ɴᴜᴇᴠᴇ
Aquella mañana había sido una de las más tristes, y aunque tuvo la oportunidad de llorar libremente sin que su madre se lo impidiera, nuevamente comenzó a tener pesadillas.
Esos extraños accidentes que le ocurrían a cualquiera que se le acercara con motivos amistosos, acababan por dejarlo tan solo como lleno de cicatrices, se sentía tan culpable que apenas podía dormir tranquilo.
El de cabellos ___________ se despertó llorando, nuevamente había tenido una pesadilla. Recordando todo lo que pasó y pasa en su tierra natal.
Buscó con la mirada desesperadamente al demonio, al punto que se levantó de su cama donde había sido dejado para ir a buscarlo.
Corrió escaleras abajo, y terminó chocando con su tío, el cual se sorprendió por su presencia en la casa y por el golpe.
── ¿ Qué haces aquí, sobrinito ? No me digas, ¿ te escapaste de la escuela ? ──El castaño se cruzó de brazos.
_______________ recordó algo importante, la escuela, Frank, los chicos, dijo algo muy estúpido. ______________, eres un pendejo, se dijo a sí mismo.
Sus pómulos se acaloraron y terminó por cubrirse el rostro con las manos, olvidando su reciente pesadilla gracias a su tío.
── Aaaay, tío ──le dijo arrepentido, para después darle un abrazo y golpear su cabeza contra su pecho. ── Hice algo muy estúpido ──. Frank no tenía que saber sobre sus problemas, en primer lugar, debió simplemente decirle que no podía seguir juntándose con él y sus amigos sin llorar.
Hice un drama innecesario, puta madre, trágame tierra, pensaba totalmente avergonzado.
── ¿ Pues qué hiciste ? ──Indagó confundido, correspondiendo el abrazo y dándole palmadas en la espalda.
El menor negó con la cabeza, y la tristeza regresó. Pobre de esos monstruos, lo habían estado soportando por más de una semana.
── Tuve una pesadilla ──cambió el tema, para luego voltear la cabeza y buscar a Amón. ── ¿ Y papá ? ──El apodo dado al demonio se repitió millones de veces en la cabeza de Juan, el cual sonreía tan ampliamente como su emoción se desbordaba en forma de sonrojo. ── ¿ P - Por qué me ves así ? Das miedo ──expresó inquieto, para de la nada recibir un abrazo demasiado cariñoso junto a unos chillidos.
── Le dijiste papá, que tierno eres ~ ──. Incluso lo intentó cargar, cosa que _____________ rechazó tratando de escaparse. ── ¡ Me alegra que se lleven bien ~ !
── Yo quiero de lo que fumas ──se burló, caminando a la cocina con su tío abrazándolo por la espalda. Ahí encontró a Amón, saliendo con un plato de cereal para dirigirse al sillón. ── ¡ Papá ! ¡ Mi tío me está molestando ! ──Lo acusó, extendiendo sus manos hacia él en busca de ayuda.
── Ya Juan, deja en paz al niño ──. El demonio le terminó soltando un zape a su pareja por estar molestando a su hijo.
── Mmm ──. El castaño acomodó sus lentes, y tomó la mano del demonio y de si sobrino. ── ¿ Y si pasamos tiempo en familia nosotros tres ? ──Preguntó emocionado, dejando a los dos restantes confundidos.
── ¿ Qué-
── Ya que ______________ se escapó de la escuela, podría faltar mañana. . . nos vamos al mundo humano para comprarle ropa, y todas las cosas que le hagan falta. Además, las películas y la comida allá son mejores ──dijo, interrumpiendo al demonio y al adolescente.
Juan se veía ansioso por irle a comprar cosas, ya que vio que toda la ropa que él le regalaba cada cierto tiempo estaba desaparecida; tuvo la oportunidad de hurgar en su clóset sin que _______________ se diese cuenta.
── No tío, gracias ──. Volvieron a ver esa cara de cachorro mojado que les rompía el corazón. ── Sería muy costoso para ti, y ya te causé muchos problemas ──afirmó, algo apenado por vivir en una casa ajena a la suya. ── Además, si mi mamá viene vendería todo lo que me regalarías para poder conseguir sus materiales ──añadió, llevando su mano a su nunca con vergüenza.
No pensaba confesarle a su tío como acababan los regalos que enviaba cada quincena.
── Ahh, vieja tacaña ──insultó en voz baja, para colocar su mano en su mejilla y sonreír para disimular su enojo. ── No te preocupes, si ella viene le decimos que es la ropa de Amón y ya ──. El de cuernos seguía frunciendo el ceño, se notaba su enojo porque los objetos de la casa flotaban.
── Pero, ¿ y el costo-
── Me sobra el dinero, lo juro ──insistió.
Después de unos minutos tratando de convencer a ________________ de dejarse consentir, él terminó cediendo a cambio de faltar otro día más a la escuela.
Actualmente, los tres estaban sentados comiendo una torta de milanesa en la sala de estar, mientras veían la película de la princesa y el sapo.
── Que bonito vestido, ¿ de qué color serán sus calzones ? ──Se preguntó el peli-__________, pensando en el tipo de ropa interior que tendría la princesa.
── ¿ Y si no lleva calzones ? ──Preguntó Amón, comiéndose su cereal de Nesquik pensativo.
── Mmm, ya es tarde, mi niño, es hora de ir a dormir ──avisó Juan, poniéndole pausa a la película para extenderle su mano a su sobrino.
_______________ se le quedó viendo raro, y palmeó su mano contra la de su tío, como si eso fuera lo que el quería. Juan se carcajeó, y estrechó su mano con la del menor para llevarlo junto a él.
── No inventes, tío, apenas son las once de la no- ──un bostezo lo interrumpió, le había dado sueño, justo como pensaban ambos adultos. ──. . . de la noche ──les repitió, tallando uno de sus ojos por las cosquillas que le generaban sus largas pestañas.
── Nosotros también tenemos sueño, y mañana nos levantaremos temprano para salir ──. El de lentes no le dio opciones, y ya iban caminando directo a la habitación del menor.
Al entrar, el demonio abrió las cobijas de la cama, para cargar al humano y dejarlo suavemente sobre la cama, el de lentes ayudó arropando al adolescente.
________________ se acurrucó entre las almohadas, tomando una de ellas para abrazarla con las piernas y recargar la cabeza.
El castaño ya había salido de la habitación cuando el oji-_________ detuvo al demonio tomándolo de su camisa. Este lo volteó a ver, esperando a que le dijeran algo.
── ¿ Es muy tarde para pedirte un beso de las buenas noches ? ──Susurró cansado, ya se estaba quedando dormido.
El demonio esperó a que él cerrara los ojos, para llevar su mano a su frente y remover su molesto flequillo, para así poder depositar el dichoso beso que le habían pedido.
── Buenas noches, hijo ──le dijo antes de cerrar la puerta.
Dentro de sus mismos sueños, se sentía exhausto, no podía observar bien lo que pasaba en ese espacio imaginativo, sus ojos apenas podían abrirse, era como si no hubiese dormido en días, pero algo le impedía cerrar completamente los párpados.
Ese proceso intermedio le parecía insoportable, escuchaba voces que le susurraban algo importante, pero estaba tan cansado que apenas podía distinguir las manos de aquellas personas.
Estaba desesperado por ceder rápidamente a una de las dos opciones; caer dormido o abrir los ojos completamente.
Sentía que varias manos comenzaban a acariciar su cuerpo, pero esas caricias eran desagradables, como si cada roce de la yema de esos dedos lo ensuciara. Aquellas manos hundían sus dedos en su piel hasta perforarla con sus uñas, luego descendían como si se tratase de una tortura.
Dientes reclamaban su piel de manera aterradora, y no pudo hacer más que llorar del dolor. Esa terrible pesadilla que se repetía todas las noches la conocía de memoria, y esas marcas eran dejadas en los mismos lugares, pero desaparecían tras pasar las horas hasta la noche siguiente.
Arqueó la espalda cuando sintió un dolor cerca de sus omóplatos, el mismo punzante dolor que se repetía en dos zonas en su frente y cerca de su espalda baja.
── ¡ ________________ ! ──Vociferó alguien, despertándolo finalmente.
Abrió los ojos tan rápido como se levantó, su cuerpo estaba cubierto de sudor, y temblaba por las heridas recién causadas. Jadeó cuando vio a su tío con una mirada preocupada sosteniendo su mano, él también soltó un jadeo, antes de lanzarle sal en la cara.
── ¡ Ah ! ¡ Ardeee ! ¿ ¡ Qué te pasa ? ! ¡ Ahhh ! ¡ Mis ojos ! ──Gimoteó, cubriéndose los ojos a tiempo para retener los granos de sal.
── N - No te alteres, _______________, papi ya viene con el agua bendita ──afirmó intranquilo, tratando de calmar a su sobrino que lo empezaba a mirar confundido.
── ¿ De qué hablas ? ──Interrogó, algo cansado por no haber dormido bien, y sin dejar de tallar su rostro con sus mangas. ── Tío, no necesit-
── Shhhh, tranquilo, no digas nada ──. Juan colocó su dedo índice sobre sus labios, para luego arrojar más sal sobre su cama como si eso arreglase algo.
El de cabellos __________ frunció el ceño inevitablemente confundido, según él esto era normal, ¿por qué tanta exageración?
De pronto llegó el demonio con una cubeta de agua, se notaba que le caían gotas de sudor del rostro, y batallaba con solo agarrar la cubeta, seguramente por el daño que le causaba el agua.
Recibió un cubetazo de agua fría en la cabeza, cosa que terminó quemándole la piel de alguna manera extraña.
── ¡ AUUUUU ! ¡ ME QUEMA !
── Ya, ______________, no estés enojado, vinimos a pasarla bien ──insistió el de lentes, pagando la ropa que había escogido su sobrino; él seguía enojado por lo que le había ocurrido esa mañana, además, tenía las quemaduras inexplicables que le causó él agua bendita.
── Yi, ______________, ni istís inijidi, vinimis i pisirli biin ──lo arremedó, no podía ni cruzar sus brazos porque le dolía. ── Hubieras pensado eso antes de despertarme con un exorcismo ──. Ni sabía la razón, solo que el exorcismo fue fallido.
── Te compraré un helado ──ofreció.
── Hecho ──. Volvió a sonreír, se le antojaba un raspado de limón, o quizá de vainilla.
Por otro lado, Amón estaba tan frío y estático que solo caminaba si le tomaban la mano. En su mente se repetía una y otra vez la escena en la cual el agua bendita por los mismos Ángeles quemaba al «humano», eso no era posible.
El agua bendita solo le hace daño a los demonios.
Veía como aquel pequeño tomaba su mano sin pena, y a la vez, la estrechaba con fuerza como si temiera que se perdiera entre los extensos pasillos. No obstante de sentir la energía demoníaca que desprendía el niño, no creía lo que ahora su sentido demoníaco le gritaba.
Eso podía tener dos explicaciones.
Las brujas son criaturas horrendas, son las únicas que podrían considerarse seres ajenos a la divinidad con la que nace toda criatura viviente en la tierra.
Bien podría tratarse de una posesión donde varios seres demoníacos o incluso almas vengativas lo atormentan, causando así una impureza que solo tienen los demonios, de ahí que les afecte el agua bendita y la relación con las brujas.
Es más probable que alguien termine siendo atormentado si se acerca a una, o si se trata de la misma bruja, son seres que no tienen alma.
_________________ era el aprendiz de una bruja, pero, ¿cómo?
Solo existían brujas femeninas, los niños eran sacrificados, mientras que las niñas privadas de su libertad para ser obligadas a seguir los pasos de sus predecesoras.
_________________ era hijo de una bruja, y extrañamente no había sido sacrificado. Había aprendido varias cosas de su madre, e incluso pudo vivir una vida medianamente normal considerando el contexto de ese mundo.
La segunda explicación, era que estaba directamente ligado con un demonio, pero para ello, habría tenido que vender su alma.
Sin embargo, la segunda explicación no tenía sentido si el alma del humano estaba intacta.
Pensó en el rito de iniciación de las brujas, no tenía conocimiento de si él lo había hecho ya, pero lo dudaba. Cuando las aprendices llegaban a la mayoría de edad, sus maestras invocaban demonios los cuales debían ser seducidos por estas mismas, mientras más poderoso el demonio, más éxito tenían, ofreciendo así cuerpo y alma a ellos.
Aún recordaba cuando conoció a la madre de ______________.
Desvió nuevamente su atención al menor, quien pedía muestras al heladero al no saber que sabor escoger.
Vio como sonreía descuidadamente, esa misma sonrisa que poseía su madre, una expresión tan relajada como si nada pasara, aquella que lo atrajo en su rito de iniciación y causó el peor desastre del año.
── Mmm, ambos ──habló Juan.
── Ambos ──repitió ______________.
── Queremos ambos.
Amón se temió lo peor, la tercera opción lo aterraba.
Blair Abrahel, descendiente de un clan de temerarias brujas, un clan que incluso para los demonios era famoso, ya que sus rituales y formas de negociar eran distintas a la de cualquier otro clan del continente.
Ambos eran idénticos, pero podía distinguir más corazón en su hijo que en la propia madre.
Pero su miedo venía precisamente de ahí.
Blair, ¿qué fue lo que le hiciste? Se preguntó, apretando sus puños.
________________ se probaba ropa y salía del vestidor con la mirada atenta de su tío, el cual le decía si le quedaba bien o no el atuendo que escogía.
── ¿ Tú que dices ? ¿ Las medias drogadictas están bien o ya es demasiado ? ──Le preguntó, colocando sus manos sobre su cadera.
Su tío miraba dudoso el estampado de las medias, no sabía si los monstruos lo verían mal por usar algo referente a la marihuana.
── Mmm, yo digo que ya fue mucha ropa por hoy, ¿ verdad, gordito ? ──Ambos voltearon a ver al demonio, que ni prestaba atención porque la pared le parecía más atractiva.
Al no recibir respuesta del demonio, decidieron que lo mejor era irse a casa, teniendo en cuenta la hora y lo tarde que llegarían a dormir si no se apresuraban.
Mientras uno de los adultos pagaba, el otro se sentía desdichado, y se encontraba encerrado en sus pensamientos.
________________ fue el primero en notar sus ojos tristes, y también fue el primero en darle una palmada en la espalda.
── ¿ Qué tienes, pa ? ──Indagó con una voz suave, para acto seguido dar un salto y subirse a su espalda.
El demonio casi suelta un grito del susto, y tomó al chico de la playera para alejarlo de su espalda y volverlo a cargar como bebé. ________________ se reía traviesamente, pues el de cabellos negros lo miraba con el ceño fruncido, sabía que su acción lo molestaría; pasar de una pregunta suave a una acción salvaje.
── ¿ Se te subió el caramelo a la cabeza, _______________ ? ──Le respondió con un tono sarcástico, dejando al adolescente en el suelo para simplemente recargar su mano sobre su espalda.
Abrazo de panas, pensaba el oji-__________, disfrutando del amigable mimo que empezó a recibir por parte del mayor.
── Solo sigo mis instintos ──bromeó, recargando su cuerpo en el cuerpo ajeno, sabiendo de antemano que no se caería.
── Se nota por todo lo que me hiciste comprar ──se unió Juan a la conversación, extendiéndole la ropa nueva para que la pusiera en la misma bolsa.
── Tú me dijiste que comprarías todo lo que yo quisiera ──le recordó, caminando junto a ellos directo a la salida.
── Y también le dijiste que te sobraba el dinero ──agregó Amón, abrazando también a su querido novio.
Dejaron de hablar para simplemente estar en silencio, les extrañaba que no hubiera gente, ni siquiera se acercaba la hora del cierre de las tiendas, y les inquietaba el silencio. Al menos a los dos adultos, que no estaban acostumbrados al mundo de los humanos; Juan y Amón habían vivido la mayor parte de sus vidas en el mundo de los monstruos, esto gracias a las circunstancias familiares del castaño.
Por otro lado, _________________ conocía ese silencio, sabía la razón del mismo, y temía lo peor.
── ¿ No podemos ir por un portal de una vez para que sea más rápido ? ──Ofreció en un susurro, no quería hablar de esas cosas en público.
── Sí, pero primero tenemos que salir de la tienda ──replicó con obviedad el de lentes, notando la cara inquieta del menor. ── ¿ Pasa algo, ______________ ? ──Le preguntó preocupado, deteniéndose justo en la entrada de cristal.
El cielo oscuro era opacado por los tonos grisáceos y anaranjados del paisaje lejano de donde provenían los mismos, los cuales iluminaban levemente el camino de las calles.
Él suspiró, y abrió la puerta de la tienda para dejar pasar a sus dos acompañantes, quienes lo siguieron por inercia. Dio solo unos cuantos pasos para desviar la vista hacia el cielo, sabiendo por las partículas que volaban por ahí que una guerra civil se acercaba.
── ¿ Qué es. . . ? ──El castaño no pudo articular más palabras, y se dedicó a extender su mano para poder alcanzar aquello que caía del cielo.
________________ miró con pena la distancia, haciendo una mueca triste y dejando confuso al demonio, este también miró hacia la misma dirección, pudiendo captar gracias a sus ojos no humanos lo que ocurría.
── Es ceniza de muerto ──afirmó decaído, juntando sus dos manos para recitar un humilde rezo en su mente para esas almas desafortunadas.
── Ceniza. . . De muerto ──repitió su tío con incredulidad.
── Las personas que luchan por los monstruos y su supervivencia pueden acabar de dos maneras ──les contó lentamente, también concentrándose en pedirle a cualquier ser divino que lo escuchase un poco de piedad. ── La primera. . . Tu cabeza podrá ser exhibida en el centro por tu mal comportamiento. . . ──. Empezaba a murmurar unas palabras, dejando que estas mismas fueran llevadas por el viento. ── La segunda. . . Es terminar siendo abrasado por las llamas en los hornos ──terminó, besando sus manos como última muestra de respeto a los que ya no estaban vivos.
Todas esas familias y gente inocente asesinada por tener algún familiar u amigo que defiende a los monstruos, no hacen más que causar guerras constantes entre el Gobierno y su gente.
Las ciudades destruidas, el cielo no se mostraba azul nuevamente, y habían animales extintos que hasta hace unos años se considerarían especies que se ven todos los días en todo el mundo. Un escenario desgarrador que consiste en un solo concepto: matar o morir.
La razón principal de su pesar, la razón por la cual quería alejarse de aquellos monstruos que había conocido recientemente, la única razón de su soledad, yacía en otro mundo.
Tuvo que dejar morir a muchos inocentes para no ser él uno de los cadáveres, y por supuesto, no queriendo que su familia terminara de la misma forma.
Porque incluso si quería hacer un cambio, el matar a un monstruo en tu vida se había convertido en algo obligatorio al punto que podrías terminar muerto de lo contrario.
Siempre negó la existencia de los monstruos para salvarse de alguna forma de tener que comentar cosas tan crueles, no se atrevería a insultar algo "inexistente". Por supuesto, sabía mejor que nadie que esos reportes eran de verdad, y no dudaba en la veracidad de los avistamientos, aunque fueran tan pocos durante ese siglo.
Se arrodilló, justo como la poca gente que pasaba por ahí de casualidad lo hacía. Nuevamente juntó sus manos, estrechándolas entre sí y apegándolas a su pecho.
Un rezo grupal es lo único bueno que podremos hacer.
La historia de ese rezo es algo divertida. Existió alguna vez, una mujer amable que se convirtió en una Santa, y en sus últimos momentos, viendo como sus compañeros morían, se arrodilló entre lágrimas, y recitó unas palabras que hasta el día de hoy todo el mundo repite cuando el horno se enciende.
── _________________ ──murmuró Amón consternado; y no era el único.
── Tú, que has sido muy valiente
para atreverte a pisar lo prohibido
por el hombre, rezo para que en
tu próxima vida, no renazcas
como un ser humano, y
encuentres la felicidad que en
esta vida se te ha arrebatado ──se escuchó salir de parte de la mayoría de las personas.
Porque sí, el mundo de los humanos se había convertido en el infierno mismo. Un lugar donde vives con el constante miedo de ser escuchado por alguien, y de perder a tu familia un lunes por la mañana.
Un mundo de colores grises y negros, tan monótono como sangriento; el único color que era visible le pertenecía a la sangre.
Esclavitud, hambrunas, sequías, un hueco en la tierra cerca del Ártico, explosiones radioactivas lo suficientemente dañinas para superar a Chernobil, secuestros, asesinatos, robos, más de la mitad de la población mundial desvanecida, guerras civiles lo suficientemente fuertes para que se utilicen armas nucleares, pobreza extrema, extinción masiva de especies, felicidad inexistente y suicidios.
Y todo giraba alrededor de unas curiosas criaturas, los monstruos.
¿Cómo la simple existencia de estos seres puede cambiar toda una civilización?
Él no lo entendía, y tampoco el como la brujería se había convertido en la segunda alternativa más buscada mundialmente después de la muerte.
Tenía tantas experiencias como que se consideraba profesional, su trabajo era lo suficientemente solicitado para incluso ser contratado oficialmente por el Gobierno.
La existencia de las brujas y los demonios lo cambia todo.
Pero eso no significa que haya salvación.
Su oportunidad se desvaneció hace mucho, y aunque hubieran unos pocos rayos de sol que iluminaran sus vidas, todos sabían de antemano que su existencia no dudaría mucho.
Cada día que pasa el apocalipsis deja de ser un miedo y empieza a ser una esperanza.
Y aunque sonara lamentable, ellos lo esperaban con ansias.
3622⨾ palabras
Ahora es cuando:
02, ¿qué pedo con el
lore de la mamá?
¿Acaso nos quieres
confundir?
Y la respuesta es:
En fin, nos adentraremos un
poco más en el mundo de
los humanos de esta historia,
y al fin se podrán aclarar las
diferencias abismales entre
ese y nuestro LATAM 😭👍
Also- se me ocurrió tremenda
idea para otra historia, solo
diré que:
Tampoco hay que
presumir, Cabo.jpg
Ahre, nada que ver.
Me puse re loca, seguro es
la pubertad.
En fin, ¿les gustó?
Yo espero que sí, como
siempre me mato escribiendo
cuando algo me apasiona ✋
Sin más, nos vemos en
el próximo capítulo.
ATTE⨾ Shakira loca ~