•Tocame•
Jimin se notaba verdaderamente emocionado y feliz, el brillo en sus ojos y su enorme sonrisa lo demostraban al mismo tiempo que recorría encantado los pasillos de la tienda llamada "sweet dream" Era una boutique que tenía ropa y accesorios para bebé.
Fue el mismo Tae quien se la recomendó y justo en esos momentos se encontraba junto a él, pero no sólo eran ellos dos, Dahyun se les había pegado, fue muy exigente cuando se le paró enfrente a su padre e infló sus mejillas en un puchero.
"Iré contigo, yo también quiero elegir ropa para mi hermanito" Para Jimin fue imposible no traerla, además que Seungwan se había tomado unos días libres no había con quien dejarla.
─ Dahyun, no te quedes muy atrás, dame tu mano ─ llamó el omega al darse cuenta que su hija se había quedado ida viendo unos gorritos hechos de lana colgados en uno de los estantes.
─ Papi quiero uno de esos ─ apuntó con su dedito índice los gorros de distintos colores.
La vista de ambos omegas fue hacia dichos gorros, había de varios estilos, colores y tamaños, incluso tenían una pequeña etiqueta que decía a los cuantos meses de nacido se le podría poner al bebé.
─ Pero nena, esos son para bebés, no te quedaran ─ habló suave para no lastimarla, mientras tomaba su mano.
─ ¡Pero yo aún estoy chiquita! ─
sus puñitos se apretaron mientras sus mejillas se volvían a inflar, quería un gorrito, cuando algo se le metía en la cabeza no había fuerza en este mundo que va hiciera cambiar de opinión.
─ Dahyun no me alces la voz ─ no le gustaba cuando le gritaba.
La expresión enfurruñada de Dahyun se ablandó ante el suave regaño de su padre, pero su puchero siguió ahí.
─ No puedo comprarlos para ti porque no te quedan, aún eres chiquita pero los gorritos son para niños aún más chiquitos que tú, ¿entiendes? ─ habló suavemente, para no hacerla llorar, pero no permitiría que le hiciera un berrinche por algo como eso.
─ ¿Entendiste? ─ volvió a preguntar cuando no recibió respuesta.
─ Si papi ─ dijo con la cara gacha.
─ Eres una buena niña ─ beso su cabello sintiendo el olor a leche mezclado con el de Yoongi, esta mañana la habían pasado juntos y de alguna forma el olor del alfa se le había impregnado a la pequeña.
─ Bárbaro Jimin, ya quisiera yo poner así de quietos a mis cachorros ─ Tae dijo observando la escena.
Jimin se reincorporó sin soltar la mano de Dahyun y luego le sonrió a Tae ─ Los hubieras traído ─ la presencia de los gemelos entretenía bastante a Dahyun, el trío era inseparable.
─ No, Kook perdió la apuesta, por eso los está cuidando él, déjame gozar mi premio ─ dijo mientras miraba sus uñas.
En ese momento se acercó una empleada ─ Hola, buscaban algo en especial, puedo ayudarles si gustan ─ dijo la chica la cual vestía un uniforme con el logo de la tienda.
─ No estoy seguro ─ Jimin dijo algo apenado ─ Mi bebé aún no nace, ando viendo algo para que usé sus primeros meses ─
La mujer sonrió amablemente ─ Con gusto, ¿su bebé será niño o niña? ─ comenzó a caminar siendo seguida por los omegas y Dahyun.
A una buena distancia de ellos los guardaespaldas que había contratado Yoongi también caminaron, siguiendolos, estos para no llamar la atención vestían casualmente, como cualquier persona normal, pero bajo sus ropas portaban sus armas, las cuales no dudarían en usar si la situación lo amerita, eran órdenes de Yoongi no perderlos de vista e informarle si algo no marchaba bien.
─ Niño ─ respondió Jimin a la empleada, siendo consciente que el par de hombres venían detrás de él.
La mujer los llevó al área de zapatos, los ojos de Jimin brillaron al ver la gran cantidad de zapatitos, algunos hechos de lana suave y otros con diferente material.
─ Estando en este lugar hasta ganas de tener otro cachorro me dan ─ Tae también se veía emocionado, Jimin rodó los ojos por su comentario.
─ Ni siquiera puedes con dos y ya estás pidiendo otro ─ dijo bastante divertido.
─ No seas malo, tu sabes que no es así ─ hizo un mijin con sus labios el cual le pareció bastante divertido a Dahyun ─ Tu sabes que quiero una niña, quizá una linda alfita como Kooki ─ miro unas pequeñas sandalias, eran bastante lindas del tamaño de sus dedos y con flores adornando.
─ Sigue intentando entonces, la otra vez me dejaste claro lo mucho que te gusta hacerlo ─
Tae se sonrojo ─ ¡Jimin! No digas esas cosas frente a Dahyun ─ regaño con bochorno en sus delgadas mejillas ─ te desconozco Jimin, te desconozco ─ entrecerró sus ojos, Jimin se sonrojo porque se supone que ese solo era un pensamiento que no tendría que salir de su boca.
─ ¿De qué hablan papi? ─ pregunto curiosa buscando la mirada de Jimin, este sonrió nervioso y negó con su mano alzada ─ De nada hija, de nada ─ era mejor que cambiarán de tema.
Y justo en ese momento su teléfono sonó salvandolo del momento incómodo, sus labios se curvaron hacia arriba al ver de quien se trataba, Tae también lo supo por la sonrisa de bobo que había puesto el menor.
─ Hola Yoongi ─ contestó el omega.
─ Hola Jimin, ¿qué tal les está yendo? ─ se escuchó la voz grave del alfa del otro lado de la línea.
─ Aún no compro nada, no me decido, deberías de ver la gran variedad de cositas pequeñas que hay aquí, estoy seguro que te encantaría ─ Jimin deseaba que Yoongi estuviera con él escogiendo lo necesario para los primeros meses de su cachorro.
─ Lo se, creeme que también quisiera estar ahí, pero esta semana será pesada y no puedo ignorar el trabajo, ya falte mucho, pero te prometo que a la próxima estaré contigo, aún tenemos cuatro meses para eso, solo ten cuidado por favor, no te fuerces mucho si ─
Sin poder evitarlo Jimin sintió un nudo en su garganta, pues el hecho de pensar que Yoongi estaría todo el día e incluso gran parte de la noche en el trabajo lo hacía sentir inseguro, sobretodo porque esa beta aún trabajaba ahí.
Era difícil para Jimin estar tranquilo, su mente lo traicionaba imaginando cosas que podrían volver a pasar y con solo imaginarlo su estómago se revolvía porque la imagen de esa chica encima de Yoongi aparecía en su mente, ese recuerdo que quisiera olvidar para siempre lo atormentaba y era imposible ignorar la opresión en su pecho al recordar ese día.
─ Jimin... ─ el llamado de Yoongi fue bastante suave ─ se lo que estás pensando ─ Yoongi lo sentía en su pecho, podía sentir el dolor de Jimin como sus emociones cambiaron de la nada.
─ No puedo evitarlo ─ observó a Dahyun y a Tae buscando quien sabe que.
─ Te entiendo, no te juzgó por desconfiar, te he dado tantos motivos para hacerlo y un lo siento ya no sirve de nada, te demostrare con hechos que he cambiado, no quiero que tengas esa inseguridad, por eso he tomado una decisión que puede que no cambie nada de lo que hice, pero siento que es necesario ─ Jimin lo escuchaba atento.
─ ¿Qué harás? ─ no negaba que tenía curiosidad.
─ Despedire a Hyuna ─ se escuchó un suspiro ─ Escucha a diferencia de Jennie ella no ha dado un motivos para un despido ─ no la estaba defendiendo, estaba hablando de forma profesional, no la podía despedir sin una causa justificable, aunque los motivos por los cuales actuaría sean personales, el quería que Jimin estuviera tranquilo, sabe que la presencia de Hyuna en el mismo lugar de trabajo lo incomoda y lo hace sentir mal, Jimin no lo dice pero él puede sentirlo ─ será como un traslado, pero sea como sea ella no volverá a poner un pie en este lugar ─
Jimin no sabía que decir, no se sentía para nada mal por lo que Yoongi haría, no había remordimientos ¿estaba bien ser egoísta por una vez en su vida no?
─ No tienes que decir nada, solo hazme caso si, cuidate y si es posible vuelve a casa pronto, estaré al pendiente de tí, dale mis saludos a Dahyun, nos vemos en la noche ─
─ Tu también cuidate Yoon ─
─ Mira ¿no son lindos? quedan perfectos para cuando hace frío ─ Jimin se le enseñaba unos pequeños zapatitos a Yoongi, este mantenía una sonrisa en sus delgados labios ─ También compre esta mantita, toca su tela, es sumamente suave y fácil de lavar ─
El omega se veía bastante feliz, sus ojitos desaparecían por esa hermosa sonrisa la cual no había desaparecido desde que llegó ─ compre algunos trajes, en realidad fueron pocos, decidí esperarme para cuando vayas conmigo así tu podrás elegir conmigo ─ a Yoongi le alegraba que Jimin lo tomara en cuenta y esperará por el.
─ La otra semana me tomaré un día libre, la pasaré contigo y con Dahyun ─ hablaría con el presidente de la empresa, estos últimos días Yoongi había hecho un excelente trabajo, entregando todo a tiempo, estaba seguro que su superior lo recompensará y no se negaría.
─ Me alegra escucharlo, se que Dahyun se pondrá feliz ─
Yoongi sonrió al ver el movimiento de su cachorro en la pancita del omega, su mano fue parar a su pequeño bulto ahí donde se daban las pataditas, últimamente se movía mucho, más por las noches pero había descubierto que le gustaba que Jimin le cantara ya que cuando lo hacía se quedaba tranquilo y aquien no si la voz de Jimin era única, era como si se tratara de un Ángel.
Jimin puso su mano sobre la de Yoongi, la diferencia de tamaños era evidente así como también el tono más claro de piel del alfa.
Sus manos se enlazaron, sintiendo tan cálido el toque, lo único que se escuchaba era la respiración de ambos en aquella habitación, no hacían falta las palabras cuando ambos se decían con la mirada lo mucho que se necesitaban y extrañaban, Jimin se sintió tímido razón por la cual bajo la mirada y se dedicó a observar la unión de sus manos, su cara estaba roja, su lobo quería recibir caricias de su alfa y no precisamente de las inocentes, pero jamás lo diría, era demasiado vergonzoso.
Sintió un cálido beso en su mejilla, los labios de Yoongi estaban tibios y se sentía realmente bien ser tratado con la delicadeza en la que Yoongi lo estaba haciendo.
Sonrió al sentir las cosquillas que ocasionaban las caricias del mayor, Yoongi quería consentirlo, quería tratarlo como un cristal, con suma delicadeza porque era lo menos que su omega merecía.
Sus labios rozaron levemente, provocando que sus lobos exigieran más que eso, necesitaban sentirse, después de tanto tiempo sus cuerpos se llamaban cual imán.
Juntaron sus narices, manteniéndose con los ojos cerrados disfrutando del aroma del otro, Jimin se relamió los labios y Yoongi sintió que no resistiría la tentación de probarlos una vez más, no recordaba cuándo había sido la última vez que lo había besado. Se sentían tan agusto debido a la cercanía pero aún sentían que no era suficiente, por eso en un movimiento rápido el alfa quedó a escasos centímetros del menor.
Dejándose llevar por los deseos de sus lobos juntaron sus labios en un beso un poco tímido, las manos de Jimin fueron a los hombros del pálido mientras las de el alfa se posaron suavemente sobre su cintura.
Yoongi saboreó el belfo del menor, dando pequeños mordiscos y succionando su labio relleno, Jimin ladeo su cabeza para dar mejor acceso, sus manos poco a poco se iban enredando más en el cuello del alfa, necesitado de sentirlo más cerca.
Al omega le gustaba cómo se sentían los labios de Yoongi acariciando los suyos, cada succión, lamida o mordisco estaba provocando que su cuerpo reaccionara y no podía evitarlo por más que quisiera, quizá eran las hormonas las cuales estaban disparadas a causa del embarazo de cualquier forma sentía que se derretía en los brazos de su Alfa.
Sus respiraciones se volvieron más agitadas, sus lenguas se acariciaron mutuamente ansiosas de probarse, las manos de Yoongi dejaron sus caderas y las llevó a sus mejillas las cuales sostuvo mientras sus bocas se comían disfrutando de ese reencuentro.
Obligados por la falta de aire se vieron en la molesta necesidad de separarse un fino hilo de saliva los unía aún.
Sus labios estaban rojos, los de Jimin habían sido torturados por lo cual se miraban un poco más hinchados y brillosos, pero no dejaban de verse tentadores, era como si lo llamaran y lo invitaran a seguir besandolos.
─ Estas... caliente ─ mencionó Yoongi mientras acariciaba sus hombros con sus grandes manos, dándose cuenta que su temperatura corporal había aumentado.
Jimin respiraba con dificultad, sus mejillas estaban completamente rojas, sus ojos oscurecidos y el sudor que recorría su frente le daba un aspecto deseable.
Si, Yoongi deseaba tirarlo sobre la cama, desnudarlo, besarlo y hacerle tantas cosas bajo esas sábanas.
Pero no podía.
Por eso quiso alejarse, pero sus ojos se abrieron como canicas cuando Jimin saltó sobre él y devoró sus labios en un beso hambriento y necesitado, Yoongi no supo dónde colocar sus manos, literal el comportamiento de Jimin lo sorprendió.
─ J-Ji-min ─ quiso alejarlo, pero los labios de Jimin ni siquiera lo dejaban hablar.
Puso sus manos sobre sus hombros para alejarlo, pero Jimin se pegó más a él y Yoongi no pudo decir que no, no cuando el omega comenzó a restregarse sobre el, sí sobre el.
La mente de Yoongi se dividió en dos, una parte se deleitaba y disfrutaba de los roces y toques que producían sus necesitados cuerpos, mientras que la otra y la más racional luchaba por alejarlo y poner un alto ahora que había tiempo.
Sus manos picaban, no las mantendría quietas como estatuas, sin poder negarse al deseo que recorría cada fibra de su cuerpo, metió sus grandes manos bajo la camisa azul del omega y acarició la suave piel de su espalda donde de pronto sintió las ganas de dejar marcas.
Jimin al sentir el frío tacto arqueo la espalda y soltó un pequeño jadeo, uno que envió una descarga eléctrica a la entrepierna del alfa.
─ J-jimin, hay q-q ─ el omega lo beso nuevamente interrumpiendolo ─ hay que p-parar ─ recibió una mordida que lo volvió loco.
Los habilidosos labios de Yoongi fueron al cuello del omega, sacó su lengua y lamió su marca dejando besos alrededor de ella.
─ Mmm~ Yoonie ─ gimió al sentir cierta humedad en su cuello, se trataba de Yoongi quien succionaba su piel dejando marcas levemente rojizas ─ Ahh~ ─ abrió sus labios mientras su cadera hacia movimientos circulares sobre el regazo del mayor.
Sus colmillos picaban, querían enterrarse sobre su sensible piel y el simple hecho de ignorar el deseo dolía horrible, tuvo que cerrar su boca y apretar sus dientes.
Pero aún así, haciéndole caso al poco razonamiento que le quedaba alejó al omega, el alfa gruño por lo que hizo, quería seguir sintiendo a Jimin.
Jimin chilló y quiso acercarse de nuevo pero Yoongi no lo permitió.
─ Escucha Jimin, ambos queremos esto, no tienes idea de cuanto te deseo y de lo difícil que es para mi tener que alejarte, quiero que sepas que justo en este momento mi lobo me esta insultando y diciendome cosas de las cuales no quieres saber, pero aún nos falta mucho para entregarnos de esta forma... por favor, no llores ─ dijo al observar las lágrimas que salían de los ojos del omega ─ yoongi lo abrazo y recargo su cabeza en el pecho del omega, pues debido a la posición en la que estaban se le había súper fácil ─ por favor no nos adelantemos, quiero hacer bien las cosas, no sólo se trata de darnos placer, si no de que cuando nos entreguemos nuevamente nuestras heridas hayan sanado ─
Jimin hundió su nariz en el cabello de Yoongi y aspiró su rico aroma, el alfa tenía razón, se había dejado llevar por el momento y habían actuado como un omega desesperado.
─ G-gracias Yoongi, gracias por actuar de esta forma ─ El nombrado negó y cerró los ojos disfrutando de los latidos de Jimin, teniendo cuidado de no apretar mucho su vientre.
─ Te amo, lo sabes ─
Yo quería escribir lemon, pero nel, me contuve hasta donde pude.
Oigan en el otro capítulo aparecerá Sungmin, ¿Quien creen que corre más peligro? Bueno ojalá no me odien por lo que pienso hacer :(
Nos leemos pronto.