El pecado de florecer

Door AnikaDragneel

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Para Luz, un nuevo comienzo en un lugar distinto, con choques culturales, diversión, lazos eternos, amistad v... Meer

Tulipán Jaspeado
Rododendro
Clavel estriado.
Heliotropo
Eléboro
Primera betónica
Segunda Betónica
Tercera betónica
Coreópsis
Segundo tulipán jaspeado
Glicinia
Brezo blanco
Hortensia

Ciclamen

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Door AnikaDragneel


Ciclamen

El martes por la mañana, Luz llegó con quince minutos de ventaja antes de la primera clase.

Tenía la suerte de que, a diferencia suya, Lola era famosa por nunca llegar tarde a ningún lado.

Y, desde un principio se sentía más que feliz por ser llevada a la escuela y no tener que ir por su cuenta en una región de su país que no era precisamente conocida por ser la más segura.

Apreciando su nueva vida, Luz llegó finalmente a su casillero, pero pasó de él al ver que Willow ya estaba ahí, hurgando en su propio casillero.

―¡Willow! ― Saludó alegremente acercándose a su nueva amiga.

La pelinegra sacó la cabeza de su taquilla para mirar a la morena que la saludaba.

― ¡Oh, Luz! ¡Buenos días! ― Saludó con entusiasmo.

― ¡Buenos días! ― Respondió la joven acercándose para besar brevemente la mejilla de la ojiverde.

Luz retrocedió para ver como la piel pálida de Willow se ruborizaba.

― ¿Y eso? ― Le preguntó después de reír brevemente.

Luz inclinó la cabeza con confusión.

― ¿Te... Estoy saludando? ― Dijo titubeantemente.

―¡Oh! ― Willow volvió a reír. ― ¿Es un saludo dominicano?

Los ojos de Luz se ensancharon al comprender.

― Oh... ― Musitó. ― ¡Oh! ¡Lo siento mucho Willow, mi hermana me dijo que no fuera tan cariñosa, me olvidé y...

Willow agitó la mano desestimando las preocupaciones de Luz.

― No pasa nada, no me molesta, sólo me tomaste desprevenida. ― Le dijo sin dejar de sonreír. ― Mis padres son muy afectuosos, así que estoy acostumbrada.

El mohín en la cara de Luz daba a entender que no estaba muy convencida, pero Willow se acercó y besó su mejilla brevemente también.

―¿Se devuelve el saludo, verdad?

Luz le sonrió brillantemente.

―¡Sí! ― Rio. ― Casi siempre al mismo tiempo, pero sí.

Ambas rieron por unos segundos para calmarse rápidamente.

―Llegas temprano. ― Le dijo Luz.

― Ah, sí, ayer me quedé con mi hermana y su novia, así que Becca me trajo muy temprano, dijo que quería hablar con Boscha antes de empezar las clases. ― Respondió Willow encogiéndose de hombros.

― ¡Cierto! ¿Qué era lo que quería tu hermana?

Willow rodó los ojos.

― Quería que las acompañara a elegir los atuendos para la boda, sólo los de Wionna, usará un vestido en la ceremonia y un traje durante la recepción, supongo que por eso Becca quiere hablar con Boscha, para que las acompañe a elegir su vestuario. ―Concluyó Willow cruzándose de brazos.

― ¿No hubiera sido más fácil que fueran todas juntas? ― Preguntó Luz con inocencia.

Willow la miró enarcando una ceja.

― ¿No recuerdas lo que pasó ayer en la cafetería?

― ¡Oh! ¡Cierto! ― Recordó Luz dando una breve palmada. ― Lo siento, he estado un poco distraída desde ayer, han pasado muchas cosas.

― ¡Ah, te tengo que contar sobre la clase de la señorita Morningstar! ― Le dijo Willow con angustia.

― ¡Oh, no te preocupes por eso! ― Desestimó Luz con un leve movimiento de su mano. ― Hablé con Amity ayer antes de irme, no somos exactamente amigas, pero me perdonó y hoy vamos a-

― ¡¿Qué ella hizo qué?! ― Exclamó Willow con sorpresa en un tono elevado.

Luz retrocedió ante el súbito grito.

― ¿M-me perdonó? ― Respondió la dominicana dubitativamente.

Willow la miraba boquiabierta.

― ¿Amity te perdonó? ― Repitió Willow con incredulidad. ― ¿Qué hiciste?

Luz jugueteó con sus manos incómodamente.

― Ya te lo conté ayer...

― ¡No eso! ¿Qué hiciste para que te perdonara?

Luz miró a Willow con recelo.

― Sólo... Hablé con ella. ¡Digo! ¡No fue una conversación fácil! ¡Especialmente con lo mucho que me cuesta expresarme! ¡Pero sí! ¡Sólo... Uh... ― Luz desaceleró su discurso al ver la cara incomprensible de Willow. ― Sólo hablé con ella.

― Liberaste un caballo, pusiste en peligro a su hermana, la avergonzaste frente a su padre, hiciste que le quitaran el teléfono y... ¿Te perdonó? ¿En menos de un día? ¿Sólo porque hablaste con ella? ― Enlistó Willow asombro. ― No... No lo puedo creer.

Luz se encogió sobre sí misma.

― ¡Oye! ¡Yo sé que fue mucho, pero no creo que lo que hice sea imperdonable, fue un acci-

― ¡No Luz, no! ― Interrumpió Willow de nuevo, negando con ambas manos. ― ¡No lo digo por eso, lo siento! Es sólo que... No lo puedo creer...

Luz frunció el ceño.

― ¿Tan increíble es que Amity me perdonara? ― Preguntó sin poder ocultar una nota de enojo mientras cruzaba los brazos.

― ¡Sí! ¡Luz, es increíble! ¡Conozco a Amity desde hace más de diez años, y además de sus hermanos, nunca la he visto perdonar a nadie! Y... A mí... Cuando éramos amigas... Hasta que dejó de hacerlo... ― Añadió con incomodidad. ― Amity es muy fría, y al menos desde que nos distanciamos, sólo busca la forma de destacar en clases y ser la mejor, si alguien se mete en su camino, lo aparta... Ella no perdona, ni da segundas oportunidades.

Luz miró a Willow con aflicción, aparentemente el recuerdo aún le lastimaba.

La pelinegra sacudió la cabeza.

― Es... Impresionante... Pero aún tengo que contarte sobre la clase.

― Pero, ya me arreglé con Amity. ― Afirmó Luz. ― No tienes que contarme nada...

― Oh, cierto, hablaste con Amity... ― Willow enarcó una ceja con sospecha. ― ¿Y ella no te dijo nada?

Luz ladeó la cabeza, confundida.

― Uhhh... ¿Me estoy perdiendo de algo? Sólo acordamos que nos veríamos hoy en el receso y el almuerzo para cubrir la hora que solicitó la señorita Morningstar.

Willow ensanchó los ojos con sorpresa.

― Realmente no te dijo nada... ― Llevó una mano a su mentón reflexivamente. ― Que curioso... Yo pensaba que Amity no creía en esas cosas.

La paciencia no era una de las virtudes de Luz.

― Wiiiillow... ― Pronunció insistentemente para llamar la atención de su amiga. ― ¿Hay algo que me quieras compartir?

Saliendo de su estado reflexivo, Willow miró a Luz con seriedad.

― Sí. ¿Notaste el ambiente de la clase ayer cuando se estaban eligiendo las parejas de trabajo?

Luz frunció el ceño.

― Sí... Se puso bastante raro, recuerdo que cuando dijeron tu nombre, suspiraste cómo si te hubieran dicho que aprobaste la materia más difícil de todas.

Willow rio brevemente.

― No me habría aliviado tanto si hubiera sido eso, estuve muy cerca de estar en la antepenúltima pareja, y es la menos agradable de las últimas tres.

― ¿Eso que significa?

La pelinegra inspiró profundamente.

― La señorita Morningstar empezó a dar clases cuando mi hermana Wionna cursaba octavo grado, ese año le dio clase a un solo grupo, uno de noveno, en ese momento nadie se dio cuenta aun, pero al año siguiente, ella empezó a dar clases en Highschool también, esta vez fueron cuatro grupos, y en todos pasó lo mismo, y al año siguiente, y el siguiente de ese, con cada grupo al que daba clases, de cualquier nivel.

Luz se impacientó aún más.

― ¡Willow, basta de misterio, me estás asustando!

Pero Willow se divertía demasiado con las expresiones de Luz, así que continuó explicando, de la manera más dramática posible.

― En esta academia, todos sabemos quién es la señorita Morningstar, y lo que te depara si eres parte del triángulo del destino.

― ¡Triángulo del destino! ― Jadeó Luz, para luego preguntar con urgencia. ― ¡¿Qué es eso?!

Willow apretó los labios para no reír.

― El triángulo del destino son las últimas tres parejas que la señorita Morningstar elige en cada grupo, cada pareja tiene un destino diferente, pero siempre tallado en piedra, la antepenúltima se lleva bien durante todo el semestre, llegan a ser mejores amigos, pero después de terminar el ciclo escolar, siempre tienen una enorme pelea de la que todo el mundo se entera, han llegado a ser peleas físicas, y siempre pasa.

― ¡Buen día chicas! ― Escucharon la voz alegre de Gus acercarse por el pasillo.

― ¡Hola Gus! ― Saludó Willow con entusiasmo.

La morena dio un breve saltito volviendo a la realidad.

―¡Oh! ¡Hola Gus! ― Dijo mientras se inclinaba para besar brevemente la mejilla del chico.

Al igual que Willow, Gus se ruborizó tenuemente.

― ¡Ah! ¡Lo siento! ¡Lo olvidé de nuevo! ¡Es que estoy muy acostumbrada a saludar así!

Gus miró a Willow con curiosidad.

― Es un saludo latino. ― Explicó la pelinegra. ― Me besó a mí también.

Gus jadeó con asombro a la vez que le brillaban los ojos.

― ¿Y por qué saludan así? ― Preguntó con curiosidad, pero antes de que Luz pudiera responder, Willow interrumpió.

― Ahora no Gus, le estoy explicando a Luz sobre el triángulo del destino, apenas voy en la antepenúltima pareja.

― ¡Oh! ― Exclamó el joven con entusiasmo. ― ¡El año pasado un muchacho de college mandó a su compañero al hospital porqué se acostó con su madre!

A Luz casi se le salen las córneas.

― ¡¿PERO-

― ¡Oh, y esa es sólo una de tantas Luz-

― Gus. ― Interrumpió Willow. ― Tenemos poco tiempo, Luz es parte del triángulo del destino.

El joven jadeó.

Luz se llevó las uñas a la boca y evocó a Willow a continuar angustiosamente.

― La penúltima pareja siempre hace algo sorprendente e impresionante, y se vuelven muy buenos amigos, así nos conocimos Gus y yo.

Luz jadeó y Gus tomó la palabra.

― Fuimos pareja hace dos años en octavo grado, hicimos un cortometraje en el jardín de la casa de Willow, en su ENORME jardín, y se hizo viral, incluso nos entrevistaron en algunos lugares.

― Wow... ― Exclamó Luz. ― ¿Y por qué no hicieron más?

― No me agrada mucho la idea de la vida pública y Gus tiene demasiados hobbies como para dedicarse a una sola cosa. ― Dijo Willow riendo levemente. ― Pero somos amigos desde entonces.

― Los mejores. ― Afirmó Gus levantando una palma para chocarla con la de Willow.

― Pero... ― Continuó Willow. ― Lo que a ti te interesa es la última pareja.

― ¡¿Luz es parte de la última pareja?! ― Exclamó Gus. ― ¡¿Con quién?!

― Aguarda Gus. ― Dijo Willow deteniendo los rebotes de su mejor amigo. ― Luz, la última pareja es la más famosa de todas. Los miembros de la última pareja... Siempre terminan juntos.

Luz guardó silencio unos instantes.

― ¿Juntos? ― Preguntó. ― ¿Juntos cómo... Pareja?

― Oh, suena muy simple. ― Continuó Willow. ― Pero la primera pareja que se formó en una clase de la señorita Morningstar se casó hace cinco años, y ella anuncia en clase cada vez que sus exalumnos la invitan a un matrimonio.

― Ninguna de las parejas se ha separado hasta ahora. ― Sumó Gus. ― Ni por un tiempo, terminan juntas y en diez años, ninguna ha roto su relación, no es cómo las otras dos, no siempre es algo vistoso, a veces hay declaraciones públicas, una vez un chico salvó a su pareja cuando entró un loco con un arma y le dispararon, pero siempre todos se dan cuenta de quienes son, y siempre terminan juntos.

Una miriada de expresiones cruzó el rostro de la dominicana mientras sus amigos le explicaban detalladamente la última parte del triángulo del destino.

Y sintió una presión en el pecho que no sabía distinguir si era emoción o estrés.

¿Incertidumbre?

― ¿Siempre? ― Cuestionó con énfasis.

― Siempre. ― Confirmó Willow. ― Al menos en diez años, no ha fallado ni una sola vez, con ninguna de las tres últimas parejas.

―¿Estás segura? ― Preguntó Luz llevándose las uñas a la boca con inquietud.

― Mi hermana estudió aquí hasta terminar la universidad. ― Contó Willow. ― Es casi diez años mayor que yo, y siempre me juró que la señorita Anika no se había equivocado ni una vez, y, desde que yo estoy aquí, tampoco he sabido de alguna vez que las profecías no se hayan cumplido, y ese rumor se correría bastante rápido, créeme.

Luz se apretó las mejillas con ambas manos y tiró de su piel hasta que sus párpados se estiraron visiblemente.

― ¿Qué se supone que haga con esta información? ― Se giró hacia los casilleros y recargó la frente sobre ellos. ― ¡Primer día y soy parte de una profecía escolar! ¡Justo mi suerte!

Se deslizó hasta el suelo haciendo chirriar el metal contra su piel.

Willow palmeó suavemente su cabeza.

― Sí... Según supe, Amity tampoco lo tomó muy bien, por primera vez en la vida supe que discutió con un profesor...Siempre pide puntos extra, pero nunca reniega la decisión de un maestro.

Willow ladeó la cabeza y enarcó una ceja mientras se cruzaba de brazos.

― Amity ha hecho un par de cosas raras a causa tuya...

Luz jadeó dramáticamente y se puso de pie encarando de nuevo a Willow y a Gus.

― ¡Amity! ¡Oh cramity! ¡¿Ahora que voy a hacer?! ¡Tengo que verla hoy!

Gus se mordió el labio pensativamente.

― Bueno... La señorita Morningstar nunca había elegido una pareja del mismo sexo como última. ¿Tal vez pueda ser un caso diferente?

Luz frunció el ceño.

― ¿Y por qué tendría que ser diferente? ― Reclamó cruzándose de brazos.

Willow levantó las cejas con sorpresa.

― Luz... ¿Te gusta Amity?

La morena se ruborizó al instante.

― ¿Qué? ― Resopló fingiendo una postura relajada. ― ¡Claro que no! ¡Apenas la conozco! ¡Y ni siquiera le agrado, además es aterradora cuando se enoja! ¡Digo, si, es muy bonita y me siento muy cómoda hablando con ella! ¡Podría decirse que tenemos química- ¡Y YA HABLÉ DEMASIADO!

Willow la miró con una expresión más que sorprendida, Gus parecía un poco menos impactado y Luz se encogió con incomodidad.

Tomó un profundo respiro, y continuó hablando.

― No... Realmente no me gusta, si me agrada, pero no me gusta gusta, no soy precisamente el tipo de persona que se enamora rápido, de hecho soy muy torpe con los coqueteos, y aunque sí creo que Amity es linda, no quiero algo así con ella... Más bien me gustaría que sea mi amiga.

Willow suspiró.

― Espero que sientas lo que dices. ― Le dijo con preocupación. ― Por qué Amity es justo lo que esperas de una chica hetero, cuando éramos niñas siempre hablaba de cómo sería su esposo perfecto, sus hijos perfectos en su casa perfecta... Me atrevería a decir que incluso es homofóbica.

Luz ensanchó los ojos por la sorpresa.

― Cierto... ― Musitó con duda. ― Me contaste algo sobre eso ayer. ¿Es algo que deba preocuparme? ¿Puedes decirme más?

Willow se abrazó a sí misma y Gus la miró con preocupación mientras posaba una mano sobre su hombro.

― Luz. ― Comenzó la ojiverde con voz tenue. ― Aun no me siento cómoda contándote esto, y de no ser por el pin que vi ayer probablemente no te lo contaría, pero si vas a ser pareja de Amity, es mejor que lo sepas, para que puedas... Protegerte.

Luz dio un paso al frente, acercándose a Willow con un gesto apesadumbrado.

― Willow, no tienes que contarme nada si no quieres, yo me las puedo arreglar...

― Quiero contarte. ― Interrumpió Willow. ― Sólo es... Un poco difícil.

La pelinegra inspiró profundamente y exhaló con lentitud.

― Yo... Tengo dos papás Luz. ― Dijo con cautela.

Luz inclinó la cabeza a un costado y sonrió levemente.

― Oh... Ok, gracias por compartirlo conmigo.

Willow suspiró con alivio.

― No es que sea un secreto, de hecho la mayor parte de la escuela lo sabe, pero mi familia no siempre fue abierta al respecto, nosotras, mi hermana y yo, siempre lo supimos, pero papi y papá nos dijeron que no dijéramos nada, que siempre dijéramos que papá era nuestro padrino y que vivía con nosotros.

Luz y Gus guardaron silencio para que Willow continuara.

― Amity y yo éramos inseparables desde preescolar, hacíamos todo juntas, tareas, juegos, mis papás nos llevaban de campamento y el chófer de Amity nos llevaba a clases de música por la tarde, pasaba mucho tiempo en mi casa y yo en la suya, pero por alguna razón, Amity siempre prefería estar en mi casa... Se llevaba muy bien con mis padres y con mi hermana, nos gustaba mucho hornear con mi papi, y mi papá nos leía antes de dormir cuando hacíamos pijamadas... Nunca lo llamé Papá cuando Amity estaba presente, pero Amity los quería... Yo lo sabía... Se los llegó a decir, por eso me sorprendió mucho cuando...

Al decir la última frase, a Willow se le quebró la voz, y estaba teniendo dificultades para continuar.

Luz se acercó y su mano acompañó a la de Gus posándose en el hombro contrario de la pelinegra.

― Willow, de verdad, no tienes que hacer esto. ― Le dijo con empatía.

La ojiverde respiró profundamente.

― No... Estoy bien, es sólo que no es algo que haya contado a muchas personas, es un poco difícil.― Le dijo mientras recuperaba la compostura. ― Cuando entramos a Middle School, empezaron a cambiar muchas cosas, mi hermana es pansexual, nuestros padres nunca le prohibieron expresarlo, se volvió cercana a la comunidad, iba a los desfiles del pride, en la escuela era discreta, pero nunca negó lo que era, y... Ella inspiró a nuestros padres a salir del clóset.

Luz jadeó suavemente y Gus movió su mano del hombro de Willow para en su lugar rodear su espalda con un abrazo.

― No fue un anunció público, simplemente dejaron de ocultar que eran pareja, Wionna y yo dejamos de llamar padrino a papá, poco a poco la gente se dio cuenta, ya te lo había dicho, en esta escuela no son los más tolerantes, sobre todo los padres, sufrimos acoso durante un tiempo.

Los ojos de Luz se ensancharon mientras su mano se apretaba levemente sobre el hombro de Willow.

― Realmente no tuve oportunidad de hablar con Amity, me escuchó llamar a mi papá el primer día y al siguiente me dijo que ya no podíamos ser amigas, que no podía creer que le hubiera ocultado algo tan horrible, que no quería volver a hablar conmigo o con mi familia... Prácticamente fue la última vez que hablé con ella, al día siguiente comenzó a salir con Boscha y el resto de sus amigas que siempre abusaban de mí... Éramos mejores amigas, y me dio la espalda sólo porqué mis padres se amaban. ― Una lágrima brotó de sus ojos sin que pudiera hacer nada para detenerla. ― Luego su padre trató de expulsarnos a Wionna y a mí, tuvimos que poner una denuncia por discriminación para poder seguir viniendo a la escuela.

Luz jadeó audiblemente y se arrojó sobre Willow y Gus, abrazando fuertemente a la pelinegra.

― ¡Oh Willow, lamento mucho que tuvieras que pasar por todo eso! ― Exclamó mientras estrujaba a su nueva amiga en sus brazos junto con Gus.

―Está bien Luz. ― Aseguró la ojiverde con mucha más calma. ― Pasó hace años, recordarlo duele, pero ya no me afecta.

Alzó entonces los brazos entre la sábana de amigos que la cubría y empujó suavemente a ambos para separarlos de si, luego se giró hacia Luz y la tomó con gentileza y firmeza por los hombros.

― Pero te digo esto porqué no quiero que termines herida o en peligro. ― Le dijo con preocupación. ― Yo sé que no es agradable ocultar lo que eres, lo sé mejor que nadie, pero si vas a ser compañera de Amity todo el semestre... Es mejor que evites pasar un mal rato, además, tu mamá es la nueva directora de enfermería. ¿Verdad?

Luz jadeó y apretó los puños con preocupación.

― La familia de Amity intentó sacarnos de la escuela, no quiero que pases por lo mismo que yo, no quiero que nadie pase por algo así, así que, por lo menos con ella, por favor ten mucho cuidado.

La morena sintió como se le apretaba la mandíbula y se le anudaba el estómago, el entusiasmo que sentía el día anterior cuando Amity por fin la perdonó, se esfumó en un instante.

No pudo evitar el desagrado que sintió por la chica que la había cautivado apenas el día anterior, el nacimiento de un rencor ajeno.

Y la profecía del triángulo del destino...

¡Mierda! ― Exclamó Luz llevando de nuevo las manos a su cara presionando fuertemente sus puños contra su piel con frustración. ― ¿Qué voy a hacer?

Miró con desesperación a sus amigos.

― ¡Las parejas que se forman! ¿Tienen relaciones tóxicas o algo parecido? ― Preguntó apuradamente.

Willow y Gus se sorprendieron ante la pregunta.

― Uhhh... ― musitó el chico. ― No realmente, no hasta donde yo sé.

― De hecho es todo lo contrario... ― Complementó Willow tocándose el mentón. ― Siempre son parejas muy lindas, nunca se les ha visto pelear, son famosas por eso también, muchos dicen "si eres parte de la última pareja, encontraste al amor de tu vida."

Luz se frotó el cabello.

No sabía cómo sentirse.

Cuando Willow le contó sobre la leyenda escolar, se sintió curiosa, Luz mentiría si dijera que no es por lo menos un poco supersticiosa.

Y con un historial sin fallas, aun más, siendo algo que al parecer toda la escuela sabía, y más aún, creía, era difícil no creerlo también.

En un principio, si bien en realidad no le gustaba, la idea de enamorarse de Amity no le parecía desagradable.

Incluso la había ilusionado un poco.

¡Hey! ¡La chica es linda!

Pero con esto...

Estaba asustada.

Ahora Amity le desagradaba y estaba agradecida de que no aceptara ser su amiga el día anterior.

Pero con la profecía.

No...

No se podía enamorar de una chica hetero.

No se podía enamorar de una chica homofóbica.

Y como de costumbre, el tren del pensamiento de Luz se descarriló.

¿Qué tal si Amity la descubría e intentaba con todas sus fuerzas evitar la profecía?

¿Qué tal si despedían a su mamá del trabajo con el que siempre había soñado?

Willow dijo que nunca se había elegido a una pareja del mismo sexo...

¿Qué tal si era una de esas historias tristes donde te enamoras de tu amigo hetero y te quedas ahí para siempre sólo deseando más?

Además.

Luz no podía imaginarse queriendo a Amity.

No con lo que acababa de escuchar.

¿Entonces por qué estaba tan angustiada?

―¡LUZ! ― Escuchó finalmente las voces de sus amigos, saliendo de su trance.

Gus se acercó y tocó su hombro.

― ¿Estás bien? ― Preguntó con preocupación.

―Yo... Uh... ― Balbuceó. ― Es sólo que estoy muy angustiada... Con lo de la profecía, ni siquiera quiero estar cerca de Amity ahora, yo sé que suena tonto... Pero no quiero que una magia extraña me obligue a quererla.

Willow se acercó también y tomó su mano.

― Luz, nadie puede obligarte a nada, si tu no quieres, no vas a hacerlo, sin importar lo que la profecía diga.

Luz desvió la mirada, sin estar del todo convencida.

―Hey... ― Musitó Willow tocando su mejilla para que volviera a mirarla a los ojos. ― Mis papás me han dicho "Si los demás ya lo hicieron, yo también puedo, y si nadie lo ha logrado, yo puedo ser el primero," es tu decisión Luz, sólo debes trabajar con ella un semestre.

La morena sonrió levemente, un poco más motivada.

Y su conversación se interrumpió por el pitido del reloj de Luz.

― Ah... ―Dijo. ― Lo siento, mi reloj suena cuando faltan 5 minutos para que empiece una clase, a veces me distraigo y no me doy cuenta hasta que suena la campana y llego tarde a clase.

Atrajo a ambos chicos y les dio un muy cálido abrazo.

― Me siento mucho mejor, gracias chicos. ― Les dijo con voz suave. ― Me alegra haberlos conocido.

Se separó de ellos y avanzó a su casillero, tomó sus libros, los puso en su mochila y se dirigió al aula de su primera clase.

Gus y Willow avanzaron unos cuantos metros detrás de ella.

― ¿Realmente crees que Luz pueda ser la primera que salga de la profecía? ―Preguntó el joven con curiosidad.

La ojiverde permaneció en silencio y continuó avanzando.

―¿Willow?

― No sé Gus. ― Respondió al fin secamente. ― No es la primera vez la última pareja es absurdamente dispareja, tampoco es la primera vez que alguien tierno y amable queda con un infeliz... Sólo espero que Amity no me arruine esto también.

Fin Cap 6.

Una disculpa, estaba mal de salud :c

Y ahora tengo prisa, así que, HASTA LA SIGUIENTE SEMANA!

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