Si solo fuera Hope -Hosie 1

By Unplanetadeunicornio

49.6K 4.2K 1.1K

1579 Francia e Inglaterra, dos imponentes reinos que siempre estaban al pie de una guerra, llevaban enemistad... More

Libro 1 Capítulo 1
Libro 1 Capítulo 2
Libro 1 Capítulo 3
Libro 1 Capítulo 4
Libro 1 Capítulo 5
Libro 1 Capítulo 6
Libro 1 Capítulo 7
Libro 1 Capítulo 8
Libro 1 Capítulo 9
Libro 1 Capítulo 10
Libro 1 Capítulo 11
Libro 1 Capítulo 12
Libro 1 Capítulo 13
Libro 1 Capítulo 14
Libro 1 Capítulo 15
Libro 1 Capítulo 16
Libro 1 Capítulo 17
Libro 1 Capítulo 18
Libro 1 Capítulo 19
Libro 1 Capítulo 20
Libro 1 Capítulo 21
Libro 1 Capítulo 22
Libro 1 Capítulo 23
Libro 1 Capítulo 24
Libro 1 Capítulo 25
Libro 1 Capítulo 26
Libro 1 Capítulo 27
Libro 1 Capítulo 28
Libro 1 Capítulo 29
Libro 1 Capítulo 30
Libro 1 Capítulo 31
Libro 1 Capítulo 33
Libro 1 Capítulo 34
Libro 1 Capítulo 35
Libro 1 Capítulo 36
Libro 1 Capítulo 37
Libro 1 Capítulo 38
Libro 1 Capítulo 39
Libro 1 Capítulo 40
¡Noticia!

Libro 1 Capítulo 32

914 92 25
By Unplanetadeunicornio




La habitación donde habían practicado la autopsia se encontraba en el subsuelo de la corte, el sitio carecía de aire fresco por ende el olor estaba bastante concentrado. Había, muy en vano, unas pequeñas ventanillas altas que daban hacia el jardín posterior y luego a final del extenso pasillo había un muy arreglado despacho que era ocupado por el único doctor que vivía en el palacio. Este era un hombre de mediana edad, bastante canoso y con un extravagante bigote, que se había ganado el afecto del monarca al haberle salvado la vida cuando este era joven.

La habitación era pequeña, contaba con tan solo una camilla y una mesa donde el doctor ponía sus instrumentos quirúrgicos. El escritorio de madera se encontraba en el otro extremo, temía que sus importantes papeles se mancharan de secreciones que prefería no describir.

El hombre, consumido por sí mismo, le dio varias vueltas a una de sus peculiares herramientas sobre la mesa para tratar de quitarse aquella alocada idea que había surgido tras detenerse a observar el cadáver de aquel viejo consejero que había caído del último piso el mes pasado. Si aquella pequeña pero probable teoría que se había formado en la parte posterior de su mente era cierta, aquello conllevaría a enfrentar un montón de problemas para los que creía Francia aún no estaba lista.

Volvió a revisar, por milésima vez, el cuello del consejero que alguna vez había servido a su rey. La primera vez que lo había visto, luego de que los guardias encontraran el cadáver la mañana siguiente a su muerte, lo pasó por alto a causa del shock pero el inesperado aburrimiento que tenía le había permitido, hacía un par de horas atrás, darle otro vistazo antes del entierro y fue ahí que había encontrado las cosas que había pasado por alto en un principio.

Arrastró sus dedos por el cuello del hombre, encontrando algo de resistencia cuando trató de ladear su rostro para tener una mejor vista. En la piel del mismo no había efectos traumáticos producidos por uñas y/o dedos, lo que evidenciaba que no había sido asfixiado por una mano, pero si presentaba numerosas petequias que habían sido difíciles de identificar a causa de su pigmentación.

Sí, definitivamente eran hemorragias petequiales producto de una compresión extrínseca del cuello.

Revisó sus manos sin encontrar en estas rastro alguno de que el hombre pudiera haber estado involucrado en una pelea antes de su muerte; lo que fuertemente le llevó a pensar que había sido tomado por sorpresa o que tal vez incluso conocía a su atacante.

Se rascó la cabeza, meditando si debía o no alertar a la corte. Si el hombre había sido asfixiado, algo que temía decir en voz alta debido a las pocas pruebas que tenía para sostener aquella teoría, significaba que las cuatro paredes de este palacio alojaba a un asesino; asesino que había sido extremadamente cuidadoso para no provocar lesiones cartilaginosas e hioideas laríngeas que gritaran asesinato. Por otro lado si no advertía a la seguridad de la corte y su teoría resultaba ser cierta, el rey iba a cortarle la cabeza sin importar si antes le había o no salvado la vida en su infancia.

Tomó las arrugadas notas que había dejado descansando en su escritorio y a paso apresurado subió las escaleras rumbo al salón donde el monarca usualmente se reunía los martes con los adorados miembros de su corte; sitio donde el doctor juraba iba a encontrar al general de las tropas para poder platicar en privado sobre esto.

- Disculpe la interrupción, señor -Irrumpió con prisa, tratando de regular su respiración ya que esta se había descontrolado en el último tramo de las escaleras a causa de que lo había subido trotando. No tardó en percatarse de la presencia del rey Alaric, este en la cabecera de la mesa y con su atención puesta en un mapa que representaba a la región- Su majestad, buenos días -Hizo una reverencia muy poco prolija, ajustándose el cuello de su túnica mientras acomodaba los papeles bajo su brazo.

Dios, estaba sudando.

- Estamos un poco ocupados, ¿necesitas algo? -El rey cuestionó mientras le daba una fugaz mirada por sobre su hombre, poca importancia dándole pese a haber formulado aquella pregunta.

- De hecho sí, mi rey -El médico asintió ante la sensación de que pronto lo sacarían de la habitación, subestimando la información que este podía brindar aquella mañana. Seguramente pensaban que este venía a informar que alguna de las princesas había contraído una gripe, en el peor de los casos que Francia volvía a sufrir una nueva peste que apeligraba la economía del país. Avanzó varios pasos, subiendo los pequeños cuatro escalones hasta quedar a la altura de la mesa y observar así las pequeñas estatuillas que representaban la posición de las tropas de Francia- Venía a informar un acontecimiento que creía importante para la seguridad del sito -

- ¿Hablará de este o deberé torturarle para ello? -El general, un hombre serio y de rasgos muy marcados, insistió cuando el médico quedó en silencio.

- Me he tomado el tiempo de volver a realizar una segunda autopsia al consejero Duval -Se acomodó las gafas que traía, por algún extraño motivo esperando que ninguno lo recordara a esta altura- Luego de horas de debate he llegado a la conclusión de que el mismo presenta a nivel del cuello unas pequeñas hemorragias petequiales que si bien podrían ser producto de la caída, podrían también haber sido provocadas antes de esta -Comentó antes de extender sus papeles sobre la mesa pese a que nadie, debido a lo poco legible que era su letra, podía leer lo que decía.

- ¿Podría usted dejar los rodeos? -El rey rodó los ojos, tomando una de las figuras que había quedado atrapada entre los papeles.

- Disculpe -El médico se avergonzó, siendo muy consciente de la disminución de paciencia que su rey había sufrido con el paso de los años- Estos diminutos puntos rojos, majestad, son muy particulares porque aparecen a partir de vasos sanguíneos rotos  -

- Tengo entendido que el consejero Duval decidió bajar sin utilizar las escaleras, Alfred -El rey no pudo ocultar la sonrisa burlona, cruzando sus brazos con la figura de madera aun entre sus dedos- Estoy seguro de que vasos sanguíneos rotos es una consecuencia de ello -

- Está usted en lo correcto, majestad -Este le dio la razón, no porque fuera el monarca sino porque lo que decía era cierto- Duval se encontraba bajo los efectos de una sustancia nociva para el cuerpo, se cree que pudo conseguir esta droga a causa de lo famosa que se ha vuelto por sus efectos relajantes y algo delirantes. Estudiando sobre la misma llegué a la conclusión de que la cantidad ingerida por el consejero no era suficiente para provocarle torpeza, por lo menos no la que le llevaría a la muerte. Volviendo a las petequias, estas pueden ser propias de un estrangulamiento ya que existe una técnica rápida y eficaz que lleva al colapso de los vasos arteriales a causa de la presión ejercida. Es una técnica que deja muy poca evidencia, además es mucho más rápida que las otras si no se presenta resistencia a la misma -

- Vi el cuerpo, este parecía haber sufrido una gran caída -El general de las tropas, con el ceño fruncido pero una mirada que evidenciaba no cerrarse al tema, comentó pidiendo privacidad a los dos soldados que custodiaban el sitio.

- Si, este ha caído pero me temo que para ese momento ya se encontraba muerto -Afirmó ya más seguro de sí mismo, como si al haberlo vocifera todo pareciera tener un mayor sentido. 

- ¿Cree usted que Duval fue asesinado? -El general, en un tono neutro, cuestionó para obtener una respuesta cualitativa que pudiera orientarlo en su siguiente acción.

El médico observó los papeles sobre la mesa, luego al monarca. Alaric se veía perturbado, como si su mayor pesadilla se estuviera volviendo realidad.

- Sí, es lo que la evidencia dice -Asintió con nerviosismo, probablemente porque sabía lo que se estaba jugaba al realizar aquella acusación.

Si resultaba ser falsa podrían llegar a acusarlo, especialmente si aquello terminaba siendo perjudicial para Francia.

- ¿Qué tan seguro se encuentra de ello, Alfred? -El único hijo que había tenido Ed Saltzman preguntó con su mirada puesta en la mesa, en el mapa que descansaba sobre esta.

La mente del rey Alaric se rehusaba a creer que los problemas ya habían tocado a su puerta, aporreándola con el fin de ser derribada. Uno de sus consejeros más importantes había sido asesinado, aquello significaba que tenía un traidor o un infiltrado en sus filas.

- Me temo que ya están aquí, majestad -El médico meneó la cabeza, poco feliz de tener que confirmar aquello.

- Esto es obra de Inglaterra -El general de las tropas, con las palmas de sus manos sobre la mesa, afirmó llamando la atención de ambos- A principios de Marzo movilizaron un gran número de tropas al sur del país, a principios de Abril retiraron a cada soldado sin razón aparente -

Alaric estiró su brazo, hasta tomar un par de figuras para colocarlas en otra parte del mapa. Con aquello que su compatriota decía ya descartaba la idea de tener a un traidor en sus filas, asociando al asesino con un infiltrado.

- Inglaterra no está planeando un golpe desde afuera, los bastardos lo están haciendo desde adentro -Movilizó la pequeña pero bien tallada figura de un león hasta posicionar la misma en el castillo pintado en el mapa; castillo que representaba la real corte de Francia- Quiero una lista todas las personas que han ingresa al país en el mes previo al asesinado del consejero Duval, también una lista de todas las personas que han ingresado a trabajar en la corte o asistido a alguna celebración en esta -

- Será una lista muy grande, Majestad -El general hizo una mueca, sabiendo que jamás podrían encontrar al asesino tan rápido como les gustaría- Tan solo el mes pasado se han despedido a quince sirvientes mientras que se han empleado cerca de cien a causa de las festividades de Mayo. Para el cumpleaños de las princesas se ha invitado a más de quinientas personas, en dicha noche trabajaron cerca de cuatrocientos sirvientes -

- No debe faltar ni un solo nombre, ni siquiera el del mugroso campesino que trae los granos cada mañana -Advirtió con un dedo en alto, observando como su más leal súbdito asentía tras comprender la gravedad de la situación. Inglaterra había infiltrado a alguien en su corte, ya no existía seguridad alguna. Niklaus Mikaelson volvía a ganarle, haciéndole sangrar sin siquiera cortar su piel. Se sentía inútil, por sobre todo se sentía molesto. Había jurado que Inglaterra jamás pondría un pie en sus tierras sin embargo estos se las habían arreglado para colarse en su casa. Ahora solo le quedaba una salida, debía ponerla en marcha- Tráiganme a Lord Kirby, díganle a Josette que requiero de su presencia en el salón -Abrió la puerta para ordenarle a uno de los dos guardias que esperaba fuera.

- No hemos visto a la princesa en lo que va del día, majestad -El otro guardia, que servía a la corona porque su padre lo había hecho en su momento, evidenció la ausencia de la chica por el sitio.

- ¡Búsquenla! -El monarca gritó siendo incapaz de creer que sus soldados no solo fueran incompetentes en mantener la corte segura sino también en localizar a una infanta.

Josette y Hope, en los aposentos de la primera, todavía se encontraban enredadas entre las sábanas siendo incapaces de abandonar el sitio a causa de la calidez que encontraban en este.

La Delfina de Francia, mientras arrastraba sus fríos dedos por la espalda de la pelirroja, carecía de poder ocultar la radiante sonrisa que nacía en sus labios cuando por momentos recordaba la noche anterior; Hope arrodillándose, Hope besándola, Hope amándola. Dejó un beso en la mandíbula de la pelirroja, otro un poco más abajo. Antes de caer dormidas en los brazos de la otra se habían estado besando un largo rato, el suficiente como para ruborizar a Josette si aún pensaba en este.

Hope se mordió el labio, inconscientemente inclinando su cabeza para permitirle mayor territorio a una Josette curiosamente exploradora aquella mañana.

- ¿Te gustan mis besos aquí? -La voz suave y ronca de Josette inundó las paredes de la solitaria habitación, anudando de forma placentera el estómago de la princesa de Gales. Hope asintió, lo suficientemente sumergida en la sensación como para no poder verbalizar algo decente en respuesta; la verdad es que temía gemir así que simplemente prefirió asentir como una idiota. Por otro lado Josette no tenía idea de lo que estaba haciendo, lo único que sabía es que tenía un intenso deseo de besar cada porción de piel expuesta que Hope pudiera ofrecerle en aquel entonces. Era unas ganas de las que carecía poder reconocer origen así que solo las asociaba a algo que probablemente podría ser inhumano, inexplicables- Deberíamos salir de la cama, es casi la hora del almuerzo y me sorprende que ninguna de mis doncellas decidiera aparecer para comprobar si estoy viva -Sugirió con parsimonia pese a que el beso que depositó en un punto por debajo de la oreja de la pelirroja dejaba en claro que muy bien podía saltarse el almuerzo y la maldita cena.

- De ninguna manera, no -Su voz había salido sumamente áspera, como si recién se hubiera despertado.

Había despertado hacía casi tres horas atrás, una de estas horas la había gastado observando a Josette dormir plácidamente a su lado. Su cabello castaño revuelto, sus labios entreabiertos y su mano aplastada entre su mejilla y la almohada.

- Me gusta la forma en la que tu voz suena durante la mañana -Josie admitió besando la mejilla de la chica, su mano arrastrándose hacia arriba y abajo por sobre el camisón de la joven.

Hope quiso morir de vergüenza, bien conocía a que se debía aquel cambio brusco en el tono de su propia voz. Conocía esas sensaciones que recorrían su cuerpo, sí.

- Deberíamos salir de la cama, si -Se sentó sobre el colchón, estirando sus piernas mientras se frotaba la nuca al tiempo en el que maldecía para sí misma.

Josette, ante el cambio repentino de idea, frunció el ceño. Poco tiempo le dio a cuestionar, dos golpes secos en la puerta llamaron su atención haciendo que enterrara su cara en la almohada ya que esperaba tener un miserable día en paz; se lo merecía luego del desastre que había sido anoche. Advirtió, en un tono más alto de lo normal para que nadie se adentra a la habitación, que salía en unos segundos así que prosiguió a vestirse mientras observaba como Hope daba vueltas sobre el colchón. Casi le dieron ganas de volver a meterse bajo las sábanas, acurrucarse al costado de la chica.

- Mi padre quiere verme, volveré pronto -Le dio un casto beso en la boca, tomando a Hope lo suficientemente distraída como para que esta no pudiera corresponder como debía.

¿Su padre? ¿Cómo iba a saber aquello si nadie se lo había dicho? Hope pensó mientras veía a la joven arrastrar sus manos por su cabello castaño para dejarlo algo decente.

¿Tenían algún código de golpes en puerta? ¿Para qué Alaric citaría a Josette? ¿Sería por Lord Kirby? ¿Había ese cobarde comentado la paliza que le había dado?

- Te acompaño -Propuso, cuando la intuición de no dejar sola a la castaña abrumó su cuerpo, mientras tomaba impulso con el propósito de buscar su ropa para vestirse.

Josette puso una mano en su pecho, evitando que la joven pudiera salir de entre las sábanas. La volvió a recostar sobre el colchón, sus labios a escasos centímetros de los suyos.

- No te preocupes, cariño -Esta vez dejó un beso en su pálida mejilla, saliendo de la habitación mientras escuchaba la forma en la que Hope le exigía aguardar por ella justificándose con que si la citaban por lo de Landon ella misma podía confesar haberle golpeado luego de tal comportamiento desagradable por su parte.

A las afueras de su habitación Josette se encontró a un soldado que esperaba por ella, este le sonrió antes de estirar su mano para darle paso.

- Permítame escoltarla, Delfina -Se ofreció.

Josette Saltzman ya conocía el camino pero aun así el hombre la escoltó hasta el salón donde la castaña encontró a su padre, el general del ejército y el doctor que durante toda su vida la había atendido. Le tenía, pese a que su pócima para la tos sabía a algo en descomposición, un verdadero aprecio a este último.

- Buenos días, caballeros -Dio un saludo en general, esbozando una encantadora sonrisa ya que creía no existía nada que pudiera arruinar su día- Padre, buenos días -Le dio a este una cuidada reverencia antes de mantenerse de pie en el medio de la habitación.

No iba a mentir, la mirada que su padre le dio la hizo sentir diminuta.

- Te he citado porque se nos han presentado varios problemas que no nos podemos permitir ignorar. Masivos problemas, si debo ser honesto -El hombre admitió mientras presionaba dos dedos sobre su frente, claramente frustrado y con dolor de cabeza. Los dedos de su otra mano daban vueltas sobre un caballero de madera que la castaña recordaba haber visto utilizar para la planificación de estrategias- Por suerte, para mi completo desagrado, pude localizar a Lord Kirby antes que a mi propia hija -Este la apuntó con la figura de madera antes de arrojarla a la mesa sin cuidado. Josette pudo percibir el veneno en cada palabra, a causa de ello sabía que no la había citado por las desagradables acciones de Lord Kirby la noche anterior- Debí haber engendrado un hombre en lugar de dos... -Se sentó en el trono, exhausto ante toda la tensión acumulada. Josette frunció el ceño, quería gritar y enfrentarse a aquello que últimamente no era su padre. Ya no lograba recordar el momento en el que su relación con este se había visto caer en picada, solo sabía que para el mismo era un peón más de su ambicioso juego; ese que quería ganar a toda costa- Lord Kirby comprendió la situación y ha aceptado a que las piezas se muevan con mayor rapidez -

- ¿A qué te refieres, padre? -Preguntó con desconcierto, recordando que la última vez que había visto al Lord era ayer en la noche cuando este expulsaba sangre por su boca en medio del desolado pasillo.

¿Qué piezas debían moverse con rapidez? Ni siquiera comprendía qué era lo que estaba ocurriendo para que se debieran mover piezas, mucho menos con rapidez.

- Mañana será anunciado al pueblo tu compromiso con el joven Lord, con algo de suerte esta información logrará expandirse por el resto de Europa en la siguiente semana -El rey informó porque estaba claro que aquello no era una consulta, no- Es tu turno de jugar, Josette, y no puedes perder -

Sus piernas flaquearon y Josette se vio sentada en el frío suelo de aquel enorme despacho, jurando que su tórax dolía con cada respiración que parecía darle fin.

———————————————————————

Nota de la autora:

Distraída casi escribo "Nota de voz" en lugar de "Nota de la autora", madre mía esta cabeza.
Les dejo este nuevo capítulo donde verán que me gusta ir un paso para adelante y dos para atrás.
¡Quedan 8 capítulos para el final! ¿Qué piensan que puede ocurrir en este? ¿Alguna idea o teoría que tengan?

Continue Reading

You'll Also Like

179K 8.7K 67
# 𝐄𝐒𝐂𝐄𝐍𝐀𝐑𝐈𝐎𝐒 ! ✧ ▬▬ 𝘁𝘄𝗶𝗰𝗲; love, angst, sad, cute scenarios. ❪ twice x fem and male oc! ❫ ━━━ 𝐒𝐔𝐌𝐌𝐀𝐑𝐘 . . . % ━━━ 𝗱𝗼𝗻𝗱𝗲 do...
1K 158 12
La familia va más allá de la sangre, en ocasiones la familia se vuelven desconocidos y desconocidos se vuelven familia Ese es el caso de la familia...
8.5K 738 15
Cuando ella se fue, mi mundo se derumbo, fue como caer en un hoyo sin salida, mi unico refugio fue la musica, aunque la misma nunca me permitio olvid...
23K 3K 36
Luego de ser retada por Kahei a interrumpir una boda a cambio de cinco paquetes de 20 nuggets de McDonald's, Jungeun decide cumplir el reto en estado...