NARRA ALEXIS:
Me encontraba en la cabaña de Evie ayudando a Carlos a preparar el pastel de cumpleaños de Jane o más bien le estaba diciendo que hacer porque él quería hacerlo solo.
- Tienes que cernir todos los ingredientes que son en polvo para que no haya grumos en la mezcla.- explique pasándole un cernidor.
- ¿Cómo se usa esto?- preguntó visualizando el artefacto de cocina, se lo quite de las manos y le mostré como usarlo.
- Le pones la harina aquí y luego haces esto. Vas.- dije devolviéndole el cernidor.
- Es divertido.- dijo riendo.
- ¿Crees?- pregunté riendo mientras entraban Celia y Dizzie a la cocina.- Hola niñas.- saludé.
- Hola reina Alexis.- saludaron.
- Solo díganme Alexis, odio las formalidades.- dije y sonrieron.- ¿Quieren una galleta?- pregunté acercándoles el plato de galletas.
- Gracias Alexis.- tomaron el plato de galletas y se fueron corriendo.
- Se robaron mis galletas.- dije haciendo un puchero haciendo reír a Carlos.
- ¿Por qué haces puchero?- preguntó Jay entrando a la cocina y parándose a mi lado.
- Celia y Dizzie robaron sus galletas.- explicó Carlos burlándose.
- No es gracioso.- dije molesta.
- Tranquila, mañana te daré mas galletas Alexis.- dijo Jay acariciando mi cabello.
- De acuerdo.- dije sonriendo.- Carlos, tu estas de testigo.- dije señalándolo y haciendo reír a los dos hombres de la habitación.
- ¿Lo estoy haciendo bien?- preguntó el peliblanco.
- Mmm, si lo estás haciendo perfecto, ahora vierte los ingredientes líquidos, mezclas hasta que todo se incorpore bien mientras yo preparo el molde que usaremos.
Saque un molde y lo comencé a engrasar para que así no se pegara el pastel.
- ¿Para qué haces eso?- preguntó Jay.
- Para que la mezcla al momento de hornearse no se pegue y sea más fácil sacarlo.- expliqué.
- ¿Cómo es que sabes tanto de cocina?- preguntó con curiosidad.
- Cuando era niña me la pasaba en las cocinas del palacio.- comenté riendo.- entonces aprendí viendo.
- Yo aprendí a robar.- comentó el pensativo y yo volteé a verlo con una ceja alzada.- Lo siento.- se disculpó riendo avergonzado.
- No pasa nada Jay.
- Listo.- comentó Carlos y yo le puse el molde a un lado del tazón donde estaba la mezcla.
- Bien, vacía la mezcla ahí y luego lo metes al horno por 20 min.- dije mientras me quitaba el delantal y lo colgaba.- yo regresaré en 30 min, para ayudarte a decorarlo.
- De acuerdo, gracias Alexis.- agradeció Carlos.- Te veo luego.
- Adiós chicos.- me despedí caminando hacia la salida.
- Te acompañó.- me avisó Jay caminando detrás de mí.
- De acuerdo.
Jay abrió la puerta de entrada para mí y salió después de mí.
- ¿Conduces tu?- pregunté lanzándole las llaves.
- Es la primera vez que me dejas conducir tu carro.- comentó mientras me abría la puerta de copiloto.
- No lo arruines.- bromeé.
Jay condujo durante cinco minutos hasta llegar a mi casa, volvió a abrir mi puerta y me ayudó a bajar, le agradecí para después caminar a la entrada de mi casa y entrar.
- Acomódate, me voy a cambiar de ropa y a maquillar.- avisé.
- De acuerdo.
- No tardo.- dije mientras subía las escaleras hacia mi habitación.
Justo cuando iba a cerrar la puerta de mi habitación escuche como Jay gritaba mi nombre.
- ¿Si?- pregunté.
- ¿Desde cuándo tienes perro?- preguntó y decidí hacerle una pequeña broma.
- Jay, yo no tengo perro.- dije con miedo asomándome en las escaleras para ver su cara, en el momento en que las palabras salieron de mi boca pude ver el miedo en la cara de Jay corriendo escaleras arriba junto a Canuto (mi perro) persiguiéndolo.
- ¡Ah!- gritaba Jay mientras pasaba a mi lado.
- ¡Canuto, quieto!- ordené y mi perro paro justo a mi lado.- Sentado.- volví a ordenar y me obedeció.- ¡Buen chico!- felicité acariciándolo.
- ¿Qué está pasando?- preguntó Jay confundido.
- Canuto es mi perro.- dije riendo.
- ¿Qué?- dijo aun confundido.
- Fue una broma Jay.- expliqué.
- No es gracioso Alexis, creí que me comería.- dijo el respirando profundamente.
- Ay no seas, exagerado.- reí.- Mi bebé solo quería jugar. ¿Verdad que si mi amor?- expliqué mientras mimaba a Canuto.
- ¿Porqué se llama Canuto?- preguntó Jay.
- Porque amo la saga de Harry Potter.- expliqué y el no entendió.- Un día de estos te obligaré a ver Harry Potter.- amenacé mientras negaba y el asintió mientras acariciaba a Canuto.
- Bueno, te dejo con Canuto, iré a arreglarme.
[...]
- Sándwich, hamburguesa.- dijo Evie mientras le lanzaba la comida a Jay para que la guardara.
- Les encantará el pastel de Jane.- menciono Carlos feliz.- Okay, ¿quién cree que eso es gracioso?- preguntó gritando.
Nosotros al no saber de que hablaba nos miramos confundidos y caminamos hacia el pastel que le faltaba un buen pedazo, para luego reír bajito.
- Tranquilo Carlos, son niños y son nuevos.- dije sobando su espalda.- yo lo arreglaré en segundos.
Moví mis dedos sobre el pastel y gracias a mi magia este volvió a la normalidad, ahora estaba completo y en perfecto estado.
- Gracias Alexis.- me agradeció sonriendo.
- Uh.- solté mientras me daban escalofríos y me abrazaba a mí misma.
- ¿Estás bien?- pregunto Jay confundido.
- No.- dije temblando.- Sentí como si... fue como si alguien estuviera usando magia muy oscura.- expliqué y todos tenían una mirada asustada.- ¿Escucharon eso?- pregunté y todos oímos una risa afuera de la cabaña por lo que corrimos afuera todos.
Una vez afuera, vimos a Audrey con el cetro de Maléfica.
- Adiós, tontos.- se despidió para después desaparecer en una nube rosada.
- No puedo creerlo.- dije decepcionada.
- ¡Wow!- exclamó Jay cuando intentó ayudar a Mal y la vio convertida en anciana.- Mejor piensa en un hechizo para eso.- dijo aun asustado por lo que golpee su pecho en forma de reclamó.
- Ningún hechizo puede revertir un hechizo del cetro.- expliqué yo.
- Que increíble.- dijo un Carlos impactado.
- Olvídense de mí, Audrey busca venganza.- dijo Mal.- Y todo Auradon está en riesgo.
- Bien, ¿qué hacemos?- preguntó Evie.
- Lo único más poderoso que el cetro.- empezó a explicar Mal.
- Es la brasa de Hades.- terminé de decir yo.
- Ah, nos la dará después de enviarlo de vuelta a la isla.- dijo Jay siendo negativo.
- Y nadie sabe dónde está su guarida.- explicó Evie.
- Yo si.- habló por primera vez, Celia.- A veces le ayudo, su llave está en mi casa.
- Entonces ven.- habló Mal.
- Acabo de llegar.- se quejo la niña.
- ¿Mal?- todos escuchamos la voz de Dizzie y volteamos.- ¡Aaah!- gritó.
- Dizzie, tu cuida de los gemelos, volveremos pronto y todo estará bien.- tranquilizó Evie a los niños.- Chicos, vayan por sus cosas.- ordenó y estos obedecieron.
- ¿Estoy mal, no?- nos preguntó Mal a mí y a Evie.
- Eres una bella anciana / Estas horrible.- respondimos al mismo tiempo nos volteamos a ver entrecerrando los ojos, ella a mi por ser tan dura y yo a ella por mentirle.
- Ahora qué tal si te vistes con algo fabuloso.- Sugirió la peli azul.
- Okay.- dijo Mal y Evie comenzó a caminar sin percatarse los minúsculos pasos de la anciana.
- Mmh, Evie.- la llamé y esta se regresó a ayudar a Mal.
Una vez que entramos de vuelta a la cabaña, me dirigí al lugar donde sabía que Evie guardaba un poco de mi ropa y me cambié.
- Te ves hermosa.- dijo Jay viéndome a través del espejo por lo que me volteé a verlo con una sonrisa.
- Gracias Jay.- dije mientras ponía mis manos alrededor de su cuello y el ponía sus manos en mi cintura.- ¿Cuánto crees que tarde la abuela Mal en arreglarse?- pregunté soltando una risilla.
- Yo creo que unas dos horas al menos.- me siguió la broma y ambos soltamos una carcajada, Jay puso su mano en mi mejilla, se acercó a mí y yo terminé por juntar nuestros labios.
- Todo estará bien, Jay.- animé.- Audrey se dará cuenta de lo que está haciendo y si no lo hace, nosotros lograremos detenerla.- dije acariciando su mejilla.
- Eso debería decírtelo yo a ti.- comentó el soltando una risilla a la vez que tomaba mi mano que estaba en su mejilla y depositaba un beso en esta.
- Vamos.- dije tomando su mano y yendo hacia el garaje donde estaban las motos.
[...]
Llegamos a la orilla de Auradon para que Mal hiciera un hechizo y poder llegar a la Isla, yo venía en la moto con Jay, Mal llevaba a Celia y Carlos e Evie iban cada quien en su moto.
- Noble corcel, sobre la marea llévanos a donde quiera.- recitó Mal y tras eso las motos podían andar sobre el agua.
NARRADORA:
Por otro lado, en el lago encanta, se encontraban un montón de jóvenes celebrando el cumpleaños de Jane, con una Jane preocupada de que su novio no llegara.
Chad se acercó a Jane lanzando un poco de agua y riendo, pero al ver la preocupación de Jane habló.
- Parece que Carlos olvido tu cumpleaños.- dijo esté provocando que a Jane la llenará una ola de enojo y decepción, pero aun así no quería ser negativa, por lo que busco alguna explicación para excusar a su novio.
- Es posible que solo tomara el sendero equivocado.- dijo con la esperanza de que fuera verdad.- O sabes que, puede que no celebren cumpleaños en la isla por una cuestión cultural.- volvió a decir pero más para que ella misma se lo creyera.
- Oh si o tal vez solo lo olvidó.- habló Chad, solo para hacer molestar a Jane.- Nunca se sabe.- dijo para luego correr al lago para poder llenar su pistola de agua.
- Chad, mira. Hay gente tomándose selfies.- dijo Jane señalando a un grupo de chicos y el rubio le dio la pistola de agua para correr hacia el mencionado grupo.
- ¿Alguien me guardo un poco de guacamole?- preguntó Audrey llegando al lugar y no faltaron las miradas llenas de temor al ver a la hija de Aurora con el cetro y la corona.- Parece que alguien olvido invitarme. Bueno, no esperen a Mal.- dijo mientras le quitaba un pastelito de las manos a un chico para luego arrojarlo.- Esta... un poco cansada.- todos se voltearon a ver entre sí buscando respuestas, pero lo único que encontraban era confusión.
- ¿Eso te pone triste?- preguntó Audrey- ¿Lo arruina todo?- como nadie le respondía Audrey comenzó a enojarse.
- Torpes sin cerebro, ¿Han olvidado lo que ella nos hizo?- preguntó sin esperar una respuesta.- ¡¿Han olvidado que yo debía ser su reina?!
- Tiempo.- llegó Chad a intentar salvar la situación.- Primero. Lindo estilo.- dijo coqueto.- Me encantan las plumas, pero, antes de que hagas lo que sea que vas a hacer, me preguntaba si tal vez querías un novio muy leal a tu lado.- ofreció y cuando vio que Audrey lo miraba sin entender cambio sus palabras.- ¿Un buen cómplice?, ¿socio?- y empezó a ponerse nervioso.- o tal vez un lacayo que haga lo que pides. Cambiar neumáticos, smoothies o algo. Por favor.- suplicó cruzando los dedos.
- Servirás de algo.- dijo Audrey fastidiada.- Bien acompáñame.- señaló detrás de ella y el rubio obedeció rápidamente.- Si a Auradon les gusta olvidar, les encantara esto.- dijo para después empezar a cantar la canción de feliz cumpleaños y lanzar a todos un hechizo de sueño.
Jane, al ver el lago encantado descifro rápidamente que dentro de esté no le pasaría absolutamente nada. En cuanto salió del agua, le marcó al rey Benjamin para avisarle de lo sucedido y que se cuidara.
NARRA ALEXIS:
En el momento que llegamos a la Isla y que estacionamos las motocicletas, Mal se dio cuenta que ya no era más una anciana.
- Hey, otra vez soy yo.- dijo tocándose la cara.
- Claro.- habló Celia como si fuera obvio.- La magia malvada no funciona aquí y ese es el punto.
- Bienvenida.- habló Evie pasando un brazo por su hombro.
- Te ves muchísimo mejor así.- hablé yo.
- Gracias.- dijo Mal y comenzamos a caminar detrás de Celia.
Llegamos a una puerta y Celia comenzó a tocar la puerta en una especie de código para después la puerta ser abierta. Entramos al lugar y alcancé a leer como se llamaba el lugar, "Sala de juegos vudú del Dr. Facilier".
- Papi.- llamó Celia a su padre.
- Aquí estas.- hablo feliz el hombre cargándola, para después hacer un baile.
- Wow, este lugar es fantástico.- dije viendo todo con admiración.
- Te recomiendo no tocar nada.- me dijo Jay y aleje mi mano de un objeto en forma de calavera.
- No dejan de llegar alertas de un hechizo de sueño se esparce por Auradon.- escuché atrás de mi y Jay y yo nos dirigimos donde Carlos se encontraba viendo una tele. Era el noticiero de Auradon.
- Chicas, deben ver esto.- hablé yo a Evie y Mal.
- El rumor es que la hija de la Bella Durmiente, Audrey lanzo el hechizo. Intentamos descubrir al responsable de estas mentiras y que Villano perpetró esta maldad.- informó para después tocarse la oreja donde me imagino traía un audífono. ¿Tenemos detalles? ¿Cómo?, ¿Está viniendo hacia aquí?- preguntó para después gritar asustado.- ¡Esta viniendo hacia aquí!
Después de esa noticia Celia nos informó que ya tenía la llave del lugar y salimos del lugar, pero antes de salir sentí una mirada en mí, así que voltee a todos lados antes de topar mi mirada con la del Dr. Facilier. Vi como iba a hablar y yo solo puse un dedo en mis labios con la intención de que hiciera silencio, después le sonreí y terminé de salir del lugar.
- Wow, error de novato.- exclamó Carlos al ver a los hijos de villanos montados sobre nuestras motos.
- Tanto tiempo sin vernos.- exclamó Hook.
- Deja mi moto, Hook.- dijo Jay muy enojado.
- Atrápame si puedes, Jay.- amenazó para después irse riendo.
- Por los techos, vamos.- ordenó Jay y Carlos, Evie y el corrieron.
- Hey, hey, hey, hey, hey.- llamó Mal la atención de Celia ya que la niña también quería ir detrás de los villanos.- Tu no, irán ellos, nosotras iremos por esa brasa.- menciono Mal.
- Ahora duerme, así que es buen momento.- recordó Celia y caminamos detrás de ella.
Llegamos a la guarida de Hades, donde me tuve que hacer la que no sabía donde estaba ya que ya había estado mil veces ahí.
- Hey.- llamó Mal.- ¿El perro es muy grande?
- Ya verán.- dijo ella con mucho misterio para después abrir la puerta.