Universidad Homofóbica I Pric...

By MJMoonwalker3

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❝Las preferencias no son motivo para dejar de amar a una persona❞. Después de haber tenido sexo por error con... More

Aviso
|Sinopsis y Reparto|
|Capítulo I - Cruel Pasado|
|Capítulo II - ¡Jódete!|
|Capítulo III - Atrevimiento|
|Capítulo IV - Biblia|
|Capítulo V - Sueño Húmedo|
|Capítulo VI - Algo de Alcohol|
|Capítulo VII - Lo arruinaste|
|Capítulo IX - ¿Tú aquí?|
|Capítulo X - Una llamada|
|Capítulo XI - Lugar Secreto|
|Capítulo XII - Miradas Prejuiciosas|
|Capítulo XIII - El Pasado de Prince|
|Capítulo XIV - ¿De nuevo?|
|Capítulo XV - Tratar de besarte|
|Capítulo XVI - Apenado de hacer el amor|
|Capítulo XVII - Gratitud|
|Capítulo XVIII - Definitivamente es amor|
|Capítulo XIX - Borracho de nuevo|

|Capítulo VIII - Infidelidad|

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By MJMoonwalker3

En el capítulo anterior...

—Lo siento —. Titubeó él en manera de disculpa, casi ni podía hablar de lo afligido que se hallaba.

—Te odio —. Le gruñó Jackson con fastidio, ¿de qué le serviría un simple "lo siento"?

...

Prince pensaba firmemente que después de haber hecho el amor junto a él terminarían por estar juntos para siempre; pero la vida no siempre es de color de rosa.
______

Michael no podía dejar de sentir tristeza y molestia por lo que pasó mientras corría cómo rayo a su casa, pues las clases estaban a punto de empezar, lo sabía por la posición del sol allá arriba. Le rogaba al cielo por segunda vez que sus padres aún no estuvieren despiertos, de todos modos entraría por la ventana de su habitación.

No se quiere ni imaginar la regañiza que le darán sus padres por ni siquiera llegar a casa la noche anterior, de seguro estaban preocupados por él. Aunque sabía que en cualquier momento le preguntarían por lo que pasó, fue analizando su respuesta, les diría que se quedó a dormir en la casa de Charlotte, eso no podía fallar, nunca falla.

Llegó a su casa y rápidamente saltó sin ser visto la cerca hecha de madera de color blanco. No fue muy difícil para él tomar la gran escalera que guardaban en su patio, ponerla contra la pared de su casa, y simplemente subir por ella hasta llegar a la ventana de su habitación. La abrió y entró con sigilo, sin hacer casi ningún ruido.

Velozmente comenzó a quitarse la ropa con desesperación, buscando cambiarse lo más rápido posible para asistir a la universidad. Mientras hacía todo ese movimiento no podía dejar de pensar en lo que hizo, pensando en que todo fue un error y no debió desobedecer a su madre. No debió haber tomado sabiendo las consecuencias que ésto le podría traer, pero nunca imaginó poder llegarse a acostar con Prince.

Él siempre había considerado a Rogers cómo un compañero más del salón, tal vez hasta un buen amigo; pero ahora no sabía ni que era él. ¿Era su amante ahora? ¿Eran amigos con derecho o algo parecido?

Jackson sólo esperaba que no mucha gente se haya dado cuenta de lo que pasó con Prince, le daba tanto miedo pensar en que alguien pudo haberlos visto mientras lo hacían la otra noche; que pena.

Michael terminó de cambiarse de ropa, tomó su mochila escolar, dónde en un santiamén metió sus libros y cuadernos de forma desordenada, tal vez le quedaban unos treinta minutos para llegar a la universidad, tenía que apresurarse. Se colocó la mochila en la espalda.

Abrió la puerta lo más rápido y sigiloso que pudo, no quería despertar a sus padres. Caminó de puntillas en su bajar por las curvadas escaleras que daban a la planta baja de la casa, dónde al llegar soltó un leve suspiro por el esfuerzo inmenso que había echo por no hacer ruido; pero al parecer nada salió bien.

Sus padres se encontraban ahí, así que cuando bajó por las escaleras las miradas molestas de sus padres ya lo tenían en la mira, listas para soltar un gran reproche hacia su persona. Jackson se exaltó de inmediato al verles, y claro, se puso nervioso.

—¿Qué son estas horas de llegar, Michael? —. Le reprochó su padre cruzando los brazos en señal de enojo.

—Nos tenías preocupados, hijo —le informó su madre acercándose para después darle un pequeño abrazo—. ¿Por qué no llegaste anoche?

Katherine se alejó de su hijo, y al igual que Joseph tomó una postura de enfado hacia él.

—Yo puedo explicárselos —tartamudeó Michael con inquietud, jugando con sus dedos mientras intentaba mantener su vista firme—. Es que cómo ya era demasiado noche decidí quedarme en la casa de Charlotte a dormir.

Ambos padres no parecían estar muy contentos con esa respuesta, lo cuál despertó una extrañeza en Jackson. «¿Por qué siguen enojados?» Pensó el rizado con desasosiego.

—Sabemos que eso no es verdad, Michael —. Dijo su madre.

El rizado empezó a temblar del miedo, algo más ocurrió aquí. De seguro alguien les había dicho a sus padres que lo vieron "jugando" borracho con Prince ayer en el bar.

—¿Quieres que te diga cómo sabemos que eso que dices es mentira? —dijo Joe frunciendo el seño, haciendo una pausa. Michael sólo se quedó callado ante aquello, quería oír sus argumentos—. Sabemos que es mentira porque Charlotte vino anoche a la casa, y estaba preguntando por ti. Estaba preguntando en dónde te habías metido, no te encontraba por ninguna parte.

Jackson sentía que todo su mundo se iba abajo en el transcurso de la conversación, se estaba quedando sin respuestas para dar, este era su fin.

—Así que ahora mismo me dirás dónde estabas Michael —. Le exigió Joseph tratando de no llegar a un lenguaje soez.

Michael estaba paralizado, no sabía que hacer en esos instantes. Ya no tenía ninguna otra excusa buena por decirles. Lo único que se le ocurrió fue salir corriendo de su casa para evitar las preguntas, y así pasó, el rizado salió corriendo por la puerta principal tan veloz cómo sus piernas le permitieron en ese momento.

—¡Hey, no hemos terminado! —le gritó su padre con enojo haciendo un esfuerzo por alcanzarlo, pero obviamente Jackson era más rápido y logró escaparse de él—. ¡Regresa!

Michael siguió corriendo sin importar que, mientras que Joseph sólo se quedó dentro de su hogar, sería inútil perseguirlo sabiendo que no podría atraparlo.

Jackson siguió corriendo, hasta que de pronto sintió un dolor en sus caderas que no había notado por estar tan presionado y nervioso. Dejó lentamente de correr, bajando la velocidad para caminar hacia la universidad, la cuál ya estaba a una cuadra.

—Auch —. Se quejó él de manera baja.

Sus caderas dolían, lo cuál le molestaba al caminar; pero aún así él no detuvo su andar. Mientras que caminaba pensaba de nuevo en lo que había hecho, cubrió su rostro con tristeza y comenzó a sollozar en silencio por la calle vacía sin presencia de gente.

—Debiste hacer caso y no tomar —se dijo a sí mismo entre suspiros entristecidos—. ¿Ahora qué se supone que voy a hacer? ¿Qué les diré a mis padres?

El rizado estaba tan frustrado que sin darse cuenta llegó a la universidad, alzó la mirada y pasó por la entrada entre un suspiro desanimado, su vida se estaba desmoronando.

Lo bueno es que había llegado a tiempo para su clase, la clase de música era la primera los lunes. «Oh genial, estaré al lado de Prince» Pensó Michael con enfado hacia el de cabello chino; aunque pensó que tal vez Rogers iba a faltar a la escuela por lo sucedido.

Miró a su alrededor, algunas chicas y chicos murmuraban al verle, lo que le pareció extraño; tal vez estaban hablando de cómo él y Prince habían tenido una pequeña aventura en el bar ayer. «Que vergüenza»

Ni siquiera le dio tiempo de saludar a su novia y darle una falsa explicación de lo que pasó anoche, lo más seguro es que ella también estuviere preocupada por su bienestar. Entró al salón y se sentó en su lugar, la clase aún no había empezado, y no había señal de Prince por ningún lado.

El profesor llegó al aula y tomó su lugar, dejó su material en su escritorio, pues la clase estaba por comenzar; pero en eso se oye cómo alguien desde la puerta lo interrumpe.

—Perdón por llegar tarde —se disculpó Prince con la respiración agitada, pareciera cómo si hubiere corrido un montón— ¿Puedo pasar? —. Se dirigió hacia el maestro.

—Sí claro, señor Rogers. Llega justo a tiempo —respondió el maestro tomando la tiza para poder empezar a escribir en el verde pizarrón—. Estamos por empezar, por favor tome asiento.

Prince asintió, fue deprisa a su lugar, dónde se sentó y vio a Jackson de reojo, se percató que la molestia aún se hallaba ahí, así que dejó de mirarle por mera precaución.

La clase comenzó normalmente, todos ponían atención a lo que el maestro de música explicaba; pero Prince sólo quería pedirle disculpas al rizado aunque él se viera muy molesto aún.

—Oye —le habló Rogers para llamar su atención. Michael frunció el seño sin mirarle—. ¿Me prestas un lápiz?

Jackson no contestó, lo único que hizo fue bufar de la molestia, en verdad no quería hablar con Prince.

—Lo tomaré yo mismo ¿Está bien? —dijo el de cabellos chinos extendiendo su mano hacia el lugar de Jackson, tomando uno de sus lápices que estaban encima de su lugar de trabajo—. Gracias.

La clase transcurrió de forma normal, tan sólo hubo unas miradas conflictivas de Jackson hacia Rogers, pero no pasó de eso.
...

Ya era la hora de salida, las clases habían acabado por hoy. Los estudiantes salieron con sus mochilas, algunos hasta en grupos. Michael aún no había pensado bien en que le diría a sus padres al llegar a casa, tal vez tendría que confesarles por fin su verdadera orientación sexual; sin embargo, sabía que sus padres —en especial su madre— no lo tomarían bien.

La de cabello pelirrojo se acercó a su novio junto con Alex que la acompañaba.

—Ay amor —saludó Charlotte abrazando a Michael—. Me tenías preocupada ¿Dónde estabas?

—Ah en verdad no lo recuerdo —respondió Jackson nervioso—. La cerveza me hizo mal.

—Está bien, no pasa nada —le perdonó ella—. Lo bueno es que estás bien, cariño.

Los tres estudiantes empezaron a caminar hacia la salida, y Alex había notado algo en el rizado.

—Wow, Michael —habló Alex asombrado al ver ese gran chupetón en el cuello de Jackson— ¿Y este chupetón? ¿Te lo hizo tu noviecita? —. Rio pervertido.

El rizado soltó una risita nerviosa. Charlotte al escucharlos volteó a ver a su pareja.

—¿Cuál chupetón? —. Preguntó ella extrañada.

—No es nada en realidad —. Jackson volvió a reír con nerviosismo. Ésto estaba por salirse de control.

—Claro que sí —le dijo Alex—. Es un chupetón bien grande.

Michael había salido tan rápido de su casa esta mañana que ni siquiera se había podido ver en en el espejo antes de irse, al igual que había olvidado por completo los chupetones que Prince había dejado la noche anterior en su cuello, con razón hoy en la mañana todos le miraban entre risas y murmuraciones.

—Haber ven aquí —le ordenó Charlotte ya molesta, ésto no saldría bien— Quiero verlo —. Lo jaló del brazo para poder ver ese chupetón del que hablaban.

Michael cerró los ojos con fuerza, sabía lo que pasaría; adiós a su fachada de hombre heterosexual.

—¡Yo no te hice ésto! —gritó la pelirroja enfurecida, empujando a Michael lejos de ella—. ¡¿Con quién me engañaste, Michael?!

Pronto se hizo un círculo de estudiantes alrededor de ellos, los cuáles estaban intrigados por lo que pasaba, parece que iba a haber alguna pelea. Y entre ellos se acercó Rogers a observar.

—No sé —respondió Michael casi sin voz, no podía asimilar todo ésto—. Lo siento.

—¡¿En serio no sabes?! —le exclamó Charlotte realmente molesta, tenía ganas de llorar, pero se mantuvo fuerte—. ¡Anda dime! ¡¿Quién fue la zorra?!

Prince se quedó viendo todo el acto, lamentaba mucho la situación de Jackson, no debió haber aceptado acostarse con él anoche. Michael no respondió a las preguntas y señalamientos que le estaba haciendo su novia, él sólo se quedaba callado, tratando de superar la humillación de que todo el mundo lo estuviere viendo ahora.

—Ah ¡Eres un idiota! —gritó nuevamente Charlotte. Caminó para largarse y golpeó intencionalmente el hombro de Jackson con su codo al irse— ¡Terminamos! —. Finalmente la pelirroja se retiró entre la multitud que habían juntado con su escándalo.

Michael seguía ahí parado sin hacer nada, las lágrimas ya hacían presencia en su rostro. Y no es que amara a Charlotte o algo parecido, si no que la imagen que tanto le había costado hacer en la universidad se derrumbó por completo.

Las risas burlonas de sus compañeros ya se oían por el lugar «Uuuuh» Michael limpió las lágrimas con su antebrazo, intentando calmarse.

Las personas poco a poco abandonaron el sitio y se marcharon, el único que se quedó ahí fue Prince, quién quería consolar al rizado. Le dolía mucho verlo llorar, y más por su carente falta de resistencia a sus encantos.

Michael agitó su cabeza varias veces en manera de expresar que todo estaba mal ahora.

—¡Ah, todo es tu culpa! —. Exclamó Michael aún con lágrimas, volteando hacia Rogers para después empujarlo por el pecho con brusquedad.

Prince también comenzó a sentirse mal, sus ojos se cristalizaron rápido. Y se quedó callado para oír lo que Michael tenía por decir, quería que sacara toda su furia con él, capaz y así se le quitaba lo molesto.

—¡Por tu maldita culpa perdí a mi novia! —. Le miró con desprecio. —¡Y por tu culpa mis padres me preguntaron dónde estaba anoche! ¡¿Qué se supone que les diré?! ¡Tuve que salir corriendo de mi casa esta mañana!

Prince se quedó en silencio, no creía que fuera buena idea alegar con Jackson en el estado en el que se hallaba.

—¡Y por tu... maldita culpa me duelen las caderas! —. Gritó un poco más bajo, había hecho una pausa para tomar aire, pues ya le dolía tanto gritar.

Prince no pudo evitar sonreír con eso último. Michael por fin dejó de maldecir y buscó tranquilizarse.

—Lárgate, no te quiero ver —. Suspiró el rizado cómo pudo mirando hacia el suelo.

Rogers acató su petición entre un movimiento de su cabeza y se largó del lugar lentamente. En verdad le había dolido mucho ver a su amado así, y todo por su culpa. Se sentía tan culpable ahora, había arruinado la vida de la persona a la que juró nunca hacerle daño.

Michael por otro lado se quedó ahí de pie otro rato, caminando en círculos por el lugar pensando en que debía hacer ahora. Cubrió su rostro nuevamente mientras daba pequeños sollozos.

Posiblemente se quedó ahí unos veinte minutos más analizando todo, hasta que al fin se decidió dejar las instalaciones de la universidad y dirigirse a su casa. En el transcurso a pie a su hogar iba pensando en cómo le confesaría a sus padres que era homosexual y que le gustaban los hombres.

Trataba de pensar en lo mejor, pero estaba seguro de que su madre lo rechazaría por completo y quizás lo llevaría a un manicomio. Mientras cree que hay una mínima posibilidad de que su padre sí acepte que su hijo es gay.

Ahora había llegado a su casa, la tenía frente a él. Sus manos temblaban ligeramente, se hallaba demasiado nervioso. Caminó hacia la puerta, dio un suspiro para calmar el estrés. Siguió caminando y llegó a la puerta.

Extendió su mano hacia la perilla... y la giró abriéndola finalmente, dónde miró a sus padres.
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20-9-21-22-1-3-9-16-14

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Nota de concientización:

Chicas, ya lo he mencionado al final de otros capítulos. Si estás en una situación así no te lo guardes para ti misma, fingir ser alguien que no eres te dañará con el tiempo. Mejor habla con alguien de confianza para que te escuche y te ayude con cualquier problema. Ser gay no está mal, sólo que antes era inaceptable para todos por ser algo "raro".

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