imaginas: conoces a levi una madrugada durante tu caminata por ella, y quedaste maravillada porque era un tritón.
nota: au. levi tritón.
...
—Oye, quiero que guardes silencio, volveré pronto, sólo tengo que atender a unos cuantos amigos. —Dijo, poniéndose de pie y caminando a la puerta del baño.
—¿Y si alguien quiere entrar? —cuestionó, cruzado de brazos.
—Le diré que está averiado, no lo sé, algo se me ocurrirá, no te preocupes. —sonrió tiernamente, sonrojando al triton en la bañera. —Eres lindo, Levi.
—Ya vete de aquí. —chapoteó un poco de agua hacia ella con su cola, causando que riera bajo.
Salió luego de eso.
Levi recostó su espalda en la bañera, mirando su cola fuera de ésta, pues no cabía del todo en ese pequeño espacio, lo que se le hacía ligeramente incómodo teniendo él todo el mar a su disposición en donde podía nadar libremente, siendo esto totalmente diferente a lo que estaba acostumbrado.
Suspiró, sumergiendo la parte inferior de su cabeza, dejando solo a la vista sus ojos y cabello. Sus mirada estaba puesta en la pared de la habitación y pensaba en lo último ocurrido con la mujer (c/c). Se sonrojó, arrugando el entrecejo con leve enojo, sintiendo en la boca de su estómago unas supuestas mariposas que le desagradaban.
El beso que (n) le dio hace unos minutos lo dejó defectuoso, con su corazón latiendo como nunca y su rostro ruborizado. Nadie había logrado colocarlo así como ella lo hizo.
No iba a negarlo, estaba totalmente enamorado de la mujer hace más de un mes luego de haber pasado casi toda una noche, madrugada, incluso amanecer hablando con ella. O mejor dicho, escuchándola hablar sobre lo que era su vida.
La conoció hace un año en un accidente donde se vio involucrado gracias a su hermana, Isabel. La sirena pelirroja estaba nadando cerca de la superficie, pensando que quizá no habría ningún humano ya que era de noche. Claramente se equivocó, si había alguien recorriendo la zona en donde ella se encontraba, y por no haberse fijado en esto, al dar un salto como los delfines hacían, la mujer que estaba allí pudo verla perfectamente.
Sí, se asustó, había quedado en shock, pensando que quizás su mente le estaba causando una broma de mal gusto. Pero no pudo evitar acercarse más al mar, era un humano, después de todo la curiosidad era algo muy normal en ellos.
Fue cuando (n) volvió a verla saltar y eso provocó que diera pasos inconscientemente a dentro del océano. Quería conocerla, tocarla, hablarle. Era extraño, pues en cada mito que escuchó sobre esa rara especia, en cada uno recalcaba que eran crueles, que te agarraban las piernas y te hundían hasta lo más profundo del mar, dándote una muerte segura.
Sin embargo, (n) no sentía miedo, lo único que recorría su cuerpo en ese entonces era la curiosidad por saber más de esa sirena.
Isabel, después de darse cuenta de que (n) estaba ahí, se alarmó y nadó lo más rápido que su cola le permitía lejos del lugar, yendo de vuelta a donde su hermano y su amigo Farlan estaban.
Luego de eso, (n) nunca dejó de asistir. Cada día, tarde y noche se sentaba en la arena y esperaba pacientemente a que la sirena volviera a salir.
Jamás llegó a pensar que estaba loca, no, ella supó lo que vio esa madrugada de abril y estaba segura de que con persistente y paciencia volvería a verla.
Levi, después de unos días, notó el extraño comportamiento de Isabel, parecía nerviosa y con miedo de algo, así que decidió preguntarle. Y, aunque Isabel lo negara todo por completo, el tritón terminó sacándole toda la información a su hermana, molestandose con ella por el enorme error que cometió.
Una semana luego, él, cautelosamente salió a la superficie, observando a la mujer desde cierta lejanía. Parecía dormir, no estaba del todo seguro, pero debía tener cuidado si quería ahogarla. Tenía que hacerlo, así el secreto de su gente no iba a saberse. Sabrá Dios que cosas harían los despreciables humanos si llegaran a enterrarse de que su especie si existe.
Sólo debía tomar sus pies y arrastrarla al mar con él, nada complicado con la fuerza que poseía. Claro, no contó con que ella no dormía realmente, al parecer solo estaba meditando.
Levi al verla a los ojos se quedó justo ahí, sin hacer ninguna acción. Por otro lado, (n) le sonrió y suspiró, soltando de su boca unas palabras que hicieron fruncir el ceño del azabache.
—Sabía que solo debía esperar.
Se presentó, le dijo su nombre, incluso se atrevió a colocar su mano sobre la suya, todo con un tono lleno de felicidad y una sonrisa que lo confundió aún más.
Una y otra vez se preguntó la razón de por qué no salía despavorida, era un tritón, un mito entre los humanos, ¿Por qué no estaba asustada? ¿Por qué no se iba?
Jamás lo supó, no encontró respuestas a sus preguntas, pero ahora muy poco le importaba.
Salió de sus pensamientos al escuchar la puerta ser cerrada, poniéndose atento a la persona que entró, pero bajó la guardia una vez vio a la (c/c) acercarse a él.
—Ya se fueron, lamento haberte hecho esperar.
—No importa. —musitó. Al parecer se había pasado todo ese tiempo metido en su mente.
Ella tomó asiento a su lado, colocando su brazo sobre el borde de la bañera.
—Levi, ¿Quieres hablar sobre lo del beso? —cuestionó y sus mejillas cobraron un carmesí intenso que se fue extendiendo por casi todo su rostro. —¿Nunca habías dado uno?
—No.
—¿Nunca tuviste a una chica con quien darlo? —su tono se volvió divertido. —¿O un chico?
—Uhm, esas cosas no me interesan. —terminó por decir, pero no era lo que pensaba en serio.
—Entiendo. —Resopló, fijando su mirada a otro lado de la habitación. —A mi me gustó... Mucho. No me importó lo inexperto que fuiste con tus labios.
—A mi me gustó también. —admitió, mirando solo el agua en la bañera.
—Estoy feliz de ser tu primer beso.
Él hizo un ademán con la cabeza, estando de acuerdo con ella. Se quedaron en silencio después.
(n) debatiéndose mentalmente sobre si confesarle sus sentimientos hacia Levi o dejarlo pasar, él parecía no tener interes en ella. Mientras, el azabache tenía el mismo problema que la (c/c), no sabía que hacer en estos casos, no tenía conocimiento sobre el amor, era un completo virgen en eso. Farlan era el único entre los tres que sabía de estos temas, pero obviamente no se encontraba con él para poderle hablar sobre lo que sentía y lo que debía hacer.
Fue entonces que la mujer decidió dar ese paso, mandando todo al demonio.
Respiró hondo y después lo dejó salir. Llamó la atención de Levi al rozar sus dedos con el hombro de él, y le regaló una sonrisa y otro beso en los labios.
—Oye, me gustas demasiado. —confesó. —Me has gustado desde hace meses... Estoy completamente enamorada de ti y puede ser extraño, lo sé, tu eres un tritón y yo una simple humana, somos completamente diferentes, de mundos distintos... Pero creo que estamos destinados a estar juntos. Ugh, que cursi. —susurró para sí misma y negó con su cabeza ligeramente. —Levi, ¿yo te gusto, tu estás enamorado de mi? —apretó sus labios entre sí, esperando una respuesta que tardó un poco en llegar.
—S-sí... Estoy enamorado de ti. —firme, sin tartamudear, ni balbucear lo último que soltó.
(n) sintió el oxígeno devuelta a sus pulmones. Mierda, estaba muy nerviosa, no quería ser rechazada, pero ahora estaba más que feliz pues su amor era recíproco.
—Oh, Dios, soy novia de un tritón, es lo más extraño que me ha pasado. —soltó una pequeña risa y tragó saliva. —Pero también es lo más maravilloso.
—Deja de ser tan cursi, (n).
—Lo siento, no puedo, tendrás que soportar este lado de mi desde ahora. —se encogió de hombros, restándole importancia a lo que dijo.
Se acercó nuevamente a su rostro y volvió a besarlo, manteniendo esa sonrisa en sus labios, la cual contagió a Levi, causando una sonrisa en él.
...
tenía muchísimas ganas de escribir esto después de haberme visto la forma del agua,,, mm quedé fascinado con esa película, ahora es mi favorita.
tenía una imagen de la vez que Levi mostró una sonrisa en el anime (no en el ova) y pues esa misma sonrisa es la que tiene cuando (n) lo besó,, aa- es extremadamente tierno.