La Obsesión Del Duque

By Paola_Grimm

68.4K 4.1K 161

Un duque...¡¿Enamorando?! More

Sipnosis
Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 8
Capitulo 9
El Duque De Hastings
Capitulo 10
Capitulo 11
Capitulo 12
Capitulo 13
Capitulo 14
Capitulo 15
Capitulo 16
Capitulo 17
Capitulo 18
Capitulo 19
Capitulo 20
Final
Epílogo

Capitulo 7

2.1K 166 3
By Paola_Grimm

Los hombres son como las ovejas. Donde va uno, los demás lo siguen.

REVISTA DE SOCIEDAD DE LADY WHISTLEDOWN
30 de abril de 1813

Katniss pensó que, después de todo, Finnick se lo había tomado bastante bien. Desde que Peeta terminó de explicarle su plan, Finnick sólo había levantado la voz siete veces. Eran unas siete menos de las que Katniss había esperado.
-Y eso es todo-dijo Peeta.
Silencio. Silencio sepulcral Durante unos diez segundos, nadie pronunció una palabra.
-¡¿Estáis locos?!
-Ya me esperaba que reaccionaría así -dijo Katniss.
-¿Es que habéis perdido el juicio? -La voz de Finnick se convirtió en un rugido-. No sé quién de los dos es más idiota.
-Quieres bajar la voz –dijo Katniss, casi susurrando-.Mamá va a oírte.
-Mamá va a morirse de un ataque al corazón si se entera de esto -dijo Finnick, sacando fuego por la boca.
-Pero no va a enterarse ¿verdad? -dijo Katniss.
-No, claro que no -respondió Finnick.-Porque esta farsa termina aquí y ahora.
Katniss se cruzó de brazos.
-No puedes hacer nada para detenerme.
Finnick miró a Peeta.
-Puedo matarlo.
-No seas ridículo.
-Hay quien se ha batido en duelo por mucho menos.
-¡Es tu mejor amigo! –exclamó Katniss.
-No -dijo Finnick-.Ya no.
Katniss se giró hacia Peeta.
-¿Es que no vas a decir nada?
Peeta dibujó una media sonrisa.
-¿Cuándo? Si no me habéis dejado.
Finnick le dijo :
-Quiero que salgas de esta casa.
-También  es mi casa -dijo Katniss-.Y quiero  que se quede. Finnick miró a su hermana y la exasperación se hizo evidente en cada centímetro de su cuerpo.
-Está bien -dijo-. Os doy dos minutos para defenderse.
Katniss miró a Peeta, preguntándose si querría utilizar los dos minutos él. Sin embargo, Peeta sólo se encogió de hombros y dijo:
-Adelante. Es tu hermano.
Katniss respiró hondo:
-En primer lugar, debo decir que tengo mucho más a ganar en esta alianza que Peeta. Él dice que quiere utilizarme para mantener a las demás chicas...
-Y a sus madres –interrumpió Peeta.
-Y a sus madres, alejadas. Pero, sinceramente, creo que se equivoca. Las demás chicas no van a dejar de perseguirlo sólo porque crean que ha entablado una relación con otra chica. Pero yo, hoy he recibido seis visitas. ¡Seis!¿Recuerdas la última vez que pasó esto?
Finnick la miró sin decir nada.
-Yo no. Porque no ha pasado nunca. Seis hombres me han traído flores, se han sentado a hablar conmigo y uno hasta me ha leído una poesía. ¿Y sabes por qué? ¿Lo sabes?
Finnick seguía sin decir nada.
-Todo es porque él-señaló a Peeta- fue lo suficientemente amable como para fingir estar interesado en mí anoche en el baile de lady Heavensbee.
Peeta, que hasta entonces había estado apoyado tranquilamente en un extremo de la mesa, se levantó.
-Bueno. Yo tampoco lo pondría así.
Katniss se giró hacia él y lo miró fijamente.
-¿Y cómo lo pondrías?
-Yo ...
-Porque te aseguro que a ninguno de esos hombres se le había pasado por la cabeza hacerme una visita.
Finnick suspiró.
-¿De verdad tuviste seis visitas?
Katniss asintió.
-Siete, contando a Hastings.
-Y -dijo Finnick, con mucho tacto-, ¿había alguno con el que te interesaría casarte?
Peeta se dio cuenta de que se estaba clavando las uñas en la pierna y se obligó a apoyar las manos en la mesa.
Katniss volvió a asentir.
-Había mantenido una relación previa de amistad con todos. Lo que pasa es que nunca me habían mirado con un interés romántico hasta que apareció Hastings. A lo mejor podría iniciar una relación con alguno de ellos.
-Pero...-dijo Peeta y, enseguida se calló.
-Pero ¿qué? -preguntó Katniss, mirándolo con curiosidad.
Se dio cuenta de que quería decir que si esos hombres sólo habían visto los encantos de Katniss porque un duque se había fijado en ella, es que eran imbéciles y que, por lo tanto, no debería ni siquiera plantearse el matrimonio con ninguno de ellos.
Sin embargo, bueno, francamente, no era el comentario más adecuado.
-Nada. No me hagas caso.
Katniss lo miró unos instantes, como si esperara que cambiara de opinión, y luego se giró hacia su hermano.
-Entonces, ¿admites que es un plan inteligente?
-Bueno, "inteligente " es un poco exagerado pero, veo los beneficios que puede traerte.
-Finnick, tengo que encontrar un marido. Aparte del hecho de que mamá me lo esté repitiendo a cada momento, yo también quiero uno. Quiero casarme y tener mi propia familia. Lo deseo más de lo que puedas imaginarte.
Peeta no sabía cómo Finnick podía resistirse a esos ojos grises suplicantes. Y, lógicamente, Finnick se derrumbó allí mismo y dijo:
-Está bien -dijo, cerrando los ojos como si no pudiera creerse lo que estaba diciendo-.Lo acepto.
Katniss dio un salto y se abalanzó sobre su hermano.
-Oh, Finnick, sabía que eras el mejor hermano del mundo. -Le dio un beso en la mejilla- .Sólo es que a veces te equivocas.
Finnick miró al techo antes de dirigirse a Peeta.
-¿Ves lo que tengo que aguantar? -dijo, ladeando la cabeza.
Peeta se preguntó en qué punto había dejado de ser el seductor a eliminar para  volver a ser el buen amigo.
-Pero -dijo Finnick, en voz alta-voy  a poner  algunas condiciones. En primer lugar, esto no va a salir de esta habitación.
-De acuerdo -dijo Katniss, rápidamente.
Finnick miró a Peeta.
-Por supuesto -dijo él.
-En segundo lugar, no estaréis solos nunca, jamás, en ningún caso.
-Bueno, eso será fácil –dijo Katniss-. Si nuestra relación fuera verdadera, tampoco podríamos hacerlo.
Peeta se acordó del encuentro que tuvieron en el pasillo de lady Heavensbee y pensó que era una lástima que no pudiera disfrutar de más tiempo a solas con Katniss.
-En tercer lugar...
-¿Aún hay más condiciones? - preguntó Katniss.
-Si se me ocurren, habrá treinta -dijo Finnick.
-De acuerdo -dijo Katniss, ofendida-. Como quieras.
-La tercera condición es ésta: si alguna vez, sólo una vez, te descubro en una posición que pueda comprometer a mi hermana... si alguna vez te veo besándole la mano sin la presencia de un acompañante, te juro que te corto la cabeza.
-¿No crees que es un poco excesivo?-Pregunto Katniss
Finnick la miró, muy serio.
-No.
-Vale.
-¿Hastings?
A Peeta no le quedó otra opción que asentir.
-Bien -dijo Finnick-.Y ahora que hemos terminado con esto - le dijo un gesto bastante brusco con la cabeza a Peeta-, puedes irte.
-¡Finnick! -exclamó Katniss.
-Supongo que eso significa que anulas la invitación a cenar de hoy, ¿no? -dijo Peeta.
-Sí.
-¡No! -Katniss golpeó a su hermano en el brazo-. ¿Habías invita do a Hastings a cenar? ¿Por qué no nos lo habías dicho?
-Fue hace muchos días. Hace años.
-Fue el lunes -le corrigió Peeta.
-Bueno, entonces tienes que quedarte. Mamá estará encantada. Y tú -pellizcó a Finnick en el brazo-, deja de pensar la manera de envenenarle la comida.
Antes de que Finnick pudiera responder, Peeta agitó la mano en el aire y dijo:"
-No te preocupes por mí, Kat. Olvidas que fuimos junto s a la escuela. Nunca entendió demasiado bien los principios químicos.
-Voy a matarlo. Antes de que acabe la semana, voy a matarlo.
-No lo harás -dijo Katniss, sonriendo-. Mañana os habréis olvidado de esto y estaréis fumando juntos en White's.
-No lo creo -dijo Finnick, en tono inquietante.
-Claro que sí. ¿No estás de acuerdo, Peeta?
Peeta observó la cara de su mejor amigo y se dio cuenta de que había algo nuevo. Algo en sus ojos. Algo serio.
Hacía seis años, cuando Peeta se fue de Inglaterra, él y Finnick eran unos críos. Jugaban a las cartas, iban con mujeres y se paseaban dándoselas de grandes hombres por las fiestas, pero ahora eran distintos. Ahora eran hombres de verdad.
Peeta había experimentado su propio cambio durante sus viajes.
Pero ahora se daba cuenta de que había vuelto recordando al Finnick de veintidós años que había dejado aquí. No había reflexiona do qué su amigo también había crecido. Tenía hermanos a los  que guiar, hermanas a las que proteger. Peeta tenía un ducado, pero Finnick tenía una familia. Había una gran diferencia y Peeta descubrió que no podía culpar a su amigo por comportarse de manera tan sobreprotectora.
-Creo –dijo lentamente, respondiendo a la pregunta de Katniss-que tu hermano y yo ya no somos los mismos de hace seis años. Y a lo mejor, eso no es tan malo.

*****
Varias horas más tarde, Everdeen House era un caos.
Katniss se había puesto un vestido de terciopelo lila que alguien, una vez, le dijo que hacía que le cambiara el color de los ojos.
-No puedo creer -dijo Effie, con una mano apoyada en el pecho-, que Finnick se olvidara de decirme que había invita do al duque a cenar. No he tenido tiempo de preparar nada.
Katniss echó un vistazo al menú y que empezaba por una sopa de tortuga, seguía con otros tres platos hasta terminar con cordero con bechamel, seguido, por supuesto, de cuatro postres a elegir. Intentó hablar sin un ápice de sarcasmo.
-No creo que el duque tenga ningún motivo de queja.
-Espero que no -dijo Effie.- Pero si hubiera sabido que venía me hubiera asegura do de servir también carne de ternera. No se puede invitar a nadie sin ofrecerle ternera.
-Sabe que es una cena informal
-Cuando se invita a un duque, no hay cenas informales.
-Mamá. No creo que el duque sea de los que espera que alteremos nuestros planes de cena familiar por él.
-A lo mejor él no, pero yo sí. Y, sinceramente, no puedo entender cómo puedes estar tan despreocupa da. No pareces nerviosa.-Effie la miró con suspicacia-. ¿Cómo puedes no estarlo? Por el amor de Dios, este hombre piensa casarse contigo.
-Nunca ha dicho eso, madre.
-¿Por qué, si sino, habría bailado contigo anoche? Sólo hubo otra mujer que tuvo el honor de bailar" con él, Madge Undersee, y las dos sabernos que debió ser por lástima.
-A mí me gusta Madge -dijo Katniss.
-Y a mí también, espero ansiosa el día que su madre descubra que una chica de su complexión no puede llevar un vestido naranja, pero ése no es el terna.
-¿Y cuál es el terna?
-¡No lo sé! -Effie casi se echó a llorar.
Katniss agitó la cabeza.
-Voy a buscar a Rue.
-Si, ve a buscarla. Y asegúrate de que Rory va limpio. Nunca se lava detrás de las orejas. Y Prirn, Santo Dios, ¿qué vamos a hacer con ella? Seguro que Hastings no espera a una niña de diez años en la mesa.
-Sí que lo hace. Finnick le ha dicho que cenaremos toda la familia. Además, he hablado con el duque. Me dijo, claramente, que le apetecía mucho un cambio. Así que no tienes que preocuparte por si Rory le tirará las patatas a Willow por la cabeza. De todos modos, estoy segura de que ya ha superado esa etapa."
-¡Lo hizo la semana pasada!
-Entonces sólo lo amenazaré con matarlo si hace algo que pueda disgustarte.
-La muerte no lo asusta-dijo Effie-Pero, a lo mejor, puedo amenazarlo con vender su caballo.
-No te creerá.
-No, tienes razón. Soy demasiado buena. -Effie frunció el ceño-. Pero puede que me crea si le digo que le prohibiré dar su paseo diario.
-Eso puede funcionar.
-Bien. Voy a buscarlo y a asustarlo un poco. -Subió dos escalones y se giró-. Tener hijos es todo un desafío.
Katniss sonrió. Sabía que era un desafío que a su madre le encantaba.
Effie se aclaró la garganta, una señal para indicar que lo que iba a decir era más serio.
—Espero que esta cena salga bien, Katniss. Creo que Hastings sería un gran partido para ti.
—¿Sería? —bromeó Katniss—. Creía que los duques siempre eran un buen partido, incluso si tenían dos cabezas y escupían al hablar.
Effie sonrió.
—A lo mejor te cuesta creerlo, Kat, pero no quiero que te cases con cualquiera. Puede que te presente a muchos hombres, pero sólo lo hago para que tengas el mayor número de pretendientes entre los que escoger un marido —sonrió—. Mi mayor deseo es verte tan feliz como yo lo fui con tu padre.
Y entonces, antes de que Katniss pudiera responder, Effie desapareció.

Peeta no estaba preparado para cenar con los Everdeen. Fue una comida ruidosa y escandalosa, con muchas risas y, sólo un episodio de un guisante volador. Afortunadamente, Effie no lo vio, a pesar de que le voló por encima de la cabeza.
Peeta apenas dijo nada durante la cena. Para ser sincero, era mucho más fácil escuchar a los Everdeen que intentar conversar con ellos, sobre todo teniendo en cuenta las malévolas miradas que le lanzaban Finnick y Marvel.
Peeta estaba sentado en el lado de la mesa opuesto a los dos hermanos mayores, así que era relativamente  fácil ignorarlos y disfrutar de las conversaciones de Katniss con el resto de la familia.
De vez en cuando, alguien le hacía una pregunta directa y él respondía, y luego volvía a su posición de silencioso observador.
Al final, Prim, que estaba sentada a la derecha de Katniss lo miró a los ojos y dijo:
—Usted no es muy hablador, ¿verdad?
Effie se atragantó con el vino.
—El duque —le dijo Katniss—, es mucho más educado que nosotros, que estamos constantemente cambiando de conversación en interrumpiéndonos unos a los otros como si nos diera miedo que no nos fueran a oír.
—A mí no me da miedo que no me vayan a oír —dijo Rory.
—A mí tampoco —dijo Effie, muy seca—. Rory, cómete los guisantes.
—Pero Prim...
—Lady Everdeen —dijo Peeta, en voz alta—, ¿le importaría que me sirviera un poco más de estos deliciosos guisantes?
—En absoluto. —Effie le lanzó una mirada aleccionadora a Rory—. ¿Ves? El duque se come todos sus guisantes.
Rory se comió todo el plato de legumbres.
Peeta sonrió mientras se servía otra cucharada de guisantes y siguió comiendo, porque ya no tenía más remedio que acabárselos todos.
Miró a Katniss, que estaba sonriendo. Tenía una luz divertida en los ojos y Peeta no tardó demasiado es esbozar, él también, una sonrisa.
—Finnick, ¿por qué frunces el ceño? —preguntó una de las dos otras Everdeen;
Peeta creyó que era Willow, pero era muy difícil de saber si era ella o Rue. Las dos se parecían mucho.
—No frunzo el ceño —respondió Finnick, pero Peeta sabía que estaba mintiendo.
-Sí que lo haces -dijo Willow o Rue.
Katniss se rió detrás de una servilleta. Peeta decidió que la vida era mucho más divertida que nunca.
-Os voy a decir una cosa - anunció de repente Effie.- Creo que esta noche es una de las más agradables del año. A pesar-dijo, mirando a Prim-, que mi hija pequeña tire los guisantes debajo de la mesa.
Peeta levantó la mirada del plato justo cuando Prim exclamó:
-¿Cómo lo has sabido?
Effie agitó la cabeza y puso los ojos en blanco.
-Mi pequeña -dijo-. ¿Cuándo aprenderás que yo lo sé todo?
En ese instante, Peeta decidió que Effie Everdeen merecía todo su respeto.
-Dígame, duque -dijo Effie.- ¿Hace algo mañana?
A pesar del pelo rubio y los ojos azules, cuando le hizo esa pregunta era tan igual a Katniss, que lo dejó aturdido. Y esa debió ser la razón por la que no pensó antes de responder, tartamudeando:
-N-no. No que yo sepa.
-¡Magnífico! -exclamó Effie, emocionada-. Entonces  debe venir con nosotros a Greenwich.
-¿A Greenwich? -repitió Peeta.
-Si, llevamos varias semanas organizando una salida familiar. Habíamos pensado alquilar un barco y comer un picnic a orillas del Támesis. Vendrá, ¿verdad?
-Madre-intervino  Katniss-. Estoy segura de que el duque tiene numerosos  compromisos.
-Bobadas -dijo Effie.- Él mismo acaba de decir que no tiene nada que hacer.
—Se giró hacia Peeta—. También visitaremos el Observatorio Real. No está abierto al público, por supuesto, pero mi difunto marido hizo grandes donaciones, así que tenemos la entrada asegurada.
Peeta miró a Daphne. Ella se encogió de hombros y le pidió disculpas con la mirada.
Peeta se giró hacia Effie.
—Será un placer.
Effie sonrió y Peeta tuvo la extraña sensación que acababa de firmar su destino.

Continue Reading

You'll Also Like

1.9M 135K 90
Becky tiene 23 años y una hija de 4 años que fue diagnosticada con leucemia, para salvar la vida de su hija ella decide vender su cuerpo en un club...
1K 70 22
¿Qué pasaría si los sueños se entrelazan con la realidad? Sumérgete en una narrativa apasionante que explorará el poder del amor, la redención y la...
7.7K 689 8
Spin-off del fanfic "estorbo" por @ali_zxxs Spiderman se auto-regala vacaciones y decide pasar el fin de semana junto a sus amigos en la playa. Sin...
46K 2.7K 38
yoon-soo es una simple secretaria de una de las empresas más reconocidas de corea del sur. En un viaje de negocios soo es requerida, conocé a oh sehu...