Pov Lissa
"Miedo" le queda pequeño a lo que sentí al escuchar esa voz de nuevo. Terror, horror, náusea y todo en conjunto en mi estómago me dejó paralizada por completo, o eso noté al momento de intentar levantarme obteniendo como resultado la sensación de flaquear por el temblor de mis piernas y la extraña necesidad de recargar me en algo.
- ¿Ha-Harry? - mi mano busco con desesperación la rejilla de metal para sostenerme. Mi voz salió apenas en un susurro.
- El mismo- su voz era burlona. Sabía que por dentro este se revolcaba de la risa al verme temblar ante él.
- ¿Qué es lo que quieres? - mi pecho subía y bajaba con rapidez. Mis ganas de vomitar eran bloqueadas por lo vacío de mi estómago sumando el mareo que me hacía sentir el saber que tan cerca estaba como para sentir el tacto de su mano con la mía, la cual se aferraba de las rejillas.
- Te dije mi propuesta...pero imagino que no has hecho nada...
- ¿ Qué tengo que ver yo dentro de todo esto? ¿Podrías solo dejarme? - se que es algo egoísta pedir que me deje a mi en paz en vez de a Peter y a mi, pero yo no tengo poderes. No tengo como defenderme, mi porcentaje de sobrevivir es nulo si alguien no me ayuda dentro de esta pelea y aún así me buscan como si yo fuese su mayor obstáculo.
- En realidad tienes todo que ver, Lissa- sentí como una mano se posaba en mi cabello e instantáneamente salté ante el tacto causando que este se alejara- Tu sola te metiste en todo esto.
- Yo no quería esto, yo quería una vida tranquila junto a mi padre- las lágrimas estaban a punto de salir. Un sonido de silencio salió de su boca muy tranquilamente, mientras sus pulgares limpiaban mis lágrimas. Asco era lo que sentía.
- Te dije la solución sencilla, Lissa. Y preferiste hacer lo que te vino en gana- a pesar del miedo mi ceño estaba totalmente fruncido gracias a la rabia.
- ¡Lissa! - la voz de Piper se hizo presente. Ahora mis amigos están en riesgo, un riesgo que podía sentir con cada poro de mi piel.
- Vaya, ¿amigos tuyos? - no quería que se acercara a ellos, no de nuevo. No podría hacer nada para salvarlos
- ¡Aléjate de ella! - la voz de André se comenzaba a acercara pero después tan solo escuchaba respiraciones descontroladas y gritos ahogados por parte de mis otras dos amigas.
- ¡André! - Piper soltó muy desesperada. En este momento odiaba ser ciega, odiaba tener que depender de alguien que me cuente todo como si de un cuento se tratase.
- Descripción gráfica: lo tengo por el cuello- sabía con todo el corazón que Harry estaba sonriendo a la situación actual. Se que no se como luce su rostro pero ahora conozco un poco más a las personas de su tipo, agregando que al gesticular de cierta forma el tono de la voz cambia y yo me había hecho una experta en identificar aquello- Sería divertido, tú sabes...
- ¡No! - inútilmente levanté mi brazo hacia ellos en un torpe intento de alcanzarlo- No metas a más gente inocente. Si tu pelea ahora es conmigo, entonces solo pelea conmigo y no seas cobarde- las palabras salieron como si nada, sin freno, sin filtro y yo quería morir.
Juro por Dios que no me quise hacer la valiente, juro que eso salió porque sí pero supe que era muy tarde cuando sentí su mano al rededor de mi cuello.
- Mira, cieguita- escupió con odio- Yo no soy ningún cobarde, tú eres una torpe que basa su seguridad en en pensamientos estúpidos. No conoces esta realidad, llegaste sin saber nada y te iras sin saber nada, a menos que hagas lo que te dije- sonidos empezaron a salir de mi boca, gracias a lo difícil que se estaba volviendo respirar.
- J-ja-mas- mis manos estaban envueltas en al rededor de lo que creía eran sus muñecas en un intento fallido de safar su agarre a mi cuello.
- Entonces atente a las consecuencias de tus actos tal y como lo está haciendo ahora Peter- a pesar de la situación deseaba con mi alma que mis amigos no hubiesen escuchado ese nombre y que no se hagan ideas tontas. Harry me soltó de golpe haciendo que golpeara la mitad de mi cuerpo contra el cemento- Ya no serás solo tú, ¿qué puedo decir? Tú padre es muy conocido entre nosotros y no será difícil encontrarlo si te seguimos. Tranquila, que llevamos haciendo esto desde que te vimos muy apegada al señor Spiderman- respiraba con mucha dificultad y desesperación.
- Puedes matarme, Harry. Pero jamás conseguirás lo que quieres maldito enfermo- dije con la vos un poco cortada. No quería morir, pero tampoco quería ser una cobarde aunque muy probablemente mi propia "valentía" me llevaría a este final. Pero el simple hecho de saber que utilizan mi ceguera como una oportunidad para ellos de hacerme sentir sumisa y vulnerable, me hervía la sangre solo pensarlo... Tal vez siga siendo una inseguridad para mí.
- Entonces tus deseos son órdenes, ciega idiota- su mano se aferró a mí quijada- solo esperalo- me soltó con desdén después de unos segundos. Segundos donde pude sentir como analizaba mi miedo. Miedo que se plantó en mi alma y comenzó a florecer en terror, el cual ya sentía como le carcomia las entrañas.
Puse sentir que la presencia de Harry se había desaparecido gracias a la poca atención que le puse después de mi estado de shock.
- ¡Lissa! - grito Piper, pero los brazos que sentí rodearme no eran de ella, eran de André, los cuales tan pronto sentí causaron un río de lágrimas.
- Estamos aquí, Lissa- André daba caricias a mi cabello mientras yo no podía dejar de temblar.
- Quiero... Necesito ver a mi papá- mi voz no pudo salir más temblorosa.
- Yo voy- Cathe dijo tan pronto como terminé la frase. Un pequeño barullo comenzó a escucharse, al parecer había más gente de la que pensaba.
- ¿Por qué?- habló Piper- ¿Por qué te dijo esas cosas, Lissa? - es que era imposible no notar la obviedad de la situación, me estaban buscando, estaban intentando lastimarme y sus palabras harían que hasta la persona que más desconoce la situación sepa que yo tengo que ver algo en todo esto.
Me estaba ahogando con este engaño, me estaba matando no poder decirle a mi padre la verdad, verdad de la cual no podré huir más porque después de esto confirmará su nada incorrecta idea de que yo estoy en peligro.
- Yo... - no sabía que decir, el corazón me latía a mil por hora pero mis palabras estaban en la punta de mi lengua hasta que...
- Piper, creo que no es momento de hablar de eso ahora- André interrumpió amablemente a Piper, algo extraño en él, pero he aprendido a que sabe comportarse conforme a la situación.
- Es verdad- su voz se escuchaba avergonzada.
Después de unos minutos más Cathe llegó sin aire anunciando que mi padre se encontraba en camino, pero yo estaba preocupada en este momento porque recordé que mi chico no se apareció para salvarme y tal vez haya estado ocupado con otra cosa pero, comienzo a desesperarme por él.
Mi papá no tardó mucho en llegar, lo conozco a la perfección, así que se que en cuanto supo la noticia solo grito a sus compañeros de cocina que: "Su pequeña estaba en peligro" para salir corriendo enseguida. En cuanto escuché la puerta del auto sus brazos me rodearon por completo y yo solo me solté a llorar.
André no me había soltado hasta el momento, además de que el director nos acompañó hasta la entrada de la universidad para disculparse por lo sucedido; pobre hombre esto ni siquiera es su culpa.
- Sentimos mucho lo sucedido, la verdad es que esto nunca había pasado. Y...
- ¡¿Nunca había pasado?! - interrumpió mi papá- esta ciudad está llena de situaciones y personas que pueden dañar a gente inocente, ¿ Y no tienen la protección suficiente por si esto pasa? - escucho que suspira fuertemente- Yo... Se que no es culpa de ustedes pero estoy desesperado.
- Lo entendemos por completo, señor. Se el miedo que siente y queremos saber o conocer alguna forma de recompensar este mal momento para la señorita- el director estaba siendo lo más comprensible del mundo.
- No creo que sea necesario... No creo que nos quedemos aquí por más tiempo- nadie dijo nada, y es que mi angustia por Peter era tan grande como la que siento por mi vida. Todos mis amigos se encontraban aquí pero saben que este no es el momento indicado para reclamar e intentar convencer a mi papá de no llevarme porque repito: ¡Es muy obvio que algo se traen conmigo! .
Este secreto me está matando o lo hará dentro de poco y no quiero seguir ocultando nada a mi padre.
- Comprenderemos por completo su posible decisión, si necesitan algo háganos lo saber; y si esta opción es la que usted cree correcta haremos lo posible para que el papeleo de la señorita Lissa sea de lo más rápido y eficaz- mi papá respondió con un débil "Gracias".
Mi amigos no dijeron nada más, no intentaron despedirse y yo lo entendí por completo, la tensión se podía romper con un simple suspirar. Estaba tan ensimismada que salté un poco al sentir la mano de mi padre en mi cintura para enseguida tomar mi mano, ayudándome a subir al auto.
El camino era tan largo, tan silencioso, tan frío que no podía con el. Las palabras se acumulaban en mi cabeza, quería decirle, necesitaba decirle, no quería ser la única que cargaba con este peso de la verdad sobre Peter.
- Papá, yo... - su mano tomó la mía.
- Se que no quieres irte, y en verdad yo tampoco. Solo no puedo permitir que sigas estando en peligro. Sabes que jamás te he minimizado porque no hay razón para hacerlo, sin embargo tu y yo sabemos que jamás sabrías defenderte de un enemigo tan complicado, Lissa- apretó mi mano
- Tengo algo que decirte- mi mirada estaba enfrente y mi corazón latía con desesperación- Y lo que te voy a decir tiene que ver con toda esta situación- él apretó mi mano.
- Hija... - me gire de manera rápida, intentando quedar frente a él.
- ¡Solo te pido! - dije de manera brusca tensado un poco mi agarre, causando que él lo hiciera de vuelta- Que guardes el secreto, porque no es culpa de él.
- Lissa, por favor, no juegues- su voz sonaba ahogada.
- No juego, no ahora. Y tú sabes más que nadie los cambios en mi voz cuando hablo realmente seria- aclaré mi garganta. Su silencio me indicó que siguiera- Solo promete lo, porque su vida también está en peligro- sentí como mis ojos se aguaron.
- ¿De quién hablas, hija? ¿Quién es "él"? ¿Por qué está en peligro? - normalmente hace muchas preguntas cuando está desesperando.
- Peter, papá- no pude evitar llorar, lo estoy traicionando pero ya no puedo con esto sola.
- ¿Peter? Hija, ¡habla! - toma mi rostro.
- Él.... Él es Spiderman- cerré los ojos fuertemente, me aferré a mi papá como si mi vida dependiera de ello y prácticamente si es así.
- ¿Qué?
- ¡Nunca te mentiría! - se que ahora él diría algo al respecto pero no lo permitiría- Ellos nos vigilaron desde que notaron nuestra extraña cercanía. Harry, el chico que me invitó a su empresa aquella vez... Es uno de ellos... - silencio- ese día que me invitó a su empresa me amenazaron entre todos, contándome la verdad de Peter, diciéndome que si nos los ayudaba a acercarse a él... Ellos te lastimarían pero aún así le dije a Peter por que sabía que era muy tonto guardarme eso solo para mí, así que trate de vivir mi vida normal aun sabiendo la verdad, aún sabiendo el peligro que corría porque no quería que lo juzgaras.
- ¿Qué? - en verdad estaba tan confundido- Lissa, esto...
- Pero estaba vez ya no pude más porque me dijeron que sabían quien eras; prácticamente me dijo que te harían algo ahora que no decidí escucharlos y ya no me resistí...tengo miedo de perderte- y me solté en un mar de llanto en el cual mi padre me sirvió de salvavidas.
- Lissa; conejita... Tranquila, tienes que respirar- acariciaba mi cabeza
- No quiero que lo odies por meterme en algo donde yo decidí entrar, él no tiene la culpa de que ellos me busquen. Me daba miedo que tuvieses algún arranque y que le dijeras que yo te había contado la verdad, que le gritáses cosas horribles- mi voz se comenzó a quebrar.
- Lissa, hija- él me abrazó como siempre- ¿Cómo pudiste cargar con algo así? Es mucho para dos personas- me alejé lentamente y limpié mis lágrimas.
- No lo sé, no creí que las cosas se complicará así, pero me preocupas tú papá... Dicen conocerte y por no aceptar entregarles a Peter podrían meterse contigo. Ya deben saber dónde vivimos- estaba temblando.
- Conejita, no podemos quedarnos aquí- tomó mis manos en las de él.
- Yo lo sé, créeme que todo me sería tan sencillo si no estuviese preocupada por Peter.
- No, hija. Perdón, pero si Peter te ama entenderá el peligro que corres he irá a buscarte cuando esto termine- no pensaba pelear porque ni siquiera lo estábamos haciendo, todo es estrés y angustia.
Yo solo baje mi cabeza y escuché como su puerta se abría para después esperar que él abriera la mía.
- Hey, conejita- escuche que dijo mientras abría la puerta- Te prometo que no le reclamaré nada, ¿okay? Podrá ser Spiderman pero no deja de tener sentimientos y evitar enamorarse es muy difícil-y él más que nadie podía confirmarlo.
- Okay- pero no podía estar feliz, no después de saber que nos iremos.
Al entrar subí las escaleras de mi habitación y me deja llevar por una tristeza que tenía años no sentía. Sin embargo, esos típicos toquesitos en mi ventana me hicieron sentir que me faltaba aire. Lentamente me levanté, con esta misma velocidad me acerqué a la ya mencionada para abrirla y simplemente sentir como entraba seguido de un desesperado.
- ¿Estás bien? ¿Te hizo algo? ¿Te dijo algo?- es verdad... Peter no estuvo ahí.
- Yo... - comencé a entristecerme más gracias al remolino de pensamientos que tengo.
- Déjame explicarme primero... - me tomo del hombro- yo siento no haberte salvado. Mi instinto me llamó pero... No quise pelear ahí, no contigo cerca porque sabía que sería más peligroso y yo... - comencé a llorar de nuevo- perdóname, Lissa. Perdóname-tomó mí rostro con su manos.
- No...No, estoy molesta por eso... - y la verdad no me había puesto a razonar esa situación pero él tenía razón, si se metía tal vez pudo haber sido peor de lo que ya era- Ni siquiera es contigo. Estoy molesta conmigo- cerré mis puños, apretando los que tanto que sentía como se entumían.
- Dim...- lo detuve rápido.
- Le dije a mi papá -respire profundamente- quién eres...
- ¿Qué? - fue como si estuviese asombrado y confundido a la vez. Como tratando de decirse: "que no sea lo que creo que es".
- Le dije que eres Spiderman- por primera vez un silencio nos carcome, nos ahoga y nos trata de destruir.
- L-Lissa, ¿por qué? ¿Por qué le dijiste eso? - escuché que se sentaba en la cama así que simplemente me gire a esa dirección- Sabes lo peligroso que puede ser, además va a odiarme, si le dice a tía Mau yo...
- No le dirá nada, Peter- dije muy bajito.
- ¿Como estás tan segura? - su tono era un poco difícil de descifrar, sin embargo nuestra voz nunca se elevaba para evitar que mi papá nos escuche.
- Es mi papá, Peter. Se como es él, por eso estoy tan segura.
- Lissa, te dije... Lo peligroso que era, las consecuencias de saber esta información ya te las conté y aún así...- me sentía molesta, odiaba cuando me regalaban como a una niña- dijiste todo ¿Te das cuenta de lo que te hiciste?
- Y aun así, sin saberlo... Se acercaron a mí e investigaron cada minimo detalle sobre mi papá y yo. Me amenazaron con él, Peter ¡Por eso abrí la boca! ¡Porqué ya no podía más con esa angustia, de despertarme todos los días y no saber que esperar! Temer que un día no llegarías. Peter, tu tienes ventaja frente a casi todo el mundo pero personas como yo... Solo nos queda esperar el golpe- mi ceño estaba fruncido, estaba estresada- Y si me vas a decir que te sientes traicionado por mi... entonces hazme el favor de irte- apunté a donde recordaba que estaba la venta.
- ¡No quiero perderte!- me tomó por los hombros.
- Pues... Ya es algo tarde- miré hacia a bajo.
- Lissa, ¿de qué hablas?- su agarre si hizo más fuerte.
- Mi papá quiere irse- él me soltó, yo solo pude tragar saliva- Y la verdad, yo tampoco quiero seguir pasando por esta ansiedad constante.
- ¿Cuando? - yo jugueteaba con mis dedos por la ansiedad.
- Quiere que mañana, comencemos a guardar todo. Renunciará a su trabajo... Y yo pediré mi baja en la universidad.
- ¿Enserio me dejarás?
- ¿Es enserio?- de todas las cosas que pudo haber dicho, tenía que decir esa...
- Es enserio, ¿qué? - comenzaba a sonar molesto.
- Eres increíble - me cruce de brazos y negué mientras giraba al lado contrario de donde escuchaba su voz.
- ¿Por qué dices eso? - sentí como se posiciona a a un lado mío.
- Por que... Por que te victimizas demasiado. No digo que solo quiero que pienses en mí, pero ni siquiera haces el intento de entenderme- y salieron esas palabras como un vómito incontrolable.
- Ahora me victimizo- escuche un suspiro.
- Creí que me apoyarías como yo lo he hecho, al soportar todo esto y seguir guardando tu maldito secreto que pone en riesgo MI VIDA - estaba comenzando a alterarme.
- ¡Yo te protegería!
- ¡Y yo lo sé! ¿No entiendes esto?
- Me estás dando a entender que por no saber protegerte te vas.
- ¡Ahí vamos de nuevo! ¡No es por ti! No todo gira a tu alrededor- gracias vómito de palabras.
- ¿Por qué siento que todo me pasa a mi, entonces? La gente que perdí...
- ¡Mi padre convivió con el amor de su vida como pareja solo por nueve meses para después perderla y que años después su hija casi muriera! Si vas a hacer menos mis miedos entonces puedo comparar los tuyos- respire profundo- No eres el único que sufre. Y tus poderes no hacen que tu sufrir sea más importante que el de los demás- sentí como mi dedo golpeaba con su pecho. Se que no esta bien de mi parte minimizar su inseguridad pero me duele que no comprenda las razones, me duele que no entienda que me da miedo que lastimen a quienes amo por estar con él, se que no es su culpa, peor me siento responsable de todo esto, del como lastimaron a mis amigos... Me es imposible no sentirme así y aunque sé que no debería de hacerlo porque esa gente está enferma, es algo que está ahí constantemente.
Así sin más su presencia desapareció dejándome con unas lágrimas incontrolables más un huevo que calzaba mi estómago.
Solo intenté ir a dormir, alejarme de esta sensación lo más rápido posible. Mis lágrimas comenzaron a cansarme y después de una hora pude quedarme dormida.
Un golpe se hizo presente, mientras el ruido de una ventana rompiéndose y los ladridos de Russell me levantaron por completo.
El corazón lo tenía en la boca, no sabía que pasaba.
- ¡Lissa! - escuché a mi padre gritar. Tambaleándome salí de la cama, torpemente giraba la perilla la cual cedió al quinto intento gracias a la desesperación de seguir escuchando a mi padre gritar.
Corrí por el pequeño pasillo que divide nuestros cuartos, al abrir la puerta escuché su voz.
- Te lo advertí - dijo en sorna.
Yo lo sé, y en verdad me disculpo mucho. De nuevo el tiempo y el cansancio eran mucho, además de que últimamente sentía que mi libro no era tan bueno, que ya no tenía tanta conexión y que la coherencia era pocas porque gracias al tiempo que pasaba a veces olvidaba lo que ya había puesto y buscarlo entre capítulos era muy tedioso. Sin embargo, el amor que ha recibido me hizo darle una oportunidad más y pues no dejarlos a ustedes con duda por más tiempo. En verdad lo siento, me sentía muy insegura de lo que escribía😔
Espero les guste, ya casi estamos por terminar después de años, literalmente.
Amenlo, besen lo y denme amorcito porque estoy muy insegura de esto. 💕
(Por cierto, muchos potterhead se han unido a la historia y me parece increíble porque esto comenzó a pasar cuando Harry Potter me comenzó a gustar demasiado. LOS AMO💕)
Hasta luego! Besos! 💕