INSUPERABLES [•1]

By HollyGeistt

328K 26.2K 4.2K

Libro 1 de la Bilogía INCONTROLABLES [BORRADOR SIN CORREGIR] Ex's Que aún no se superan. Aunque creían que s... More

Prólogo
Dedicatoria
Capítulo 1: El Ex
Capítulo 2: El nuevo Novio
Capítulo 4: No beses con los ojos
Capítulo 5: Sin arrepentimientos
Capítulo 6: Hagamos esto más seguido.
Capítulo 7: llama a emergencias si tienes una urgencia.
Capítulo 8: Sin reglas inútiles
Capítulo 9: Críticas absurdas.
Capítulo 10: Tío Favorito
Capítulo 11: Esposa, amor de su vida
Capítulo 12: Noche de disculpas
Capítulo 13: Demuéstrale que eres digna
Capítulo 14: ¿Celoso, Potter?
Capítulo 15: Cena familiar con familia aleja.
Capítulo 16: Protectores de casa
Capítulo 17: Más amargada de lo habitual
Capítulo 18: Confundido
Capítulo 19: Hipócrita
Capítulo 20: Un tiempo
Capítulo 21: Te extraño
Capítulo 22: Tema delicado
Capítulo 23: Perdidamente enamorada
Capítulo 24: Bomberos
Capítulo 25: Obra de teatro
Capítulo 26: Lo arruiné
Capítulo 27: Incendio
Capítulo 28: Confesiones y aceptaciones
Capítulo 29: Enfrenta al padre exigente
Capítulo 30: Cerrando ciclos
Capítulo 31: Torturador.
Capítulo 32: Acuario
Capítulo 33: Día favorito
Capítulo 34: La familia de Aubrey
Capítulo 35: Delfines
Capítulo 36: Papá libre
Capítulo 37: Por ellos. FINAL
Epílogo

Capítulo 3: La fiesta de cumpleaños

9.8K 888 220
By HollyGeistt

AUBREY

—¿Espiando?— contraataco.

Dominic está apoyado con el hombro y de brazos cruzados mientras me observa. No recordaba que fuera tan atractivo, ¿Por qué es tan atractivo ahora?. Me pongo de pie, pero no me muevo de mi lugar.

— Solo estaba buscando un encendedor para la vela y me perdí — se excusa.

— Te perdiste— repito incrédula.

—Es la primera vez que vengo a esta casa y es bastante grande — entra a la sala. Con su presencia se me hace más pequeña.

Observo descaradamente su pecho, lleva una camisa blanca con los primeros botones desabrochados. Noto que ha estado haciendo ejercicio, está muy definido.

«Como no, estúpida. Es el subcomandante de bomberos, no se llega a eso sin hacer nada» si mi conciencia existiera me daría un golpe en la cabeza.

Tiene un porte más maduro, más definido. Habíamos salido cuando estábamos en la escuela, en los últimos tres meses, nuestra relación había sido corta, si. Él era el mariscal de campo en el equipo de fútbol, por lo tanto siempre tuvo un buen cuerpo. Pero ahora está más marcado, o eso creo, lo que se ve a simple vista son brazos grandes fuertes y espalda y pecho anchos. A lo Chris Evans.

— Te llevaré a la cocina — propongo antes de comenzar a pensar cosas indebidas.

— Por favor.

Cuando paso por su lado, su aroma a loción me inunda las fosas nasales. Que buen perfume, madre santa.

Me sigue por los pasillos, en silencio, hasta que ingresamos a la cocina. Busco en un estante el encendedor.

— Así que sales con Alisa — suelto de repente para cortar el silencio incómodo. Aunque lo hice más incómodo.

« Bravo, Aubrey, bravo »

— Eso parece — asiente.

Le extiendo el encendedor.

— No sabía que Alisa tuviera novio, ella siempre me cuenta todo — eso sí que me había extrañado más que el hecho de que su novio sea mi ex.

Tal vez Alisa no me lo cuenta todo.

— Comenzamos a salir esta semana, seguro no tuvo tiempo para contarlo.

— ¿Esta semana?— lo miro de repente y mi mano se baja instantáneamente justo en el momento en el que él iba a recoger el encendedor.

— Si, esta semana. Hemos hablado por unos meses y...¿Por qué tan sorprendida?— inquiere ladeando su cabeza unos centímetros.

— Es que...no nada. Me sorprende de Alisa.

Pensar que el lunes había despertado en la casa de un extraño, desnuda y desorientada. Creo que tengo cosas que aclarar con ella.

— ¿Y cómo está tu vida? — trato de desviar el tema. Vuelvo a extenderle el encendedor —. Eres bombero.

— Así es, y tú arquitecta — pone sus ojos grises en mi y siento que me franquean las piernas.

Asiento y sonrío orgullosa de mi misma. Me costó mucho llegar a donde estoy ahora.

Sus dedos rozan los míos cuando toma el encendedor. Los tiene ásperos, apuesto que es por su trabajo.

— ¡Aquí están!— exclamó una voz desde la puerta de la cocina. Me sobresaltó pero logro disimularlo. La mamá de Alisa, entra con una sonrisa enorme en su rostro —. Creí que te habías perdido.

— Si, en realidad — responde Dominic —, pero la señorita me ayudó a encontrar la cocina.

La mamá de Alisa me mira, como ya dije, jamás le he caído bien, no me importa ni me afecta en lo absoluto, pero la mujer no sabe disimular su cara de disgusto cuando me tiene cerca. De hecho, tampoco le caigo bien al resto de la familia de Erick y Alisa, solo hay algunos que tal vez no les importe mi presencia como Kensey, pero los demás sólo me soportan por mi novio.

Supongo que no les agrada que seamos de diferentes clases sociales.

No soy rica como ellos y eso les jode.

Fuimos con los demás y cantamos la canción de cumpleaños. Erick estaba a mi lado aplaudiendo a su prima igual que todo el mundo, cuando mi teléfono comenzó a sonar.

Que comience la función.

— ¿Hola? — atendí y le hice un gesto a Erick cuando me miró mal.

— ¡Brey! ¡Te necesitamos urgentemente! — grita Jacob en mi oído — ¡Estamos en el hospital, Liam va a morir!— finge que llora — tienes que venir.

Me esforcé por no poner los ojos en blanco. ¿En serio? ¿Eso era lo mejor que se le había ocurrido?

— ¿Qué? WoW, espera, ¿Que pasó?

Oh, ya conozco esa voz actuada, ¿No te gusta esa excusa? Bien, buscaré otra — finjo que sigo escuchando mientras él piensa —. Oh, ya sé — da una respiración profunda y luego comienza a llorar exageradamente — ¡Aubrey, te necesito! — llora exageradamente y se suena la nariz— ¡Mi abuela va a moriiiiiir!

— Oh, dios — me llevé una mano a la boca dramáticamente. Ya había captado la atención de Alisa, que me miraba extrañada, mientras se sacaba fotos con sus invitados.

No sé qué le pasó, solo ven — se impacienta.

— De acuerdo, tranquilízate, iré ya mismo. Por favor no hagas ninguna locura, recuerda que siempre hay una mejor manera. Si se puede, tú solo resiste — siento vergüenza —. Voy a buscarte.

Actúas terrible — me dice antes de colgar.

Guardo el teléfono y Alisa ya se me acercó.

— ¿Todo está bien?

— Si...no...no lo sé, es Jacob, tuvo un accidente su abuela y está...muy mal.

— Oh, dios — se tapa la boca —, vamos a verlo.

— ¡No!— digo rápidamente —, no, tú quédate, es tu fiesta, luego te avisaré cómo está. Lamento mucho tener que irme — me cuelgo mi bolso en el hombro y camina conmigo hasta la puerta.

— No te preocupes, ¿Vendrás a mi fiesta más tarde?

— Claro, bueno, no sé cuánto me tome ir por Jacob, pero seguro estaré ahí — beso su mejilla —. Feliz cumpleaños.

— Gracias.

Conectó mi mirada con Dominic antes de salir, niega con la cabeza divertido y entrecierro los ojos. Erick se me acerca.

— ¿Quieres que vaya contigo, cariño?— me pregunta.

— No, tú quédate. Esto será rápido, nos vemos en la fiesta — le doy un corto beso y me voy a mi auto.

Y todo esto por no querer afrontar el hecho de que mi amiga sale con mi ex, que ahora está más bueno que comer con la mano.

Patética.

///

— ¿Que se murió tu abuela? ¿En serio? Ni siquiera tienes familia.

Eso fue lo primero que dije al ingresar a la casa de Jacob. Él y Liam comenzaron a reír. Saludé a los demás de nuestros amigos con la mano, vi que algunos se extrañaron de que estuviera ahí, pues varios sabían que yo iría a la pre fiesta, pero ninguno dijo nada. Liam, Jacob y yo fuimos a la cocina donde el primero me abrió una lata de cerveza.

— Cuéntanos todo.

— Mi ex es el nuevo novio de Alisa y está buenísimo, el tarado — susurro lo último antes de empinarme la cerveza y beber lo más que pude. Había estado bebiendo champán toda la noche, no me disgustaba, pero prefería otro tipo de alcohol.

Los chicos se miran y ríen.

— ¿Tienes una foto del tipo?

— No.

— Bueno, descríbelo — me animan agitando su mano.

— ¿Para qué?

— Tú solo hazlo.

— Bien — bebo un poco más antes de comenzar a describir a Dominic —. Es alto, cabello negro...mhmm...ojos claros, son grises. Tiene músculos, oh, sagrados músculos. Es el subcomandante de la estación de bomberos y para colmo está implicado en el caso de la señora Thompson, ¿Recuerdan esa vieja que les conté?

— La que te demandó.

— Si, esa. Lo vi esta tarde ahí, con su hermano.

— ¿Su hermano está igual de bueno?

— Si — blanqueo los ojos y tomo más —. Me fastidia que haya hombres tan... así, en el mundo y no estén a mi alcance.

— ¿Tan como nosotros?— Liam sube y baja su cejas, se acerca a mi provocativo.

— Ustedes tienen una belleza natural y espectacular — los halago.

— Claramente, duh — exclama Jacob y me río.

—Pero no tanto como yo— abuchean de mi altanería y me río—. Ya — alejo a Liam y me siento en la mesada de la cocina —. En una hora pasaremos por Alisa para ir a la fiesta.

— ¿Y qué pasará con mi abuela muerta?

— No lo sé, invéntate un cuento para eso, revivió o murió, como más te guste.

Me sentía una mierda por mentirle así a Alisa. Ella era demasiado buena para ser así. Tal vez podría decirle la verdad, pero conociéndola se pondría loca y dejaría todo. Es muy insegura y creerá cosas que no son. Además, Dominic no es importante, ni siquiera me acordaba de él. Nuestra relación de adolescentes hormonales no había sido para tanto, él había sido uno de los tantos novios que tuve. Y aunque no tuviera porqué preocuparse, sabía que Alisa sí lo haría y me lo echaría en cara. Ella es así.

Erick me había llamado para saber dónde estaba. Le dije que acompañando a Jacob en su luto. A Erick no le caía bien Jacob, ninguno de mis amigos en realidad. Mi grupo social era reducido, pero la mayoría eran hombres, por lo que a él eso no le gustaba.

Había cosas que no me gustaban de él, pero yo no decía nada. Conocía a Erick desde hace dos años y comenzamos a salir un tiempo después. Él me gustaba, aún lo hace, así que no le veo la gracia andar reprochado sus defectos. Y él tenía muchos. Pero yo no juzgo, no soy quien para hacerlo.

Además, en algún punto me cansaría de él y lo botaria como a los demás. Soy una persona que se aburre demasiado rápido de todo, eso incluye a mis parejas.

— ¿Vamos al baño?— me pregunta Liam al oído. Estábamos en los sillones de la casa de Jacob, todos estaban entretenidos con algo distintos, juegos de bebidas, mirando televisión, bailando con música a todo volumen.

Asiento y toma mi mano para guiarme al baño donde me sube al lavabo besando mi cuello. Sube mi falda y no necesitamos mucha estimulación en nuestros cuerpos para unir nuestras intimidades.

— Que sea rápido que tenemos que irnos pronto — le dije mientras le ponía el preservativo.

///

Íbamos a ir en busca de Alisa pero ella me mandó un mensaje diciendo que iría con Dominic. Genial, ahora estaría en la discoteca.

Fuimos en la camioneta de Jacob, ya que era más grande que la mía y yo no tenía ganas de conducir. Llegamos a la discoteca y un grupo fue en busca de bebidas a la barra mientras los demás íbamos a nuestra mesa reservada.

Jacob me pasó un brazo por el hombro y nos sentamos juntos. Él es muy cariñoso conmigo, siempre me dice piropos y poemas, es romántico; sin embargo, lo que tenía de romántico también lo tenía de mujeriego. Anda con todas, folla a todas y juega con todas. No conozco una persona con tanta vida sexual como Jacob. Eso me encanta de él, hace lo que quiere, con quién quiere y no le importa ni madres lo que pensarán o digan de él. Yo soy bastante igual y supongo que por eso nos llevamos tan bien.

Nos trajeron las bebidas y empezamos nuestra ronda de chupitos antes que los demás lleguen.

Después de un rato, vi a Alisa a lo lejos, a su lado estaba Dominic y más atrás vi a Erick estirando el cuello entre la multitud, apuesto que me está buscando.

Jacob los vió y los llamó agitando la mano antes que yo pueda hacerlo. Maldito apresurado.

— ¡Feliz cumpleaños a ti!— comienza a cantarle a Alisa y todos se unen. Las mejillas de ella se vuelven rosadas de la vergüenza, sonríe tímidamente.

— ¿Cómo está tu abuela, Jacob?— le pregunta cuando se abrazan.

— Oh, eh, bueno, ya verás... Está bien, mucho mejor, solo fue un susto — dice fingiendo dolor.

Erick se sienta a mi lado donde había estaba Jacob antes y me mira mal. Se que le molestó que me haya ido así pero bueno, si algo no me gusta, no lo hago, soy así y si alguna vez me esforcé por cambiar mi actitud, ya ven que no lo logré.

Mientras no se perjudique a terceros, creo que todos pueden hacer lo que quieran.

Besé su mejilla en forma de disculpa, él me apartó cuando quise poner mi mano en su rodilla.

— Chicos, él es Dominic, mi novio — lo presenta.

Jacob lo mira de arriba abajo y sonríe pícaro para acercarse a darle un abrazo, si, él es muy confianzudo a veces. Cuando se separan me mira y me guiña un ojo, ya sé lo que debe estar pensando ese pervertido.

La noche transcurrió extraña. Bailamos, bebimos y charlamos. Yo no bebí tanto, a Erick no le gusta y ya lo hice enojar bastante por un día. Fui a bailar con Jacob y Liam, pero tuvimos que moderarnos, solemos ser muy toquetones, pero ahora no podemos, Erick me asesinaría. Cuando mis pies ya no daban para más fui a sentarme y tuve que sacarme el saco porque moría de calor.

— ¿Tenías que ponerte esa blusa? Tienes unas más lindas, Aubrey — me regaña Erick.

— Tengo otras más cerradas querrás decir — mi blusa es blanca y se transparenta, como no llevo sostén, en la luz y si se presta atención, se pueden ver mis pezones. Antes tenía puesto el saco que va en conjunto con la falda así que supongo que por eso no me había dicho nada, hasta ahora.

— Cariño, sabes que no me gusta que andes así, hay cada pervertido en esos lugares — mira con desconfianza a todos lados, en especial a Jacob que baila animadamente con un grupo de chicas.

— Puedo vestirme como quiera — replico. Me mira mal, pero no le doy lugar a reproches, me voy a la barra—. ¡¿Me das uno de esos, por favor?!— pido y de inmediato me lo sirven.

— Aquí tienes, preciosa.

— Gracias.

Me lo bebo de un solo trago y apoyo mi codo en la barra estando de espalda. Veo a Alisa acercándose.

— ¡Me estoy divirtiendo muchísimo, gracias por esto, Brey!— me abraza.

— Disfrútalo.

— Si...oye, creo que debemos hablar. Te debo una explicación.

— No me debes nada, pero si me gustaría saber qué fue lo que pasó.

Asiente y se para a mi lado también apoyando su codo en la barra.

— El domingo pasado, estuve con el chico del aeropuerto, ¿lo recuerdas?— asiento —, pues resulta que ese tipo es Dominic. Ambos estábamos ebrios, pero por suerte logré recordarlo todo unos días después, hablamos desde entonces y bueno, ya verás lo que sucedió.

— Pero dijiste que a Dominic lo conociste en una fiesta.

— Sí y es cierto, pero también es cierto que él viaja mucho, por eso yo lo llamo el chico del aeropuerto. Las únicas oportunidades que tenía de verlo eran en las fiestas, por eso siempre te decía que sí.

Bueno, eso lo explica todo.

— Siento haberte evitado toda esta semana, Brey. Creía que te enojarías conmigo por haberme emborrachado a tal punto de no recordar la noche anterior — baja la cabeza apenada.

— Oye, ven aquí — la abrazo —, yo he hecho cosas peores y tú siempre estuviste ahí. No estoy enfadada, pero no vuelvas a ignorarme o esa vez sí me enojaré.

En realidad, no es que ella siempre está para mí cuando me emborracho, le da repulsión ver personas así de afectadas por el alcohol. Pero bueno, ella siempre me llama al día siguiente para ver si me encuentro bien.

Algo es algo.

— Me pido un trago y vamos a bailar — propongo y asiente contenta — ¡Eh, dame tequila!

Hace mucho tiempo no salía de fiesta. El domingo pasado fue la primera vez en varios meses, a Erick no le gusta que salga con mis amigos sola y como ha estado ocupado por trabajo no podíamos salir. Él llega muy cansado a veces y no quiero forzarlo a salir.

— ¡Domi! — Alisa se lanza a sus brazos cuando llega con nosotras. No me giro a mirarlos, pero por el rabillo del ojo veo como le besa la mejilla cariñosamente. Casi se me sale una carcajada, Dominic, que yo recuerde, jamás fue cariñoso, es más bien el típico fuckboy frío de la escuela, o bueno, fue.

El camarero se me acerca y desliza mi trago de tequila por la barra y me guiña un ojo, al principio no entiendo pero luego miro mi trago y lo veo, un papel bajo el vaso de vidrio. Sonrió coqueta sin poder evitarlo, siempre recibo halagos, tanto en la calle como en el trabajo, pero hace mucho no me daban un número tan indiscretamente.

Guardo el papel en mi pantalón y me giro con mi trago.

— ¿Te lo vas a guardar, en serio, Brey? — Alisa niega con la cabeza en desaprobación — Mi primo está por ahí.

— Lo sé, no pienso usarlo — me encojo de hombros, no me gusta cuando me cuestionan. Me bebo mi tequila de un solo trago y lo dejo sobre la barra antes de mirar a la pareja —. ¿Vamos a bailar o vas a seguir juzgandome?

Alisa niega con la cabeza y toma mi mano. Dominic parece muy divertido con la situación y yo no lo entiendo. Lo miro y se encoge de hombros mientras su novia nos lleva a ambos a la pista.

Al final termino bailando sola mientras la pareja se mueve junta, tocándose y besándose.

Después de un largo rato bailando, dejándome llevar por la música, alguien me toca el brazo y me gira.

— ¿Ya puedes ir a sentarte? — me regaña Erick.

— Baila conmigo — le pido pero rechaza mi invitación.

— Claro que no, ¿Has visto a todos esos babosos mirándote? Vamos a sentarnos — toma mi mano y me saca de la pista.

Calladita, dejo que me guíe a la mesa donde hay solo dos de mis amigos. Nos sentamos en una esquina y cuando voy a agarrar un vaso del centro de la mesa él me lo quita y lo devuelve a donde estaba.

— ¿Se puede saber dónde has estado antes de venir aquí? Me lo he aguantado toda la noche, pero ya es suficiente, Aubrey. Dímelo — exige.

— Te dije que Jacob tenía una urgencia.

— Si, eso dijiste, pero ¿es verdad?

— ¿No me crees?— lo miro casi indignada — ¿Me sacas de la pista para reclamarme?

Resopla y se acerca más a mi como si quisiera intimidarme.

— Responde. ¿Qué hiciste con él?

¿Ahora cree que lo estoy engañando?

— Me tienes que estar jodiendo.

— Habla bien — aprieta los dientes y su mano llega a mi hombro, también apretándolo.

Erick ha cambiado mucho con el tiempo. Antes era más delicado, más cariñoso, me hacía caricias y se la pasaba intentando hacerme reír. Pero cuando le di la oportunidad de estar juntos, poco a poco fue dejando de hacer todo eso que hacía antes para conquistarme.

— Suéltame — le pido bajo.

Me mira mal, de esas miradas que odio.

— ¿Sucede algo?— pregunta alguien sentándose del otro lado de nosotros.

Erick me suelta el hombro y se acomoda en el asiento incómodo. Miro a Dominic quién se quita el saco para dejarlo en el sillón. Ni siquiera nos mira cuando se sube las mangas de su camisa blanca y pulcra.

— No — respondo y me aclaro la garganta —, ¿Y Alisa?

— Fue al baño — pone sus ojos directamente en mi, como si supiera que algo sí estaba pasando pero no sé lo voy a decir.

Le sostengo la mirada unos segundos y tengo que desviarla cuando Erick me mira.

— Mejor vámonos, debes estar cansada de tanto bailar.

Suspiro y asiento. No estoy cansada para nada.

Me pongo de pie cuando él lo hace y busco mi abrigo.

— Aún es temprano — recuerda Dominic, mirando a la nada desinteresadamente.

— Nosotros nos levantamos temprano mañana — se excusa y me toma del brazo posesivamente.

Mentiroso. Él no se levanta temprano. Nunca.

— ¿Puedes decirle a Alisa que lo siento, que estoy cansada?— le pido a Dominic.

Me mira y después de examinarme unos segundos, asiente.

— Quédate aquí, avisaré que nos iremos — me dice Erick y se aleja para llamar a sus guardaespaldas, si tiene guardaespaldas. Su padre es un importante empresario bancario y por eso los necesitan, según ellos, aunque yo no creo que sea necesario.

— No pareces cansada — murmura Dominic.

— Lo estoy.

— Ajá.

— ¿No me crees?— lo miro fingiendo estar ofendida.

Se inclina hacia adelante apoyando sus codos en sus rodillas y me observa de arriba abajo, deteniéndose un segundo más del necesario en mis pechos.

— Creo que tienes demasiada energía.

— La energía cansa a veces — me encojo de brazos.

— Y por eso hay que descargarla.

¿Se me hace a mí o usó otro tono más ronco?

¿Y por qué mi cuerpo reaccionó a eso?

¿Alguien más tiene calor?

— ¿Estás insinuando algo, Dominic?— digo su nombre de manera lenta y sensual.

— Solo digo — apoya su espalda en el sillón y pasa su brazo grueso y musculoso por el respaldo — si no quieres irte no tienes porqué hacerlo, linda.

Lo quedo mirándolo fijamente recordando que ese era el apodo que me había puesto cuando salíamos en la escuela. No lo olvidó. Mi entrepierna comienza a sudar gracias a su tormentosa e intensa mirada.

Desvío los ojos, mordiéndome el labio inconscientemente. Visualizo a Erick acercándose, me mira fijamente, lo conozco lo suficiente como para deducir que no le gusta para nada que esté hablando con Dominic.

— Gracias por tu preocupación... precioso — digo provocando que eleve ambas cejas ante la sorpresa de mis palabras, así le decía yo para molestarlo—, pero si quiero irme y es lo que haré. Ya nos veremos.

Doy media vuelta y me dirijo al encuentro de Erick.

Tendré que autocomplacerme por la excitación extravagante que me hizo tener con tan solo dos oraciones. Estoy segura que sabe el poder que tiene en su tono de voz y lo usa como quiere.

Continue Reading

You'll Also Like

2.7K 614 29
𝐒𝐀𝐓𝐙𝐔┊Chou Tzuyu marcaba la piel de las personas. Minatozaki Sana marcó su corazón... Para siempre. ──────────── ⋆·˚ ༘ * ──────────── ⋆ P...
114K 9.2K 41
Fernando y Bárbara son polos opuestos, muy difícilmente podían coincidir en algún momento en la vida, pero por ordenes del destino sucedió. • •...
1.6K 80 7
___ Stanković, una chica común y corriente de 14 años, que iba a inscribirse a la escuela Vladislav Ribnikar de Belgrado Serbia, cuando en medio de e...
1.7M 120K 67
"Un ángel y el demonio" Gracias a la hermosa portada a @Spring_In_June. ❤️