-¿Theseus?- George preguntó, sorprendido al ver al Hufflepuff allí, con su camisa en la mano y el torso descubierto.
El Scamander apretó sus labios hacia dentro, con una expresión de "haberla cagado". George lo miraba con el ceño fruncido, ya que, el castaño no contestaba.
-¿Quién es?- la voz de una chica se escuchó desde dentro del apartamento, con unas pequeñas risas - ¡Theseus, mira lo que me hicis - se carcajeó hasta llegar a la puerta y ver a aquel pelirrojo. Ver un rostro tan parecido al de Fred la hizo suspirar con pesadez, pero, si ya le resultaba fácil diferenciarlos antes, ahora más, ya que al menor le faltaba una oreja. -... George.
-Hola- George sonrió levemente, viendo que la camiseta de la chica estaba llena de pintura lila y blanca, al igual que su cabello y rostro. Su mirada viajaba del castaño a la castaña, observando que ambos estaban manchados de pintura.
-Pasa, George- dijo ella después de guardar silencio durante unos segundos.
-Sí.. - Theseus se hizo a un lado para que el chico pudiese entrar, y lo hizo -. Yo ya me iba.
-¿No quieres darte una ducha antes de irte? Te manché todo...
-No te preocupes...- sonrió, poniéndose la camisa, aún manchada de pintura blanca -. Somos magos, ¿recuerdas?- George soltó una pequeña risa y la chica sonrió, un poco incómoda por la situación -¿Te veo esta noche?
Ylenia asintió -Allí estaré.
Theseus se inclinó para dejar un suave beso en la mejilla de la chica, alzó las cejas hacia George, despidiéndose de ambos, y se marchó.
[...]
George esperaba sentado en el sofá de la sala mientras Ylenia se daba una ducha para quitarse toda la pintura.
Observó el apartamento con atención. Las paredes ya estaban secas ya que, Ylenia hizo que se secaran con un hechizo. Estaban pintadas de blanco y morado lila, el color favorito de Ylenia, sin duda. Había estanterías con libros de todas clases, tanto muggles como mágicos; de pociones, de DCAO, de transfiguración, transformación, núcleo en varitas, y todo tipo de criaturas mágicas. Muebles a juego con el color de las paredes, un sofá en la sala dónde había una televisión muggle y una pequeña mesa de sala. La cocina estaba detrás de la sala, sin ninguna puerta que las separase.
George la miró cuando entró a la sala, con ropa nueva y el cabello húmedo.
-George- suspiró, no sabía ni siquiera que decir ahora. ¿Hola? ¿Qué tal? , todo le parecía una estupidez. Se había ido sin decirle nada a nadie y no podía comportarse como si nada hubiera pasado.
-¿Cómo estás?- George se levantó, directamente yendo hacia ella para atraparla en un cálido abrazo donde ella inmediatamente se sintió cómoda y respondió ante él.
-Estoy bien, Georgie- dijo, acariciando al espalda del más mayor -, ¿cómo estás tú?
-Estoy bien.
Ambos se separaron del abrazo, mirándose entre sí mientras sonreían con nostalgia.
-¿Té?- preguntó ella, alcanzado su mano para llegar hasta la encimera de la cocina, estiró un tipo de palo y una pequeña mesa se abrió -, ¿o café?
-Me uno a ti, té.
Ella asintió, sonriendo -Siéntate...
Después de un buen rato hablando, de cosas sin sentido entre ellos, George no se atrevía a preguntarle lo que quería, siempre saltaba con otro tema diferente.
-¿Así que... el mundo muggle?
-Así es...- se movió en la silla, sonriendo por su reciente conversación con George.
-¿Y ya empezaste a estudiar?
-Oh, de hecho... empiezo la semana que viene- dijo -, el lunes.
-Hm- asintió -. Me alegra que estés haciendo lo que te gusta.
-Aprendí de los mejores- sonrió, tomando la última gota de té de la taza -. Mírate. Tú y... Fred, conseguisteis abrir la tienda, aunque nadie apostase por vosotros ¡Oye, yo si apostaba, eh!- ambos rieron- . Pero muchos no creían en ustedes y... mírense ahora, con dos sucursales, y otra en camino ya mismo, estoy segura.
George sonrió, le gustaba cuando alguien le halagaba por su trabajo, más, teniendo en cuenta que Ylenia sabe todo el esfuerzo que él y su hermano pusieron en Sortilegios Weasley. -Perdón que te pregunte, pero... ¿tú y Theseus..
-Oh, no- Ylenia soltó una pequeña risa mientras se servía más té -. No, George- lo miró, con un templante serio pero sereno -. Newt volvió a irse.
-¿Enserio?
-Sí...- volteó los ojos levemente, dando un suspiro -. Entonces, a veces Theseus y yo nos vemos, nos damos apoyo mutuo, y recién me estaba ayudando a arreglar el apartamento- explicó -. Pero, creo que no pasa nada entre nosotros. ¡Aunque admito que no me importaría volver a tirarmelo! Si eso es lo que quieres saber. - ambos soltaron una gran carcajada después de eso -... ¿Cómo está Fred?
George quitó la sonrisa del rostro, sabía que ella tarde o temprano preguntaría por él. - Lo de las flores no es cierto, ¿verdad?
-¿Perdón?
-Tú no lo has dejado de amar, y tampoco lo estás olvidando- dijo George -. Mira, no sé como lo estás haciendo, pero sé que esas flores no son reales. Es... tú y Fred no pueden acabar así.
-George...
-Igual, no vine exactamente a hablar de eso- la interrumpió mientras ella escuchaba con el ceño fruncido -. Sólo quería ver como estabas, hablar un poco contigo, te extrañaba... todos los hacen.
-Yo también los extraño, Georgie- sonrió tiernamente, acariciando el hombro del mayor -. Pero no contestaste a mi pregunta... ¿cómo está Fred?
Después de varios segundos callado, sin saber que decir, habló -Está bien, enserio, no te preocupes.
-Me alegro mucho de que ambos estén bien, George, los quiero mucho a ambos. Sólo quiero lo mejor para ustedes... lo sabes.
-Lo sé, nosotros también a ti.
-Por cierto, me gustaría que hicieras algo por mí- Ylenia se levantó, yendo hasta una estantería llena de libros. Sacó un libro, llamado "Orgullo y Prejuicio", sacó un sobre de una de las páginas y se lo entregó a George -. Es una carta para Fred, necesito que tú se la des.
-Claro, no te preocupes.
✩ ✩ ✩
George llegó al piso devastado, el día de hoy había sido cansado, aunque, le había merecido la pena. Al menos sabía que Ylenia estaba bien, en cambio, su hermano seguía igual. Suspiró al llegar y encontrarse con dos botellas de Whisky de Fuego vacías en suelo del salón. Pasó la mano por su frente, frustrado por no poder hacer nada por su gemelo. Caminó hasta la habitación de Fred y dio dos golpes en la puerta.
-¡Déjame solo!- Fred pronunció, aunque podía notarse que no estaba demasiado sobrio.
-Hoy la vi, Fred- dijo George sin más -. Y me dijo que te entregase esto.
Fred, al ver como un sobre traspasaba el suelo de la puerta, corrió hasta ella, agarrando el sobre y reconociendo la letra de Ylenia en el papel lila, donde ponía "Fred", con muy buena caligrafía. Sus ojos se tornaron cristalinos. Abrió el sobre para descubrir la carta con ansiedad.
"Fred;
No sé si estés molesto, pero, necesito que leas esto. Tienes que tomar medidas contra lo que Angelina te hizo. Estabas borracho y se aprovechó de ti, Fred, abusó de tu estado. Por favor, sólo ve al Ministerio de Magia y cuenta lo que sucedió con detalles, todo lo que recuerdes. Se que simplemente vas a decirme que no, pero, por favor, si esto te está afectando debes tomar medidas, tanto judiciales como psicológicas. Voy a estar para ti si necesitas mi ayuda en esto, y en lo que sea, siempre vas a contar con mi apoyo y respaldo, amor. Sabes que te quiero, eres una de las mejores personas que he podido conocer a fondo y no te mereces esto.
Te quiere, siempre, Ylenia."
Sus ojos estaban llenos de lágrimas. Él no recordaba nada, no sabía si había tenido relaciones sexuales con Angelina o si no lo había hecho. Pero, le mataba el hecho de saber que eso le había costado su relación con Ylenia.
Ylenia. Su preciosa Ylenia. Como le gustaba verla por las mañanas, desnuda en su cama y recordando todo lo que había hecho la noche anterior. Verla tararear en la cocina mientras cocinaba, sus provocaciones cuando tenían una reunión familiar e incluso cuando se enojaban, también la extrañaba.
¿Tenía que hacer caso a lo que Ylenia le había dicho en la carta?
✩ ✩ ✩
-Hola- Ylenia se sentó en la mesa del restaurante muggle donde Theseus la esperaba -, perdón por la tardanza, tenía mucho que hablar con George y se me hizo tarde.
-No te preocupes, linda- sonrió. Ciertamente, Ylenia le transmitía mucha paz a Theseus, y eso hacía que le gustase tenerla cerca -. ¿Qué quieres beber?
-Hm, creo que tomaré... un Berry Bros.
-Que sean dos entonces- Theseus llamó al mesero para que ambos pudieran tomar su pedido y cenar tranquilos en la terraza del restaurante.
[...]
-¡Te prometo que me encanta esto! ¡Es mi postre favorito a partir de ahora!- dijo una Ylenia entusiasmada después de haber probado el Cullen de Chocolat. -. Definitivamente me estoy enamorando del mundo muggle- murmuró.
-Me gusta verte sonreír.
-¿Disculpa?- Ylenia tuvo que beber de su copa de vino ya que se atragantó al escucharlo.
-Digo que me gusta verte feliz, Ylenia. Después de verte tanto tiempo cabizbaja, ahora sonríes. Y eso me... me gusta- la chica no pudo evitar sonreír -. Me gusta verte feliz.
-Tu me estás... ayudando con todo esto- dijo ella -. Estás ahí cuando te necesito, me apoyas y me ayudas siempre que te lo pido. Estoy muy agradecida contigo por todo, Thes- su mano viajó hasta la de él, dando una suave caricia.
-No tienes que agradecer nada, lo hago por que me gusta hacerlo- dijo, mirando hacia el gran reloj que había detrás de Ylenia, dándose cuenta de que ya eran las doce de la noche -. Por cierto- agarró la mano que ella tenía sobre la suya propia y acarició sus nudillos mientras acercaba la mano a su rostro -, feliz cumpleaños- besó sus nudillos y ambos sonrieron.
-Gracias...
[...]
-Gracias por la cena, Theseus- la chica se giró para verlo, el mayor la había acompañado hasta la puerta de su apartamento -. Estuvo todo delicioso.
-Elegí bien entonces.
-Muy bien- soltó una pequeña carcajada que, a los ojos de Theseus, parecía demasiado tierna -. Mañana vienen mis padres a almorzar...
-Tienes que irte ya, lo entiendo.
-Sí...- sonrió tímidamente mientras colocaba un mechón de cabello detrás de su oreja y miraba al mayor, que sonreía con los labios apretados hacia adentro.
-¿Ya te dije que ese corte de cabello te sienta fenomenal?- preguntó, dando un paso más hacia ella.
-Sí- ella imitó la acción, mirando hacia arriba por la diferencia de altura -... pero, puedes decirlo cuantas veces gustes.
-Pues, te queda fenomenal- él se inclinaba, y ella se ponía de puntillas sobre sus propios tacones para poder estar más cerca uno del otro. En los últimos meses habían estado más juntos, y en el último mes, sobre todo, pasaban mucho más tiempo juntos. Theseus la estaba ayudando con algunos papeles para rellenar de la nueva escuela, y ella lo ayudaba a distraerse con el tema de su hermano. La verdad era que, aunque se llevaran 4 años, Theseus la veía demasiado madura, y podían hablar de cualquier cosa sabiendo que lo iba a entender y no iba a prejuzgar ni preguntar mamonadas -... debería ir...
Ella cortó lo que quedaba de distancia con un beso. Tirando de su chaqueta hacia abajo ya que no podía llegar hasta él. El castaño correspondió al beso al momento, colocando ambas manos en su cintura para unirse mejor en el beso. No era acalorado ni salvaje, era suave, y lento. Todo lo contrario a cuando se besaba con Fred, y la sensación también era distinta.
Ylenia se separó, dejando un pequeño casi invisible hilo de saliva entre ellos que se separó cuando alcanzó una distancia. -Buenas noches.
-Buenas noches- Theseus alzó las cejas. Por nada del mundo se esperaba ese beso, por nada del mundo -... hasta el domingo.
-Nos vemos, Theseus- cerró la puerta del apartamento, dejándolo sólo en el pasillo. Se apoyó sobre la puerta de madera y miró hacia el techo, suspirando. Dejó las llaves en la mesa de la entrada, se sacó el abrigo y lo dejó en el sofá, dándose cuenta de que ahora estaba sola.
✩ ✩ ✩
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N/A: Holaaa, ¿cómo están?
No se la tomen con Theseus, y mucho menos con Ylenia. Ella tiene derecho a rehacer su vida como le de la real gana, no puede estar anclada a una persona que la lastimó, aunque no fuese queriendo, ella lo siente así.
Aclaro esto porque, ya veo venir los malos comentarios, y en cuanto vea uno insultando, menospreciando o despreciando a Ylenia lo bloquearé.
Espero estén bien<333