INVISIBLE

By jenifersiza

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En esa fiel noche de Halloween, Nick Potter fue aclamado como 'Niño que vivió', su gemelo Harry fue ignorado... More

Capítulo 1: Lord Voldemort's Attack And Nick Sirius Potter A Hero
Capítulo 2: Pissed Of Albus Dumbledore
Capítulo 3: Rescued, Informed, and Mistakes
Capítulo 4: Growing Up and Their Hogwarts Letters
Capítulo 5: Getting A Wand
Capítulo 6: Going To Hogwarts: Year One
Capítulo 7: Year Two
Capítulo 8: Third year
Capítulo 9: Year Four Part 1 - Tri-wizard Tournament Comes To Hogwarts!
Capítulo 10: Triwizard Champions and making friends
Capítulo 11: The Games Begin, A Yule Ball and Figuring Out The Clue
Capítulo 12: The second and third task - Voldemort comes...
Capítulo 13: Lord Voldemort will they survive?
Capitulo 14: things go from bad to worse - Nick lies and Harry's taken
Capítulo 15: Harry get's better
Capítulo 16: Summer Trials
Capítulo 17: Meetings Arrests and Dreams
Capítulo 18: Harry's Summer and Eileen Thinks on Things
Capítulo 19: The Trials of Avery, Macnair, and Malfoy
Capitulo 20: Information and Quizzing
Capítulo 21: Writing Viktor, Eileen Visits and the Potter's Reactions
Capítulo 22: Dumbledore Slughorn and Conferences
Capítulo 23: Potter Humiliation and Patronus
Capítulo 24: Letters, apologies and contemplation
Capítulo 25: Animagus Potion, Training and Surprises
Capítulo 26: Learning and Hogwarts
Capítulo 27: Presents and Conversations
Capítulo 28: Starting Back Up At Hogwarts
Capítulo 29: Nick feels guilty for the first time
Capítulo 30: Christmas, Happiness and Pain
Capítulo 31: A solution To The Problem
Capitulo 32: Wakening Up, Sirius and Nick Repair Their Relationship
Capítulo 33: Conferences and visiting Pyramids
Capítulo 34: Apparation, Fighting and Anger
Capítulo 35: Reaction and Consequences
Capítulo 36: Trials and Sentencing
Capítulo 37: The Situation As It Is
Capítulo 38: Having A Party And A Revelation
Capítulo 39: Turning Points
Capítulo 40: Nick's Epiphany
Capítulo 41: Nick Gives Some Advice To Roxy - Will She Take It?
Capítulo 43: A New Year And Loosing The Plot
Capítulo 44: What To Do
Capítulo 45: Dealing With The Consequences
Capítulo 46: The Consequences
Capítulo 47: The Trial Of Lily Potter
Capítulo 48: Order of Merlin
Capítulo 49: Award Ceremony and Heartache
Capítulo 50: Sadness and exhaustion
Capítulo 51: The After Affects
Capítulo 52: The Aftermath
Capítulo 53: Recovering
Capítulo 54: Musing
Capítulo 55: One Potion Down
Capítulo 56: Times Changing
Capítulo 57: Harry's Second Potion
Capítulo 58: Information Moste Evile
Capítulo 59: The Committee and Conference
Capítulo 60: Conference
Capítulo 61: Partying, Slughorn and Going Home
Capítulo 62: Investigation
Capitulo 63: Not-So-Happy Birthday
Capítulo 64: Reactions and Consequences
Capítulo 65: Healing
Capítulo 66: Daunting News
Capítulo 67: Near Misses
Capítulo 68: Tense Conversations And Revelations
Capítulo 69: The Icing On The Cake
Capítulo 70: Releases, Holiday's & Searches
Capítulo 71: Holiday
Capítulo 72: A Peculiar happenstance
Capítulo 73: Hogsmeade, Horcruxes and Holidays
Capítulo 74: Horcruxes and Holidays
Capítulo 75: Holiday Fun
Capitulo 76: Joining The Dots
Capítulo 77: Back Home
Capítulo 78: Newts, Conversations and Surprises
Capítulo 79: Busier Than Ever & The Best Tip Off A Guy Could Get
Capítulo 80: Distractions And Successes
Capítulo 81: Operation Striker - Rescue mission
Capítulo 82: Conversations
Capítulo 83: Ministry and Helpful Information
Capítulo 84: Potions and Wills
Capítulo 85: Late Night Worries
Capítulo 86: Potter's decision
Capítulo 87: Uncertain Futures
Capítulo 88: The Truth
Capítulo 89: Unending Heartbreak
Capítulo 90: Concerns
Capítulo 91: Six Days
Capítulo 92: Father helps
Capítulo 93: It worked!
Capítulo 94: San Mungos
Capítulo 95: Pregnancy
Capítulo 96: Debriefed
Capítulo 97: Between dreams
Capitulo 98: American Visitors
Capítulo 99: Sirius visiting
Capítulo 100: Unicorn blood
Capítulo 101: Graduation
Capítulo 102: Quote with Dumbledore
Capítulo 103: Leaky Cauldron
Capítulo 104: Sanctuary
Capítulo 105: Surprise in childbirth
Capítulo 106: Grandfather? Potter
Capítulo 107: Baby Shower
Capítulo 108: Potion Hunter-Hector
Capítulo 109: Two Months Later - Neville and Luna's Wedding Day
Capítulo 110: Order of Merlin, first class
Capítulo 111: The Wedding
Capítulo 112: THE END

Capítulo 42: I Was Invisible To Everyone

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By jenifersiza

Nota: El examen escrito de Harry no es cuando termina, piensa que es como un examen teórico/escrito antes de poder aprobar el examen de conducir. Pasará cuatro/seis meses haciendo exámenes escritos (si los aprueba, y sabemos que lo hará) y luego podrá proceder a su maestría, que durará alrededor del resto del año antes de que Harry tenga que crear DOS pociones para presentarlas a la comunidad de Pociones para ser considerado un MAESTRO en la materia. Ahora bien, muchos aprendices de pociones no tienen la inteligencia necesaria para CREAR realmente una poción desde cero. Eso es lo que intenté transmitir cuando dije que algunos llevaban cuatro años en ello (no quiere decir que TODOS lo hicieran sólo algunos). Las pociones que Harry ya ha creado NO cuentan para su pase de maestría porque una - La primera fue creada ANTES de que empezara su maestría. La segunda razón - Harry y Severus CO-CREARON la Poción. ¡Harry tiene que crear DOS por sí mismo CUANDO SEA EL MOMENTO!

En cuanto a las puntuaciones de los Lechuzas y a la carta con su lista de suministros escolares, leed el capítulo y descubrid por qué :D ¡creo que todo lo que la gente preguntaba ha sido respondido! por favor revisen.
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Harry corrió hacia las aulas, al fin y al cabo llegaba bastante tarde, sobre todo si Dumbledore ya había vuelto del desayuno. Normalmente llegaba a tiempo para evitar al director por completo, que era justo lo que le gustaba. Se detuvo al darse cuenta de que no tenía horario, cerró los puños y gimió irritado. Se desvió, bajó las escaleras, y el castillo, si percibía su urgencia le ayudó en el camino. Bueno, ninguna escalera parecía ir en dirección contraria, como le gustaba hacer, especialmente a los de primer año. El castillo tenía sentido del humor, eso era bastante evidente, burlándose de los nuevos estudiantes como lo hacía. Respiró hondo y esperó que el profesor Slughorn no se pareciera en nada al profesor Snape cuando lo interrumpen. Llamó con fuerza a la puerta, que se abrió automáticamente, debía de ser un hechizo, pensó Harry mientras entraba en el aula de pociones. Por el aspecto, era una clase de primer año, y todos estaban simplemente escribiendo. Los calderos no estaban preparados, raro, debía ser diferente. Severus los puso a preparar enseguida, una poción para curar los forúnculos si no recordaba mal.

-¿Puedo ayudarte?- preguntó Slughorn aún sin levantar la vista de lo que fuera que estuviera haciendo, estaba irritado Harry se dio cuenta de ello.

-No tengo horario señor, no puedo llegar a mi clase- dijo Harry respetuosamente, atraías más moscas con miel que con vinagre.

-Ah-, dijo Slughorn sus ojos se iluminaron, cuando por fin levantó la vista para identificar a la persona que estaba en su clase. No había soñado que estaría aquí, ni siquiera por un minuto. El chico era demasiado bueno para estar en clase incluso con los de séptimo año. -Sígueme. Continúen escribiendo las instrucciones de la clase-.

-¿Cómo va su Maestría, señor Peverell?-, preguntó Slughorn con su voz llena de genuina curiosidad y asombro. Ya había leído las dos pociones que había creado y estaba simplemente asombrado con el trabajo que había hecho este joven de dieciséis años. La primera era bastante impresionante, pero la segunda se la habían pedido para San Mungo. Harry no lo había patentado, lo que significaba que no podía ganar únicamente el dinero para ello. Lo que realmente era una pena, Harry podría haber hecho una gran fortuna con ella. Por otra parte, pensó Slughorn con una sonrisa en los labios, se había llevado toda la fortuna de los Potter delante de las narices de sus padres biológicos. Sólo deseaba haber llegado antes, pensar que podría haber sido él quien tomara a Harry bajo su ala. Desgraciadamente, no era un maestro de Pociones y, por lo tanto, era incapaz de hacerse cargo realmente de un aprendiz.

-Estoy en proceso de comenzar mis exámenes escritos en el Ministerio-, dijo Harry sonriendo ampliamente, estaba orgulloso de sí mismo y ¿por qué no? Tenía todo el derecho a estarlo.

-¿De verdad? Pues debo decir que te felicito, no tengo duda de que aprobarás con creces- dijo Slughorn con orgullo, si sus inventos servían para algo, aprobaría como le había dicho a Harry. Lástima que no pudiera usarlos para aprobar su Maestría, no contarían. Sólo después de los exámenes escritos, cualquier cosa que creara contaría para aprobar su maestría en la comunidad de Pociones. Por otra parte, no era frecuente que alguien hiciera eso, que pudiera hacer eso, crear pociones antes del final de su aprendizaje. -¿Puedo preguntar por qué no has patentado tu nueva creación?- El hombre que había creado la poción original de Acónito, Damocles, había patentado la suya durante dos años. Después, cualquiera podía elaborarla, cuando por fin fue catalogada. No sólo eso, sino que había recibido la orden de Merlín, estaba realmente sorprendido de que la poción que había creado Harry no le hubiera valido una. Severus Snape había hecho modificaciones, que habían facilitado las transformaciones de los hombres lobo.

-Porque la gente la necesita ahora. No tengo tiempo para atender todas las peticiones que seguramente recibiría- dijo Harry con sinceridad, quizás después de la guerra empezaría a hacerlo. Ahora mismo el mundo necesitaba toda la ayuda posible.

-Muy cierto-, dijo Slughorn asintiendo con la cabeza, a juzgar por las peticiones que estaba recibiendo le iría bien. Tampoco era el único pocionista, sin duda Severus Snape había recibido su cuota de peticiones al respecto. San Mungo, por desgracia, no podía permitirse un maestro de Pociones como Severus, de ahí que se lo pidieran a él. -Ah, ya está-, exclamó habiendo encontrado lo que buscaba. Se lo entregó al adolescente, que había que reconocer que actuaba con más madurez que la mayoría de los adultos.

-Gracias, señor-, dijo Harry, antes de salir del despacho y del aula, ignorando las miradas curiosas que recibía. Mirando su horario, tenía el lunes, el martes y el miércoles en su horario. Evidentemente no habían podido meterlo en los dos días de nuevo, bueno eso apestaba. Hoy sólo estaba medio día, mañana era un día completo, y el miércoles sólo una clase por la tarde. Ahora mismo tenía transfiguración, por suerte no estaba muy lejos. Estaba en el primer piso, no muy lejos del despacho de McGonagall.

Harry subió los escalones a toda prisa, saltando de uno en particular, algo que hacían todos los alumnos mayores. El escalón te atrapaba en él, hundiendo tus pies directamente a través de él, si se te ocurría pararte en él. Pasó por delante del despacho de McGonagall, y tras otro trote llegó por fin a la clase de Transfiguración. Se detuvo fuera, recuperando la orientación y el aliento antes de llamar a la puerta y entrar.

-Siento llegar tarde profesora McGonagall, no he recibido mi horario y he tenido que recuperarlo del profesor Slughorn-, dijo Harry a modo de explicación. Se quedó junto a la puerta, después de cerrarla, esperando a que su profesora hablara.

-No hay problema, por qué no tomas asiento- dijo Minerva, reteniendo una sonrisa, era obvio para ella que había estado pasando mucho tiempo con Severus. Incluso empezaba a hablar como él, y sí, había hablado así durante sus años en Hogwarts. La mayoría de los profesores se dieron cuenta de que era porque Severus no tenía muchos amigos. Había estado rodeado de adultos tan a menudo que hablaba como ellos. La única amiga que había tenido durante cinco años había sido Lily, antes de meterse en el grupo equivocado. Aunque llegara tarde a menudo no había nada que hacer, Harry no se quedaba en Hogwarts, no era un estudiante de ninguna casa en particular ahora (aunque hubiera sido clasificado). Sólo asistía a unas pocas clases selectas, a las que por cierto no llevaba el uniforme de Hogwarts.

Harry asintió antes de tomar el único asiento disponible, que resultó ser el de al lado de Granger. A pesar de que se burlaban de ella desde hacía seis años, seguía teniendo la misma actitud molesta de sabelotodo. Se creía mejor que todos los demás, incluso que los profesores a veces los contradecían totalmente. Harry sólo podía esperar que se mantuviera callada durante esta clase, de lo contrario no sería responsable de sus actos.

No iba a ser su día, pensó Harry, cuando la mano de Granger se levantó en el aire. Harry puso los ojos en blanco, alejando su silla de la de ella todo lo que pudo. Colocando la mano en su oreja, con la esperanza de amortiguar su irritante voz de sabelotodo. -¿Cómo se supone que vamos a trabajar? No tenemos libros-, insistió Hermione, que parecía desolada. -¡Nuestras calificaciones de O.W.L. se retrasaron!-.

Harry se tapó la boca con la mano, ocultando la sonrisa bastante divertida que se le había deslizado por la cara. A juzgar por los labios repentinamente fruncidos de McGonagall, ella vio su diversión y estaba tratando de evitar que la suya se manifestara. Sólo para el infierno, Harry sacó tranquilamente su libro de transfiguración de su bolsa. Compró casi todos los libros que pudo, no era sólo Pociones. Así que tenía todos los libros que necesitaría para sus clases. -Yo sí-, dijo Harry con suficiencia, golpeando con los dedos su nuevo libro.

-Todos los demás están en el mismo barco-, dijo McGonagall con desaprobación, preguntándose cómo la chica podía ser tan desconsiderada. -Como todos saben, hay una guerra fuera de estos muros, muchas personas que conocemos han fallecido lamentablemente. Merlín descanse sus almas, lo que significa que hubo un retraso muy serio no sólo con los O.W.L. sino también con la distribución de las cartas-.

A Hermione le pareció de repente muy interesante la superficie de la mesa su cara se puso roja como una cereza ante la reprimenda no disimulada.

-He sacado una copia de la Biblioteca-, dijo Neville enrojeciendo por la atención recibida.

-A la hora del almuerzo, repartiremos los pedidos de lechuzas para sus artículos, y los tendrán antes de mañana. Los dueños de las tiendas han sido advertidos de antemano para el repentino flujo de pedidos de lechuzas que recibirán- declaró McGonagall con calma.

La mano de Hermione se alzó en el aire una vez más.

-¿Sí, señorita Granger?-, preguntó McGonagall, apenas capaz de disimular su irritación por las constantes interrupciones. Tuvo que recordarse a sí misma que sólo le quedaban dos años más antes de librarse de la exasperante chica. Ese día no podía llegar lo suficientemente rápido para ella.

-¿Y las varitas de los primeros años?-, protestó la de sexto año, con cara de horror.

-Se han llevado al señor Ollivander-, dijo Minerva tensa, como había llegado Fortescue a eso. -Las varitas se quemaron en la masacre. Vamos a traer a un fabricante de varitas de ultramar esta mañana para los alumnos-. Todos los alumnos asintieron solemnemente, habían leído el periódico y se habían quedado tan sorprendidos como todos los demás. A muchos de ellos les hizo ver que mucha gente iba a morir antes de que la guerra terminara, suponiendo que ganaran. Si realmente tenían que depender de Potter, entonces estaban realmente jodidos. El adolescente había dejado a su propio hermano, su maldito hermano, para salvar su propio pellejo. -¿Alguna otra pregunta?-, se dijo directamente a la Srta. Granger.

-No señora-, dijo Hermione sentándose feliz ahora, que todas sus preguntas habían sido respondidas. Miraba el libro de Harry con celos, ella no tenía ese. Había revisado todos sus libros para encontrarlos pero no, no hubo suerte.

-Hoy vamos a aprender sobre los animagos y a transformar ¿quién puede hablarme de ello?- preguntó Minerva de pie observando a sus alumnos. Muchas manos se levantaron, la de Granger salió disparada al aire antes de que ella terminara de hablar.

-Señor Peverell-, dijo Minerva, asintiendo en su dirección.

-Es la habilidad de transformarse en un animal a voluntad. Es excesivamente difícil de aprender, y requiere una seria consideración- dijo Harry, tomando aire, mientras Hermione metía la mano en el aire pensando que Harry estaba pensando. -Tienes que meditar, para encontrar qué animales están abiertos a ti. Luego tienes que elegir el que te guste, el más adecuado para ti. No todo el mundo puede transformarse, no tiene nada que ver con los niveles de poder tampoco es casi como el Metamorphmagus, lo tienes o no lo tienes. También requiere una gran concentración y determinación. Siempre debes tener a alguien contigo mientras lo intentas. De lo contrario, podrías transformarte pero no podrías volver atrás, con lo que acabarías atascado hasta que alguien lanzara la contramaldición esto es suponiendo que alguien sepa o piense en ese probable escenario-.

Hermione Granger estaba sentada echando humo con la mano bajada una vez más. Odiaba que la gente la superara en cualquier cosa. Le gustaba ser la intelectual superior de la clase dando respuestas adecuadas y no una sola frase. Peor aún la profesora estaba impresionada, debería ser ella a la que miraran así.

-No es sólo ese aspecto en particular el que es peligroso, dependiendo de la forma de cada uno podrían causar estragos y salirse con la suya si así lo deciden. Por eso el Ministerio exige que todos los animagos estén registrados. Si se descubre que eres uno y no te registras, puedes acabar en Azkaban y atado a los animales durante un tiempo determinado. La última vez que ocurrió esto les cayó un mes en Azkaban y un año de suspensión de poder convertirse en su animal. Él, si no me equivoco era un tigre- terminó Harry, tratando de recordar todo lo que sabía sobre los animagos, pero descubrió que le había dicho todo lo que sabía.

-Bien hecho, señor Peverell, su explicación estuvo muy bien pensada- asintió Minerva, -Como él dijo, no es algo para intentar solo. Se necesita un año, quizás dos, para dominar esta particular transformación-.

La mano de Hermione se levantó.

-Sí, señorita. Granger?- preguntó Minerva exasperándose mucho con ella.

-¿Cuánto tiempo le llevó dominar el hechizo?- Le preguntó Hermione con entusiasmo. No era la única curiosa, los demás también estaban sentados hacia adelante interesados. Tenía todo un episodio para desperdiciar, sin que tuvieran lo esencial necesario para trabajar.

-Como todos saben, tengo una maestría en Transfiguración, fue una de las primeras que me enseñaron. Me tomó sólo seis meses completar mi transformación y con ella la habilidad de convertirme en mi forma a voluntad- dijo Minerva antes de mirarlos severamente, -Yo tenía afinidad con Transfiguración, así que me fue más fácil lograrlo, así que por favor no intenten esto en casa o en los dormitorios donde nadie pueda mirar-.

Otra mano se levantó.

-¿Sí, señor Potter?- preguntó Minerva, mirando al adolescente.

-¿Se nos permitiría hacerlo con un profesor presente?- preguntó Nick.

-Sí, durante el club de Transfiguración se permite que los de sexto año lo intenten si quieren. Como se ha dicho, no es para todos-, dijo Minerva.

-Sí, ¿Srta. Patil-, preguntó Minerva mientras otra mano se levantaba en el aire.

-El club de Transfiguración es al mismo tiempo que el de Encantamientos, no podemos asistir a los dos, no es justo-, dijo la Ravenclaw en voz baja, le gustaba la idea de transformarse en un animal.

-Este año no, los horarios de los clubes han sido cambiados, revisa el tablón de anuncios de la sala común y lo verás-, dijo Minerva, -Creo que el club de Transfiguración está al mismo tiempo que el club de Gobstone-, con sólo catorce profesores, era inevitable que esas actividades extraescolares chocaran, no sólo tenían clases que impartir, clubes extraescolares que dirigir, sino alumnos que cuidar, especialmente cuatro profesores en particular. Slughorn, ella misma, Spout y, por supuesto, Flitwick. Para empeorar las cosas, en realidad tenían las clases básicas que todos los estudiantes tenían que tomar en sus siete años en Hogwarts.

Se oyeron unos cuantos gemidos, evidentemente eran miembros del club de los Gobstones. Con esto, Minerva comenzó a explicar con mayor detalle sobre los animagos, sus posibles formas, cómo se sentían, cuánto tiempo tardaban en promedio en lograr algo. Escribió mágicamente información en la pizarra que tenía detrás y les pidió que lo anotaran todo. Después se les permitió especular sobre qué animal les convendría más y por qué lo haría.

Cuando todos los alumnos se fueron, Harry se quedó atrás, ahora que conocía su horario, sabía exactamente qué clases perdería y cuándo.

-¿Puedo ayudarle señor Peverell?- preguntó Minerva con curiosidad, mientras se sentaba en su escritorio, preparándose mentalmente para la siguiente clase. Sabiendo sin duda que se enfrentaría a las mismas preguntas que antes. Arregló el registro y marcó a Harry como presente como lo había sido.

-Estas son las clases que voy a perder este semestre-, dijo Harry entregándole un pequeño trozo de pergamino con cada fecha.

-¿Puedo preguntar por qué?- inquirió Minerva aceptando el pergamino con curiosidad. Harry salía constantemente en el periódico, Slughorn no paraba de hablar de él durante los intervalos de las reuniones de profesores e incluso durante la comida y la cena. Como maestra de Transfiguración, sabía que la dedicación que ponía Harry era asombrosa. Sólo deseaba que los demás sextos años... ningún quinto año desde que Harry había empezado entonces, mostraran también esa iniciativa.

-Son las fechas en las que tengo que estar en el Ministerio para mis exámenes escritos-, dijo Harry en voz baja.

-Creo que una felicitación está en orden entonces señor Peverell, bien hecho, no es una hazaña pequeña la que ha logrado. Creo que todo el mundo está impresionado con la iniciativa que ha mostrado, como profesor es una bendición ver a los alumnos desarrollar su potencial. El hecho de que también sigas en Hogwarts es asombroso, si alguna vez necesitas ayuda, no dudes en pedírmela- dijo Minerva, probablemente era la primera vez que se lo decía. Debería habérselo ofrecido el año pasado, nunca nadie se había quedado en Hogwarts siendo aprendiz. Los alumnos se lo pedían al personal, los que tenían maestrías de todos modos, lamentablemente la vida como profesora era demasiado agitada como para querer tomar un aprendiz. Sabía que Pomona Spout estaba pensando en aceptar a Neville Longbottom. Puede que sea un poco más que mediocre en la mayoría de las clases, pero Herbología parecía ser realmente su vocación.

-Gracias profesora-, dijo Harry con los ojos verdes muy abiertos por el asombro, el único profesor que había querido ayudarle era Severus. Estaba realmente sorprendido por la declaración de la profesora McGonagall.

-Sólo recuerda lo que dije- respondió Minerva asintiendo con la cabeza, sus ojos marrones se llenaron de orgullo al mirar a Harry. Todos los profesores estaban orgullosos de él, no pudo evitar pensar, ante su asombro de ojos abiertos, que deberían habérselo dicho antes. Iba a hablar con los demás profesores sobre el tema. -Vamos, no querrás llegar tarde a tu próxima clase-.

-Sí, señora-, dijo Harry antes de darse la vuelta e irse, echando un vistazo a su horario una vez más. Runas Antiguas, en la que por desgracia también estaba Granger, si llegaba lo suficientemente rápido con suerte no le tocaría sentarse junto a ella.

Harry entró en el aula, el profesor aún no estaba allí, se deslizó en un asiento al fondo. Bien lejos de Granger, no mucha gente tomaba Runas Antiguas, el año pasado habían combinado dos clases juntas. Por eso Luna había podido tener clases con él, no parecía que fuera el caso este año. Eso era porque los O.W.L.'s habían estado en el punto más bajo para Runas Antiguas, porque un lado de la clase lo sabía todo, el otro no

-Buenos días, clase-, dijo el profesor Babbling entrando en el aula, hubo una respuesta muy apagada de -Buenos días- por parte de algunos de los estudiantes. -Como sin duda saben, este año ha habido algunas dificultades. Así que creo que hoy nos limitaremos a repasar la información que aprendimos el año pasado-, dijo, ignorando los gemidos procedentes de algunos de sus alumnos.

-Díganme la traducción de esta runa-, dijo Babbling con una floritura haciendo una runa con su varita y mostrándola a sus alumnos. Las manos se alzaron inmediatamente en el aire.

-Señorita. Granger-, dijo Babbling.

-Es Demiguise la invisibilidad de las criaturas representa el cero-, dijo Hermione como siempre dando una respuesta de libro de texto.

-Efectivamente, ahora esta- dijo Babbling, su varita hizo rápidos movimientos y apareció una cabeza de hidra. Harry al igual que todos levantaron las manos, Hermione casi sale disparada de su asiento, su mano estaba tan alta en el aire.

-¿Sr. Peverell?- preguntó Babbling, señalando a Harry, habían aprendido muy rápido a no llamarlo Potter. Se negó a responderlo al volver a Hogwarts después de emanciparse. Dada la información que había salido a la luz tras ello, no podía culpar al niño por hacerlo.

-La Hidra tiene nueve cabezas, de ahí que represente la letra nueve-, explicó Harry.

-¿Qué símbolo está rodeado de misterio?-, preguntó Babbling.

-El símbolo del número siete, debido a que es un número mágicamente poderoso sigue siendo un misterio para todos. Los mejores maestros de las Runas Antiguas han estudiado e incluso han intentado desenterrar toda la información conocida sobre el tema sin éxito todavía-, dijo Harry.

-¿Crees que lo harán?- preguntó Babbling con curiosidad, no muchos creían eso, pensaban que siempre seguiría siendo un misterio.

-Nuestro mundo avanza cada día en cada materia, Pociones, Transfiguración, Encantamientos si no entonces estaríamos estancados- dijo Harry. -Creo que algún día toda la lengua estará completamente abierta a la interpretación-.

-Efectivamente, bien hecho-, dijo Babbling,  -Les gustará saber que el señor Peverell fue el único alumno que obtuvo un sobresaliente en su examen de O.W.L-. Harry se rió a carcajadas ante la mirada de absoluta indignación y furia en el rostro de Hermione Grangers.

-¿Y esta qué es?- continuó Babbling, otra Runa apareció ante ellos.

-Bien hecho Harry-, dijo una de las gemelas de Ravenclaw... Patil Harry no recordaba muy bien su nombre. Sabía que empezaba por P y que era un nombre poco común.

-Gracias-, dijo Harry sorprendido.

-Tú no me ayudarías con las Runas Antiguas, ¿verdad?- preguntó ella vacilante.

-¿Yo?- preguntó Harry sorprendido sus ojos se abrieron de par en par, al mismo tiempo que Hermione hizo un "¿Él?" cuando se encontraban fuera del aula de defensa.

-Tú eres el mejor-, dijo el Ravenclaw sin rodeos.

-Eh, sólo me quedo hasta el almuerzo, supongo que si quieres puedo ayudarte durante la comida antes de que me vaya a casa algún día- dijo Harry, todos eran conscientes de que Harry no se quedaba en Hogwarts ahora. Era fácil darse cuenta de que tampoco era un estudiante propiamente dicho, nunca llevaba el uniforme del colegio. Llevaba ropa muy elegante y una capa de viaje sobre los hombros. En realidad, la capa estaba en su mochila, no sobre los hombros. Hogwarts se calentaba rápidamente, especialmente cuando no era invierno. Sus capas de invierno eran más gruesas, manteniéndolas más calientes del frío invernal que se aferraba al viejo castillo.

-¡Está bien!- dijo Padma inmediatamente, dándose cuenta de la suerte que tenía de que él hubiera aceptado. -Gracias-, dijo riendo mientras se dirigía directamente a un grupo de chicas y empezaba a hablar con ellas en voz muy baja. Harry se alarmó, naturalmente, si ella estaba preguntando sólo para tratar de "engancharse" con él se sentiría muy decepcionado.

Harry se dio cuenta de que Nick también estaba allí, curiosamente estaba al lado de Susan Bones. Que parecía que su mundo se había acabado, él sabía por qué aunque había leído el periódico. Su tía había muerto en la batalla de Londres que se llamaba. Personalmente Harry pensó que era una estupidez, no era una batalla, había sido una masacre. Esperaba que Nick no estuviera siendo un idiota con ella.

-Hola Harry-, dijo Neville -¿Cómo has estado?-.

-Hola Neville-, sonrió Harry sus pensamientos sobre Nick Potter se desvanecieron inmediatamente. -¡Estoy bien, voy a hacer mis exámenes escritos durante los próximos meses!- presumió con orgullo, y entre amigos eso estaba permitido.

-¡Oh, brillante!- exclamó Neville, -¡Bien hecho!-.

-Gracias, ¿cómo están ustedes?- preguntó Harry.

-Yo y Luna estamos bien-, asintió Neville bastante contento, de hecho, parecía estar prendado.

-Me alegra oírlo, ¿quién es el profesor de defensa?- preguntó Harry.

-El profesor Lupin está de vuelta... ¡realmente voy a aprender algo este año!- dijo Neville, -Es genial, ¿no?-.

-No para mí-, se enfurruñó Harry, había sido ignorado por Lupin todo el año durante su tercer año y lo odiaba por eso, simple y llanamente.

-Oh, lo siento Harry- dijo Neville dándose cuenta de su error.

-No pasa nada- dijo Harry sacudiendo la cabeza, de todas formas sabía que Neville le gustaba como profesor.

La puerta se abrió revelando al profesor, y fiel a la palabra de Neville era el profesor Lupin de nuevo. Les dijo que entraran todos y se sentaran, los pupitres estaban allí lo que significaba que no era una clase práctica, al menos ellos no lo creían. Llamó al registro y una vez completado se puso de pie.

-Con la guerra en curso, creo que el primer hechizo que me gustaría intentar enseñaros es el Encantamiento Patronus- dijo el profesor Lupin. -¿Quién puede hablarme de él?-.

-Sí señorita. Patil-, dijo el profesor Lupin asintiendo a la Ravenclaw.

-El encantamiento Patronus puede protegerte de los Dementores-, dijo.

-Efectivamente, ¿alguien quiere añadir algo más?- preguntó Remus. -Sí señorita. Granger?-.

-Es un encantamiento muy complejo y se necesita mucho poder para lanzarlo- respondió Hermione sonriendo orgullosa.

Remus asintió como si estuviera contento con la información que se estaba aprendiendo. -¿Alguien más?- preguntó Remus. -El señor Po.. Peverell?- sabía que Harry podía lanzar el hechizo, Severus Snape lo había defendido rápidamente y con orgullo.

-El hechizo Patronus necesita la emoción y la memoria adecuadas, no sólo la potencia, para rendir al máximo. Sin emoción tendrás suerte de lograr la niebla. Sólo los más puros de corazón pueden realizarlo, los que matan y asesinan como los mortífagos son incapaces de conjurarlo. No pueden dominar la emoción más pura para realizar el hechizo porque sus recuerdos y su magia están contaminados por la muerte. El patronus toma la forma de un guardián, la traducción literal del hechizo es te recuerdo o recuerdo protector. Será algo de tu vida, o una representación de alguien. Desde la forma de un Animagus hasta la de sus protectores o amantes. También es eficaz contra los Lethifold-, respondió Harry.

-¿Sr. Potter? ¿Algo que añadir?- preguntó Remus.

-No solo tiene que ser un protector o compañero de vida puede ser la familia, hermanos o hermanas- dijo Nick en voz baja, todos se esforzaron por escucharlo. -Una vez que encuentres el mejor recuerdo que se te ocurra, el encantamiento se puede aprender muy fácilmente. La forma de tu patronus puede cambiar, para adaptarse a tus emociones y a alguien a quien llamas protector. También puede recibir órdenes, si le dices que ataque lo hará. Normalmente se tarda hasta seis semanas en producir algo de la niebla practicando el encanto. Para crear uno completo, si es que lo logran, pueden pasar de cuatro a seis meses. Es un hechizo que agota la magia y no debería intentarse todos los días-, su voz había cambiado al decir esto, se había vuelto acusadora.

Imperceptiblemente para el resto de la clase, salvo los gemelos de nacimiento, Remus hizo una mueca de dolor como si hubiera recibido un golpe inesperado. -Bien hecho, sabian información que no esperaba que supieras con respecto al encantamiento patronus. Levanten la mano si pueden lanzar un patronus completo-.

Harry levantó la mano, al igual que algunos otros, Nick levantó la última y casi de mala gana. Harry empezaba a sentir curiosidad por el cambio de carácter de Nick, ¿haber sido reducido casi a un squib y puesto en coma lo había cambiado tanto? Por lo que se veía, parecía que su respuesta era afirmativa y clara.

-Señor Potter ¿por qué no hace una demostración para la clase?- preguntó Remus, en voz baja.

-No puedo, Madam Pomfrey me dijo que hoy no debía usar la magia- dijo Nick en voz baja.

-¿Sr. Peverell?- preguntó Remus asintiendo a Harry a continuación.

-¡Expecto Patronum!- dijo Harry con firmeza, y salió una hermosa pantera plateada, que patrullaba el aula casi con orgullo. Saltando desde el final del aula, apareció una vez más ante Harry y se inclinó por lo bajo. Harry le sonrió, consciente de lo que representaba, lo que siempre había representado: el amor de Harry por Severus Snape. El patronus desapareció, no era necesario después de todo.

-Muy bien hecho señor Peverell- dijo Remus con orgullo. -¿Saben cuáles son sus formas?- preguntó a los demás que también habían logrado el hechizo.

-Minas es un Jabalí- dijo Ernie Macmillan un prefecto de Huffelpuff.

-Impresionante-, dijo Remus asintiendo con la cabeza.

-Yo aún no sé qué es el mío-, admitió Cho Chang, -creo que puede ser algún tipo de pájaro-.

-Bien, muy bien-, dijo Remus, -¿Por qué no intentamos hacer todos el hechizo? A ver si hoy podemos formar algo de niebla- dijo tratando de animar a los que no lo habían hecho antes.

Así que Remus los separó en parejas, haciendo que las mesas y las sillas, por arte de magia, se alinearan a los lados de la sala. Los que ya lo habían logrado se sentaron a un lado de la plataforma que habían creado aburridos.

-Neville tienes que pensar en un recuerdo realmente bueno, uno que haga que tu corazón se llene de amor y felicidad. Algún recuerdo sin el que no pudieras vivir, algo que dejara un hueco en tu corazón si fuera eliminado u Obliviado- dijo Harry en voz baja a su amigo, ayudándole también podría hacer algo útil ya que conocía el hechizo. -Puede ser algo inventado, algo que desees profundamente que sea verdad y que haga que tu corazón lo anhele-.

Neville escuchó a Harry su corazón lleno de dudas, -Pero no soy lo suficientemente poderoso para hacer este hechizo Harry. Hace poco que aprendí el hechizo de desarme y es un hechizo de cuarto año-.

Harry parpadeó, -Escúchame, no eres un squib, la magia es algo vivo dentro de nosotros. Puede realizar la intención, tú crees que no tienes magia por lo que siempre será así. Cree en ti mismo y en tu magia y te irá bien. Hogwarts no acepta a los casi squibs, sólo los que tienen mucha magia pueden entrar. Los que tienen poca magia no, especialmente los nacidos de muggles nunca saben de lo que son capaces. Hogwarts sólo tiene un número determinado de plazas para estudiantes, y los que tienen el poder son aceptados-.

-¿Cómo sabes eso?-, dijo Neville sorprendido.

-Copia inédita de Hogwarts una historia de la época de los fundadores, Salazar Slytherin lanzó el hechizo para encontrar niños mágicos- dijo Harry simplemente.

-¿En serio?- preguntó Neville asombrado.

-Sí-, dijo Harry, -Así que puedes hacerlo, solo que no lo harás ese es el problema. Apuesto a que si Luna estuviera aquí no tendrías ningún problema en hacer ese hechizo-.

-Tal vez-, dijo Neville sonrojándose de forma intensa.

-¡Nada de tal vez!- rió Harry.

Durante el resto de la clase los alumnos siguieron intentándolo, Nick se había puesto a intentar ayudar a Susan Bones. Ernest trataba de ayudar a los demás en su propia casa. Harry solo había ayudado a Neville, no se preocupaba por el resto de los alumnos. Remus iba de un lado a otro ayudando a todos, Hermione Granger se indignaba mucho cuando no lo conseguía. Al final el profesor Lupin se pasó la mayor parte del tiempo intentando ayudarla. Al fin y al cabo, ella era la que más ruido hacía al respecto. En su mayoría, todos podían producir una niebla con su varita.

-¿Profesor Lupin?- llamó uno de los alumnos.

-Sí, señorita. Patil-, preguntó el profesor Lupin con curiosidad, ya que todos habían terminado por la mañana.

-¿Se va a reanudar el club de Defensa?- preguntó esperanzada la Gryffindor.

-Debido a las circunstancias, el club de defensa será dos veces por semana. Cuando no esté disponible como antes, Sirius Black ocupará mi lugar como profesor sustituto- explicó Remus. -Ahora todos deben ir directamente al Gran Comedor, sin viajes, todos deben firmar los formularios y recibir sus órdenes lo más rápido posible. ¿Está claro?-.

-Sí, profesor Lupin- dijeron los alumnos.

-Muy bien. Que tengan una buena tarde todos-, dijo el profesor Lupin mientras todos salían del aula.

-Entonces, ¿me va a dar clases hoy?- preguntó Padma cuando se encontraron fuera del aula, Neville que caminaba a su lado se sorprendió. Se quedó mirando a Padma antes de reprimir la risa. A Padma le gustaba Harry, la había oído hablar de él. Sabía que Harry prefería a su propio género, una pena para la frenética moda de los Ravenclaw.

-No, no puedo hasta el miércoles, vendré media hora después del almuerzo y podremos estudiar en la biblioteca hasta mi clase de la tarde- dijo Harry con sinceridad, si ella quería aprender entonces lo haría, si no entonces tendría sus órdenes de marcha. No iba a perder su tiempo por alguien que no se tomaba en serio los estudios. No sólo intentaba mantenerse al día con las tareas escolares, los deberes, sino también con su aprendizaje, el trabajo que le daba Severus, pociones y, por supuesto, las clases de defensa que le daba Sev también. Apenas tenía tiempo libre, y debía estar loco para cederle su tiempo. Sin embargo, lo había hecho, y esperaba sinceramente que no estuviera perdiendo su tiempo o el de ella. Sobre todo teniendo en cuenta todo lo que ella sabía que él estaba haciendo. Todo el mundo lo sabía, había salido en el periódico. Sintió un cálido resplandor sólo de pensar en la declaración de la profesora McGonagall y de Slughorn. Fue entonces cuando recordó que no se lo había dicho a Lupin.

-Oye Nev, baja a almorzar que yo iré en un minuto, sólo tengo que hablar con Lupin- dijo Harry, antes de alejarse del grupo bajando las escaleras, una vez que Neville asintió entendió.

No vio a Patil haciendo pucheros ni a Nick mirándolo con anhelo escrito en su rostro.

-Pasa-, llamó Lupin, desde donde estaba sentado en el escritorio de los profesores colocando papeles en su escritorio y ordenándolo un poco.

-¡Oh, Harry, entra!- dijo Remus con sus ojos ambarinos llenos de esperanza y un poco de desesperación. -¿Qué puedo hacer por ti?-.

-Toma, estas son las fechas en las que no estaré en el colegio-, dijo Harry entregándole el papel.

-Oh-, dijo Remus con cara de desánimo. -Ya veo, ¿puedo preguntar por qué?-.

-Mi parte escrita de mi Maestría en Pociones- dijo Harry simplemente.

-Felicidades Harry, estoy orgulloso de ti- dijo Remus en voz baja. -Sirius también estará encantado de oírlo. Ha estado anotando todas tus menciones en el periódico. De hecho, las tiene en la pared-.

Harry parpadeó y se quedó callado, pero una parte de Harry, una parte muy pequeña se calentó. Recordaba que Lily y James hacían eso cada vez que se mencionaba a Nick. No estaba seguro de si todavía las tenían colgadas, pero probablemente lo hacían. ¿Significaba eso que a Sirius le importaba realmente? ¿O era por remordimiento de conciencia? Si lo perdonaba, ¿volvería a ser como antes? ¿Invisible para él toda su vida? No estaba seguro, pero Harry no quería averiguarlo, al menos no lo creía.

-Todo el mundo está orgulloso de ti, a pesar de lo que hicieron tus padres... te has levantado por encima de eso y has hecho algo por ti mismo. Tus profesores hablan mucho de ti, se preguntan cómo vas con tu aprendizaje. Especialmente con el hecho de que también estás asistiendo a Hogwarts. Eres la comidilla de muchas reuniones de personal, preguntándose cómo puedes entregar un trabajo de tanta calidad y además aprobar tu maestría- dijo Remus con un brillo de orgullo en sus ojos ambarinos. -Estoy más apenado de lo que nunca sabrás que... me olvidé de ver lo que tenía delante de mí. Sé que no tengo ninguna posibilidad de reconciliación, así que no fingiré eso. Sólo te deseo lo mejor en tu nueva vida y carrera-.

-Lo que descuidaste fue verme a mí, yo era invisible para todos, ¿sabes lo que es eso?- preguntó Harry enfadado. -¡No importaba lo que hiciera, mi llamado hermano se llevaba los malditos elogios por ello! Y a mí... me hicieron a un lado. James ni siquiera pudo dedicar tres minutos para que yo pudiera conseguir una lechuza. No es como si pudiera conseguirla por mi cuenta, ya que nunca me han dado dinero de bolsillo-.

Remus la cogió sin decir nada, simplemente mirando con tristeza a Harry como si pudiera ver dentro de su alma y entenderlo realmente. Así que por eso Harry no les estaba dando dinero, les estaba dando algo: el sabor de su propia medicina. Comprendía la infancia de Harry más de lo que el niño jamás sabría. Decidió revelar algo de su pasado que ni siquiera Lily o James conocían. Quizás eso les ayudaría a entenderse mejor.

-Sí Harry, sé lo que se siente al ser invisible, yo fui invisible para mis propios padres desde los ocho años. Las criaturas no son precisamente bien vistas y a mis padres les aterraba que el mundo mágico se enterara. Estaban más preocupados por su imagen que por mí. Juré que si tenía hijos, no permitiría que volviera a suceder. Puede que no seas mío biológicamente, pero mi lobo y yo te consideramos mi cachorro. El vínculo sigue ahí, y siempre lo estará- dijo Remus en voz baja, sus ojos ambarinos brillaban con la sinceridad de sus palabras.

Harry retrocedió como si lo que Remus estaba diciendo fuera un golpe físico a las barreras que había levantado para protegerse del dolor del corazón todos esos años atrás. -¿Entonces por qué me ignoraste cuando finalmente volviste a Hogwarts? Ni siquiera me miraste una vez, ni me preguntaste cómo estaba. Era como si no existiera-.

-Sinceramente, no lo sé, era como si te hubieras puesto un hechizo de no me hagas caso- dijo Remus que había pensado muchas veces, preguntándose POR QUÉ nunca había pensado en él, ni siquiera lo había mirado. Sin embargo no podía decirlo, incluso en sus recuerdos podía ver a Harry allí pero era como un borrón realmente. -Pero no, eso no es probable-.

Harry frunció el ceño podría no ser probable pero era posible... ¿y si se lo había echado inconscientemente? Había sido ignorado toda su vida, y luego en Hogwarts. ¿Y si hubiera querido ser ignorado por todos y se hubiera lanzado inconscientemente... por accidente? Para evitar la decepción de que a alguien le importara realmente. Incluso si hubiera lanzado un hechizo como ese, no importaba porque lo habían ignorado mucho antes. -En realidad no importa si uno lo había sido, tú me estabas ignorando mucho antes de eso- afirmó Harry con calma, obligándose a dejar de pensar en ello. No servía de nada darle vueltas al pasado, Harry lo sabía.

-Lo estábamos, y no espero que nos perdones por ello. Ahora eres tu propio hombre, Harry, independiente y brillante. Llegarás lejos, ¿y sabes qué? Nadie lo merece más que tú. Toda tu dedicación y trabajo duro, dará sus frutos y siempre estaré orgulloso de ti. Que lo sepas- dijo Remus. Nunca había perdonado a sus padres, así que no tenía motivos para pensar que Harry le perdonaría.

-Gracias-, dijo Harry con rigidez.

-De nada, te desearía buena suerte, pero no creo que la necesites- dijo Remus, mirando a Harry marcharse sin decir otra palabra. Al menos Harry no lo odiaba abiertamente, quizás algún día podrían hablar entre ellos sin que el pasado interfiriera. Eso si sobrevivía a esta guerra, no había garantías. No para ninguno de ellos, pero él haría su parte para hacer del mundo un lugar más seguro.

Harry bajó al comedor, sólo para decirle a Neville que sólo iba a Floo a casa. Mintiendo y diciendo que tenía que preparar unas pociones. Teniendo en cuenta que estaba haciendo su maestría en esa materia no era difícil de comprar. También saludó a Luna mientras se alejaba, siete minutos después salía por Floo del despacho de Dumbledore hacia la Mansión Prince.

-Hola Eileen, ¿dónde está Severus?- preguntó Harry con curiosidad.

-Está en el laboratorio- dijo Eileen sonriendo aún tan orgullosa de él, había conseguido tantos OWLS y haciendo su maestría también.

-Gracias-, dijo Harry sonriendo mientras dejaba caer su bolsa al lado del fuego como siempre hacía. No la necesitaba en ningún otro momento, sólo si le ponían deberes. Si los tenía cogía lo que necesitaba, los libros siempre los dejaba allí. De todas formas ya los había leído cinco veces, se los sabía todos de memoria. Se deslizó hacia el laboratorio, observando a Severus concentrado en su elaboración de cerveza.

-¿Necesitas ayuda?- preguntó Harry en voz baja, para no sobresaltarlo ya que estaba vertiendo algo en su poción.

-Está en el banco-, dijo Severus con ironía, como si hubiera sospechado que Harry bajaría a preguntar. Harry miró hacia abajo y se dio cuenta de que había sido la poción que crearon juntos. Era difícil de preparar y requería mucha concentración. Le había encantado poder prepararla con éxito la primera vez. Teniendo en cuenta su importancia, había rezado para que no fallara. Eileen no habría durado mucho más, y gracias a ellos su vida se había renovado. Era un espectáculo realmente maravilloso verla tan viva y llena de vitalidad. Había sido capaz de devolverle el favor por haberse preocupado por él cuando nadie más lo había hecho. Mientras preparaba la poción, siguió mirando a Severus.

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