Hope (Mono x Six)

By Chao995

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Luego a toda su aventura en The Maw, a Six le toca enfrentar las consecuencias de sus actos cometidos en el p... More

PACIENCIA
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PERSEVERANCIA
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JUSTICIA
DETERMINACIÓN
EPÍLOGO (HOPE AND DREAMS)

DETERMINACIÓN

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By Chao995


¡Qué frío!

El ambiente está helado ¿por qué está haciendo tanto frío? ¿Acaso me he destapado en algún momento de la noche?

Abro los ojos y lo primero que detecto es una bruma oscura delante de mí. Parpadeo varias veces intentando ver mejor mí alrededor. No funcionó. Parpadeo por más tiempo. Quizá es que tengo algo en los ojos.

Pero sigo viendo pura oscuridad y no podía notar nada molesto dentro de los ojos.

Me incorporo de donde estoy y de golpe siento que el corazón me da un vuelco cuando miro a mi alrededor.

Estoy en un lugar oscuro, tumbada en el suelo. Completamente sola.

¿Qué...? ¿Por qué? ¡¿Cómo he llegado hasta aquí?! ¡¿Dónde era aquí, de todos modos?!

Me llevo las manos a la cabeza, intentando recordar qué estaba haciendo antes de quedarme dormida. Estaba en "The Maw", había cenado, fui al exterior a ver un rato el cielo y después me fui a la cama; no había pasado nada raro en todo ese tiempo.

¿Acaso alguien me había secuestrado mientras estaba dormida? Pero, eso no podía ser, tengo el sueño muy ligero ¡es imposible que alguien me haya agarrado y llevado a otro lugar sin que me hubiese enterado! ¿Dónde está todo el mundo...? ¿Acaso nadie se ha dado cuenta de que me han sacado de la cama?

Me levanto del suelo de un salto, mirando hacia todos lados intentando ver a alguien o al menos ver dónde estaba, pero allá donde miro es todo lo mismo; oscuridad. Ni siquiera soy capaz de diferenciar el suelo del resto de la habitación, suponiendo que estoy en una habitación...

Esté donde esté, lo que no puedo hacer es quedarme parada sin hacer nada, debo empezar a moverme y encontrar al menos una pared por la cual guiarme. Tarde o temprano, tenía que acabar encontrando una salida ¿no? Si alguien me ha metido en este sitio, es que tiene que haber también una manera de salir de él.

Empiezo a caminar y siento que mis pies están tocando una superficie lisa, sin embargo, no emitía ninguna clase de temperatura o textura; no era madera, ni losa, ni tierra, ni arena...nada que pueda identificar, solo sé que es firme y lisa. Mis pasos también resuenan por todas partes con el eco entre la oscuridad, esto me pone demasiado tensa, si se oye tan claramente los pasos de una niña entonces por fuerza tengo que estar en un sitio muy grande y vacío pero ¿acaso soy la única que está aquí? No lo sé, pero el que no pueda oír nada más que los ruidos que yo hago solo consigue ponerme más nerviosa de lo que ya estoy. No sé si puede haber algo acechándome en alguna parte o si podrían estar mirándome mientras que yo no puedo ver nada.

Entonces algo a lo lejos llama mi atención. Mis ojos captaron una figura que está de espaldas de mí, entrecierro los ojos intentando ver de quién o de qué se trata, de manera prudente por si es un monstruo y con un pie en posición de salir corriendo en caso de ser necesario. Pero con esta oscuridad es un poco difícil. Sin embargo conforme pasan los minutos puedo ver que es alguien de pequeño tamaño, como yo ¿otro niño...?

¡Al fin! ¡Hay alguien!

Apresuro mis pasos para ir donde estaba aquel niño que no identificaba, tal vez igual de confuso que yo de verse en un sitio tan raro.

-¡Hey!-lo llamo en un susurro discreto usando mis manos a modo de megáfono, no quería gritar demasiado, fuera quien fuera el que nos trajo aquí mejor era no llamar la atención.

Poco funcionó cuando me doy cuenta de que mi llamado está sonando más fuerte de lo que había pretendido pese haber sido apenas un susurro, y el eco se ocupó de hacerlo resonar por la habitación como si de verdad hubiera usado un megáfono.

Me regaño a mi misma por semejante tontería ¿es que no te acuerdas que incluso tus pasos se escuchan tanto con este eco, atontada? ¡¿Para qué te pones a susurrar nada?! ¡Si hay alguien por los alrededores ahora te habrá escuchado alto y claro!

Miro al niño, y me sorprende ver que ni siquiera se ha girado. Es imposible que no me haya oído ¿qué le pasa? ¿Está sordo o es que no sabe de dónde proviene el ruido?

-¡Oi!-susurró él haciendo que su voz retumbara por la habitación, en respuesta al mío.

Esa voz...

Clavo mis pies en el suelo deteniendo por completo mi andar, mirando la espalda del niño que se encontraba apenas a unos metros de mí.

Él no dice nada más, pero yo no puedo evitar sentir como todavía el eco de la habitación hace resonar su respuesta, como si no tuviera fin, como si no fuera a parar, haciéndome ver que mis oídos no me habían engañado.

Una suave y tenue luz magenta empezó a brillar bajo los pies del niño, dándome una mejor visión de él, que me hizo sentir el corazón comprimido y un nudo en la garganta que me hizo sentir arcadas.

Unos pies descalzos llenos de cicatrices y raspones, una gabardina marrón que ondeaba con un viento que había aparecido de repente, y un pelo moreno alborotado que se mecía suavemente.

Siento mis manos temblar en cada lado de mi cuerpo al sentir un eco de estática en el ambiente.

El niño se giró levemente en mi dirección, dejándome ver una sonrisa en un rostro claro.

Miedo. Pavor.

-Hola, ha pasado tiempo...-susurra aquella persona con una tranquilidad aterradora.

Corre...

-¿Te acuerdas de mí...?

Corre

-Soy yo...

¡Corre!

-..tu mejor amigo.-se dio completamente la vuelta y unos ojos negros se clavaron en mi.

¡CORRE!

-¿Te acuerdas de mí...Six?-pregunta ladeando la cabeza a un lado entrecerrando sus ojos y sonriendo.

¡C O R R E!

Como se me hubieran dado un golpe, rápidamente me doy la vuelta y echo a correr en dirección contraria hacia dónde está ese monstruo. Mis pasos ahora resuenan más fuerte que antes, desconozco si hay más monstruos por aquí de los que haya que escapar, pero no puedo pensar en ello ahora.

Tengo que huir.

Si me atrapa me matará.

¡Él me matará!

No puedo parar o si no...

Miro hacia atrás, no oigo sonidos de otros pasos detrás de mi ¿no me está persiguiend...?

Entonces me choco contra algo y del impulso me caigo hacia atrás, aterrizando sobre mi trasero y mi espalda que casi hago una voltereta. El golpe me deja aturdida y por unos segundos mi cabeza da vueltas, pero cuando miro hacia arriba para mi horror me encuentro de nuevo con aquellos ojos negros fijos en mí ¡¿Cómo ha llegado hasta ahí?!

Por instinto, me echo hacia atrás intentando alejarme todo lo posible de él sin perderle de vida, él todo cuanto hizo fue soltar una risita como si todo esto fuera algo muy divertido.

-¡Ten más cuidado, Six! ¡Podrías hacerte daño!-rió con gracia que incluso sus hombros se movieron por el gesto.-No estarías contenta si tuviera que llevarte a caballito si te hicieras daño ¿no crees?

-No, tú no puedes estar aquí ¡estás muerto! ¡Te vi! ¡Te vi morir!-grito a duras penas aunque fuera para opacar el sonido de su risa del maldito eco.

De golpe él dejó de reír y se quedó mirándome con los ojos abiertos y muy curiosos.

-¿Morí...?-me preguntó ladeando de nuevo la cabeza hacia un lado como si eso hubiera sido algo que está fuera de su conocimiento.-¿Estás segura de ello...?

-¡Lo estoy! ¡Yo te vi!-le señalo con el dedo índice temblando en su dirección.

-¿Me viste morir...?-cuestionó de nuevo con un tono de voz más suave mientras empezaba a caminar en mi dirección.

Mi pelo se erizó al verlo moverse e intenté arrastrarme hacia atrás para mantener la distancia.

-¡No te me acerques!

-¿...o solo me viste caer?

-¡No te me acerques!-grito al sentirlo cada vez más cerca de mí, necesitaba encontrar algo con lo que defenderme de él ¡lo que sea!

-No miraste si estaba muerto, Six

-¡Te he dicho que no te me acerques! ¡¿No me has oído?!

-¿Qué pasaría si te hubieses detenido un momento y hubieses mirado...?

Un desagradable sonido de estática empezó a resonar dentro de mi cabeza, azotándome con un agudo dolor mientras él seguía acercándose más y más.

-¡Para!

-¿Me habrías ayudado...

¡Joder! ¡Esto duele! ¡Me va a estallar la cabeza!

-... o te habrías ido de todos modos?

-¡Para esto ahora mismo!

Una de mis manos se topa con algo liso y de madera justo a mi espalda.

-¿Qué tipo de cosas pasarían por tu cabeza si te llegas a enterar de que no morí...?

Abro un ojo como puedo y pude ver como él estaba llevando su mano hacia mí.

-¿Habrías ido a buscarme, Six...?

Mi instinto me hizo actuar al momento.

-¡NO TE ME ACERQUES, THIN MAN!-mi mano se aferró con fuerza a lo que estaba tocando y le atizo con todas mis fuerzas.

Se hizo el silencio.

Angustiosos segundos de puro silencio.

El sonido de unas gotas cayendo al suelo resonaban débilmente entre el eco, y yo me quedo mirando el objeto que tenia entre mis manos; un hacha, un hacha manchada de un color rojo que ahora estaba clavada en el suelo.

-Tú...

Su voz me hizo despertar del shock y alzo la mirada hacia él, encontrándome con la grotesca imagen de su pecho abierto y el rio de sangre cayendo al suelo como un ruido ensordecedor.

Su sonrisa permanecía intacta, sus ojos, por otro lado, parecían apagados, melancólicos y tristes.

-¿...en serio me odias tanto?

Suelto el hacha como si me estuviera quemando y de inmediato me alejo varios pasos de él, mirando lo que he hecho, no puedo creerlo. Yo nunca he hecho algo así antes, he acabado con la vida de monstruos algunas vez, pero nunca he sido capaz de levantar un hacha. Nunca tuve la fuerza para sostener una y menos aun atizar con ella a un niño.

No.

Él no es un niño, tengo que obligarme a recordar.

No puedo olvidar eso, él es un monstruo. Igual que todos los demás, igual que los de esa ciudad ¡que todos en este podrido mundo!

Aunque estuviera sangrando, aunque pusiera esa expresión tan humana ¡no es una persona! ¡Él está muerto! ¡No es un niño, no es un humano!

-Tú no existes, ya no...-siseo con rencor-Te dejé caer en aquella maldita Torre por algo, eres un monstruo ¡como todos los demás! ¡Ibas acabar conmigo en cuanto tuvieras la oportunidad! ¡Lo sé porque lo vi! ¡Sabía lo que ibas acabar siendo! ¡Lo que ibas hacer conmigo! 

Lo suelto todo, mi voz retumba por la habitación de tal manera que parece que esté habiendo un temblor de tierra y no puedo parar. Grito y grito. El eco hace que mis palabras sean inentendibles, sin distinguir donde empiezo una frase y donde acabo otra, pero no me importa si este monstruo me entiende o no, ¡lo que quiero es castigarle! Castigarle por haberse atrevido a seguirme, por haberse atrevido hacer lo que me hizo, por haber tenido el descaro de aparecerse ahora ante a mí a reprocharme cosas que no le corresponden.

Sigo gritando por a saber cuánto tiempo, hasta que mis pulmones y mi garganta quedan exhaustos que ya solo puedo quedarme jadeando, incluso siento mi saliva escurriéndose por mi barbilla, mirando a mi enemigo con todo el desprecio que puedo. Él se ha quedado callado todo el tiempo mirando sus manos ensangrentadas con su propia sangre, con aquella expresión de pena reflejada en sus ojos negros.

¿De verdad piensa que puede engañarme por poner cara triste? ¡Menos aun con esos ojos de esclerótica negra!

-Yo pensaba que podría protegerte.-susurró al fin haciéndome sobresaltar.-Pensaba que podría ser tu héroe.-movió sus dedos sin dejar de mirarlos-Que podría cuidarte y encontrar un hogar para nosotros-alzó sus ojos negros hacia mi mientras una sonrisa desgarradora y triste se mostraba ante mi-Pero, por lo que veo, estaba equivocado...

Dio unos pasos en mi dirección y por instinto yo retrocedo otros dos, con semejante tajo en su cuerpo y toda la sangre que estaba escurriéndose fuera de sí mismo, no sé ni cómo está consiguiendo sostenerse en pie ¡ni mucho menos cómo es que puede caminar!

-He dicho...¡QUE NO TE ME ACERQUES!-mi grito retumbó de tal manera en aquella oscuridad que él se detuvo en el acto quedándose mirándome como si estuviera sorprendido de que le haya vuelto a gritar.

-¿Qué te ha pasado, Six?-cuestionó mirándome con expresión derrotada-Te has vuelto alguien fuerte y horrible...

¿Qué...? ¿Precisamente él tiene la cara de decirme algo así? ¡¿Siquiera ha escuchado algo de lo que le he dicho?!

-Yo pensaba que no podrías encajar en este mundo, pensaba que si estabas sola estarías condenada. Pensaba que si yo no te protegía no...

-¡Deja de poner esa cara!-le interrumpo con brusquedad.-¿Qué derecho tienes tú a decirme a mi nada? ¿Acaso eres siquiera consciente de todo lo que has hecho? ¡¿De lo que me has hecho?! ¡No pensabas, no pensabas! ¡¿Qué ibas tú a pensar, idiota?!

Él se quedó mirándome con los hombros bajos como cachorro regañado, sus ojos negros no se apartaban de mí ni un momento, no estoy segura si era para vigilarme o para hacerme sentir pena por él.

-No sé qué te hizo pensar que soy tan débil como para necesitar que un monstruo como tú juegue a ser un héroe ¡pero si has acabado muerto y yo sigo viva, es porque ni soy tan débil ni te necesitaba tanto como tú creías!

-No soy un monstruo...yo solo...quería que estuvieras a salvo...-gesticuló a duras penas mientras un hilo de sangre empezaba a escurrírsele por su boca, dándole peor aspecto ¡en serio! ¡¿no puede morirse de una vez?! ¡¿Por qué aun se mantiene en pie?!

Entonces, una idea me vino a la mente y todo cobró sentido. Me llevo las manos a la cara y dejo salir un largo y sonoro suspiro de puro hastío ¿cómo no me he dado cuenta de algo tan evidente?

-Ya entiendo, esto no es más que una pesadilla.-era la conclusión más lógica, solo los monstruos poseídos por un arranque de rabia inmensa eran indiferentes al dolor físico y lograban mantenerse en pie e incluso atacar mientras estaban desangrándose, al menos durante unos minutos más. Por eso él no está gritando ni agonizando por el ataque, por eso pude alzar tan fácilmente el hacha como si no supusiera nada.

Él no está aquí, no de verdad, al menos.

Esto no es más que un mal sueño, un producto de mi subconsciente que aun teme la remota posibilidad de volver a toparme con él. Todo tiene sentido entonces, todo lo que tengo que hacer es esperar a despertar, y entonces él desaparecerá como debe ser.

-¿Llamarme a mi monstruo te hace sentir que eres mejor que yo?-me cuestionó cambiando totalmente el tono de voz a uno más serio y fijando sus ojos en mi de nuevo.-¿Acaso tú eres diferente a todos aquellos a los que nos hemos enfrentado...?

Ha dejado atrás el teatro de intentar darme pena o hacerme sentir culpable por él, mi cerebro se está dando cuenta que estoy siendo consciente de que esto es un sueño y ahora el...personaje, si puede llamarse así, que tengo ante mi empezará a actuar de manera errática. Es buena señal, eso significa que solo tengo que esperar, que esto prosiga hasta donde sea y cuando vea que no tiene control en absoluto, me atacará y me despertaré.

Todo tan simple, solo tengo que esperar.

-¿Al Cazador, a la Maestra, a los Abusones, al Doctor, a todos los Espectadores...?

Cruzo brazos, y dejo mi peso sobre un pie, solo esperando al momento en que pierda su control y decida atacarme o algo. Acabará haciéndolo. Todas las pesadillas acaban igual.

-¿...incluyendo a La Dama?

Un escalofrío recorrió mi cuerpo en ese momento

Escuchar de su boca la mención a esa mujer me estremeció más de lo que me habría gustado. Tengo que esforzarme por mantener mi boca cerrada y no dejar que me baile la lengua para preguntarle cómo es que sabía de ella, obligándome a recordar que nada de esto es real. Esto viene de mi cabeza, él no está delante de mí de verdad, solo es un producto de mi imaginación intentando atormentarme ¡por supuesto que usaría un conocimiento que es imposible que tuviera solo para perturbarme!

-Tú no eres mejor que ninguno de ellos, no cuando me hiciste esto.-continuó dando un par de pasos hacia mí, pero esta vez me niego a retroceder.

Esto es solo una pesadilla, nada más, pero no voy a permitir que mis miedos me dominen. Si dejo que una simple pesadilla me controle, entonces no habrá nada que pueda salvarme en el mundo real.

-Yo pensaba que escaparíamos y encontraríamos un lugar para nosotros. Tenía la esperanza de que podríamos construir un futuro juntos, tenía pleno convencimiento de que tú eras una buena niña. Que a pesar de todo, serías buena conmigo si yo lo era contigo.

Tal vez sea su imagen, tal vez tenga su voz, tal vez tenga todos los reproches que darme, tal vez incluso se convierta ahora mismo en Thin Man para castigarme por haberle abandonado. Pero no voy a retroceder. Él está muerto. Los muertos no pueden volver, no pueden hacer daño ¡él no está aquí! Y no puede hacerme nada.

-Pero ahora dudo que puedas serlo.

Se detiene justo delante de mí, obligándome a alzar la cabeza para mirar sus ojos. Aguanto las ganas de sonreír de manera torcida, siempre ha sido más alto que yo, lógico teniendo en cuenta que es mayor que yo pero su estatura nunca fue suficiente para intimidarme; no cuando todos nuestros enemigos siempre fueron unos gigantes, por lo que con toda mi prepotencia alzo la barbilla, mirándole a los ojos para demostrarle que no le tenía ningún miedo.

-Y a pesar de todo eso, Six, no estoy dispuesto a dejar que esto se quede así-susurró esa frase colocando un mechón de mi pelo detrás de mi oreja, pese a la capucha del chubasquero. Me sobresalto cuando sus dedos rozaron con la piel de mi oreja, haciéndome notar lo frío y áspero que era su tacto ¿hasta eso puede manifestar mi mente...?-No eres mejor que ninguno de ellos, y aun así, aun cuando tus manos se llenen de sangre, no te voy a dejar ir. Porque aun creo en ti, en nosotros dos...

La forma en la que me miró me hizo ponerme de nuevo en máxima alerta, sus palabras fueron sosegadas y tranquilas, pero no podía dejar de escucharlo como si estuviera amenazándome de alguna manera, y prácticamente suelto un gruñido cuando me estoy dando cuenta de que mis emociones me han traicionado lo suficiente como para hacerme retroceder otra vez de manera evidente.

Es solo una pesadilla, Six, por muy real que suene ¡él no está aquí! Me muerdo el interior de mi mejilla, buscando sentir dolor para salir de ese mundo de oscuridad y de aquel monstruo que quiere arrastrarme con él.

Entonces él volvió a reír, una risa cansada, antes de volver a clavar sus ojos negros en mí.

-Adelante, abandona este lugar, dejar atrás está pesadilla ¡déjame atrás una vez mas!. Mantente determinada en ello, pequeña niña humana.

Oh, genial, ahora intenta desconcertarme haciéndome saber que él también sabe que todo esto no es más que un mal sueño, y llamándome de esa manera como si estuviera burlándose de mi ¿qué hecho tan mal para que quieras torturarme de esta manera, cerebro? Sobrevivimos gracias al mutuo apoyo ¿puedes parar de prolongar esto...?

Entonces una presión alrededor de mi brazo me hizo soltar un grito y al alzar la cabeza me encuentro con que se me había vuelto acercar tanto que casi lo tenía pegado a mi nariz.

¡¿En qué momento se había acercado tanto?! ¡Ni siquiera me he percatado!

-Suéltame, ahora-le gruño en su cara, intentando parecer feroz, sin embargo, él aprieta su agarre sobre mí, no sentía ningún dolor, es lógico ¡es una pesadilla! No puede hacerme daño de verdad, solo puede aparentar hacerme presión pero ¿daño? Nunca.

-No olvides que has arruinado nuestras vidas, no olvides nunca lo que has hecho.-me advirtió justo en mi cara, indiferente a mi exigencia.-Déjame atrás, en la oscuridad ¡cómo siempre has hecho! ¡Cómo lo haces con todos! Con esa férrea voluntad que tienes nadie podrá detenerte, yo lo sé.

Aprieto los labios ante todo el sin sentido que me está diciendo, la pesadilla debe estar colapsando, soltando cualquier cosa para infundirme miedo, para recobrar el control. No le voy a dejar. Su recuerdo no me va a pisotear. Si pude sobrevivir a todo lo que hay en el mundo real, una pesadilla no va a ser lo que me haga caer.

El frío y áspero contacto de sus dedos con mi barbilla me obliga a mantener la cabeza firme en su dirección, impidiéndome apartar mis ojos de los suyos.

Es como mirar un profundo y oscuro pozo sin fin.

-Pero recuerda, Six, no pienso dejarte ir, porque no eres la única aquí con una fuerte determinación. Voy a encontrarte, y te llevaré al lugar donde tienes que estar.

Trato de controlarme, sin embargo, no pude evitarlo:

-Entonces ven, si te atreves.

Su risa y la estática resonaron como un eco lejano, su imagen se hundió en la oscuridad y dejo de sentir el suelo bajo mis pies.

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Six

¡Six!

¡SIX!

-¡Despierta, Six!

Los gritos y un desagradable zarandeo la hicieron abrir los ojos de golpe y casi al instante se incorporó de donde estaba. Notaba humedad en todo su cuerpo y sintió el frío recorrerla por completo en cuando una pequeña brisa se hizo presente. Respiró profundamente, intentando de esa manera controlar los desbocados latidos de su corazón mientras examinaba su entorno.

Una enorme habitación con ventanas que daban a un exterior donde podía verse el mar y el cielo estrellado, un montón de literas a su alrededor con varias figuras oscuras acostadas en ellas. Palpó el lugar donde estaba sentada encontrándose con la textura suave y blanda de un colchón y, sobre ella, una manta.

Bien, tal y como pensaba, todo había sido un mal sueño; otro de tantos.

-¿Estás bien...?

Six miró a su lado, encontrándose con un rostro conocido que, por lo que podía interpretar, la miraba con preocupación.

-Runaway Kid-nombró ella afilando su mirada hacía él ¿qué estaba haciendo aquel en su cama?

El niño sintió el impulso de regañarla por usar aquel apelativo para referirse a él, sin embargo, ahora mismo no había tiempo de ponerse a pelear por ello. No cuando Six estaba así.

-Empezaste a retorcerte mientras estabas durmiendo...-indicó el chico haciendo el intento de posar su mano en el hombro ajeno, pero al sentir la manera amenazadora en que ella lo miraba detuvo su intento.-Hacías ruidos y me despertaste, al principio pensaba que estabas llorando, pero entonces cuando me acerqué para ver qué te pasaba pues...

Él dudó un poco, intimidado por la formar en que la niña lo miraba, como si estuviera esperando a que dijera algo que le diera la excusa para enterrar su cabeza en alguna de las cañerías de la nave. 

No es que Six fuera la persona mas risueña del mundo, pero verla así daba bastante miedo; las pesadillas siempre le daban ese efecto extra a su carácter.

-Solo fue una pesadilla, Runaway Kid-dijo ella apartando la mirada de él y encogiéndose de hombros como si no fuera nada importante.-Las pesadillas están a la orden del día, aquí no hay nadie que pueda dormir del tirón toda la noche sin sufrir alguna.

-Las pesadillas no hacen sangrar a nadie, Six.-susurró él llevando su dedo cerca de la boca de la pequeña, mostrándoselo para probar su punto.

El dedo de Runaway Kid tenía sangre, ante esto, Six llevó su mano a sus labios y fue entonces cuando pudo percatarse del sabor a metal que le invadía toda la boca y como la sangre se le escurría por la barbilla. Por un segundo se asustó, la posibilidad de que algo así hubiera sido real le puso los pelos de punta hasta que tuvo que recordarse a si misma que dentro de la pesadilla había intentando forzar su despertar mordiéndose el interior de la mejilla.

Con cuidado, tocó el interior de su mejilla derecha con la punta de la lengua, e inmediatamente sintió un aguijón de dolor en la zona junto al tacto rugoso de la piel dañada junto al persistente sabor a sangre.

-Me he mordido en sueños, nada de lo que preocuparse.-indicó ella levantándose de donde estaba y de un salto salió de la cama para aterrizar sobre el suelo de madera, ante la cara de desconcierto del otro niño.

-E...Espera ¿A dónde vas?

-A lavarme la boca, no voy a poder volver a dormir si sigo tragando sangre. Tú deberías volver a tu cama en lugar de quedarte ahí parado, se supone que hay que madrugar-alzó ella la voz marchándose de la habitación sin mirar atrás.

El chico alzó la mano hacia ella y abrió la boca para decirle algo en un intento de detenerla pero al final no se atrevió a decirle nada. 

Esa actitud le preocupaba, Six siempre tenía esa aura que mantenía a todo el mundo alejado de su persona, por ello él siempre intentaba estar pendiente de ella porque siempre parecía olvidarse de sí misma y olvidar que su gente estaba con ella. Pero siempre que intentaba hacer algo por ella, le echaba de su lado de malas formas o con una fría indiferencia. Ni siquiera se molestaba en llamarle por su nombre...

El muchachito resopló descontento ¿Por qué no le dejaba ayudarla, aunque fuera para sus pesadillas? ¿Es que no había logrado que ella confiara en él ni un poquito luego de llevar tanto tiempo navegando juntos...?

-Pssst, Seven...-escuchó un susurró justo a su espalda, él se dio la vuelta encontrándose con que en la cama de al lado se encontraba mirando otro niño con capucha.-¿Qué le ha pasado a Six...?

-Solo fue una pesadilla, Green, nada de lo que preocuparse.-indicó él sonriendo de tal manera para infundir calma, al mirar a su alrededor y ver que la gran mayoría de los niños estaban despiertos y mirando en su dirección. Era lógico, todos estaban demasiado acostumbrados a despertarse de golpe con el más mínimo ruido, los sonidos de Six debieron de alertarlos. Seven se puso de pie y dio un par de palmadas para llamar su atención.-¡Todo está controlado, chicos, no ha pasado nada! ¡Volved a dormir!

Algunos refunfuños por aquí y por allá se hicieron presentes, pero todos obedecieron casi al instante volviendo a recostarse en sus camas y durmiéndose apenas unos minutos después. Seven se quedó mirando el lugar por donde se había ido Six, tratando de decidirse si debía seguirla o quedarse a esperar a que volviera a su cama, Six era tan fanática de la soledad que Seven andaba muy perdido a la hora de cómo debía actuar con ella.

Era como un puzzle muy difícil de resolver, siempre parecía estar equivocándose cada vez que pensaba que sabía cómo unir las piezas.

Seven había intentado varias veces acompañarla en sus salidas nocturnas, o al menos, llevarle algo de abrigo cuando notaba que salía fuera solo con lo puesto y la noche era fresca, pero no sabía cómo lo hacía, que siempre lograba hacer que Six se enfadara con él y lo echara de su lado. Sentía que Six parecía tener algo en su contra, de alguna manera que él no podía entender.

Él tan solo quería ser su amigo, era muy consciente de cuánto mal podía ocasionar la soledad y el aislamiento, y Six estaba poniendo todos los elementos a su alcance para hundirse en la miseria.

Necesitaba hacer algo por ella...

-Deberías ir a hablar con ella...-escuchó la voz de Green, Seven lo miró, encontrándose con que ahora le daba la espalda y se encontraba cómodamente acurrucado en las sábanas y el colchón.

-Ella no es que sea muy dada a tener conversaciones conmigo ¿sabes?-intentó bromear aunque su tono de voz fue más apesadumbrado que otra cosa.

-Llevamos muchos meses viajando juntos y Six nunca ha sido dada a tener conversaciones con nadie, Seven.-dijo Green dándose ligeramente la vuelta para mirar a su compañero.-Todos hemos pasado por una mierda de situaciones en este podrido mundo, todos hemos perdido algo o alguien; y Six no es diferente a nosotros pero ella es la que nos ha salvado a todos, creo que es nuestro deber hacer todo cuanto esté en nuestra mano para que ella vea que puede contar con nosotros y dejar de intentar quedarse apartada. Y dado el cómo tuvisteis vuestra primera conversación, te corresponde a ti dar el primer paso con ella antes que nadie.

Seven suspiró dando un punto a su compañero en su argumento al recordar el desafortunado primer encuentro cara a cara que tuvo con Six. 

Hace unos meses atrás, Six había asesinado a la Dama, había limpiado The Maw de los Huéspedes y de la tripulación y, como guinda del pastel, había usado sus poderes para devolver a su forma humana a todos los gnomos del navío. El barco se llenó de niños de todas las edades y todos quisieron mostrar su agradecimiento a su salvadora.

Seven se adelantó a cualquiera, ansiando ser el primero en presentarse ante ella, para él, Six no era una desconocida, no como los demás al menos. La había visto un par de veces cuando él mismo intentó huir del navío; en las cámaras de la Guarida, o cuando el Conserje les había capturado y encerrado a ambos. Pero sobretodo, cuando él, convertido en gnomo por la Dama, la vio entrar en la habitación, encogida por el dolor y el estomago rugiéndole como si tuviera un león dentro de si.

Seven la reconoció nada mas verla y quiso ayudarla ¡ella había sobrevivido a pesar de todo! No podía permitir que muriera en ese punto. Pese a su tamaño, Seven tomó entre sus brazos una salchicha, la mas grande que tuvo a mano e inmediatamente se lo ofreció a la pobre niña.

El susto que sintió cuando fue derribado en el suelo por ella fue...indescriptible. Especialmente cuando la sintió colocarse encima de él.

Vio sus ojos hundidos en la desesperación y el puro sufrimiento, Seven sintió terror pero su mente quedó congelada mirando aquellos ojos llenos de terrible dolor. Y solo pudo preguntarse qué es lo que habían visto esos ojos para reflejar todo eso.

Solo pudo alzar la mano y tocar su mejilla; le habría gustado poder preguntarle en ese momento qué le pasaba o dónde le dolía, pero no podía hablar; los gnomos no tenían capacidad de tener voz.

Six entonces se le cortó la respiración y se quedó en silencio por unos segundos. Después le apartó de un manotazo y se abalanzó sobre la salchicha que se había quedado a un lado.

Devoró el alimento como un animal, trozos diminutos de carne saltaban del lugar con cada mordisco que daba y Seven solo podía quedarse sentado en el sitio mirando anonadado aquella forma tan vasta de comer tan parecida a como lo hacían los Huéspedes. 

Pero tan pronto hubo terminado, se puso lentamente en pie, le dirigió una mirada que Seven no estaba seguro de cómo interpretar y, sin decirle nada, siguió su camino, dejándole a él atrás sin poder entender qué acababa de ver.

Luego, la Dama murió. Junto a otros gnomos se quedó contemplando el camino de muerte que Six fue marcando en su trayecto, con los poderes que había obtenido de la Dama. Fue algo totalmente fascinante de ver, tan imparable y el cómo acababa con la vida de sus enemigos.

Limpió The Maw de los adultos y monstruos de arriba abajo, hasta que no quedó ni uno, ni siquiera las sanguijuelas sobrevivieron a su poder.

Después, se volvió hacia todos ellos alzando la mano en su dirección, y Seven se encontró a si mismo volviendo a su forma humana otra vez, igual que el resto de los gnomos. El navío fue conquistado por aquellos que iban de servir de comida a los Huéspedes o como tristes criaturas condenadas a vivir asustadas y escondidas por los recovecos, aquel lugar de horrores se había convertido en el lugar seguro que todos querían tener, ahora que estaba limpio de enemigos, podían hacer de The Maw su hogar. Tenían mucho espacio, las despensas llenas, camas suficientes para todos ¡y encima gigantes! agua corriente para beber o asearse, solo necesitaban limpiar bien el lugar y sería perfecto para vivir.

Y todo se lo debían a su salvadora.

Pero cuando quiso presentarse, toda la emoción y entusiasmo que le embargó se fueron un poco por el caño cuando olvidó un pequeño detalle. Para presentarse ante alguien, uno debe dar primero su nombre. Él en ese momento, no tenía un nombre, había pasado tanto tiempo solo que había incluso olvidado el nombre que le dieron sus padres, y no llegó a tener compañeros que le llamasen por uno.

El solo era...un niño fugitivo...

Por lo que se quedó ahí parado como un idiota, tartamudeando y balbuceando agradecimientos por haberle salvado, pero era obvio que sus palabras eran inentendibles.

Y todo lo que pudo hacer ante la mirada de todos fue soltarle que su nombre era Seven.

Oh, supo que la había cagado en cuanto vio como el gesto de Six se torció en una expresión de enfado absoluto. Tarde había pensado que su nombre parecía haber sido tomado solo porque ella era "Six"

Como si estuviera recochineándose de ella.

Peor se sintió consigo mismo cuando ella le dio la sonrisa mas retorcida y afilada que pudo para decirle; "Eres gracioso ¿eh...Runaway Kid?"

Quiso echarse a llorar por la metedura de pata, pero a partir de ese entonces, Seven había pasado a ser su nombre de manera oficial; todos le llamaban de esa manera. Bueno, todos, salvo Six.

Y ahora encontraba nervioso de enfrentar a la muchacha, a pesar de ser mayor que ella. Desde que ese día siempre sintió que Six de alguna manera intentaba mantenerlo apartado de ella todo lo posible, y era algo que Seven nunca pudo llevar bien, no es que Six fuera sociable con los demás pero solo con él tenía ese comportamiento frío y, a veces, hasta amenazador cuando persistía en acercarse a ella.

Seven solo quería hacerse su amigo, que quizás podría ayudarla a sobrellevar un poco la carga que tenía consigo desde que se hicieron con The Maw, pero ella nunca le daba oportunidad de ayudarla, como si no le importase en absoluto si tenía amigos o no, independientemente de lo que él o cualquier otro niño quisiese ofrecerle de amistad.

Casi cualquiera podía pensar que a Six le daba igual cualquier a su alrededor, pero Seven no podía obviar una cosa muy importante; Six les había salvado a todos.

Le debía la vida a la niña del chubasquero amarillo.

Dio un salto de la cama para caer de pie en el suelo y caminó en dirección hacia donde se había ido Six, dispuesto a intentar una vez más entablar una conversación amistosa con ella, o al menos conseguir le llamase por su nombre de una vez.

/*/*/*/*/*/

El cuanto puso un pie en cubierta, el olor a mar penetró en sus fosas nasales logrando que una suave calma la invadiera. Six había salido al exterior buscando la soledad que solo a esas horas podía gozar, The Maw ahora estaba invadido por todo un ejército infantil que había hecho del navío su hogar permanente, un lugar en alta mar, alejados de todo y de todos, protegidos de los adultos ahora que todos los anteriores habitantes del barco estaban muertos.

Todos estaban convencidos de que ahora vivirían felices y a salvo de los horrores del mundo en aquel navío, incluso el atontado de Runaway Kid.

-Pobres ilusos, todos ellos.-susurró con cierto desdén mientras llegaba a un cubo que solían dejar ahí para colocar los peces que se pescaban con caña.

A veces se cuestionaba si había sido buena idea salvar sus vidas.

Six miró el contenido y, al ver que estaba lleno de agua de mar, no tuvo reparos en hundir la cara en ella para dar un buen sorbo. Inmediatamente un agudo escozor le recorrió la boca como si estuviera tomando ácido, pero toleró la sensación mientras se enjuagaba la boca y escupía el agua, ahora ensangrentada, en algún lugar de la cubierta. Repitió la operación varias veces hasta que estuvo segura que ya no iba a sangrar más.

Se limpió los restos del agua con la manga de su chubasquero, sin embargo, cuando lo estaba haciendo algo captó su atención. La manga se había recogido un poco y Six pudo ver algo extraño en su brazo por lo se la retiró con cuidado para ver con qué se había manchado esta vez.

Pero lo que encontró fueron unas marcas rojas y amoratadas plasmadas en su piel.

Six se quedó congelada en el lugar con los ojos clavados en aquellas marcas que tenía forma de dedos humanos, con la mano temblorosa las tocó sintiendo que el contacto le hacía sentir dolor y que la piel estaba caliente.

El corazón le dio un vuelco al ser consciente de lo reales que eran.

-No puede ser, esto tiene que ser una maldita broma.-siseó apretando los dientes.

"Voy a encontrarte, y te llevaré al lugar donde tienes que estar."

Entonces algo tocó su espalda, y como reacción, Six se lanzó con brutalidad hacia el intruso como un animal, rodeando su cuello con ambas manos mientras le tiraba al suelo poniéndose encima de su cuerpo.

Estaba dispuesta a estrangularlo o romperle la cabeza contra el suelo cuando, una vez más, un rostro conocido que la miraba con sorpresa, la hizo pararse en seco.

-¿Six...?

¿CONTINUARÁ...?

Hola! De nuevo aquí traigo otra historia para este fandom esta vez bajo el título de "Hope".

Luego del buen recibimiento de mi one-shot "Last Dream" me he animado a escribir esta historia; no es un one-shot pero tampoco tengo intención de hacerlo un long-fic, sino algo intermedio, quizá como mucho 5 capítulos. Esta historia está ligada a Last Dream pero en este caso, en vez de en Mono, se centra sobre todo en Six y en, sorpresa, Runaway Kid/Seven.

Con la ya, por fin, clara confirmación que LN2 es una precuela, esto me ayuda a situar esta historia después de los eventos ocurridos en Ciudad Pálida y The Thin Man, solo que aquí los eventos ocurridos son un poco diferentes, como ya podéis comprobar que Seven está vivo y ahora Six está rodeada de un montón de niños.

Y de nuevo, este capítulo está completamente PLAGADO de referencias a Undertale y es que la interacción entre Mono y Six lo basé en la canción del paquete Genocida de Man on the Internet; DeTermination. Escribía mientras escuchaba la canción en bucle y la fuerza de la voz de Toriel me hizo querer trasmitir lo mismo para Mono hacia Six. Recomiendo mucho ver ese vídeo y escuchar la canción (y ya de pasó que les dejéis un like)

Así que...¿os animáis a buscar las referencias? Serán el pan de cada día en esta historia jajaja.

¿Respecto al titulo de este capítulo? Dije "bueh, ya qué mas me da?" Y lo puse, ahí a lo cutre...

Aunque esta historia está ligada a Last Dream, puede leerse sin depender del one-shot, puede tomarse como una historia que tiene lugar después de los sucesos de LN2 (y del 1 por supuesto) y sin implicar el eterno bucle de Mono con la Torre de Señales.

El personaje Green es uno de los niños que salen en los comics oficiales de Little Nightmares, concretamente se trata de Boy In Green, uno de los niños que trata de sobrevivir en las entrañas de The Maw junto a otros tantos y que Six los encuentra luego de superar a los Chefs Gemelos.

Los comentarios son mas que bienvenidos y agradezco a todos los que lean esta historia y la disfruten.

Cualquier duda o lo que sea, decírmelo aquí mismito.

Saludos!

(Capitulo publicado el 26 de Marzo de 2021 a las 21:30 hora de España)

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