- Chiiiibi-chan - gritó Kuroo al ver a la chica saliendo de su casa con un zumo en la mano.
- Buenos días Kuroo - se la veía cansada.
- ¿Has dormido mal? - le preguntó él cogiendo la mochila de la chica.
- Poco... - se quejó ella.
- Hola - salió Kenma de su casa con la consola en la mano, como siempre.
- Buenos días Kenma - le dijo la chica.
Él la miró un momento y siguió con su juego.
- Tienes cara de muerta - murmuró.
- Oye, no tengo cara de muerta - se quejó ella.
- Ha dormido poco - dijo Kuroo riéndose.
- ¿Cómo puedes estar tan feliz por la mañana? - preguntó Rin.
- ¿Por qué no iba a estarlo? Voy a clase con mis dos amigos - sonreía él.
- Pero vamos a clase - dijo Kenma.
- Eso es lo de menos. Ahora hay entrenamiento. - dijo el moreno.
La chica rió al ver la alegría que radiaba él chico.
Una vez llegaron al gimnasio, Rin empezó a prepararlo todo.
- Botellas, listo. Toallas, listo. ¿Chicos, alguno necesita ayuda? - preguntó lo último en alto.
- Akabane-chan. ¿Podrías ayudarnos a recibir? - preguntó un chico de primero.
- Por supuesto, Inuoka. - se acercó corriendo al resto de los de primero.
- Lev nos ha dicho que ayer le enseñaste a recibir, así que... habíamos pensado que sería buena idea pedirte ayuda, ya que Yaku y Shibayama están haciendo sus cosas de libero - señaló Inuoka hacia los liberos que estaban en la red.
- Por supuesto. Yo os ayudo. Lo primero de todo es... - miró a Lev esperando una respuesta.
- ¿Agacharse para tomar la postura? - preguntó el peligris con nervios.
- Exacto, Lev, pero antes de eso, vamos a quitarnos los nervios - dijo ella moviendo la cabeza de lado a lado como para "soltar nervios" - esto no es una clase, no soy una profesora, y esto no lleva nota. Estáis aquí para hacer lo que os gusta, que es jugar al Volleyball. - dijo ella para tranquilizar a sus kouhais.
Kuroo observaba desde lejos a la chica.
- Vaya vaya, capitán... ¿estás observando a la nueva jugadora? - le preguntó Yaku con burla.
- Cállate, Yaku. - le dijo él.
- Oh vamos... pero al menos deja de mirarla tan fijamente, que parece que vas a comértela viva- le sugirió el rubio.
- ¿En serio? - preguntó el moreno avergonzado.
- Sí. Lo que no sé es cómo no se ha dado cuenta ella - seguía burlándose Yaku.
- Agh... Vamos, anda. Hay que entrenar - intentó sacarse a la chica de la cabeza.
- ... y luego hacéis así. - indicó la chica el movimiento.
- Eso es lo de la barbilla, ¿verdad, Rin-senpai? - dijo Lev.
- Si, exacto, Lev. Muy bien - le felicitó - pero recuerda llamarme Rin solo... Lo de senpai me hace sentir demasiado seria - rió ella.
- Está bien, Rin - le sonrió Lev.
Mientras los de primero practicaban sus recepciones, Rin se acercó a Yaku y Shibayama.
- Yaku-san. Mira - señaló a los pequeños.
- Lo estás haciendo mejor que yo - sé entristeció a modo de broma el rubio. - Vas a tener que jugar con nosotros. Serías una buena adquisición del equipo.
Los tres empezaron a reír.
- Kuroo - dijo Kenma al otro lado de la red llamando la atención de su amigo al colocarle la pelota.
Kuroo por su lado, seguía observando a la chica... deseaba hacerla reír así también... de verdad le encantaba verla reír.
- Agh - se quejó - Kenma, mira donde lanzas, maldita sea.
- Presta atención cuando tiro tú... - dijo el teñido.
Todos miraron la escena tras el grito de Kuroo.
- Solo me he distraído un instante - admitió el moreno.
- Entonces no es mi culpa que te haya golpeado el balón - dijo Kenma resuelto.
- Lo siento... sigamos - se disculpó Kuroo.
El entrenamiento por fin había terminado. Recogieron el gimnasio y se fueron a cambiar.
- Kuroo - le llamó una voz femenina.
Él no se dio la vuelta.
"Debo aclarar mis ideas... a ella ya que gusta alguien. Yo no tengo oportunidad. Solo soy un estúpido"
Ella le volvió a llamar, pero él aceleró su paso evitándola de nuevo.
Ella se quedó extrañada
"Tendrá examen" - pensó antes de ir a donde estaba Kenma para ir a clase.
- Hola, Ryo-kun. ¿Qué libro toca hoy? - le preguntó la chica alegre.
- Esta vez es un mundo medieval con siete reinos. Hay dragones, magia, caballeros y muchos nobles. - explicó él.
*Nota de autora: se lleva un abrazo todo aquel que adivine los libros que lee Ryo :)
- Wow, parece genial. - dijo ella feliz sentándose al lado del chico. - Ryo-kun... - llamó su atención
- Dime - guardó este el libro. Sabía que si la chica le llamaba con ese tono era porque algo ocurría.
- ¿En el descanso podemos hablar? Tengo que contarte algo importante.
- Por supuesto, Rin. Estoy a tu disposición - le sonrió él de una forma muy tranquilizadora.
- Gracias, Ryo.
Kenma por su lado estaba con su consola, pero escuchó la conversación de sus amigos. "Le va a contar lo de ayer, seguro".
Pasaron varias clases y por fin llegaron al descanso.
- Kenma, diles a los chicos que no iré hoy... tengo que hablar con Ryo... - le pidió a su amigo.
- Vale, hasta luego - se despidió él.
Rin y Ryo salieron de la clase, y Kuroo se acercaba a la puerta, pero por el otro lado, así que les vio irse y se quedó muy extrañado. "¿Se ha enfadado?" Entró al aula para buscar a Kenma y poder preguntarle.
- Kenma - llamó la atención del chico.
- Rin no vendrá hoy. Tiene que hablar con Ryo. - le dijo él.
- Se ha enfadado, ¿verdad? - preguntó el moreno mientras salían del aula.
- No lo sé. No me ha dicho nada. Solo que hoy iría a hablar con Ryo. - explicó el teñido. No sabía por qué iba a estar la chica enfadada con su amigo, pero por algo lo diría este.
Mientras tanto, en la cafetería de la preparatoria, Ryo y Rin andaban hacia una mesa para comer sus almuerzos tranquilamente mientras conversaban.
- ¿Ha pasado algo malo, Rin? - preguntó el rubio.
- No, Ryo. Tranquilo - sonrió ella. - Solo debía hacerte una pequeña confesión.
- ¿Confesión? - preguntó él.
Cerca de ahí estaban Lev e Inuoka, quienes escucharon lo que acababa de decirle Rin a Ryo y fueron corriendo a la mesa donde estaba el resto del equipo de Volleyball para contárselo a los demás.
- Sí... ¿recuerdas a esa atleta rusa que se llama como yo? - le preguntó la chica.
- Sí - dijo él.
- Pues... soy yo... realmente soy yo. - dijo ella nerviosa.
- Lo sé - dijo el chico de repente.
- ¿Cómo? - se sorprendió ella.
- Hay fotos tuyas en muchos periódicos digitales rusos. Eres patinadora artística, ¿verdad? Es un deporte muy bonito. No es muy de mi estilo, porque el deporte no se me da bien, pero a ti te pega mucho - explicó él con sencillez.
- Tú... ¿lo sabías? - seguía ella ojiplática.
- Claro, Rin. Si no, no te hubiese dicho eso en clase. Pero... ¿se supone que era algo secreto? - preguntó él confuso.
- Si... no quería que nadie lo supiera... al menos durante un tiempo... Quería hacer amigos que me quisieran por cómo soy, no por ser una deportista de élite. - dijo ella.
- A mí eso me importa más bien poco. Eres mi amiga y punto. ¿Qué más da si eres patinadora?
Ella sonrió conmovida.
- Además... yo quiero ser periodista. A lo mejor algún día hasta te puedo entrevistar y todo - dijo él para calmar el ambiente.
- Eso sería genial - sonrió ella.
Siguieron bromeando y hablando de temas varios, como la estancia de Rin en Rusia y por qué Ryo quería ser periodista.
Y os preguntaréis ¿qué habrá pasado con Lev e Inuoka? Pues...
- Chicos, chicos - llegó Lev muy alterado a la mesa donde estaban los demás comiendo.
- ¿Qué ocurre, Lev? - preguntó Fukunaga.
- Rin-senpai... acaba de confesarse con un chico - dijo él recuperando la respiración.
- ¿Qué? - dijo Taketora levantándose de la mesa para buscar a la chica con la mirada.
Al verla unas mesas más lejos sentada en frente de Ryo riéndose, se entristeció y se volvió a sentar en la mesa decaído.
- ¿Qué le pasa a este? - preguntó Kuroo llegando con Kenma a la mesa.
- Rin se ha confesado con un chico - explicó Yaku.
- ¿Qué? ¿Quién es? - se alteró Kuroo mirando a su alrededor. - ¿Ryo? - entonces se tranquilizó, al menos un poco. Seguramente le iba a decir lo que les había contado a ellos la tarde anterior.
- Nada de eso chicos. - dijo Kenma.
- Pero lo hemos oído - dijo Lev.
- ¿Qué habéis oído? - Preguntó Kai tranquilo.
- Que le tenía que confesar algo - dijo Inuoka.
- Entonces no tiene por qué ser su amor - dijo Kai.
Taketora levantó la cabeza de la mesa.
- ¿No? - preguntó.
- Tranquilo, Yamamoto. Ya se resolverá todo esto - dijo Fukunaga dándole palmaditas en la espalda.
- Y de todas formas, Rin en algún momento tendrá que tener pareja, si ella quiere. Nosotros no podemos detenerla - dijo Shibayama.
- Pero... todavía no, por favor - dijo Yamamoto de forma sobreprotectora.
Kuroo pensó lo mismo.
- Podemos preguntárselo - dijo Kai - seguro que ella lo aclara todo.
- Seguro que no es nada importante... será sobre el club de MAC. - dijo Kuroo intentando evitar que presionaran a la chica. No quería que la obligasen a contarles lo de Rusia.
- Por eso, vamos. ¿Tora, te vienes? - preguntó Lev.
Varios se levantaron de la mesa para ir hacia la de la chica.
- A ver. Todos sentados, ahora mismo - dijo Kenma muy serio y en voz alta. - Ella no tiene que dar explicaciones de nada. Ni tenéis que acosarla. Ni en los entrenamientos, ni en los descansos. Si ella tiene que decirnos algo, nos lo dirá, pero creo que no es justo para ella que la molestéis porque queréis aseguraros de que no tiene pareja. Sois muy egoístas.
Kuroo apreció el gesto de Kenma. Sabía que lo hacía para proteger a su amiga.
Todos los chicos que se habían levantado se sentaron de nuevo, sintiéndose mal por lo que habían hecho.
Rin llegó al poco tiempo.
- Hola - saludó alegremente - ¿a qué vienen esas caras tan largas? - preguntó preocupada.
- Rin... verás... - empezó a hablar Lev. Yaku le tapó la boca.
- Es solo que... - empezó a decir él, pero Kuroo le tapó la boca.
La chica empezó a reir
- Sois muy raros - dijo ella. - Bueno... ¿puedo quedarme con vosotros? Ryo ha tenido que ir a la biblioteca a por unos libros para el club, así que después irá a clase directamente. - explicó ella tranquilamente.
- Claro, Chibi-chan. - dijo Kuroo haciéndole un hueco a su lado.
- Gracias - sonrío ella.
Los demás empezaron a hablar de cosas varias, y ella le llamó la atención un momento.
- ¿Cómo ha ido tu examen? - le preguntó.
- ¿Qué examen? - estaba confuso.
- Antes... después del entrenamiento te fuiste sin despedirte - dijo ella. - pensé que habías tenido examen de algo.
- Lo siento... Rin... lo siento - se disculpó él. - no me encontraba bien.
- Oh, no te preocupes, Kuroo. ¿Estás mejor? ¿Ha pasado algo malo? - preguntó la chica preocupada por su amigo.
- Sí. Estoy mejor. - le dijo él intentado no preocuparla más y no tener que explicarle nada. - solo estaba cansado por el entrenamiento.
- Deberías comer bien entonces - le dijo dándole su manzana.
Él la miró con ternura. Era tan dulce.
- Gracias, Chibi-chan - le sonrió tomando la manzana de la mano de la chica - pero la nueva jugadora también debe alimentarse bien - le guiñó el ojo.
- Pero yo no he hecho gran cosa, vosotros sí. - le dijo ella tranquilamente.
- Está bien, pero mi manzana de mañana es tuya - le dijo el moreno insistente
Ella se rió y asintió. Tora y Kuroo la miraban con cariño siempre que se reía. Les parecía muy bonita la forma en la que se reía.
- Rin-chan, ¿cómo llevas el club de MAC? - preguntó Kai.
- Pues ahora mejor, porque Kuroo me ha estado ayudando con Química... lo cierto es que me costaba bastante... - se avergonzó ella.
- ¡Eso está genial, Rin! Debéis ganar a los otros equipos - dijo Shibayama.
- Lo haremos, confiad en nosotros. Pero solo si me prometéis una cosa... - pidió ella. Todos la miraban atentos - os esforzaréis al máximo para ganar al resto de equipos. Quiero que ganéis los nacionales, chicos.
- Si, Rin - gritaron todos al unísono, conmovidos.
- Tú estarás con nosotros, ¿verdad? Necesitamos a nuestra fuente de inspiración - dijo Tora
- Ahí estaré, Taketora - le sonrió
El chico se lanzó sobre ella para abrazarla, tirándola al suelo.
Al principio los chicos estaban algo preocupados
- La has matado, Tora - dijo Yaku riendo
La chica empezó a reír desde debajo de Tora levantando su pulgar para mostrar que estaba bien.
Tora por su lado la había rodeado con sus brazos para que no se hiciera daño, porque sabía que había ido demasiado emocionado, y lo que menos quería era dañar a su musa.
Se levantó de encima suya y le pidió perdón. Ella seguía riéndose, porque la alegría del chico era contagiosa y así todos empezaron a reír de nuevo.
El timbre sonó y tocaba regresar a clase.
- Necesitamos a la mánager. ¿Quién animará así al equipo si no? - preguntó Kuroo a la chica.
- El capitán - respondió ella con sencillez e inocencia.
- No me sale tan bien como a ti, Chibi-chan - le acarició la cabeza.
Ella se sentía muy cómoda hablando con Kuroo. Le parecía un chico genial, super dulce y bueno. Siempre la trataba genial y se preocupaba por ella. La hacía reír y se divertían juntos... de pronto, tras pensar en eso dintió un cosquilleo en su pecho provocando un fuerte sonrojo en su rostro.
Tuvo suerte, pues se despidieron, ya que habían llegado a la clase.
"¿Qué ha sido eso?" - se preguntaba la chica.
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Aquí va un pequeño momento KuRin, porque me gusta bastante ese ship, aunque también es una amistad muy bonita.
Aún no tengo del todo decidido el ship final, pero con el tiempo lo decidiré.
¿Os está gustando la historia? ¿Os gustaría que cambiara algo?
¿Alguna pregunta sobre la historia?
¡Gracias a tod@s por el apoyo!
No pensé que esta historia llegaría a tanta gente, así que os agradezco mucho que la leáis. Estaba pensando en hacer un especial, para las 6K lecturas, así que... ¿alguna propuesta?
🤍Rin🤍