No hay nada mas complicado en la vida de un ser humano que entender nuestros propios sentimientos, es tan frustrante no deducir el porque de ciertas reacciones del cuerpo ante algunas circunstancias o personas, sin embargo, seria muy aburrida la vida si pudiéramos entender todo a la primera ¿no lo creen?
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Hoy no era un buen día para el joven ninja de la hoja, todos sus amigos y hasta su querido sensei tenían misiones, una tras otra sin descanso alguno, la aldea sin Hokage y con poco personal entraba en crisis, por su puesto que desde donde el podía les daba ánimos a todos, pero ¿de que servía eso?, estaba tan frustrado ya no se acordaba de lo miserable que se sentía, estuvo tan ocupado hablando con su admirador, que por poco olvidaba que ahora era un simple estorbo.
Pasaron algunos días como en un parpadeo, en los cuales Rock Lee se había sentido apreciado de una manera completamente diferente, una que hacía que su ser brincara de emoción al recibir las cartas y hasta pequeños regalos por parte de aquel misterioso chico. A veces la mesita de noche amanecía llena de flores silvestres inundando el cuarto de un olor fresco y dulce, desapareciendo aquel aroma a farmacéutico que tanto le desagradaba, pues era un recordatorio constante de su fracaso como ninja.
Ha lo largo de ese tiempo y a partir de su "primer encuentro" intercambiaron varias veces cartas conociéndose un poco mas, hablando de sus gustos y sueños, aun que el que mas escribía era el moreno, mientras que su admirador se limitaba a recordarle cosas o contestarle cortésmente a sus preguntas, pero con ese pequeño toque que lo hacía sonreír como un bobo mientras las leía.
Sin embargo hace dos días que no recibía una carta o algo, lo que lo preocupo -¿acaso se habrá cansado de mi?, por su puesto... ahora que podía admirar si soy un inútil- se dijo así mismo dolido, en aquella blanca y solitaria habitación de hospital el moreno estaba sentado en la cama apoyando su espada en el respaldo de esta, mientras sus manos sostenían el cuenco con la flor de loto, aquel primer regalo de ese chico.
Lee veía un poco deprimido la flor, la cual poco a poco se estaba marchitando, la había cuidado mucho pero eso no iba a evitar que este momento llegara, no todas las cosas duran para siempre, y así como las a las flores se les cae sus pétalos, las personas pierden interés, tal vez esa misma podía ser su situación.
Sabía que su personalidad no era del agrado de muchas personas, hasta a sus amigos a veces se les hacía un poco molesta su actitud, tal vez eso mismo había alejado a su admirador, se golpeaba varias veces la frente lamentándose de cosas que ni el mismo sabía si había hecho mal.
Dejo el objeto sobre la pequeña mesa a un lado, se sentó al borde de la cama, sus ojos estaban un poco hinchados, había llorado por algo tan tonto como dejar de hablar con alguien, es que su mente le jugaba malas bromas haciéndole pensar de mas las cosas, porque tal vez esa persona solo tenía algo mas importante que hacer, tal vez igual estaba en una misión o quizás tenía a un familiar enfermo y lo estaba cuidando, por su puesto, el mundo de ese chico no podía solo girar al rededor de el, seguramente pronto volvería a espiarlo como si nada.
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Han pasado tres semanas, no hay notas, ya no hay regalos, ni siquiera siente esa penetrante mirada sobre si, es raro pero lo extraña, de vez en cuando Gai sensei lo visita y le hace compañía, aunque no es lo mismo, por mas que quiera demasiado a su sensei como si fuera un padre para el, no logra hacerle sentir tan querido como cuando interactuaba con su admirador.
El hombre se dio cuenta de la actitud decaída de su pupilo, hace tiempo que hablo con lo demás chicos para estar un poco mas al tanto de la situación, pues gracias a su misiones no podía estar tan al pendiendo de el como le gustaría.
Se entero de las notas algo preocupantes que recibió por un largo tiempo, según sus alumnos Lee tenía una admiradora, debía decir que el igual sentía la mirada de alguien cuando estaba con el, pero pensó que solamente era una sensación que creaba su mente intentando hacerle creer en todas las palabras de su alumno, pues siempre que revisaba nunca encontraba a nadie sospechoso.
Ya había terminando el reporte de su misión, se despidió de sus compañeros y se dirigió al hospital de Konoha, debía ver como andaba el progreso de Lee, apuro el paso y solo fue cuestión de algunos minutos cuando ya esta frente la puerta de la habitación. Así que dio tres toques antes de entrar.
– ¡Buenos días Lee! —dijo con su tono animado de siempre
– .... oh hola Gai sensei ...
El mayor quedo algo confundido ante esa reacción, el solía recibirlo mas animado, lleno de energía y juventud, pero ahora parecía un muerto en vida, tenía unas notables ojeras y había perdido algo de peso, ¿qué les estaba pasando a su pupilo? tal vez la nueva medicina o tal vez por que ahora no tenía alguien con quien hablar mas frecuentemente.
Se acerco a la cama y se sentó en la orilla de esta, hubo un pequeño silenció que al menos a Gai se le hizo algo incomodo, no sabía que mas decir para animarlo, tal vez si supiera que le pasaba pudiera apoyarlo, pero el menor había estado algo arisco las ultimas semanas.
– ¿Te encuentras bien Lee?
– Claro, solo no he tenido un buen sueño —intento sonreír, aunque mas parecía que hacía un mueca de dolor.
– Sabes que puedes confiar en mi para lo que sea ¿verdad?.
– Lo se, pero...
– ¿Pero?
– Si le digo, pondría en peligro a alguien.
Hubo unos cuantos segundos donde pareció que el viento dejo de soplar, Gai no entendí que le pasaba a su pupilo, medito las palabras que iba a decir, pero cuando iba a empezar hablar sintió una gran presencia de chakra no muy lejos de donde estaban.
– Esta bien, me contaras cuando te sientas listo, tengo que ir hacer algo, no me tardo.
– Claro no se preocupe Gai sensei.
Antes de salir por la puerta lo miro preocupado, su vista perdida en la ventana cerca de la cama y en sus manos sostenía aquel cuenco con la flor de loto que ya tenía pocos pétalos. Suspiro algo triste ante de salir a toda velocidad así aquella presencia amenazante.
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Pocas horas pasaron cuando se hizo publico que se habían infiltrar dos ninjas renegados de rango S pertenecientes a una organización criminal, uno de ellos fue identificado como Uchiha Itachi, quien es el causante de la masacre de su mismo clan, al igual que se anunció que ya había sido decidida la persona que tomaría el puesto como el quinto Hogake, por lo cual toda la adea a estado mas alerta, muchos ninjas han vuelto a Konoha y se han disminuido la cantidad de misiones.
Ha Lee poco o nada le interesaba esto, sabía que su sensei fue y combatió contra el enemigo, así que estaba seguro que no volverían a pasarse por ahí en un buen tiempo, su sensei era tan genial, le hubiera gustado ser algún día tan bueno como el, aunque ahora era un sueño imposible, por que si, ya lo había aceptado, no se recuperaría, ya no podía seguir fingiendo que estaba bien, por que no lo estaba.
Y a pesar de escuchar el apoyo de sus amigos y sensei le brindaban, era como si simplemente no pudiera creerles, porque claro, según su lógica, solo lo hacía por pena hacía el, pues no querían que el captara la seriedad del asunto.
Sus amigos estaban ahí, a su lado, acompañándolo durante el almuerzo, como en un pequeño picnic en el jardín bajo la sobra de un árbol, pero no se sentía bien. Ellos estaban muy animados platicando acerca de sus misiones u otras cosas, mientras que el único que parecía no querer estar ahí fuera el.
– Escuche de mi padre, que Naruto fue a buscar a quien será el Hokage junto a uno de los tres Legendarios Sannin —comento la chica rubia
– No seas tonta Ino, no creo que alguien tan importante este con Naruto, no así Lee —hablo ahora la de chingos.
– ¿eh?, ha si claro...
Todos notaban la actitud poco usual del moreno, pero nadie quería comentar algo que lo llegara a incomodar, así que siguieron platicando mientras intentaban que el se les uniera, aunque parecía ser algo imposible. De repente llego un alterado Uchiha que parecía que había terminado de correr una maratón entera, la primera en reaccionar fue la peli rosa.
– Sasuke-kun ¿estás bien? ¿qué pasa? —preocupada se levanto dirigiéndose hacia el.
– ¿DONDE ESTA NARUTO?
Nadie respondió, el no estaba en sus cinco sentidos y todos lo notaban, decirle tal vez no era una buena opción, pues quien sabe que locura haría aunque sería algo raro de parte de el.
– Salió de la aldea para buscar al Quinto Hokage —respondió Lee.
Sasuke apenas escucho eso ni agradeció y salió corriendo con dirección a la salida de la aldea, todos lo siguieron con la mirada hasta que desapareció de sus vistas, para luego mirar algo molestos al moreno.
– ¿Qué?
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Lee veía algo desanimado el cielo de la tarde que poco a poco se pintaba de un color naranja, sus piernas se estaban entumiendo había estado mucho tiempo en cama, pues había dejado de lado su entrenamiento, tal vez retomarlo lo haría sentir mejor.
Así que se levanto desganado de la cama y se puso sus zapatos, se quedo unos segundos viendo su loto, su primer regalo que ya le faltaba poco para que aquella flor se marchitara por completo, eso lo ponía algo triste, sacudió su cabeza intentando despejarla de aquel pensamiento, tomo su muleta decidido para salir del cuarto que lo agobiaba tanto.
Vago un buen rato por los pasillo, pensando y pensado sobre si aquella persona estaría bien, en que estaba haciendo en este momento y como era, muchas preguntas pasaban por su cabeza, algunas mas sencillas que otras, pues no es como que tuviera otra cosa que hacer.
Estaba distraído así que no noto cuando una persona iba directamente hacía el, causando que chocaran y ambos cayeran al suelo. Lee ahogo un chillido de dolor apretando los labios, podría comparar el dolor que sintió con la vez que le rompieron los huesos con la arena.
Iba a gritarle a esa persona para descargarse completamente de todos esos sentimientos que estaba reteniendo desde hace un buen tiempo, pero vio que era la chica peli rosa de la que estaba "enamorado", respiro intentando tranquilizarse y volver a tragarse toda esa frustración que lo estaba carcomiendo por dentro.
– Sakura-chan ¿estas bien?
– L-Lee... p-perdón, no veía por donde iba.
– ¿Qué te pasa? ¿porque estas llorando?
La chica no respondió, sus ojos estaban hinchado y sus mejillas húmedas, no había que ser un genio para poder deducir sus sentimientos, rápidamente se le vino a la mente la palabra "Sasuke", si algo podía poner a Sakura de esa manera era el Uchiha. El moreno se levanto aguantando todo el dolor que sentía su cuerpo, para ayudarla a pararse y en un impuso la abrazo para consolarla.
Cerro los ojos esperando una reacción negativa de la peli rosa como normalmente era, pero en vez sintió como el abrazo fue correspondido y ella lloraba desconsolada en su hombro, mas tranquilo intento calmarla dandole algunas palabras de apoyo y pequeños mimos.
– Cuéntame, ¿qué paso? -hablo en un tono mas calmado y amable.
– Sasuke fue atacado por su hermano, esta igual de Kakashi sensei, no saben cuando podrá despertar... tengo miedo.
– Entiendo, ¿vas a verlo ahorita? —la peli rosa asintió— ¿quieres que te acompañe? —acaricio su espalda tranquilizándola mas, ella solo volvió asentir.
– Muchas gracias Lee.
Y así fue, el moreno la acompaño, cada paso que daba era un dolor punzante en todo el cuerpo, pero no podía simplemente dejarla sufrir sola, no era correcto y ella era su amiga. Simplemente avanzaban en silencio, escuchando de fondo los pequeños sollozos de la chica, era algo incomodo estar en esa situación, pero debía entenderla, seguramente el estaría igual si alguno de sus compañeros saliera herido en batalla.
Fue una larga caminata, al menos para el, hasta llegar al cuarto del Uchiha, le abrió la puerta, pues los ojos esmeralda de la peli rosa estaban nublados de las lagrimas que no habían parado de brotar. En el cuarto estaba Gai sensei y un ninja medico revisando los signos vitales del paciente que se encontraba recostado, ella apenas vio a su compañero, fue corriendo a llorar a los pies de aquella camilla.
El moreno solo pudo dedicarle una mirada de pena, pues simpatizaba con ella, cualquiera se pondría mal al ver a su ser amado estar mal...
– Lee, ¿que te trae por aquí? —hablo el mayor de pobladas cejas acercándose hacía el.
– Vine acompañar a Sakura chan, pero creo que ya debería irme.
– ¿No vas a acompañarla?
– No, creo que es mejor dejarla sola un rato... por favor descanse Gai sensei, yo voy ha estar bien —le sonrío de aquella manera tan sincera, que dejo al mayor mas tranquilo, había tenido un día muy agitado a decir verdad, así que no le venía tan mala idea tomarse un noche cómoda de descanso.
La luna era cubierta por algunas nubes, así que la azotea estaba casi completamente a oscuras, no le molestaba la oscuridad así que no le tomo importancia, estaba como aquella vez, recostado en el barandal dejando que el viento golpeara su rostro, una sensación tan agradable, acompañado de ese aroma a madera y rocío.
Se encontraba mas tranquilo, pensado ya fríamente las cosas, otra vez que ya había vuelto un poco de su estabilidad emocional, tal vez si exagero un poco con todas esas cosas que pasaban por su cabeza las últimas semanas, pero como no hacerlo, malas noches es igual a pensamientos de mas.
Si no quería preocupar a su adorado sensei debía retomar el poder de la juventud que tenía, pues había alguien mas que creía en el y que lo había dejado en segundo plano por completo.
Pero es que se había sentido tan bien hablar con su admirador que tal vez el obsesionado era el mismo, río ante esta posibilidad, pues sería algo tonto de su parte, aun que esa mismo fuera lo que estaba pasando. Cerro sus ojos intentando disfrutar del ambiente nocturno, hasta que escucho un pequeño sonido como de papel arrugándose, abrió lentamente sus ojos topándose con una nota atorada en una de las rejillas de la maya.
Su joven corazón se lleno de dicha, pues sabía perfectamente que debía ser de el, porque ¿quien mas le mandaría cartas a un chico poco talentoso como el?, nadie mas que no sea su admirador. Tomo la nota y la desdoblo con delicadeza, viendo aquella pulcra letra que tanto le alegraba sus días, esta vez la carta era larga, mucho mas larga que cualquier otra que antes hubiera recibido.
Se sentó en el suelo de la azotea, dejando su espalda reposar en la maya metálica, no podía esperar mas para leerla, así que cuando se acomodo por completo empezó hacerlo.
"¿Cómo has estado Lee?, espero que bien.
He tenido algunos inconvenientes en todo este tiempo, por lo cual no te he estado viendo, posiblemente ahora tampoco pueda hacerlo, tengo muchos ojos encima de mi es tan frustrante. Me he preocupado mucho por ti, ¿has estado siguiendo al pie de la letra todas las recetas del doctor?, recuerda que si no lo haces jamas vas a mejorar.
Quiero contarte que también he tenido pensamientos muy raros últimamente, ¿sabias que cuando amas ha alguien lo necesitas?, yo no lo sabía, es algo nuevo para mi, porque cada vez que vienes a mi mente mi corazón se acelera demasiado y tengo la necesidad de verte.
Le he preguntado alguien de confianza como tu me has aconsejado que haga cuando tenga dudas y me ha dicho que estoy enamorado.
¿Eso siquiera es posible?
Así que me he estado preguntando si es que te quiero, mas ahí de como amigos, pues me provocas cosas raras en es estomago, creo que se dicen mariposas.
Si estas constantemente en mi cabeza y mis sueños ¿eso quiere decir que si estoy enamorado?, pues no lo se, pero si te amara de verdad, estaría muy feliz, porque eres alguien muy importante para mi Rock Lee.
Me siento muy confundido, porque no creo que sea correcto decirte esto, es que soy un chico y tu también, ¿estoy siendo egoísta con mis palabras?.
Aun así quiero decirte que todos mis sentimientos son sinceros hacía ti, eres alguien admirable por ello tienes todo mi respeto, se que mejoras y llegaras hacer un gran ninja solo usando tu magnifico taijutsu.
Espero algún día poder ser amigos de verdad, salir como amigos y divertirnos juntos, pero no creo que perdones todas las cosas malas he hecho, he sido un monstruo mucho tiempo.
Atte: 爱".
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Paso el tiempo y no se volvió a tocar el tema del que trataba la carta, pues su admirador no volvió a escribirle sobre ellos y el no iba a insistirle en hacerlo, aunque cada carta terminaran con un "te quiero" o "te extraño", eso le parecía lindo de su parte.
No se sentía incomodo por aquella confesión de hecho, mas bien se sentía halagado, no le importaba que fuera un chico, el jamas jugaría alguien por sus gustos, en especial a su admirador que aun parecía aun confundido con sus sentimientos, aunque para el es algo "raro", no en el mal sentido, si no que sería extraño para si le gustara un chico, por que bueno, el gusta de chicas. Se estuvo preguntando que respondería si esto se volviera a repetirse, pero estando cara a cara los dos, ¿debía rechazarlo?.
Ha pasado una semana y se ha anunciado la llegada del nuevo Hogake a la aldea de la hoja, uno de Los Tres Legendarios Sannin y la mejor de los ninja medico de todos los tiempos, Senju Tsunade había sido elegida para el puesto en estos momentos ella se encontraba en una reunión con los ancianos de la aldea, mientras tanto los preparativos para que recibiera el puesto formalmente ya estaban en marcha.
Lee daba su caminata de rutina era una mañana fresca y tranquila, se sentía otra vez relajado sintiendo esa mirada en su espalda, era como si la hubiera necesitado todo ese tiempo. Camino y camino, mientras que su mente divagaba en cualquier cosa como: ¿que comería hoy?, ¿estaba bien subirle a 2000 lagartijas?, etc.
Ahora que estaba mas tranquilo debía ir a ver si Sakura estaba bien, la veía todos los días ir hacía la habitación donde estaba el Uchiha, siempre llevándole flores y haciendo compañía, tal vez debería ir a saludarla. Dio medía vuelta sobre su talón dirigiéndose hacía haya, mientras imaginaba que conversación podría hacer con la chica para tener un ambiente mas ameno.
Luego del abrazo ella parecía tenerle mas confianza, eso lo ponía muy contento, porque estaba a menos pasos de poderla conquistar, o esa es la idea que el tiene. Ya estaba pocos metros de la puerta cuando escucho un voz, no era la de la peli rosa, de eso estaba muy seguro, sigilosamente se acerco a la puerta y pego su oreja intentando escuchar quien era.
No podía entender nada de la platica, lentamente y sin hacer ruido medio abrió la puerta, asechando con cuidado para no ser descubierto topándose con una cabellera rubia, -¿ese es Naruto?, claro el igual debe estar muy preocupado por sasuke- pensó sin dejar de ver lo que pasaba.
Casi se cae de espalda cuando vio como el rubio beso al inconsciente Sasuke, jamas imagino que el tuviera esa clase de gustos, en espacial por el chico que tanto decía detestar, iba a salir de ahí cuando accidentalmente de resbalo y tuvo que apoyarse en la puerta, dio gracias a que eran puertas corredizas, por que lo único que provoco fue un ruido que alerto a Naruto.
– ¿Quien esta ahí?
– Hola Naruto, ¿Cómo estas? no ha llegado Sakura-chan.
– Eres tu cejotas, me diste un susto tattebayo.
– Je perdón iba viniendo y me tropecé con la puerta, usar esta cosa no es nada sencillo.
– Te parece si vamos hablar a otra parte, el teme debe seguir descansado ttatebayo —rascándose la nuca algo nervioso.
– Claro, me parece bien.
Salieran del cuarto con dirección al jardín, estaban en la planta baja así que no tardaron tanto en llegar a su destino, Naruto le iba contando como había sido su viaje para buscar a la nueva Hokage y que su maestro le había enseñado un nuevo ninjustu muy poderoso. Lee prestaba toda su atención, intentando ignorar el hecho que había visto antes.
Así que solo siguió con la conversación como si nada, no era quien para decirle algo a su amigo, aparte no creía que fuera correcto reprenderlo por sus actos, porque ¿quien era el para hacerlo? ... ¿su admirador habría hecho los mismo mientras el dormía?, un muy leve sonrojo se formo en sus mejillas por esa idea, sacudió su cabeza intentando dejar de fantasear con esa posibilidad.
– Cejotas de azotador, por cierto la abuela Tsunade vendrá a revisarte, ¡te aseguro que ella podrá ayudarte tattebayo!
– ¿En serio crees que pueda sanarme? —sus ojos se llenaron de esperanza.
– Claro que si, el viejo pervertido dijo que ella es la mejor de los ninjas medico, igual va ayudar a Sasuke y Kakashi sensei.
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POR FAVOR LEER AUNQUE SEA EL PRIMER PARRAFO ES ALGO IMPORTANTE, GRACIAS :D
IMPORTANTE* Hola quiero decir que religiosamente he estado publicando cada dos semanas como lo he prometido (aunque solo lleve 4 capitulos xd), pero me temo que esta vez no podré hacerlo, pronto presento mi examen de ingreso a la UNI, estoy algo nervioso y tan bien atareado porque la misma semana son mis proyectos finales, prometo que actualizare este mes (junio), pero no sabría decir cuando, lo siento. *
Así como digo que tal vez no actualice, puede que si, solo es un aviso si las cosas no avanzan bien para mi xd
Por cierto, lo siento si se sintió que todo fue muy rápido, pero es que al ser un historia corta necesito que pasen ciertas cosas mas rápidos y no le puedo meter tanto detalle, así que lo lamento si algo se sintió forzado o tosco, pueden decírmelo con confianza para que yo no lo vuelva hacer o lo arregle ^^.
MUCHISIMAS GRACIAS POR TODOS SUS VOTOS Y COMENTARIOS QwQ