La mañana del día siguiente se sentía mas fresca de lo habitual, tanto así que el cuerpo de Gaara tiembla levemente de vez en cuando, si bien las noches en el desierto son extremadamente heladas, no es lo mismo estar cómodamente arropado en tu cama a estar caminando por las calles con ropa que no esta pensaba para ese clima tan húmedo.
Aun si quisiera volver a la posada no lo haría, sin importar que sintiera sus dedos levemente mas fríos y le molestara tener que chocar con tanta gente en medio de la calle, pero por Lee podría aguantarlo, podría incluso salir todas las mañanas a estar hora sin importar que tan incomodo se sienta si solo el se lo pidiera.
Mientras sus pasos no se detenían su mente divagaba en como debería de actuar hoy, o mas bien que debería hacer o decir, ayer estuvo bastante bien para ser su primera vez intentando interactuar cara a cara con el azabache, de manera amigable, pero no podría simplemente estar en silencio mientras en que en su garganta se formaban mil y un palabras que morían antes de salir por su boca.
Y es que los nervios le revolvían el estomago, tanto así que de vez en cuando sentía que sudaba frío, tantas emociones diferentes en unos cuantos segundos eran demasiado para el, aunque eso no importa, los podía aguantar, todo con tal de sentir aquellos ojos carbón sobre el, tan pendientes de cada movimiento de su cuerpo o rostro.
Podría vivir así toda una vida, pero sería mejor resolver todos sus problemas, antes de soñar despierto.
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Es molesto tener que apuntar su nombre en la lista de visitas, ¿a quien le importa si va o no a ir a ver a Lee?, sabe que es por algún tonto protocolo de seguridad, pero aun así se le hace algo ridiculo no es como si lo fuera atacarlo o algo así. Compro algunos bocadillo en el camino, no sabe por que, solo pensó que era buena idea dárselo como un regalo de paz, aparte ayer escucho decir que la comida de aquí no era tan buena.
Un ligero apretón con su hombro lo sobresalta, gira listo para atacar, pero— ¡Gaara que gusto verte por aquí amigo!
El estaba tan concentrado en sus propios asuntos que ni noto la presencia de alguien mas acercándose, Gaara suaviza su mirada al ver aquel rubio detrás de el, Naruto definitivamente es también alguien importante en su corazón, le debe muchas cosas y mostrar su mala cara por estar quitándole tiempo no es una buena manera de demostrar gratitud.
Hablan brevemente sobre como han estado en los últimos meses, se siente como la platica fluye con mucha mas confianza que con Lee, ¿será por que se siente mas familiarizado junto a Naruto por su condición? o es porque su corazón no se acelera y sus manos no le tiemblan con su presencia.
– Y ¿eso es para mi?, no deberías molestarte dattebayo .
– No son para ti —respondió mientras desviaba la mirada hacia el suelo de cierta manera avergonzado.
– ¿No? —una pequeña sonrisa traviesa se forma en sus labios y golpeado levemente con su codo el costado de Gaara de manera juguetona— entonces ¿tienes una cita?, ¿será para una chica tal vez?.
Chasquea la lengua molesto, esta arto que le sigan preguntando eso— ¿por que todos piensas que es una chica? —era mas que todo una pregunta para si mismo, pero lo había dicho lo suficientemente claro para que alguien mas lo escuchara.
La mirada del rubio hizo una mueca de sorpresa y ya no supo que contestar, Gaara lo pensó un momento, tal vez debía hablar con alguien de eso, quizás Naruto es la única persona que puede empatizar de la forma que el quiere, su experiencias son bastante similares y de cierta forma sus situaciones.
– Si... tuvieras una persona especial y quieres estar cerca de ella, yo... mas bien, ¿tu que harías?.
Naruto vacilo unos segundos antes de responder— Bueno depende de que tan especial sea —sonrío algo nostálgico, viendo algún punto hacia la nada para luego seguir hablando— si quiero a esa persona, sería capaz de ir a buscarlo hasta el otro lado del mundo, aunque no quiera verme.
Ciertamente sería capaz de hacerlo.
– Pero solo me estas desviando del tema, entonces ¿a quien viniste a ver? —pregunto con cierta curiosidad e intentando entender el porque del cambio de tema tan repentino.
– Vien a ver a Lee.
– ¿El cejotas? no sabía que ustedes se pudieran llevaran bien —la pequeña aura oscura y deprimente que se formo al rededor de Gaara tras su comentario le hizo darse cuenta de que tal vez no uso las mejores palabras— quiero decir, que bueno que se puedan llevar bien, bueno, te dejo tengo que ir con la abuela Tsunade.
Naruto se despide con un gesto, el pelirrojo cree que pudo ayuntarlo con su "reacción" deprimente, por su puesto que para todos es nuevo que se lleven bien. Tras un pequeño bufido molesto retoma su camino hacía el cuarto de Lee, esta un poco mas tranquilo siente que es hasta capaz de sonreír un poco para aligerar el ambiente.
Pero toda esa buena actitud que sentía se esfumo tan rápido como deslizo la puerta y no vio a nadie dentro, podía jurar que hasta hace una hora el estaba justo aquí, lo vio con de su justu, sus manos le estaban temblando por lo que la bolsa de comida cae al suelo mientras que inconscientemente avanzo hasta llegar a la cama vacía -¿se habrá ido igual?- ese fue el primer pensamiento que llego a su cabeza, si le paso a Naruto ¿por que no a el?.
Sus pálidos labios estaban de un rojos vivo de tanto que los había apretado, sujeto su cabeza con ambas manos intentando aclarar su mente que estaba alborotada con los peores escenarios posibles, la constante risa burlona del Sukaku le retumbaba en los oídos y le costaba respirar un poco, con la poca lucidez que le quedaba salió corriendo del hospital hacía el bosque, se había prometido no volver a causar problemas.
Estuvo corriendo tal vez durante unos quince minutos hasta que se encontraba un poco perdido, las hojas de los arboles impedían dejar pasar gran parte de la luz del día y ciertamente aquí el clima era un poco mas húmedo, el olor a tierra mojada y corteza de árbol lo relajo un poco, era exactamente a esto a lo que olía Lee la mayoría del tiempo.
Tomo grandes bocanadas de aire, cerro los ojos y puso una de sus manos en su pecho para sentir su acelerado corazón, retrocedió unos pocos pasos hasta que su espalda topo con un árbol por lo que se dejo caer hacía bajo, tiro la cabeza hacía atrás sintiéndose un tonto ya que podía pensar mejor, Lee podía haber simplemente salido a pasear o estaba en sus terapias, estaba tan distraído que ni reviso que día es hoy, por su puesto que no sabía donde iba estar.
– Tonto, tonto, tonto —murmuro mientras golpeaba levemente su nuca contra la madera.
No importaba cuanto intentara seguía siendo tan poco capaz de controlar sus emociones, no podía ni imaginar tener un ataque frente a Lee ¿qué pensaría de el?, tal vez ya ni siquiera intentaría hablarle, quizás y....
Crack
El sonido de madera rompiéndose lo asusto un poco haciendo que se pusiera alerta rápidamente, tantea el área con la mirada pero no parece que nadie lo haya seguido. Hay pequeños quejidos y fuertes jadeos que se escuchan a lo lejos, se seca rápidamente la cara con el dorso de la mano mientras avanza hacía el origen de aquellos sonidos cuidadosamente, no siente realmente que haya peligro, pero estar preparado nunca estaba de mas.
Se acerca hasta un pequeño claro en donde hay un gran árbol en medio y una persona golpeando fervientemente el tronco de este con las manos desnudas, no había que analizar mucho la escena para saber quien era esta persona, o al menos no para Gaara. La opresión en su pecho se disperso tan rápido que inconscientemente solo un gran suspiro de alivio, aun que una nueva preocupación aparece cuando ve la sangre escurrir de los nudillos del azabache, y sin pensarlo mucho sale de su pequeño escondite entre los arbustos para detener a Lee antes que se haga mas daño.
Así que el próximo puño que se dirige a la corteza del árbol es amortiguado por arena y luego fuertemente sujetado, Lee salta levemente al volver a sentir esa extraña sensación de "prisión de arena" sin embargo a comparación de aquella vez, no duele.
– Gaara kun ¿que te trae por aqui?.
Gaara no respondió simplemente removió su arena y tomo la mano del azabache entre las suyas, masajeo la mano con sus pulgares en busca de heridas abiertas pues las vendas las meterían escondidas. Cada vez que Lee soltaba un pequeño chillido de dolor, Gaara solo podía fruncir mas el seño.
– Gaara kun deja de hacer eso duele —siseo.
Repentinamente el pelirrojo se congeló y soltó apresuradamente la mano dando dos pasos hacía atrás, bajo la cabeza y acerco sus manos hacia su pecho mientras temblaban levemente, viéndolo así Lee no pudo evitar pensar que había dicho algo malo, por lo tanto se apresuro a corregir sus palabras.
– Quiero decir, duele pero no mucho, veras generalmente no me quejaría, aunque desde la operación mi resistencia al dolor por alguna razón a bajado, así que solo es un problema mío, no es que lo que hagas esta mal solamente...
– Lo siento.
– eh ¿dijiste algo Garra kun? —tal vez escucho mal, pero le pareció que...
– Perdón por lastimarte en los exámenes Chunnin, perdón por lastimarte ahora —su tono era como un hilo fino que si vibrara demasiado se rompería, sentía la fuerza de sus piernas flaquear un poco, seguramente no podía huir ahora si Lee lo rechazará, ya no había marcha atrás — yo, yo realmente soy un monstruo y lo siento mucho por arruinar todo, por favor perdóname.
El silencio fue desesperante, ni siquiera se sentía capaz de respirar, fue como si todo se hubiera detenido ¿la calma antes de la tormenta quizás?.
– ¡No eres un monstruo! no vuelvas a decir eso —sin darse cuenta Lee lo tomo por los hombros y dio un pequeño apretón en señal de apoyo— todos podemos mejorar y si tu te arrepientes de tus errores, yo estaré mas que feliz de perdonarte, Gaara-kun eres completamente increíble, a parte ya estoy mucho mejor ahora con el tiempo volveré... no seré mucho mas fuerte y podremos tener una batalla, ¡te aseguro que esta vez te ganare!
El corazón de Gaara acelero tanto que sentía que en cualquier momento se saldría de su pecho, su cuerpo se estremeció por el contacto y su cara se calentó a mas no poder, abrió la boca para decir algo pero las palabras no salieron, se sentía como si su cuerpo y sus pensamientos estuvieran desconectados. El agarre en su hombros empezó a perder fuerza lo que de alguna manera lo entristeció, pero también lo ayudo a reacciona.
– ¿P-Podríamos ser amigos? —tal vez lo dijo con tres tonos mas fuertes de lo que quería, tenia los ojos fuertemente cerrados aun nervioso, pero la fuerte carcajada que sonó después lo relajo por completo y hasta se río un poco.
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El sol se estaba empezando a poner, la brisa fresca de la tarde movía las hojas creando una ambiente sereno mientras caminaban hombro con hombro en un silencio cómodo, no hubo una respuesta no después de haber reído un rato porque ambos estaban algo nerviosos por lo ocurrido, mas que unas disculpas había parecido alguna clase de mala confesiones hecha. Simplemente ambos sentían que no había que decir nada mas, que todo estaba resuelto y que podían estar bien juntos ¿había necesidad de ponerle una palabra en este momento a su acercamiento? por su puesto que no.
El sendero se hacía cada vez mas estrecho, no lo suficiente para aplastarlos pero si para acercarlos mas, inevitablemente sus hombros chocaron y sus dedos se rozaron por algunos segundos, se alejaron rápidamente mientras desviaban sus miradas a lados opuestos, fue extraño por así decirlo, el lugar donde sus pieles tocaron se sentía caliente, por lo que el silencio se volvió incomodo luego de unos minutos.
Sin embargo para ese momento ya estaban en la parte trasera del hospital, así que ya debían despedirse, ningún se atrevió a hablar, simplemente se miraban de reojo mientras analizaban la conducta del contrario y cuando sus ojos se encontraban simplemente volvían a desviar la mirada llenos de vergüenza.
– No vemos mañana.
Gaara fue el primero en decir algo, tal vez porque quería huir lo mas rápido posible o quería tener la iniciativa para romper el silencio, aun así no hubo respuesta, lo que lo puso algo ansioso simplemente murmuro un "adiós" y se puso en marcha para irse lo mas rápido que podía. Fue hasta que dios algunos pasos que sitio que alguien tiraba de la manga de su ropa, claramente sabia de quien se trataba, por lo mismo solo de detuvo y no se atrevió a mirar hacia atrás.
– Si podemos serlo —el cuerpo del menor se puso rígido con esas palabras, tal vez porque para el podría significar muchas cosas, aunque fueran muy imposibles, se armo de valor y se atrevió a girar su cuerpo para estar cara a cara, aquella mano se tiraba de su ropa ahora tomo su manos con firmeza y se apreto levemente— quiero decir.... que si podemos ser amigos Gaara kun.
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Oh dios no he publicado nada en dos meses, lo siento! me merezco sus mejores insultos u. u
Feliz años nuevo atrasado también.
Sigo disculpándome y no cambio, perdón no he tenido mucha inspiración para estos capítulos, tal vez es mi falta de responsabilidad o mi estupidez de hacer mas y mas borradores, también ¿puede ser porque he estado pasando demasiado tiempo leyendo novelas que destruyen mis estabilidad emocional? quien sabe. En fin, faltan dos caps, no prometo tenerlos pronto, pero les aseguro que no les dejare como novia de pueblo (abandonandos jsjsjsjsj).
PD: estoy enfermo, me siento muy de la vrg pero debía cumplir con esto, aparte solo tengo una infección en la garganta y no puedo ni tragar mi propia saliva en paz jjajajajaja, esta el frente frío en mi ciudad y tengo calentura, ya saben estoy bien....
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Me quiero matar.
En fin.
Gracias por su paciencia y por leer, sus lindos comentarios realmente me animan siempre!