¡Hola!
Les escribo por dos cosas puntuales:
Dejen de comentar estupideces que las bloqueo.
Al igual que puse en Alfa King, no estos aceptando comentarios groseros y lleno de odio de ahora en adelante, mis lectoras antiguas saben que siempre he sido algo floja para leer comentarios, pero ahora tengo la obligación de hacerlo, porque han aparecido un grupo de nuevas lectoras que no escatiman en poner cualquier aberración en los comentarios. También he encontrado links para grupos de WhatsApp y links sospechosos, y claro spam. Por favor, no entren o les den clip, si encuentran estos tipos de comentarios, avísenme y etiquétenme para bloquear a esas personas.
Lo segundo para lo que les escribo es para preguntarles algo sobre la apariencia de los chicos,
¿Cómo se imaginan los uniformes del rey y su escuadrón?
Alguien me dijo que los imaginaba como los uniformes de los Avengers :V
Yo los imagino un traje elegante de gala tipo militar, en especial a Oliver lo imagino con algo parecido a la imagen que esta arriba. Y para que lo sepan, casi siempre lo tienen puestos.
El traje que si es tipo de los Avengers, es el que se ponen para no quedar desnudos cuando se transforman, pero esos están debajo de sus ropas.
Bueno , ¡Espero que les guste el cap!
Y ya saben, comentan estupideces y las bloqueo de por vida :)
***
—Deja de moverte tanto —gruño Gabriela aplicando sombra para ojos—. Estoy intentado una proeza aquí contigo, ¿Al menos puedes quedarte quieta?
—Es que Liam aun no me ha llamado.
—Is qui Liam in ni mi i llimido —Gabriela la imitó, dejando de maquillarla—. No te ha llamado, porque es él quien organiza todas las festividades y eventos de la escuela real. Es el deber del príncipe heredero y su escuadrón.
—¿Enserio ?—pregunto Jessy saliendo del vestidor de Leia ya vestida y seguida por Odette que le había ayudado—. ¿Entonces no deberías estar ayudándolo?
—Para eso está Estefan y Bael —dijo Gabriela volviendo a poner rubor a Leia—. Yo no pierdo el tiempo en tontearías, además, con el royo que hay entre Bael y Liam, seguro se agarran a golpes y terminan castigándolos, no voy a volver a perder el privilegio de mis tarjetas.
Leia volvió a preocuparse.
A Gabriela le dio un tic en el ojo, no podía maquillarla bien con todos los gestos que hacia Leia con su cara.
—No te preocupes Leia —intervino Odette sonriéndole—. Liam y Bael se quieren mucho, arreglaran las cosas a su manera, si Liam te dijo que todo estaba bien entre ustedes y que hablaría contigo, lo hará, solo cálmate y espéralo.
Leia asintió y dejo que Gabriela termine de arreglarla.
Después de que terminara con Leia, Gabriela miró a todas contenta. Las había maquillado, peinado y vestido, estaba muy satisfecha consigo misma, había vuelto a las tres adolescentes más lamentables de la escuela, en las chicas mas bonitas de esta.
Después de ella, claro está.
—Wow —Jose apareció en la puerta mirando asombrado a todas—. Por dios, ¿Me he teletransportado a un reality de supermodelos?
Gabriela también lo miró asombrada, Jose se veía realmente guapo en su traje. Se acercó y puso sus brazos alrededor de su cuello, besándolo brevemente.
—Te ves impactante de rojo, estas demasiado hermosa —Jose le mostró su sonrisa más seductora—. Definitivamente es tu color.
—Lo se —pestañeo coqueta—. Aunque debo admitir que en todos los colores me veo hermosa.
Jessy seguía aún conmocionada cuando Gabriela le había contado quién era su mate y como la torturaría si se lo contaba a alguien. A ella se le había hecho algo confuso imaginarla con alguien tan mayor, pero cuando vio a Jose, lo entendió todo.
Si la diosa luna le mandaba un mate mayor tan atractivo como el mate de Gabriela, no se quejaría.
Además que Gabriela parecía realmente enamorada, así daba menos miedo.
—Bueno, ahora que están listas, quería pedirles algo —Jose saco unos frascos de su bolsillo—. Voy a tomar esto, son pócimas que me cambiarán físicamente para no ser descubierto hoy y quisiera que si algo sale mal, me ayuden.
—¿Cambiar físicamente? —Gabriela lo miró confusa—. Pero Jose, usaremos antifaces, no te reconocerán.
—Si alguno del escuadrón de Oliver fuera, me detectaría rápidamente —se explicó Jose—. Acabo de tomar un tapa olor muy poderoso que hará efecto por días, pero eso por sí solo no funcionara, esto será solo por unas horas y me permitirá pasar desapercibido entre ustedes.
—Creo que es una buena idea —dijo Jessy—. Solo por ser la pareja de Gabriela, llamará mucho la atención.
—Es cierto, eres muy popular Gabriela —acotó Odette—. Todos estarán pendientes de con quién estás yendo al baile.
—¿Estás seguro de querer hacer esto? —Gabriela lo miró preocupada—. Si piensas que es muy peligroso, prefiero no ir a que te arriesgues con esta pócima.
Jose le beso en la mejilla.
—Estaré bien, solo estoy algo preocupado por los efectos secundarios —dijo mirando la pócima—. Al parecer, puede que olvide algunas cosas, pero nada dramático.
—¿Y que hará la pócima? —preguntó Leia curiosa—. ¿Te cambiaría el color de cabello?, ¿O cambiará tu cara?
—¡Tu cara no! —exclamó Gabriela—. Me niego a que dañes tu hermoso rostro.
José se rió.
—No exactamente, pero estoy segura que te gustará —Jose volvió a besarla pero esta vez con más profundidad, incomodando algo a las demás chicas, menos a Leia que quería chillar de felicidad al ver a su amigo siendo feliz—. Además que tengo la pócima que lo contrarresta.
—Está bien —asintió Gabriela, aún nerviosa—. En ese caso, es mejor que te lo tomes ahora, los demás chicos no demorarán para venir a recogerlas, se supone que iríamos todos juntos en la limusina.
Jose asintió y todos fueron a la sala, todas estaban esperando para ver los efectos de la pócima.
Se se sentó en el mueble más grande, Gabriela a un lado y Odette lista para usar sus poderes curativos a la otra.
Hasta Leia cogió de las manos a Jessy de lo nerviosa que estaba.
Jose botó el aire ansioso, destapo la pócima y la ingirió rápidamente.
Pasó algunos minutos pero no pasó nada.
—Tal vez no funcione en burros —bromeó Leia.
Odette, Jose y Jessy se rieron, pero Gabriela la fulminó con la mirada.
—Por eso no te voy a poner en mi testamento bollo desa...
Jose no pudo terminar de hablar, porque empezó a temblar y sus ojos se nublaron. Gabriela gritó asustada y Odette intentó ayudar pero no podía tocarlo, sus manos se quemaban. Un destello azul inundó toda la sala, cegándolas. Cuando recuperaron la vista, una neblina estaba alrededor de Jose, que había caído al suelo.
—¡Jose!
Gabriela intentaba verlo bien, pero la neblina se lo impedía. Odette sacó su alas y en un par de fuertes aleteos, la neblina se dispersó.
—¿Jose?
Gabriela quedó anonadada al ver el rostro de su mate.
El rostro terso y más juvenil de Jose la dejó sin habla, ni siquiera había señas de algunas de las canas que tiene en las patillas.
Había rejuvenecido.
Jose empezó a abrir los ojos.
—¿Dónde estoy?
Su voz no era tan gruesa como antes.
—¿Amor?
Gabriela le acarició el rostro.
Jose se levantó mirándola extrañado, después las miró a las demás. Denotaba confusión.
—¿Quiénes son ustedes?
—¿No me reconoces? —preguntó Gabriela asustada
Jose la empezó a olfatear y después se aparto varios pasos atrás.
—¡¿Porque hueles a Gabriela?!
—¡Porque soy Gabriela!
—Gabriela es una tierna bebe, ¡No una loca sexy y desquiciada!.
—¿Cómo me has llamado? —espeto Gabriela más impactada.
—¿Dónde estoy?, ¿Quiénes son ustedes? —Miro a Odette—. ¿Esas son alas?
—Soy Gabriela, soy tu mate —hablo Gabriela desesperada—. Acabas de tomar una pócima de mi tío Dylan, que ha parecer te ha rejuvenecido.
—Dijo que se olvidaría cosas —Leia intentó acercarse—. Al parecer se olvidó todo, ¿Qué es lo último que recuerdas?
—Yo estaba caminando con Jeremy... —Jose empezó a meditar—. Acaba de despedirme de Alan, yo me iba del reino junto a Jeremy.
—Mierda —Gabriela lo miró angustiada—. ¡Te has borrado 16 años de tu cabeza!
Jose volvió a temblar y se sujetó su cabeza gritando.
Gabriela volvió a sujetar mientras el gritaba. Volvió a derrumbarse en el suelo y ahora había empezado a sangrar por la nariz.
—¡Jose! —Gabriela miró a Odette—. ¡Llama a mi tío Dylan!
—No... —Jose pareció volver a tener conciencia—. Dylan... no...
—Amor —Gabriela lo abrazo fuerte—. Vamos a ir al hospital ahora mismo.
—No Gabriela —José le responde el abrazo—. Estoy mejor, estoy recuperándome.
—¿Si recuerdas quien soy? —lo miro a los ojos.
—Claro que si amor —sonrió Jose acariciando —. Mis recuerdos han vuelto a su lugar.
***
—¡Esto es un abuso!
Estefan tiraba al suelo la última caja llena de adornos para el baile.
—Ahí vamos de nuevo —suspiró Liam.
—¡Soy miembro del escuadrón del puto príncipe! —grita Estefan enfrente de todos sus compañeros de escuela, que eran voluntarios para ayudar con los preparativos—. ¡No un maldito criado!
—¡Estefan! —Joon llegaba furioso—. Deja de decir estupideces y ponte a trabajar, tenemos que hacer mucho todavía.
—Pero...
—¡Nada de peros! —Joon le tira una patada no muy fuerte—. ¡Recoge la caja y llévala donde corresponde!
Liam empezó a reírse muy fuerte mientras Estefan levantaba la caja maldiciendo y Joon empujándolo.
Volvió a sus labores saliendo de la escuela para recibir todas las mesas que colocarían dentro de la cancha de básquet, que habían vuelto un salón de baile.
—Liam.
Alguien lo llamó
El volteo y vio a Bael acercándose él.
—Hola.
Bael se paró delante él, traía unos lentes oscuros, seguramente ocultando ojeras por el día anterior.
—¿Llego muy tarde para ayudar?
—No —Liam señaló las mesas desarmadas que bajaban de unas camionetas de carga—. Tenemos que armarlas y ponerle manteles.
—Bien —dijo Bael algo nervioso, llevando su mano a la nuca—. ¿Podemos hablar antes por favor?
Liam asintió y se alejaron de la entrada para poder hablar a solas.
—Mi papa me dijo que en la madrugada me llevaste a mi casa —hablo Bael avergonzado.
—Si —respondió Liam escuetamente cruzado de brazos.
—Yo... ¿Cómo me encontraste? —Bael miro a Liam—. ¿Qué pasó anoche?
—Fui a buscarte —se explicó Liam muy serio—. Pero te encontré ebrio en la tumba de Bonnie.
—¿Y porque fuiste a buscarme?
Bael temía la respuesta.
—Quería hablar sobre el beso y la declaración de amor que le hiciste a mi novia —le respondió mordaz—. No exactamente a hablar, para ser sincero.
Bael cerró los ojos brevemente, quería que la tierra lo tragara en ese mismo momento. Su mayor miedo se había cumplido, que Liam supiese sus sentimientos por Leia, era una cosa realmente desagradable para él.
—¿Leia te lo...?
—Si, ella me lo contó todo —le interrumpió—. Y por todo, me refiero a absolutamente todo, desde que se conocieron, lo que hicieron en la escuela y tus visitas a su casa.
Bael sintió un nudo en su estómago.
—Lo siento Liam —tragó saliva—. Yo no quise... no quería que nada de esto sucediera, intente mantener mis sentimientos a raya, no se que sucedió ayer, sé que debes pensar que soy...
—Un traidor, rastrero —Liam le volvió a interrumpir—, desleal, miserable, ingrato, canalla, despreciable y definitivamente el peor primo del mundo.
Bael asintió sintiéndose todos los adjetivos que le había dicho Liam.
—Merezco que odies.
—Mereces que te agarre a golpes —Liam empezó a perder la compostura—. Te lo pregunté ¿recuerdas?, yo te pregunté si Leia te gustaba, antes de que yo le pidiera ser mi novia.
Bael miro al piso.
—¿Y qué me dijiste tú? , me dijiste que no te gustaba, que tu amabas a Bonnie y que mirabas a Leia como una amiga, ¿Y ahora estás enamorada de ella? —Liam bufo— . Que rápido cambias de parecer y de sentimientos, que poco te importa que yo esté enamorado de ella.
Se acercó más a Bael.
—Si tú también me hubieras dicho que te gustaba, ¿Crees que hubiera ido detrás de ella?, claro que no, porque eres mi estúpido primo que amo como mi hermano y jamás me hubiera metido, ni insinuado a la chica que te gusta —Liam empujó su hombro—. Porque primero estás tú que una chica, pero tú, ¿No te importo en lo absoluto verdad?
Bael siguió callado.
—¿No me vas a responder?
—No hay nada que pueda decir —dijo el semidemonio con un nudo en la garganta—. Tienes toda la razón en todo lo que dices, no hay manera de explicar lo que hice y tampoco lo haré.
Liam apretó los puños frustrado, no sabía qué hacer en ese momento.
—Te veo y ya no te reconozco —Liam sonrió falsamente—. ¿Tu no eres quien me prometió lealtad absoluta?
Bael lo miró por fin, Liam notó la ausencia de afecto, su mirada estaba vacía.
—Mi lealtad hacia ti como príncipe y mi futuro rey, siempre estará Liam.
—¿Y sabes que es lo que más me enoja de todo esto? —pregunto Liam afectado—. Que mi enojo está siendo totalmente opacado por lo preocupado que estoy por ti, ¿Lealtad como príncipe?, ¿Qué carajo tratas de decirme con eso? —Liam lo empujó de nuevo pero con más fuerza—. ¿Qué carajos te está pasando Bael?, he intentado hablar contigo sobre lo de Bonnie miles de veces y me dijiste que estabas bien, y ahora te encuentro llorando en su tumba de la manera más tétrica en medio de la noche.
Bael intentó hablar pero Liam lo interrumpió.
—Estás cambiando demasiado y muy rápido, no siento al Bael que yo conozco en estos momentos, solo veo a alguien ajeno a todos. Esto va más allá de Leia, estoy aterrado a que estés pasando por algo malo y yo no pueda ser algo para ayudarte —Liam lo sujetó del cuello—. No me importa que me seas leal como príncipe, si pierdo a mi hermano, no quiero perderte Bael.
Bael se terminó por romper empezando a llorar, Liam lo abrazó con fuerza.
—De verdad preferiría que me golpearas —bromeo Bael más calmado.
—Aun me lo estoy pensando —Liam suspiro—. ¿Qué te está pasando con Leia?, ¡¿De verdad querías quitármela?!
—Me gusta —Bael lo miro culpable—. Creo que estoy enamorado de ella Liam, lo siento mucho.
Liam boto aire confundido.
—¿Y qué vamos hacer? —lo miro confundido—. En una situación diferente, terminaría con ella después de todo lo que pasó , pero la amo Bael, nosotros...
—Lo sé —asintió Bael con tristeza—. Ustedes están muy enamorados y yo tuve culpa de todos malos entendidos, me alejare de ella Liam, me alejare hasta superar mis sentimientos.
—Bien —asintió Liam—. Espero que esto no vuelva a pasar.
—¡¿Y dónde están los golpes? —escucharon la voz de Estefan—. ¡Yo quería golpes!
—¡Estefan! —escucharon la voz de Joon reprendiéndolo.
Vieron cómo Estefan y Joon aparecían detrás de un auto, donde habían estado escondidos.
—¿Por qué no me sorprende? —niega Liam con la cabeza.
—¿Le vas a perdonar tan fácil? —Estefan señaló a Bael con una mano que sujetaba una bolsa de papas fritas—. ¡Beso a Teodoro de Alvin y las ardillas!
—¡Oye! —Bael lo miró indignado—. ¡Somos prácticamente gemelos!
—Canalla —Estefan se engullo de papas fritas—. ¡Rata de dos patas!
—Ya no seas mal perdedor —Joon estiró su mano hacia Estefan—. Quiero mis 20 dólares.
***
—¿Enserio estas bien?
Gabriela miraba muy preocupada a Jose.
—Gabi estoy bien —dijo Jose acomodándose su traje—. Vamos a la sala nuevamente, puedo escuchar como las chicas le están abriendo la puerta a su parejas.
Gabriela suspiro derrotada.
—¿Estás llevando tu remedio verdad?
—Aquí lo llevo —tocó su bolsillo del saco—. Lo tomaré cuando toquen las 12, para que se vaya la magia como en la cenicienta.
Gabriela lo volvió a abrazar, aun estaba muy nerviosa.
—No quiero verte sufrir de ese modo nunca más —puso más fuerza en su abrazo—. Me doy cuenta que no soporto verte sufrir, me falta la respiración de solo pensarlo.
—¿No estás feliz de verme joven verdad? —Jose le beso en la frente—. No pareces muy contenta.
—Te ves muy lindo y tierno de mi edad —Gabriela le dio un corto beso en los labios—. Pero debo admitir que me gusta mas como te conocí, además que parece que te encogiste un poco.
Jose se rio.
—¿Vamos?
Gabriela asintió.
—Ponte el antifaz, así Bastian y Natsuki no te reconocerán cuando vuelvas a tu edad.
Los dos salieron de la habitación.
Como dijo Jose, Bastián y Natsuki estaba hablando con sus respectivas parejas.
—Hola —saludo Bastian mirando a Jose—. ¿Quién es tu pareja Gabriela?
—¡Un gusto en conocerte! —saludo Natsuki—. Me llamo Natsuki.
—Él es Jorge —habló Gabriela—. Es un sobrino del Alfa de "claro azul"
—¡Hola!
Liam entraba a la casa apurado.
—Leia está arriba —dijo Odette—. Fue a su habitación a buscar su cartera.
—¿Por qué has demorado tanto? —dijo Gabriela fastidiada—. No la hagas llorar después de que la he maquillado, zopenco.
—He estado muy ocupado arreglando la escuela, donde tú debiste estar para ayudarme —exclamó Liam subiendo las escaleras corriendo.
***
—Leia.
Ella levantó la vista quedando asombrada, Liam estaba en su uniforme de príncipe.
—Liam —dijo como pudo—. Yo pensé que ya no vendrías.
Liam se acercó rápidamente a ella, sujetándola del rostro y besándola. Ella sentía que su corazón se desbordaba.
—Perdóname por no llamarte —dijo Liam acariciando su rostro—. Estuve ocupadísimo.
—Pero ya estás aquí —dijo ella con emoción—. Pensé que habías cambiado de parecer.
—No —Liam la observó con adoración—. Estas bellísima, me has dejado sin aliento.
—Tu estas muy guapo en tu uniforme —Leia acaricio el traje—. Pensé que era plomo.
—Podía escoger entre plomo, verde oscuro o azul oscuro —Liam sujetó su traje—. Creo que me va más el azul.
—¿Terminaste con tus deberes en la escuela?
—Si —Liam cambió de semblante—. Hable con Bael.
—Oh —Leia lo miro asustada—. Por favor dime que no pasó nada malo.
—No te preocupes, aunque quería molerlo a golpes —vio la preocupación en la cara de Leia—. Al final, lo arreglamos hablando.
—No quisiera que por mi...
—No te preocupes amor —Liam le acarició la mano—. Todo estará bien.
***
—Los chicos crecen muy rápido —suspiraba Dylan—. Theo pronto cumplirá 18 y Odette ha ido a un baile, extraño cuando eran pequeños.
Matt dejó de picar verduras y se acercó a besarle la mejilla.
—Es parte de la vida amor —dijo restándole importancia.
—Si, pero igual me entristece.
—¿Esto es vinagreta?
Preguntó Matt sacando un frasco de la refrigeradora.
—Eso no es vinagreta tonto —Dylan se acerco a quitarle el frasco—. Es la pócima para volver a tu edad, cuando tomas la pócima rejuvenecedora.
—¿Qué hace en la refri?
—No lo se —Dylan lo miró confundido—. Pero si esto esta aquí, ¿Qué le di a Rosali?