"Amar de nuevo" (Merdisson)

Capítulo 7

Fui con  Mark y Alex  a la cafetería a almorzar y nos sentamos en una mesa. Al cabo de 10 minutos, veo llegar Derek con Andrea y con el almuerzo de ella.  La sienta en la silla donde estábamos nosotros y  va por su almuerzo.

-Mami, ¿puedo comer una de tus galletas?-me pregunto Andrea.

-Si te comes tus vegetales, hija-le contesté

-Mamá…-dice mi hija haciendo un puchero.

-Vegetales primero, galletas después-le dije

-Escucha a tu mamá Andy. Si quieres ser una cirujana como tú mamá y todos nosotros, debes comer tus vegetales-le dijo Derek, que ya se había sentado al lado de Andrea.

-Esta bien y no me digas Andy que no me gusta-le dijo mi hija, mientras comía sus vegetales.

Cuando terminamos de comer, le di a Andrea dos galletas y ella se las comió contenta.

-No te olvides que después tienes que comer tu fruta, pequeña-le hice recordar.

-Oki doki-me respondió ella.

Al rato, la llevé a la guardería y estuve jugando con ella unos minutos hasta que me fui a trabajar.

Estaba chequeando a la paciente, la cual me pidió disculpas por su comentario anterior. Pude ver que todo estaba bien, así que fui a llenar su post operatorio en la estación de enfermeras, cuando escucho varios murmullos .

-La leyenda está aquí -escuche a una

-Una de las creadoras del método Grey-Cerone está aquí-escuche a otra (se que en el show no es así, pero aquí Harper Avery murió mucho antes, por ende Catherine Avery  asume el mando)

Cuando volteo, veo a mi mamá ahí.

-¿Mamá?-le pregunté

-No, el presidente de los Estados Unidos. Por supuesto que soy yo Meredith. Vine a recoger a Andrea y llevarla a casa, además de que debo de hablar muy seriamente con Mark-dijo ella.

-No me digas, volvió a confundir el cilantro con el perejil-le dije

-La primera vez la puedo aceptar, todos ustedes pasaron por esto, pero con esta ya son veinte veces que hace lo mismo-me dice

Yo suspire. Si bien Derek, Alex y yo pasamos por lo mismo, sólo fue una vez en la vida, pero Mark no aprende aún.

-Ok, te llevaré a la oficina de Mark-le dije.

Fuimos a la oficina de Mark y toqué la puerta.

-¡Adelante!-le escuchamos gritar y abrí la puerta

-Ells, que bueno verte aquí, ¿te enteraste que Meredith asistió en su primera cirugía hoy en obstetricia? Inclusive la doctora Montgomery la dejó cerrar la incisión-le dijo Mark

-¡Mark!-le respondí, poniendo mi rostro en mis manos para ocultar que me estaba poniendo roja.

-¡Esa es mi hija! Sigue así y serás mejor que yo-me dijo mi mamá

-Gracias ma, pero algunos de mis compañeros no estaban contentos al respecto-le dije

-El sueño de todo interno es entrar al quirófano en su primer día. Están celosos y no dejes que eso quite tus ganas de ser extraordinaria, mi niña. Ahora, sal un momento que tengo que hablar con Mark-me dijo.

Yo salí y me encontré con Derek y con Alex

-¡Mierda! Llegamos tarde-dijo Derek, susurrando

-¿Qué?-les pregunté

-Le íbamos a advertir a Mark-dijo Alex.

Yo iba a decir algo, cuando escuchamos a mi mamá

-¡¿CUÁNTAS VECES TE TENGO QUE EXPLICAR LA DIFERENCIA ENTRE EL CILANTRO Y EL PEREJIL, MARK EVERETT SLOAN?!-gritó Ellis

-Ya fue-dijo Derek

-¡VEINTE, VEINTE VECES TE TENGO QUE DECIR QUE EL CILANTRO TIENE FORMA DE LA LETRA C Y EL PEREJIL TIENE PUNTA, MARK!-La volvimos a escuchar otra vez.

En eso, ella sale y ve a los demás trabajadores viéndola.

-¡¿QUÉ MIRAN?! ¡VAYAN A TRABAJAR DE UNA VEZ!-Volvió a gritar Ellis y el personal se fue a hacer sus labores.

-Ahora sí, a ver a mi nieta, ¿vamos Mer?-me dijo, calmada.

-Ustedes vean a Mark, yo iré con mi mamá donde Andrea-les dije a Alex y Derek, quienes no dudaron en entrar a la oficina y cerrar la puerta.

En el camino nos detuvieron mis tres compañeros: Cristina Yang, Izzien Stevens y George O'malley.

-¡Oh por Dios! Usted es La gran Ellis Grey. La diosa de la cirugía, la mejor de todas, la…-Comenzó a decir Izzie pero fue interrumpida por mi madre, la cual levantó la mano y los miró a los tres fijamente.

-¿Y tu eres…?-le pregunto ella.

-Soy Izzie Stevens, ellos son Cristina Yang y George O'malley-dijo ella.

-3, 2, 1…-murmuré, porque ya sabía lo que venía.

-Izzie, ¿cierto? No es necesario que me digas esas cosas, porque ya lo sé, además, viéndolos a los tres, ya puedo ver su futuro. Tú-dijo señalando a Izzie-eres muy dulce y suave, ¿segura que haz escogido bien la carrera que estás siguiendo? Tú-dijo señalando a George-¿No deberías estar en la escuela aprendiendo historia, matemáticas y esas cosas? Eres muy niño para estar aquí y tú-dijo señalando a Cristina- ¿crees que por acostarte con Burke vas a lograr escalar? Aquí se hace todo a base de esfuerzo-la escuché decir.

Me quedé con la boca abierta, al igual que los demás.

-Pero… pero…pero …¿cómo…?-escuché a Cristina

-Yo trabajé aquí hace tiempo, sé todo lo de aquí y se distinguir cuando los internos se acuestan con los jefes sólo para obtener cirugías y cuáles no. Ahora, si me dan permiso, voy a ver a mi nieta-les dijo ella.

Ellos se movieron a un lado y yo la seguí.

-¿Era necesario?-le dije

-Hija, yo sé todo lo que sucede aquí. Seré vieja, pero no tonta-me dice

Nos quedamos en silencio hasta llegar a la guardería.

-¡Abuela!-escuché a Andrea decir mientras corría a los brazos de mi mamá.

-¡Mi niña!-dijo ella cargando a mi hija.

-Abue, vi a mi mamá asistir su primera cirugía y fue asombroso-le dijo mi hija.

-Lo sé, Andrea, lo sé. Ahora, ¿por qué no vas a despedirte de tus amigos, mientras converso con tu madre?-le dijo ella.

Andrea bajó de los brazos de su abuela y se fue a despedir de ellos.

-No te dije esto antes, pero Andrea es tu motor Meredith. Eres su inspiración, hija. Sigue así y tal vez ella sea  una cirujana y mejor que las dos-me dijo

-Gracias mamá-le dije.

Andrea regresó después de despedirse de sus amigos.

-¿Nos vamos abuela?-dijo ella.

-Vamos a casa. Despídete de mamá-le dijo ella

-Chau mami-se despidió mi hija y me dio un beso

-Chau, pequeña-le digo y veo que mi mamá se la lleva.

Lo que Meredith no sabía es que Cristina, Izzie y George habían ido por el otro lado del pasillo y habían visto toda la escena, además de las ganas de averiguar todo el pasado de ella.
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Bueno, aquí va otra actualización más
Mark es yo en la vida. Casi 26 años (los cumplo el 7 de junio) y aún me cuesta distinguir entre el cilantro y el perejil.