tauriel, un paso al frente.

Yo, sin pensarlo, caminé un paso por delante de los demás elfos. Que todavía seguían sorprendidos. La mayoría se lo tomaron con asombro simplemente pero otros mostraron una gran cara de enfado y rabia, frunciendo el ceño y apretando los puños con fuerza.

Legolas me miró de arriba abajo y me sonrió. Thranduil seguía muy serio y finalizó:

-Entregarás el uniforme castaño de guardia y a cambio se te proporcionará un uniforme oficial. Será más pesado y fuerte que el otro pero te protegerá mejor de los ataques en el torso y las piernas. Se te dará también a elegir uno de los mejores arcos que tenemos y unos guanteles blanquecinos dignos de un gran capitán de la guardia.

Todavía seguía preguntándome: ¿Por qué yo? Si se suele elegir al más experimentado, ¿Por qué yo si solamente tengo poco más de trescientos años? ¿No se suponía que el capitán de la guardia era varón?

Thranduil preguntó:

-¿Tus primeras palabras?

Yo, al momento, le contesté:

-Sí. Que espero hacer lo mejor que pueda y que haré todo lo que esté en mi mano para proteger nuestras tierras.

-De acuerdo. Acompáñame. Los demás, gracias por asistir. Se os entregarán nuevas misiones para el día de mañana. Hoy tenéis el día libre.

Los demás elfos, mientras refunfuñaban y mascullaban sobre mí seguramente, se fueron. Yo acompañe al rey a su salón.

-Muchísimas gracias mi señor. No sé cómo podré agradecéroslo-Mientras decía esto, me arrodillé ante él y me llevé la mano al hombro como muestra de agradecimiento y lealtad.

-No tienes que darme las gracias a mí-Respondió sirviéndose una copa de vino y sonriendo irónicamente.

-¿Entonces?

-Es verdad que luchas muy bien y eres muy valiente, pero se necesitan más....atributos para llegar al cargo de capitán. Sabes quién te ha elegido... ¿no?

-Puede que si...

-Mi hijo Legolas. Tu príncipe y al que debes lealtad. Así que a mí no me tienes que dar las gracias. Si por mí fuera, tú no estarías aquí. Él insistió mucho contigo. Dice que eres muy capaz para el puesto.....-Me dijo esta vez más serio y mirándome fijamente con esa mirada intimidatoria.

-No sé qué decir mi señor....

-A mi nada, sino a él....Ahora márchate, diré que te traigan la ropa a tu habitación.

Yo asentí. Hice una reverencia y me di media vuelta. Pero antes de irme, me dijo:

-¡Tauriel! Tú eres una elfa Silvana y él un príncipe...mi hijo. No lo olvides, nunca.

Asentí de nuevo y me marché. A buscar a Legolas para agradecerle lo que ha hecho por mí.

Pero, ¿Por qué me dice eso Thranduil? Creo que es porque no quiere que me encariñe con Legolas. Él sabe muy bien que somos amigos desde hace mucho tiempo. Pero ¿Por qué cada día que hablo con él me lo recuerda? Ya sé que entre yo y Legolas no puede haber nada.....Que tenemos destinos totalmente diferentes....

De repente, sin darme cuenta me choqué, sorprendentemente con Legolas. Los dos respondimos a la vez con una sonrisa amistosa y yo le dije:

-Legolas, te estaba buscando.

-¿Y qué me quiere decir la nueva capitana de la guardia?-Preguntó sarcásticamente tomándome mi mano y besándola dulcemente. No sé porque, pero siempre que hablaba con él, me hacia sonreír. Era tan grafíticamente para mí estar con él.

-Darte las gracias. Me ha dicho tu padre que has sido tú el que me ha elegido como capitana de la guardia....

-Te lo has merecido. Sólo he sido justo y sé que tú eres la más experta y capaz de entre los diez. Además, ¿no te parece que ya era hora de que una belleza guerrera cambiara un poco al anticuado puesto de capitán?-Me lanzó un halago a la vez que me seguía mirando de arriba abajo, con esos hermosos ojos azules....

-No te voy a mentir. La verdad es que si. Bueno, ¿y qué tengo que hacer?

-Más o menos lo mismo. Pero ahora viajarás conmigo en tus próximas expediciones. Para ir empezando, mañana por la mañana me acompañarás al gran patio exterior. Hay que enseñar a los iniciados a usar el arco.

-De acuerdo. ¿Mañana en la armería como siempre?-Le pregunté muy entusiasmada.

-Como siempre, allí estaré-Finalizó haciendo una reverencia y se fue.

Ya me había dejado otra vez con una mueca de felicidad.... ¿como lo hace? Es tan simpático, tan divertido y con tanta experiencia....Y no me saca más de mil años.

Mira y trata de una forma mucho más distinta a los demás a como lo hace conmigo....No, tonterías, que estupideces digo. Es imposible que se haya fijado en mí. ¿Un príncipe elfo Sindar como él en una humilde elfa Silvana como yo? No lo creo.

Bueno, mañana es mi primer día oficial como capitana de la guardia, junto a él.

Legriel. Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora