¡¿Qué?!

270 19 1
                                    

De camino al instituto, Daichi tuvo un mal presentimiento, pero no supo identificar lo que sería, y de nuevo ,  no quería volver a su casa, tenía que ir de todas formas, y aunque quisiese no le iba a pedir a Hyo quedarse e nuevo en su casa por dos días seguidos, sería demasiado.

-Hasta luego, Daichi-kun-se despidió Hyo al dejarlo en su clase, y se metió en ella, su compañero de sitio ya estaba allí, estaba seguro de que no le hablaría. Se llamaba Rui Aimi, tenía los pelos negros y el flequillo hacia un lado, sus ojos marrones tanto que parecían negros, y el pelo corto.

-Hola, travesti-lo llamó así, y se sentó algo molesto, su suerte se iba de nuevo por ahí.

-No soy ningún travesti, idiota-se cruzó de brazos serio y mirando hacia la ventana.

-Por lo menos no tengo ese peinado que parece de tía- como se aburría tanto no tenía otra cosa qué hacer que molestar al pobre Daichi.

-Lo siento por llevar este peinado y parecer una chica.- Daichi esperaba a que le dejara tranquilo, ya que su paciencia se estaba agotando.

Hyo fue a su clase bastante feliz, le extrañó un poco que el pequeño Daichi no se quitase sus muñequeras ni para dormir, aunque seguramente exageraba demasiado al pensar que se cortaba o algo parecido. Su mejor amigo ya había llegado seguramente estaría pensando en sus cosas.

-Buenos días Kao-chan-desde pequeño lo llamó así como un tome cariñoso.

-Buenos días Hyo, ayer me dejaste algo abandonado-infló las mejillas.

-Lo siento, lo siento, estuve con Daichi me preocupé mucho por él, y quiero ayudarle en lo que sea, no tiene una vida fácil por así decirlo

-No te preocupes-ríe un poco-yo estuve con Rui, supongo que él tampoco tiene una vida fácil-los dos se notaban preocupados por sus respectivos nuevos amigos.

Rui seguía metiéndose con él, y Daichi ya harto se levantó de su aisnto y le dio una patada en la entrepierna. El pelinegro se cayó al suelo muerto del dolor por el golpe con las manos ahí, casi llorando.

-No creo que sea para tanto, exagerado –se sentó en su sitio sonriendo porque había logroado que lo dejara ya en paz, se lo tenía merecido.

-¡Me voy a casa!-se fue corriendo hacia la enfermería andando extraño por el golpe, Daichi se reía por dentro, se lo merecía por haberse metido con él.

La clase transcurrió sin ningún otro problema. Daichi no atendía apenas en clase, en sus pensamientos solo estaba una persona, que con tan solo recordarla hacía que su corazón se acelerase y que se pusiera totalmente rojo. Parecía que tuviera fiebre. Repentinamente Kazuki se giró para hablar como el día anterior un poco con él, su mejor amigo no había ido hoy al instituto y se aburría, y Daichi no es como si le hubiera caído tan mal como para no hablarle.

-Riku ¿te encuentras bien? Estás muy rojo-dijo con un tono de preocupación en su voz.

-¿Ah? Sí, estoy bien-ni él mismo sabía ni por qué estaba tan rojo y del calor que tenía se quitó la chaqueta del uniforme.

-¿Estás rojo por qué te gusta alguien?-el peliazul se puso mucho más rojo si era posible.

-¡¿Qué?! ¡Claro que no! ¡Vine ayer, todavía no me puede gustar nadie!-negó con las manos mientras decía aquello, Kazuki no se lo creía del todo.

-Tu actitud me dice lo contrario-rió levemente-Lo más seguro es que te gusta alguien, pero todavía no sabes lo que sientes

-¿Cómo estás tan seguro de eso?

-Me pasaba a mí-el profesor les regañó por haber hablado. Daichi se quedó pensando en su conversación, no se podía enamorar tan rápido de Hyo ¿no?

La esperanza llegó con él (yaoi)Where stories live. Discover now