Valentina POV.
Estaba sentada sobre Juliana en la cama, hablaba con un tono melancólico mientras acariciaba mi cintura, sentía que quería decirme algo pero no tenia fuerza para hacerlo, solo miraba aquella tuerca.
- ¿Qué sucede, Juls?- Pregunté con preocupación.
- No era una broma Val.- Confesó.
¿Qué quería decir? ¿Se quería casar conmigo de verdad? Que locura, apenas hacia semanas que había dejado atrás mi vida por estar aquí con ella y ahora quería atarme más.
- Corta el gas,- Espeté.- Esto no es una carrera y no estas sobre una moto para tomar decisiones tan importantes en apenas segundos.
- Yo vivo así, Val,- Dijo con resignación.- nunca sé cuando podría ser el ultimo día.- Masculló aquella ultima frase.
- Qué esperanzador.- Repliquè con sarcasmo, Juliana había cerrado los ojos y me ignoraba.- Juliana, mírame.- Le ordené sin que hiciera efecto alguno en ella.- ¿Juls?- Me desesperaba, me incliné hasta su oído.- Nada me gustaría más que pasar toda mi vida contigo.- Por fin encontré el marrón de su mirada sobre la mía, sus labios venìan en mi busca pero los detube con el dedo.
- ¿Pero?- Murmuró sobre mi dedo con resignación.
- Haz las cosas bien, Juliana. Y no me refiero a un anillo.- Me quité el colgante y lo dejé sobre la mesita de noche.- Te lo devuelvo, cuando tengas el equipo listo y ganes el séptimo mundial que tanto ansias, entonces, podrás dármelo de nuevo si todavía es lo que quieres.
-¿Y si no lo gano?
- Tendrás que esperar a ganarlo.- Respondí divertida a lo que ella rodó los ojos.-Yo espero que lo hagas, aunque no necesito ningún papel para demostrar lo que siento por ti.
- Los necesitas para cuidar de mí, - Me aseguró.- si me pasara algo sé que tomarías la decisión correcta, operar o no, desconectarme y donar mis órganos.- ¿Le parecía gracioso?
- Te iras al sofá a dormir como vuelvas hacer otro comentario relacionado con la muerte.- Le dije indignada, acostándome en mi lado de la cama dándole la espalda.
- ¿Y no hay manera de convencerte de lo contrario?- Ronroneo abrazándome.- Porque me muero por besarte.
- ¡Ven!- Ordené volviéndome hacia ella antes de besarla.
Sus besos eran tan dulces después de que me hiciera rabiar, mientras la maestría de su lengua siempre me hacia enloquecer. Gemí en su boca provocándole una sonrisa.
Al día siguiente invite a mi madre a conocer la clínica móvil, con el permiso de Jacobo que nos estuvo acompañando.
Recorrimos juntas el paddock, quería enseñarle mi nuevo hogar. Me detenía para hablar con todo el mundo, como cuando yo era pequeña y ella hacìa lo mismo por la calle con cualquier vecina o compañera con la que se encontraba, a diferencia que yo aprovechaba mis amistades para hacerle fotos a mi madre con los pilotos, para que tuviera algo de lo que presumir cuando volviera a casa.
Me miraba con un brillo y una sonrisa extraña.
- ¿Qué?- Pregunté nerviosa.
- Este es tu sitio, Valen, nunca te había visto tan feliz como lo eres aquí.- Estaba emocionada.
- Mama.- Rogué, no quería que se pusiera a llorar.
- Esta bien.- Pronuncio después de aclararse la garganta.- Me has hecho un montón de fotos con gente que no conozco, me falta una con la única piloto que sí conozco ¿No?
Sonreí, la ruta turística nos llevò al box de Trikru.
- ¿Se puede?- Preguntè con timidez.
- ¿Qué preguntas son esas, Valen?- Dijo Andrea invitándonos a pasar.- De momento esta aún es nuestra casa.
Hice las presentaciones, Erika saludò sin moverse de delante de la pantalla que le informaba de la telemetría.
- ¿Esa es Juliana?- Preguntó mi madre sorprendida mirando la pantalla que transmitía las imágenes de las cámaras on board de la moto. Se llevò las manos a la boca cuando la viò tomando una curva deslizando rodilla y codo sobre el asfalto.- ¡Oh dios mío!- Buscó mi mirada preocupada.
Mi madre nunca había visto una carrera, le parecían aburridas y ahora estaba alucinando con los entrenamientos libres, o al menos con la novia de su hija.
Esperábamos a que Juliana llegara al box, había habido una caída en pista, me apresuré a salir en dirección a la clínica cuando ya me reclamabàn por el walkie.
Julian POV.
Entré a pit line, Erika y Andrea ya estaban preparadas para recibir la moto. Me bajé entrando directa al box inconforme, no me había gustado nada el tiempo que había hecho, me quité el casco desesperada.
- ¿Elena?- Me sorprendió ver a la madre de Valentina allí.
- No sabes lo que me has hecho padecer.- Me abrazó.
No sabìa de que estaba hablando, ni lo que estaba pasando.
- No se ha perdido ni el más mínimo detalle cuando estabas rodando.- Me explicó Andrea con una sonrisa.
Le devolví el abrazo demasiado emocionada, mi madre nunca pudo llegar a verme sobre una moto y significaba mucho para mí ver a Elena haciéndolo. Algo se removió dentro de mí, había perdido a mi madre siendo una niña muy pequeña, apenas noté su ausencia, me había criado mi padre y era tan normal para mí no tenerla que no me había dado cuenta de lo tanto que necesitaba una figura maternal en mi vida.
- Necesito un momento.- Pedí con la voz ronca, se había formado un nudo tan fuerte en mi garganta que apenas podía hablar.- Apaga el monitor Erika.- Murmurè.
Salí hacia el camión desabrochándome el mono con frustración, una vez dentro intentè controlarme pero empecé a llorar, sentí una mano cariñosa en mi espalda, me girè y era Elena, me abrazò sin decir nada, consolándome.
Me diò un tierno beso en la mejilla mientras tomaba mi cara en sus manos, su mirada me tranquilizo.
- ¿Estas mejor, cariño?- Preguntó secando mis lágrimas, asentí avergonzada.- No hagas eso, Juliana, no tienes que avergonzarte.
Estabàn volviendo a agolparse todos los sentimientos en mi garganta pensando en las veces que me hubiera hecho falta esa mujer que con solo una mirada sabia que estaba sucediendo. Me senté, estaba temblando me quité la parte superior del mono dejando que colgara en mi cintura, tenìa demasiado calor.
-¿Puedes llamar a Valentina?- Le rogué ocultando mi rostro entre las manos.
- Cariño, puedes hablar conmigo.- Se había arrodillado delante de mí y acariciaba mi cabeza.- ¿Es por tu madre?- Asentí.- Lo siento, si te incomoda que...
- Me encantaría que estuvieras el domingo viendo la carrera en el box.- La corté mientras mis lágrimas se volvían a precipitar.
- Lo haré, cariño.- Me abrazó y besó mi frente.- Somos familia, me puedes pedir cualquier cosa que necesites.
La necesitaba a ella, a su hija. Hasta la fecha mi única familia era Kevin, el significado de esa palabra se había ampliado y era bellísimo.
- ¿Qué ha sucedido?- La voz de preocupación de Valentina que se acercaba a nosotras dentro del camión, seguro que Erika le había contado lo sucedido.
- Ya esta mejor.- Le informó su madre.- ¿Verdad, Juliana?- Asentí ante su pregunta para tranquilizar a Valentina.
Nos habían dado la aprobación para formar el nuevo equipo, opté por la idea de Andrea. Aún no se lo había comunicado a Erika y no sabìa como iba a reaccionar, así que evité el tema, la necesitaba centrada para esta carrera y para la siguiente.
Estaba muy emocionada, lucharíamos para hacer historia.
El sábado cuando estaba a punto de salir a la pista me crucè con Leonardo en pit line.
- ¡Oye!- Llamó mi atención.- Deberías enseñarle a tu novia a llevar una moto, no voy a estar siempre para recogerla del suelo.- Dijo con seriedad.
- ¿De qué me estas hablando?- La idea de Valentina sobre una moto era ridícula.
- ¿No te lo ha dicho?- Preguntó divertido.- Se ha caído con una scooter de la clínica...
Dejè de escucharlo, crucè el box dejando caer el casco al suelo, el golpe sobresalto a las mecánicas, me subí a la ruckus de Andrea que estaba fuera aparcada, Erika había salido cabreada detrás de mí.
- ¿Donde vas? Te vas ha perder la clasificación.- Me gritó.
- Me da igual.- Espeté.
Arranqué, no me lo podía creer pero tenia que comprobarlo por mi misma. Sorteè cada obstáculo hasta llegar a la clínica, dejé la moto tirada en el suelo y entrè corriendo.
- ¿Y Valentina ?- Pregunté preocupada.
Esta historia NO me pertenece, es una adaptacion realizada con la autorizacion de su autora saritasegval