Su aliento chocaba contra el cubre bocas negro que había conseguido, y de vez en cuando debía asegurarse que la gorra no se le caía, corría esquivando gente lo mejor que podía.
Natsuo había tenido razón, alguien lo estaba siguiendo y le había tomado una foto besándose con Bakugou y caminando de la mano con Midoriya justo después de salir de la tienda de ropa.
En determinado callejón, una mano salió rapazmente y lo atrajo con fuerza al interior del oscuro lugar.
Shoto estaba listo para pelear o gritar, lo que hiciera falta. Pero no fue necesario cuando se dio cuenta que quien lo había atrapado era su desaparecido y problemático hermano mayor.
—Touya.
No Hola, no me alegra verte. Así de duras se sentían las cosas en esa familia.
—Hola copia mía— Lo saludó él pelinegro—. Llevar toda esa mierda encima no te escondera de los hombres que te siguen
—Fuyumi esta preocupada por ti, no debiste volver
—Tengo un asunto que atender aquí, pequeño bastardo, pero no puedo evitar tener que sacarte del problema— Se burló el joven adulto—. Él malnacido que tenemos por padre me las va a pagar por fin.
Así como Shoto tenía marcas, las de Touya Todoroki eran más evidentes. Gruesas y extrañas laceraciones en su boca, cuello y los brazos, incluidas bajo sus ojos en el área de los lagrimales.
Si alguien le preguntara a Fuyumi Todoroki por que no usaba trajes de baño o vestidos con la espalda descubierta, tendría que verse envuelta en una larga explicación sobre una horrible marca que cruzaba el homoplato hasta la espalda baja. O si le pidieran a Natsuo verle el torso, este se vería ligeramente influenciado por la gruesa quemadura del pecho hasta su ombligo, parecía haber sido echa con un fierro ardiente.
—Y además, si estas haciendo una idiotez no deberías dejar que él lo sepa— Lo regañó Touya, mostrándole sus manos—. ¿Quieres terminar así, pequeño estúpido?
Esa conversación lo estaba haciendo sentir bastante atacado, en todo sentido posible.
—Me comunicaré con Fuyumi y Natsuo pronto, tu deberías salir antes de que el vigilante te alcancé. Por este lado, vi que salias de la tienda de ropa con esos dos chicos, llamales para que suban a un punto Uber y no se vayan a ningún otro lado mas que a su puta casa, tú haz lo mismo.
Shoto tenía la desagradable sensación de que sería la última vez que vería a Touya Todoroki y no pudo evitar levantar la mano para detenerlo.
—¿Cómo están Yushi y el bebé?
Yushi era la esposa de Touya, por lo que recordaba, una de las mujeres más hermosamente angelicales que se podía conocer.
—¿Bebé? Sería difícil decir que Ren es un bebé, ya tiene ocho años, y tengo una niña pequeña, Zhia.
Shoto bajó la mirada ligeramente.
—Espero que pueda verlos algún día
—Cuando él muera, serias un pésimo tío pero creo que puedes intentarlo.
Y Touya se dio media vuelta, desapareciendo en la oscuridad del callejón.
...
—¿Estas seguro que alguien te tomó una foto? Shoto, debiste decirnos—. Replicó Fuyumi.
Shoto había quedado con sus hermanos para comer, listo para explicarle todo lo que había pasado la noche anterior, con lujo de detalles y teniendo que explicar su relación con Izuku y Katsuki.
—Shoto, tú extraña relación con estos muchachos se vio comprometida, si nuestro padre lo sabe habrás cavado tú propia tumba, y tal vez la de ellos—. Dijo Natsuo
—Perdonen mi imprudencia, es solo que... Estaba feliz de tener a dos personas que me querían tanto, nunca pare a pensar en las consecuencias que podría traer mi enamoramiento
—No debería haber consecuencias por enamorarse Shoto, papá y mamá están mal, pero si conoces al monstruo que tenemos no debiste llevarlos a un lugar como Cheri, mamá lo vigila todo el tiempo
—Y si alguien de las personas qué... Ya sabes, un informante de nuestros padres tiene una foto tuya, averiguara cosas de ellos, ¿han hecho algo extremadamente reprochable?
Shoto sintió que hasta el alma le enrojecia al recordar la profesión poco común de sus novios. Eso alertó a tanto a Natsuo como Fuyumi.
—Te pusiste rojo de pronto y ahora estás blanco como papel, no pueden haber hecho nada tan terrible, están jovenes—. Exclamó Fuyumi
—Ellos son... O sea, digamos... ¡Bueno, eso no importa! Yo los sigo queriendo
—Esos chicos están en peligro, o te alejas de ellos o saldrán lastimados—. Le dijo Natsuo.
Shoto contuvo las lágrimas de sólo oír esas palabras, les había prometido... No podía ser eso.
—Pero yo les prometi que no me iría
—Las promesas están para romperse
—Natsuo, es totalmente lo contrario—. Lo amonestó Fuyumi.
Y aunque ellos intentaron animarlo, nada pudo ser igual desde esa tarde.
...
Habia decidido levantarse temprano para evitar cualquier contacto con sus compañeros, y eso incluía a Bakugou y Midoriya, quería pensar a solas.
Tal vez no había sido buena idea.
Su corazón se detuvo de golpe cuando vio que la persona a la que más miedo y odio le tenía estaba esperando por él en la entrada al edificio.
—Shoto
—Padre.
Enji Todoroki lo veía desde su posición, tenía una ligera mueca de desagrado y parecía que había salido de golpe sin arreglarse, como si hubiera recibido una pésima noticia que debía comunicarle.
—Es temprano aún, hablemos en lo que tú clase comienza
—Yo... Tengo un proyecto que entregar, necesito llegar antes
—¿Ah si? Esto no puede esperar, podría de pronto una bala perdida volar los sesos de alguien sin tiempo.
Si antes su corazón no se movía ahora parecía tener una taquicardia, ¿estaba teniendo un episodio de pánico? Ya había dejado de temerle, ¡él no podía hacerle nada!
—¿De qué quieres hablar?
—Está foto— Enji le entregó un sobre, dentro tenía aquella foto que Shoto sabía que algún día saldría a la luz—. Eres tú
—¿Ah si? No creo, yo soy más alto que ese tipo de ahí...
—Mis hombres me han reportado más de una vez tus reuniones con este par de enfermos.
Apretó los puños y bajó la mirada, se había dicho que jamás haría eso de nuevo, pero le fue inevitable verlo a los ojos y mentir.
—Soy feliz así
—¿Acostandote con actores porno?
No contestó nada, si lo hacía sabía que lloraría.
—¿Pensabas qué no sabía? ¿Disfrutaras esa vida de mierda? Ese par de putas regaladas se venden por nada
—¡No hables así de ellos! Ellos no... Ellos no son así, ¡no digas cosas que no sabés!
Su coraje había aflorado desde el fondo de su estómago y salido con rabia por su boca.
—No te atrevas a levantarme la voz por ese par de zorras regaladas. Tus hermanos eran decepciones, tenía esperanzas en ti, pero ya vi que eres aún peor. Te recomiendo despedirte, podría ser que un accidente acabé con sus vidas, y no sería una lástima para nadie.
Dejando su dignidad de lado se puso de rodillas sobre el asfalto, las lágrimas le rodaban por las mejillas con desesperación.
—¡Por favor! No hagas nada, por favor, haré lo que sea... Me cambiare de país si así lo quieres, por favor... No les hagas daño, seré un buen hijo y obedecere todo lo que pidas pero no los lastimes, ¡matame a mi si eso alivia tú odio pero ellos no tienen la culpa de nada!
—¿Que esta pasando aquí?
Shoto levantó la vista asustado, tres profesores habían salido del edificio y observaban la escena algo asustados, estos tres eran Kayama; Yamada y Aizawa.
—Tienes hasta hoy en la tarde para separarte—. Fue lo último que le dijo Enji Todoroki, lanzandole el sobre de fotos al rostro y rodeandole para irse.
Todoroki no se sentía capaz de levantarse hasta que escuchó la voz de Bakugou.
—¡Hey, viejo de mierda, venga disculpese de una vez antes de que lo mate!
Como si un resorte fuera, Shoto se levantó de golpe y se giro para ver lo que ocurría. Enji Todoroki se habi topado de frente con un pequeño grupo de sus compañeros, entre los que estaban Midoriya y Bakugou. Aunque el resto no sabía que pasaba, Shoto sólo pudo ver el cuerpo de su padre tenzarse y sabía que acabaría mal.
Corrió hacia Bakugou y lo abrazó cuando vio que el rubio estaba dispuesto a golpear a Enji.
—¡Bakugou, detente por favor!
—¡Aléjate de nosotros, no vuelvas a aparecerte por aquí o te mataré imbecil!
Ante la escena tan mediática Enji solo atinó a irse sin decir nada. La señorita Kayama se acercó a él con las fotos en la mano.
—Entren al salón, debemos hablar seriamente.
...
Loa tres chicos habían sido separados del resto, mientras que la clase era cuidada en el salón por la señorita Kayama, y ellos tres estaban en el pasillo en compañía de Aizawa y Yamada.
—Lo que pasé en sus dormitorios no es nuestro asunto— Les dijo Aizawa, sostenía las fotos en alto frente a ellos—. Pero no vamos a tolerar que venga aquí alguien a hacer lo que ese tipo hizo
—Lo lamento Sensei, no volverá a pasar
—¿No volverá a pasar? Joven Todoroki, ¿está situación viene pasando hace mucho con tu padre?—. Le preguntó Yamada
—... No.
Aizawa suspiró, entregándole las fotos a Deku que las tomó con manos temblorosas.
—Shoto— Aizawa le puso una mano sobre la cabeza y le sonrió ligeramente—. No solemos meternos en este tipo de cosas, son asuntos de los alumnos, pero no está bien que tú padre ejerza algún tipo de violencia sobre ti y sobre ellos, ¿quieres levantar una denuncia?
De nada serviría algún tipo de denuncia contra él.
—Sensei, usted no lo entiende... Él es...
—Sabemos quien es tu padre— Lo interrumpió Yamada—. Y con tu perdón, pero también es un imbécil, y eso que vino a hacer no esta bien. Tendrá todo el dinero del mundo pero sus modales son más que desagradables, se atrevió a levantarte la mano frente a todos y a echarte en cara tu orientación sexual como si fuera algo de lo que apenarse
—Hizashi, separa tus sentimientos de las disputas académicas—. Le recordó Aizawa.
Por fin, Izuku se atrevió a interrumpir.
—Por favor Sensei, no queríamos que se hiciera un problema entre Shoto y su familia, es culpa nuestra.
Bakugou al contrario no podía contener su rabia.
—¡No, es culpa de ese bastardo imbecil!
Aizawa y Yamada rieron.
—Bueno joven Bakugou, lastimosamente no podemos golpear al padre de Shoto para que entre en razón— Le dijo Hizashi Yamada—. Ustedes tres son grandes estudiantes, son los mejores del departamento, por favor no se metan en más líos. Ahora, a clase.
El bicolor suspiró pesadamente mientras Izuku le regresaba las fotos con una ligera mueca en la comisura de sus labios que emulaba un intento de sonrisa tranquilizadora.
No sabía que pronto dejaría de ver esa sonrisa.