Cigarettes After Sex ☔︎ Larry Stylinson

Capítulo 22: El Barco Varado En El Mar

Realmente me lo creí.

Me levanto cuando escucho la puerta de mi casa ser tocada un par de veces, abro y miro a Dean en la puerta, preocupado.

¿Por qué no puedo amarlo?

No estaría sufriendo tanto como ahora.

—Harry ¿por qué no fuiste a trabajar? ¿Estás bien? —levanto los hombros.

—No tenía ganas.

—¿Qué?

—No quise ir. —él me mira con las cejas levantadas. Suelta su mochila, la deja en el suelo.

—¿Qué pasó? —murmura, niego. Él niega de vuelta y me lleva hacia él. Lo abrazo de inmediato y termino de soltar todo lo que llevo por dentro.

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Media hora después estoy sentado en mi sofá. Dean está frente a mí, sentado en un sofá.

No sé qué pensará Dean de mí. No sé si pensará que estoy loco y que esto es un capricho. O que soy un estúpido porque ya sabía que esto iba a pasar. Simplemente quiero tirarme a la cama y no levantarme en todo el día.

—¿Qué hizo? —me dice, lo miro a la cara. —¿Es por él? —asiento.

—Terminamos. —susurro. —O me dejó, no sé. —levanto los hombros. —Creo que de alguna forma me lo esperaba.

—¿En serio? —asiento. —Creo que no deberías estar con alguien con el que... No estés seguro si te quiere. —levanto los hombros.

—Pero a veces ignoramos eso ¿verdad? —él me mira.

—Supongo.

—Me dijo que fue una apuesta. —levanto mis piernas, las dejo contra mi pecho y me quedo mirando a un punto cualquiera. —Me dijo que no quería que lo odiara porque estaba arrepentido de haberme hecho eso.

—Al menos fue poco tiempo. —niego.

—El tiempo es... Irrelevante, Dean, de todas formas duele. —murmuro. —Durante dos meses me hizo creer que había algo. Y tuve que vivir con eso. —me limpio las mejillas. —Fui un idiota.

—Harry, no te culpes por eso.

—Es que debí suponerlo. —susurro. —Debí saberlo, Dean, fue muy bueno para ser cierto.

—¿Realmente fue bueno?

—Sí. —susurro. —Nunca actuó como si se arrepintiera de ello. Como si le diera vergüenza.

—Mierda. —susurra. —Siento mucho que tengas que pasar por esto, Harry.

—¿Porque me lo advertiste? —susurro, él me mira.

—Quizá. 

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Le llamé a mi mamá el lunes siguiente.

Le conté todo y le dije lo que pasó.

Le dije que lo olvidara y que le pidiera a papá no mencionarlo.

Que por favor me ayudaran a borrarlo de mi vida.

Ella me dijo que estaba bien y que si quería tomarme un tiempo ellos podían pagar la renta y mis cuentas, además de enviarme dinero.

Le dije que no.

Aún estaba bien o al menos estable como para no dejar mi trabajo, además me ayudaba a distraerme un poco.

Es miércoles.

Así que básicamente ha pasado una semana desde que no sé nada de él.

Dean ha estado para mí todo el tiempo, y a Niall no he querido decirle nada, porque tiende a decir cosas de más con las otras personas. No lo culpo, lo hace inconscientemente.

—¿Cómo estás? —me dice Dean. Levanto los hombros.

—Bien, supongo. —murmuro.

Estoy en el trabajo en el turno de la mañana. Así que son las doce de la tarde cuando escucho la campanita del local, y miro a la puerta. Blair está caminando hacia nosotros. Cuando me ve sonríe como si hubiese encontrado un tesoro. Le resto importancia a su existencia. Dean me mira, ya sabe quién es ella, pero me importa muy poco si me dice algo o no.

—Harry ¿Cómo estás? Hace tiempo que no te veo. —frunzo el ceño.

—¿Vas a llevar algo? —murmuro, ella levanta las cejas, sin dejar de sonreír.

—Sí, surte esto, por favor. —me entrega una receta, le pongo atención al papel y lo primero que veo es ácido fólico, calcio y vitaminas.

Volteo a mirar enseguida el paciente.

Está a nombre de Blair.

La miro completamente en shock, el pulso se me acelera en el mismo instante.

—¿Estás embarazada? —murmuro, ella vuelve a sonreír con sus dientes perfectos y asiente.

—Sí, Louis y yo estamos muy felices. —siento una punzada en el corazón.

Louis va a ser papá.