Antes de empezar con el cap quería aclararos que este capítulo pertenece a la maratón que hice hace unas semanas, pero se ve que al subirlo no se subió bien y no salía, y cuando me Di cuenta intenté subirlo del móvil pero hay veces en las que ni siquiera puedo entrar a leer la nove ni publicar nada, me sale error y, desde el portátil no podía subirlo porque no funcionaba, pero ya sí:))))
Quería pediros disculpas por no haber podido subir capítulo antes♡ y quería daros las gracias por votar y comentar♡ sois increíbles
He alargado más el capítulo para compesaroslo, no suelo hacerlos tan largos, pero os lo merecéis porque sois alucinantes, os amo♡
Stacy
-Una semana sin ver a John, en una semana pueden haber ocurrido miles de cosas.
-No seas tan negativa- dice Noa-. Si confías en el no pasará nada.
-No es que no confíe, me refiero a que hay millones de chicas muchísimo más guapas que yo.
-No, nunca, eras la chica más precisa que conozco, sin duda alguna- dice ella sin apartar la mirada de su móvil, seguramente hablando con Roy-, ademas el te quiere, lo ha demostrado y como te haga sufrir, su muerte será próxima.
-Ya... Y dime, ¿cómo van las cosas con Roy?
-¡Perfectamente!¡Es el chico más...!- no se le hace posible acabar la frase ya que tropieza con algo y cae de una manera muy rara.
-Ya te he dicho que es peligroso ir por la calle con la mirada fija en el móvil.
-Cállate-dice y hace una mueca-. Dios me duele muchísimo.
-No es posible, ¿tanto daño te has hecho?- le pregunto preocupada y la ayudo a sentarse- Pero si estas acostumbrada a ese tipo de caídas.
-Lo sé, ¡pero me duele el pie!
-Voy, voy- digo y le levanto un poco el pantalón para poder ver su pie, pero me cuesta-. ¡Tenia que ser hoy el día que te pusieses pantalones ajustados!- exclamo intentando subirle el pantalón.
-¡Qué me haces daño!
-Tened- nos dice un niño de unos siete años ofreciéndonos unas grandes tijeras.
-Gra... Gracias... ¿Qué haces con unas tijeras tan grandes en la mano por la calle?¿Qué edad tienes?- digo aceptando las tijeras-¿Siete?
-El mes que viene y vivo ahí- señala la casa a unos metros de distancia de dónde estábamos- os he visto y creo que os hacían falta.
-Gracias- le agradece Noa, yo acerco las tijeras al borde de su pantalón- Eh, eh, ni de coña.
-Si te has hecho un esguince te los cortarán de todos modos- habla el niño. Vay que maduro.
-Exacto, ahora déjame hacer mi trabajo.
Ella se tapa la cara con ambas manos para no mirar como sus pantalones nuevos se iban a la mierda, una vez cortados puedo ver el pie rojo e inchado de Noa, es un esguince si o si.
-Vamos al hospital- digo y ayudo a Noa a levantarse.
-Yo también voy- dice el niño.
-¿Pero tu quién te crees que eres para salir de casa solo?- le pregunta una chica de nuestra edad, alta y morena al niño.
-No me molestes, Sara.
-¡Casi me da algo al ver que te llamaba y no me contestabas!¿¡Cómo se te ocurre salir de casa sin mi permiso!?
-¿Te preocupas por mi?- le pregunta el niño sorprendido.
-Timmy... aunque seas mi hermanastro te quiero, por supuesto que me preocupo por ti- dice la chica y se abrazan-. Por cierto, estas castigado.
-¿Qué¿¿Por qué?
-¿De dónde has sacado el dinero para comprarte ese coche tele-dirigido?
-Ah, eso, supongo que me merezco estar castigado, pero otro día, ahora vamos a acompañarlas al hospital.
-¿Quienes sois?
Nos presentamos y le explicamos a Sara que su hermanastro, Timmy, le ha salvado la vida a Noa por dejarle unas tijeras. Al final, Sara accede a acompañarnos.
Al llegar al hospital le mando un mensaje a Roy para que venga. Cuando llega, lo acompaña un chico alto, moreno y de ojos verdes, que no pasa desapercibido por ninguna de las pocas adolescentes presentes que hay en la sala a excepción de Sara y, obviamente, yo.
-¿Qué le ha pasado? ¿Está bien? ¿Por qué no me habías llamado an...?- me empieza a preguntar muy alarmado pero lo interrumpo.
-Eh, eh, eh... Cálmate...- empiezo a decir.
-¿Qué me calme?¿Cómo quieres que me calme?¡A mi novia la están operando!
-Es mi prima también.
-Es una chica a la que no conozco y, aún así, estoy aquí presente, preocupándome por ella- interviene Sara. Es muy maja.
-Y yo le he salvado la vida-dice Timmy entusiasmado, sintiéndose un héroe- soy Tim-man- nos informa y hace una pose heroica. Vale, no es tan maduro, pero bueno, es un niño.
-¿Tim-man? NO. Mejor piensa otro nombre- Le aconseja Sara.
-Jo- Dice Timmy y pone la cabeza gacha, luego la sube y pone una cara muy alegre-. Entonces me llamaré Timmy.
Super original el muyayo'.
-Mejor no digo nada- Dice Sara.
-Bueno, y vosotros, ¿quiénes sois?- les pregunta Roy a Sara y Timmy.
-Ay, perdona, ella es Sara y él es su hermano Timmy- se los presento.
Ellos dos lo saludan con un "Hey".
-¿Y él?- le pregunto a Roy refiriéndome al moreno de ojos verdes.
-Oh, él es Manu, Manu Rios.
-Un placer- Dice y nos saluda con dos besos a nosotras dos y con un mega saludo de manos a Timmy.
-¿Sabes?Echo de menos jugar contigo Manu.
-Yo también enano.
-¿Os... conocéis?- pregunta Sara sorprendida.
-Era mi niñero antes de que tu fueras mi hermana y, como ya estas tu, no hace falta que él me cuide, ahora estás tu para encargarte de mí.
-Y qué decirte, sería un placer volver a cuidar de ti con tal de poder ver a tu hermana- Dice Manu.
-¿Qué?- le pregunta Sara incrédula.
-¿Lo... lo he dicho en voz alta?
- Sí, lo has echo- le aclaro.
-Perdóname, Sara.
-Que te quede claro, me caes genial pero como intentes ligar con mi herma...- le empieza a amenazar Timmy, pero Sara se lo impide tapándole la boca con su mano.
-Tu cállate Timmy, aunque seas mi hermano no eres nadie pa... ¡JODER, TIMMY!- exclama Sara captando la atención de todos los presentes, al parecer le ha pegado un mordisco- Te has dejado la dentadura en mi mano, ostia.
IUGH.
-No exageres, sólo ha sido un mordisquito.
Para ser hermanastros, parece que sean hermanos de toda la vida.
-¿Familiares de Ainoa Hamilton?- Pregunta un doctor.
-Yo- Dice Roy apresurándose a hablar con el doctor, como si sólo él estuviera aquí por Noa. Nos acercamos todos al doctor.
-No es nada grave, se ha roto el tendón, tendrá que llevar una escayola por dos semanas- Dice el doctor. Y yo pensaba que era un esguince.
Nada grave dice, la que va a quedar en graves circunstancias seré yo, ahora no sólo tendré que cuidar de Max; Noa usará la excusa de su pie para estar todo el día en el sofá. Que vida más lamentable la mía, sin poder contactar con John y teniendo que cuidar a un par de Mongolos.
¤¤¤
Ya habían pasado cuatro días desde lo de Noa, por suerte no los cuidaba sola, Roy, Manu, Sara y Timmy me ayudaban, Timmy sólo se dedicaba a ver la tele.
-Joder, Noa, tampoco te has roto todo el cuerpo, puedes moverte, idiota- le regaño.
-No me molestes- Dice bajo las mantas de su cama. Enciendo la luz y aparto las opacas cortinas de las ventana para luego arrebatarle las mantas que la cubrían de un sólo tirón. -. ¡No!¡Dámelas!
- Ven por ellas.
Se levanta y me persigue por toda la habitación dando saltos a la pata coja mientras yo doy pequeños tropezones.
-¿Ves cómo estás bien?Ahora ayúdame a preparar el desayuno.
-Está bien.
Preparamos el desayuno para Max y nosotras dos.
-Siento mucho ser un cargo para vosotras- se disculpa Max- , la rehabilitación me está costando más de lo que esperaba.
Más bien es un cargo para mí, Noa no hace mucho.
-No eres una carga.
-Stacy, sí lo soy, antes no era capaz ni de ducharme.
Eso me recuerda a las veces que he tenido que ayudarlo a ducharse, lo metía en una tina y lo enjabonaba con una esponja, eso sí, de cintura para bajo el sólo. Por suerte hace tiempo ya podía ducharse sólo.
-Me debes muchas, Max.
-Lo sé.
Pican a la puerta y abro, es Timmy.
-Hola, pasa, ¿qué te trae por aquí?
-Me aburría y mi hermana lleva mas de tres horas en la ducha, asi que he decidido venir a visitaros- me informa el pequeño.
-Tampoco te vas a divertir mucho aquí.
-Quería jugar con Jonah.
Se me había olvidado contaros que teníamos visita, una visita que se quedara en mi casa durante una semana más. La mejor amiga de mi madre se iva de viaje a no sé dónde a visitar a su madre enferma, no podía llevarse a su hijo así que la buenaza de mi madre se ofreció a quedarse con el pequeño, que tiene la misma edad que Timmy, Jonah.
-Está dormido, suele dormir hasta las once, y son las diez así que... ves a despertarlo.
Timmy se dirige corriendo a la habitación en la que se hospeda Jonah y me doy cuenta de que a venido sólo. Decido llamar a Sara. Y después de tres intentos, responde a la llamada.
-Llamada telefónica-
-Hola, Stacy. Siento no haberte contestado, estoy en la ducha, me has llamado en el peor momento.
-Siempre se te escapa de casa cuando te duchas.
-¿Quién? Espera, ¿está ahí?
-Sí.
-¡Me cago en todo! ¡El niño siempre se escapa! Me voy a suicidar, Stacy, antes de que me muera de un infarto por el susto de no encontrarlo en casa. Ahora voy para allí.
-Tú sólo dúchate bien y yo me encargo de el pequeño.
-Fin llamada telefónica-
No le doy tiempo a contestar, cuelgo la llamada.
Bajan los dos pequeños y Jonah me pide el desayuno.
Le doy unos cereales con leche, se los come y se va a jugar con Timmy.
Miro los mensajes de whatsapp, muchos mensajes pero ninguno de John, lo echo de menos. Me llega un mensaje de Rios, así le tengo a Manu, yo lo llamó por su apellido.
-Conversación Whatsapp-
Rios:
-Imagina que no tienes novio, si te compongo una canción, y te la cantara, ¿te gustaría?, aún no tengo nada, pero se me ocurrirá algo.
Yo:
-Rios, que la conoces de hace cuatro días.
Rios:
-¿No crees en el amor a primera vista?
Yo:
-No mucho:")
Rios:
-Pues yo me he enamorado perdidamente de Sara. Nunca había sentido algo así.
Yo:
-Lo sé, pero espera un poco, vas demasiado deprisa;) primero invitarla a salir, conocela un poco más.
Rios:
-Ya lo he hecho, he quedado con ella está tarde.
Eso explica que lleve tanto tiempo duchándose y no se haya dado cuenta de la ausencia de su hermano.
Yo:
-En ese caso, nada de restaurantes, llévala al McDonal's. Es su lugar de comida favorito.
-Cada vez me enamoro más.
Oigo un estruendo proveniente del piso de arriba, ¿qué habrán roto ahora?
Yo:
-Buena suerte Rios, hablamos más tarde, creo que Timmy ha roto algo:$.
-Buena suerte con el:"), adiós Tijuana.
-Fin conversación Whatsapp-
Me llama Tijuana debido a que un día casi me acabo una bolsa entera de pipas Tijuana entera, y luego el aliento me olía horrores, desde entonces me llama Tijuana.
Oigo otro estruendo, subo las escaleras y al llegar donde están los niños veo a Jonah riéndose y a Timmy con una raqueta dándole golpes al suelo y gritando:
-¡MUERE BICHO ASQUEROSO!¡MUERE!¡MUERE!
¿Cuando dejarán de pasarme cosas raras? Decidmelo, ¿cuándo?
-¿Pero que haces?-le pregunto mientras le arrebato la raqueta de las manos y, entonces, la veo, una araña, más grande de lo normal, demasiado grande- ¿Tanto ruido para esto? Y encima no le das, mira, es fácil, levantas tu pie- lo levanto y la piso, provocándole una muerte rápida- y la matas.
-Pero así no mola.
-Así no sufre, sé que intentabas quitarle cada una de sus patitas.
-En realidad sólo quería dar golpes al suelo por diversión, la araña la has visto tu, yo no me había dado cuenta.
-Sois los niños más raros que he visto en mi vida.
-Somos encantadores- Dice Jonah.
-Por supuesto, pero como volváis a hacer ruido, juro que os descuartizo.
-¿Qué es descatrizar?- me pregunta Jonah.
-Descuartizar- le repito- y mejor que no lo sepáis.
-¿Nos llevas al parque?
Los llevo al parque y los dejo que jueguen libremente por el parque. Al cabo de un rato un señor se dirige hacia mi con los dos niños arrastras y completamente empapados.
-La próxima vez que vea a los niños bañándose en la fuente del parque te pondré una multa- me avisa, más bien amenaza y luego se va.
-Lo sentimos.
-Vamos a casa- digo y volvemos a casa sin decir palabra alguna.
-Tres días después-
Despierto al sentir a alguien acariciar mi pelo, abro los ojos lentamente y veo una silueta, pero no sé quién es, achino un poco los ojos pero sigo sin distinguir quién es. ¿Tan cegata estoy? Odio no poder ver una mierda de cerca.
Soy Tijuana la cegata.
-Aunque estés cegata perdida te sigo amando mas que a nada en el mundo-dice la inconfundible voz de mi novio.
No puede ser. Abro los ojos como platos y el ríe-. Sí, sí que soy yo, he vuelto hace menos de media hora y enseguida he venido a verte, no sabes lo que te he echado de menos.
No me creía que fuese él, sólo han pasado dos semanas pero me ha parecido una eternidad, no digo nado y simplemente lo beso, sin importarme mi aliento mañanero; necesito besarlo, necesito verle, lo necesito a él, lo necesito para poder vivir y, no sé cómo no me había dado cuenta hace tiempo, cuando lo conocí. Ah, sí, ya lo sé, se comportaba como un capullo, pero eso ya no importa, lo amo más que a nada, no me imagino una vida sin él a mi lado.
-Te amo- me susurra al separarnos por falta de aire.
-Yo también te amo.
Manu Rios multimedia
Así se llama en la vida real*
AH, Y POR CIERTO, RECOMIENDO NOVES GUAPURAS*-*