17 de Mayo, 2021.
Londres, Inglaterra.
Suspiro cuando Daniel estaciona ni camioneta frente al aeropuerto.
-Es una mierda que no haya podido venir Damon...
Me muerdo el labio inferior y paso mi mano por su cabello.
-Daniel, solo te lo diré una vez...
-¿El qué?
Me río, mientras me desabrocho el cinturón de seguridad y paso de mi asiento a sentarme a horcajadas sobre sus muslos...
-Que tengas tan presente a Damon es muy tierno y muy sexy...
Él sonríe y acaricia mis piernas para luego pasar sus manos a mi trasero.
-Es una prioridad ese niño para mí, rusa...
Corto la pequeña distancia entre nosotros y beso sus labios repetidas veces.
-Vuelve-Murmuro sobre su boca-. Vuelve entero, ¿si?
-Lo haré-Me responde mientras deja un beso en la comisura de mis labios-. Cuando vuelva tendremos nuestra cita, ¿si?
-Te esperaré ansiosa...
El piloto mira por la ventanilla y yo me pierdo mirándolo a él. Al increíble hombre que está bajo mi cuerpo, al que puedo sentir, al que puedo besar, al que puedo querer con libertad.
-Ya llegaron...-Murmura tras unos segundos.
No lo dejo proseguir, dejo mis manos en sus mejillas y beso sus labios de una vez por todas, lo beso con precisión, lo beso ansiosa con el objetivo que note lo mucho que siento por él. Para que sienta todo lo que llevo sintiendo estos años porque, aunque me cueste admitirlo, jamás en mi vida lo podré dejar de querer.
-Estas haciendo que se me haga difícil el hecho de que me tenga que ir...-Susurra contra mis labios.
Abro los ojos para encontrarme con los suyos, esos avellana que en este momento brillan, por Dios, él brilla y es tan glorioso que lo haga a mi lado.
-Te quiero-Le digo pasando mis manos por su nuca.
-También te quiero-Murmura sobre mis labios.
Me separo un poco de él y sonrío bien grande al verlo tan lindo, lleva puesta una gorra de su merchandising pero se la termino por sacar, siempre me va a gustar ver su cabello. Llevo mi manos ahí y sonrío ante la sensación.
-Para mi tienes un fetiche-Me dice tras unos segundos sin dejar de mirar mis movimientos.
Me río entre dientes y vuelvo mi vista a sus ojos, aún con mis manos entre sus rulos.
-Más que fetiches tengo fantasías...
Noto su mirada en mi boca, por lo que paso mi lengua por mis labios haciendo que él me mire con mucha atención.
-¿Tu quieres que te folle aquí?-Gruñe apretando mi trasero con fuerza y haciendo que nuestros cuerpos se juntan más.
Un gemido se me escapa al sentir que efectivamente algo crece bajo mi trasero.
-Dan...
-No estás poniendo imágenes inocentes en mi cabeza, rusa-Me dice dejando un beso en mi cuello en el momento que llevo mi cabeza para atrás-. Me la estás haciendo muy difícil.
Este es el momento exacto en el que agradezco que mi camioneta tenga los cristales tintados.
-Dan, hay gente-Murmuro como puedo.
-Odio a la gente-Bufa.
Me río entre dientes para volver mi vista a él, un jadeo se me escapa en cuanto besa mis labios con rudeza. Pero es distinto, se que no pasará de un simple beso y realmente se siente como el primero, como si me besara para mostrarme lo que siente como lo hizo hace catorce años.
-Cuando vuelva también te cumpliré tus fantasias...
-Mmm, vamos a necesitar mucho tiempo-Le digo a modo de broma pero siendo totalmente honesta.
Él asiente y acaricia mi trasero de forma distraída. Me mira con tanto amor y tanto orgullo que me es inevitable el hecho de sentir que me tiemblan las piernas.
-Te tengo como quiero, Ricciardo.
-Me tienes en tus manos, Nik-Murmura acomodando mi cabello con una de sus manos.
Me separo un poco y acomodo su cabello, él me mira atento, como si mis movimientos le dijeran algo.
-¿Me extrañarás?
Le muestro una pequeña sonrisa y paso mis manos por sus mejillas.
-Mmm no...
Se ríe y me muestra una sonrisa fanfarrona.
-Eso no decías anoche, ni esta mañana...
-Anoche me estabas follando, al igual que esta mañana...
-Uy, si, últimamente soy como un adolescente hormonal a tu lado.
-A mi me gusta que seas así-Me encojo de hombros.
Se me queda mirando unos segundos y finalmente besa mis labios muchas veces.
-Vendré y descansaremos unos días, ¿si?
Asiento con la cabeza y cuando quiero profundizar el beso, el muy cabrón se aleja.
-¡Rusa!-Ríe.
-Por Dios, Daniel Joseph Ricciardo, cállate y déjame besarte.
Se me queda mirando incrédulo unos segundos y termino por acortar la distancia entre nosotros para besarlo.
Claramente lo extrañaré y claramente lo besaré siempre que pueda.
°°°
19 de Mayo, 2021.
Londres, Inglaterra.
Estoy practicando en el campo de tiro, esto siempre me gustó. Veo divertida a Rachel que parece no poder tener la mejor puntería el día de hoy y agradezco al cielo que en las situaciones límites ella sepa cómo poder apuntar un arma.
-¿Todo bien?-Pregunto al oír que gruñe.
Ella deja su arma sobre una de las mesas.
-Lola...
-¿Qué ocurrió?-Pregunto acercándome.
-Me va a dejar-Frunzo el ceño y me explica rápidamente-. Tuvimos una discusión porque le dije que no estoy dispuesta a que intente trabajar aquí como parte de la policía.
-La estás limitando...
-La estoy cuidando-Me corrige-. Mierda, Nik, imagínate que un día de estos aparezca el hijo de puta de Erick, nos mate a todos y que entre ellos esté Lola... No, perdón, pero no estoy dispuesta a eso.
Hago una mueca, ella y yo sabemos que las amenazas de ese hijo de puta no son en vano, está planeando algo, algo muy grande.
-Antes que nada-Enumero con mis dedos-, primero; no dejaré que nada nos pase y segundo; mujer, tienes que dejarla ser y apoyarla.
-¿Qué harías si Daniel quiere trabajar aquí en la policía?
Tenso la mandíbula e intento que la rabia del hecho de que usen a alguien cercano a mí no me afecte.
-Daniel no trabajará nunca aquí, además que desde que volví con él no ha habido casi un puto fin de semana en el que no lo he tenido que ver por la televisión como se subía a un auto que va a más de 300 km por hora-Le digo de forma cortante-. Entonces si, tengo constante miedo de lo que le pueda ocurrir, pero él es una persona grande que se hace cargo de sus actos.
Mi mejor amiga suspira y yo, al ver que no obtengo respuesta, me encargo de cargar mi arma.
Quiero mucho a Rachel y el conocerla hace tantos años me hace saber cómo manejarla en este tipo de situaciones.
-¿Cómo hago para no tener miedo de saber que mi mujer quiere hacer algo peligroso?-Me pregunta en un suspiro antes de que me ponga los aislantes de sonido.
Tomo aire y me doy la vuelta para mirarla.
-Desde que conozco a Dan el anda en karting, siempre supe que su futuro estaba en un deporte que lo podía matar...
-¿No tienes miedo?
Me siento en el banco que tenemos aquí y ella se sienta a mi lado.
-Si y no... Apenas volvió a mi vida lo ví chocar en una de las carreras, no niego que casi colapso delante de Damon, pero se que Daniel no pondrá en riesgo su vida adrede, él sabe que tiene una familia allá en Perth y creo fielmente en su instinto de supervivencia.
Veo como la rubia a mi lado saca un cigarrillo de una cajita y lo prende.
-Quiero creer que ella tiene ese instinto, pero se muy bien que no es así, Nik, de Lola me enamoró que es la mujer más buena que existe...
La miro unos segundos y le robo el cigarrillo para llevarlo a mis labios.
-¿Le has dicho esto?-Niega con la cabeza y yo la miro para empezar a organizar las ideas en mi cabeza-. Rach, por lo que sé, Lola no es adivina...
-¿Y si esto hace que me deje?
Expulso el humo del cigarrillo y la miro seria.
-Ahora, tu dime, ¿Desde cuándo te quedas callada?
-Desde que tengo miedo de perderla...
Pienso unos segundos y apago el cigarrillo contra la pared para poder poner mi total atención en ella.
-Lola está enamorada de ti, Rach, te conoce, sabe como eres... Piensa unos segundos, mujer, ¿Tú crees que esto que están pasando no tiene solución?
-Es que...
-Claro que tendrás miedo a lo nuevo pero es su elección, no la tuya, tú solo puedes apoyarla.
Ella asiente y cuando me está por contestar el sonido de llamada de mi celular la interrumpe. Veo con atención el aparato para darme cuenta que es de un número privado, al atender al principio no se oye nada, luego solo una respiración y finalmente un chillido femenino. De golpe la llamada se corta.
-Mierda-Murmuro.
°°°
20 de Mayo, 2021.
Londres, Inglaterra.
Las 3 AM.
Ni yo, ni nadie de mi equipo pudo triangular de dónde fue que se hizo la llamada a mi celular. Desde ahí quedé muy sensible, siendo totalmente sincera, estas cosas puedo soportarlas por mi sola, pero la parte de policía con cabeza fría me dice que este es solo el comienzo y la puta idea de que Damon, Dexter o Daniel salgan heridos por mí, me enferma. Claramente todo esto fue una advertencia, me estoy metiendo en mucha mierda y todos lo sabemos.
Camino por la sala de mi apartamento en dirección a mi cama, necesito dormir... Apago la televisión y mi portátil, cuando escucho pasos pesados afuera y gruñidos masculinos. Me pongo alerta, ya que no soy verdaderamente consciente de quién es, y pese a estar en pijama me acerco a mi caja fuerte de dónde saco mi arma cargada.
Salgo de mi apartamento con suma cautela para encontrarme con Dexter claramente borracho tirado al lado de la puerta del suyo.
-Mierda, Dex-Murmuro poniéndole seguro a mi arma y guardandola en la cinturilla de mi pantalón de chándal.
Me pongo en cuclillas frente a él, para ver sus ojos rojos y brillantes de cerca.
-¿Dex?
-Emerson está embarazada-Dice arrastrando las palabras-. Jodidamente está embarazada y no me quiere cerca.
No reacciono ante el shock. ¿Qué? No puede ser.
-Debes estar jodiendome...
-Un bebé, un bebé-Canturrea-. ¿Lo puedes creer?
-¿Un bebé?-Murmuro.
-Din din din, tenemos una ganadora-Gruñe para mirarme a los ojos-. Seré padre y soy un puto desastre, ¡No amo a su mamá! ¿Qué jodida clase de persona soy?
Frunzo el ceño y haciendo un poco de fuerza lo levanto del suelo y nos adentro a mi apartamento. Apenas ambos ingresamos él empieza a llorar.
-Le dije a Morgan...
Cierro los ojos. Morgan es la mejor amiga de Dex, ella está enamorada perdidamente de él y por la cobardía de mi mellizo es que no pasan de la amistad.
-¿Qué te dijo?-Pregunto sentandolo en el sofá.
-Nada, ella me dijo que Josh le propuso matrimonio y que aceptará...
Hago una mueca y no digo nada. Esto es culpa de él y jodidamente lo sabe.
-¿Qué harás?
-Tendré un bebé, intentaré volver con Emerson y veré al amor de mi vida casarse con un imbécil-Gruñe en respuesta entre medio de lágrimas-. ¿Sabes lo jodido que es eso?
Niego con la cabeza porque tengo la fortuna de no saberlo, si se lo que es perder al amor de tu vida, pero jamás tuve que pasar algo así.
-Lo siento pero no entiendo totalmente tu sentimiento, Dex.
Y digo totalmente porque, aunque suene loco, en lo profundo del pecho siento un vacío, siento un dolor que no puedo explicar con palabras.
-Me duele mucho-Balbucea-. Me duele mucho, hermanita.
Me muerdo el labio inferior y lo abrazo contra mi, cuando empieza a llorar nuevamente.
Puede tener veintiocho años, puede ser un gran médico pediatra, puede ser un gran futuro padre, puede ser un gran idiota cuando se lo propone, puede ser un gran hermano, hijo y tío... Pero, más que eso es él, es la persona que no dudo en seguirme a Sydney, a Liverpool o a Londres, el hombre que me consoló cuando creí que no iba a poder adoptar a Damon y como él estuvo para mí hace tantos años ahora es mi turno de acompañarlo.
°°°
-Me importa una mierda, Nadina, Dexter nos necesita a todos aquí-Le gruño al teléfono.
-Que venga a Nueva York y yo estaré para él, pero en este momento...
Tenso la mandíbula de tal forma que me duele. Hoy por la mañana hablé con Dean y por la noche tomará el primer vuelo junto con mi cuñada y mi sobrino para venir aquí, en cambio Nadina, con el tema de su universidad, dice no poder.
-¡Cuando tengas unos putos días "libres" quiero tu culo aquí consolando a Dexter!-Trino-. ¿Me oyes, Nadina? Me importa una puta mierda que tengas la jodida universidad, te cuidamos y consentimos demasiado para que vengas con esta idiotez.
No dejo que me conteste. Corto la llamada cabreada y debo contar hasta diez para no tirar el teléfono o llamar a mis padres. Intentando calmarme abro el chat de él, sé que sabrá que decirme.
Yo: ¿Brianna te sigue trayendo dolores de cabeza?
Yo: Porque estoy a nada de traer a Nadina aquí de la oreja.
Daniel: Mmm, no... Por lo menos no a ese punto.
Daniel: ¿Todo bien, rusita?
Yo: ¿Te puedo llamar?
Yo: Necesito oír tu voz.
Literalmente no pasan ni quince segundos que su llamada me cae. Atiendo encantada, mierda, me gusta mucho.
-Dan-Suspiro.
-Oh, amor, ese suspiro me da a entender lo mucho que me extrañas...
Casi pierdo la consciencia al escuchar ese "amor".
-Es que lo hago-Le confieso girando con mi silla para mirar la pared donde tengo mis diplomas.
-Yo también te extraño-Murmura-. Los extraño a ambos, Nik.
Hago una pequeña mueca, pero cambia en una sonrisa al momento que escucho que suspira.
-Yo juro que quiero hablar muchas horas contigo pero, linda, me acabo de escapar de una reunión...
Asiento con la cabeza y respiro hondo antes de comentarle por encima lo que ocurre.
-Dex nos necesita a todos aquí, hablé con Dean y el por la noche se tomará un avión para venir...
-Pero...
-Nadina-Suspiro-. La muy cabrona con el pretexto de que está ocupada por la universidad no quiere venir.
-Oh, eso es una mierda-Hace una pausa y sigue hablando-. ¿Qué pasó con Dex?
-Preferiría contártelo cuando estés aquí, ¿si?
-Bueno, acepto...
Ambos guardamos silencio, doy vuelta nuevamente en mi silla, para ver de frente la pantalla de mi laptop y sonrío ante lo cómodo que es esto.
-Jamás tuve tantas ganas de volver a casa como las tengo ahora.
-¿No?
-No, rusa, antes nadie esperaba por mi-Se que está sonriendo por el tono de su voz-. Ahora soy muy consciente de que tengo un niño y una mujer esperando por mí.
-La vida es loca, ¿no?
-Loquisima-Murmura.
Escucho que lo llaman y luego su largo suspiro.
-Me debo ir, en unas horas empiezan los libres, ¿Los verán?
-Así es, en quince minutos iré a buscar a mi bebé al colegio y luego iremos a casa a verte mientras comemos algo...
-¿Alentarán por el más lindo?
-Mmm, por el más lindo, ¿te refieres a Lewis Hamilton?
Escucho su jadeo indignado y me río entre dientes.
-No, no, no, no... Cuando vuelva, tu y yo tendremos una seria conversación.
-¿Ah sí?
-Sip, juro que si es necesario tener que poner mi lengua entre tus piernas para que admitas que soy el más lindo, lo haré con muchísimo gusto.
Me cruzo instintivamente de piernas para que la excitación baje un poquito, no necesito esto en este momento.
-Daniel Joseph...
-¿Qué?
-Alto ahí, vaquero...
Escucho que una puerta se cierra y luego como su voz se nota claramente más profunda.
-¿Qué pasa, linda?
Gruño y tras unos segundos se me escapa una carcajada al recordar sus palabras.
-Asique con que eres el más lindo...
-Lo soy-Dice claramente confiado.
-¿Y quién lo dice?
-¿Aparte de las mujeres que me siguen?-Le gruño en respuesta y él se ríe-. Bueno, mi novia.
Me muerdo el labio inferior y me río entre dientes.
-¿Soy tu novia?
-Eres... Ósea... No sé... Si tú quieres...
Me muerdo el pulgar y miro con demasiada atención el teclado de mi portátil.
¿Quién diría que debajo de esa sonrisa pícara y esa gran seguridad se esconde la ternura en una persona?
-Daniel-Lo freno antes de que siga con su balbuceo.
-¿Si?-Suspira.
-¿Quieres ser mi novio?
Escucho su risita.
-¿No tendría que ser al revés?
-No me vengas con el puto machismo de...
-Solo lo decía porque yo era el que te quería recuperar-Se ríe.
-Oh...
-Por lo que te diré que; si, quiero ser tu novio y...
-Y...-Murmuro.
-Y que tomaré está como mi victoria más grande.
Sonrío como estúpida y murmuro.
-Me acabas de hacer sonrojar, Dan.
-Oh, esa es una imagen muy tierna.
-Me meteré dedo sin parar luego de esto-Digo con una sonrisa maliciosa.
-Y esa es una imagen muy caliente-Acota.
°°°
24 de Mayo, 2021.
Londres, Inglaterra.
-Mami, ¿Dónde está mi amigo?
Suspiro mientras caminamos con Damon de la mano por el gran lugar. Es pasada la medianoche, se que mi niño debería estar durmiendo, pero extraña a Daniel e insistió muchísimo en poder acompañarme a venirlo a buscar, por lo que, no me pude negar. Mierda, este pequeño hombrecito me tiene donde quiere.
-No lo sé, cielo, supuestamente ya tiene que estar aquí-Le explico mientras chequeo no tener ningún mensaje en mi celular.
-Tuvimos que haber traído un cartel como yo te dije-Bufa.
Me río por lo bajo y lo miro divertida.
-¿Y después que hacíamos con el cartel?
-Mmm...
Veo como intenta buscar una idea, o algo, pero nada se le ocurre por lo que me mira con el ceño fruncido.
-¡Mami!-Chilla-. ¡No te rías de mí!
Una carcajada se me escapa y nos freno para ponerme en cuclillas frente a él, acomodar su cabello y besar su frente.
-¿Mañana Dan vendrá a la cena con los titis?
-¿Quieres que venga?
Asiente con la cabeza y le muestro una pequeña sonrisa.
-Está bien, él vendrá.
Me levanto para seguir caminando, pero me quedo mirando a mi hijo que me suelta la mano y corre mientras grita.
-¡Dan!
Sonrío estúpidamente al ver cómo mi hijo se tira prácticamente a los brazos de Daniel. Más de una persona se quedó mirando la escena y lo entiendo, ya que, es un momento muy tierno. Siento que me puedo derretir del amor.
A paso lento me acerco a ellos viendo maravillada como Daniel se pone en cuclillas y abraza a Damon mientras besa su frente. Pero rápidamente mi vista se va a Michael, Alaska (Al ver que prácticamente él la arrastra por el lugar) y una mujer que puedo reconocer con mucha facilidad, se ve que su mirada también se va directo a mí ya que se frena como si estuviera viendo un fantasma.
Suspiro intentando no ponerme nerviosa, la conozco desde que era una bebé, no tengo porqué empezar a hiperventilar. Midiendo mis pasos me acerco a la pareja y a la hermosa mujer en la que se convirtió Brianna.
-Nik-Me sonríe Alaska y me da un pequeño abrazo-. Dile a Michael que es ilegal que me esté haciendo caminar a esta hora.
Una risita se me escapa.
-¿Cómo estuvo Mónaco?-Pregunto saliendo de sus brazos.
-Fantástico, ¿Cómo estuvo Londres?-Interviene Michael.
-Bastante aburrido...
Quiero seguir conversando y escuchando a la pareja, pero mi vista se va a Brianna, ella me mira con una expresión melancólica e internamente intento que no note como me sudan las manos. Mierda.
-Creo...-Murmura la Australiana cuando sus ojos empiezan a brillar-, me iré, tomaré un taxi.
-¿No quieres que te llevemos, cariño?-Le pregunta Alaska.
-No, Laska, está bien.
Dicho eso nos sonríe a todos y toma sus maletas para empezar a alejarse de nosotros. Pronto siento un beso en mi sien y sonrío cuando miro a Daniel con Damon en brazos.
-¡Pero si el niño que sabe más de fútbol está aquí!-Le habla Michael a mi hijo.
-¿Viste como ganó el Liverpool?-Chilla mi pequeño emocionado mientras se baja de los brazos de mi novio.
Veo divertida como mi hijo empieza a hablar del partido con el entrenador mientras Alaska los mira sin entender.
Me doy la vuelta para ver por dónde se va Brianna y siento la presencia de él.
-Hola, rusita-Murmura.
-Hola, Dan-Digo sin mirarlo pero con una pequeña sonrisita instalada en mi rostro.
Ambos guardamos silencio algunos segundos.
-¿Está todo bien?
Niego con la cabeza y volteo mi cabeza para mirarlo.
-¿Me esperan en la camioneta?-Le pregunto en cambio dándole las llaves en la mano.
-Si...-Me mira extrañado y luego mira a nuestro alrededor-. ¿Dónde diablos está Bri?
-Iré por ella-Le contesto me volteo un poco para ver que mi hijo está mirando algo que le está mostrando Alaska en una cámara y beso los labios de mi novio de forma casta-. ¿Me esperan?
-Tu tranquila, no nos iremos a ningún lado sin ti.
Asiento con la cabeza, le doy un último beso y corro hasta la salida detrás de la Ricciardo.
-¡Bri!-La llamo al ver que está esperando por un taxi a unos metros de la salida del gran lugar.
-No-Gruñe.
Frunzo el ceño al ver que no me deja acercarme a ella, ya que se aleja unos cuantos pasos de mi.
-Bri, soy yo, no tienes que...
-¿Te volverás a alejar si el imbécil de mi hermano la vuelva a joder? Porque, Nikova, no dejaré que en mi círculo entre gente que solo quiere a mi hermano, no de nuevo.
La miro con orgullo, porque se nota que es una mujer fuerte, decidida, que no le tiene miedo a nada. Asiento con la cabeza y la miro seria, pese a esto, ella ni siquiera se inmuta. Hay una forma de decirle a las mujeres como ella y el término es "Puta ama". Todo en su presencia desprende control y jodidamente ella lo sabe.
Entonces, aquí vamos...