El Hilo del Destino

Un paso más cerca

El Hilo del Destino

Capítulo 11: Un paso más cerca

Mi consciencia comenzó a volver poco a poco. Me removí con pereza entre las sábanas de la cama, sabía que ya era hora de que me levantase, pero no tenía las más mínimas ganas de hacerlo. Ayer había sido un día de locos y me apetecía quedarme todo el día entero acostada, sin hacer absolutamente nada. Muy lentamente me incorporé,  y frotando mis ojos me dirigí hacia el baño para poder despejar mi cara de dormida con un poco de agua fresca. Luego de lavarme y prepararme, tomé el pomo de la puerta y salí rumbo hacia el gran salón.

Todo se encontraba muy  tranquilo, parecía que yo era a única en la guarida, o por lo menos la única despierta. Suspiré y seguí caminando. A mi mente vino rápidamente el recuerdo de lo que había soñado la noche anterior: sí, había soñado con él, con Sasuke. Al recordar su rostro y lo que había pasado ayer por la noche, mis mejillas se tornaron un poco calientes, y asumí que mi sonrojo ya se habría hecho presente en la zona. Sacudí la cabeza de un lado a otro con las manos sobre mis sonrojadas mejillas, para tratar de disipar lo más rápido posible todos los pensamientos y recuerdos vergonzosos que venían a mi mente, a tan pocos minutos de despierta.

Al llegar a la arena de entrenamiento, pude divisar a Suigetsu cargando con varias mochilas y bolsas, dirigiéndose hacia el pasillo que conectaba con la entrada. Sorprendida, me acerqué hacia él y liberé todas mis dudas.

-Buenos días Suigetsu- comencé con una sonrisa- ¿Qué haces cargando todas esas cosas?-

-Oh, buenos días Sakura- me miró sorprendido, parecía que no se había dado cuenta de mi presencia hasta el momento en el que le hablé- ¿No lo sabes aún? Estamos a mitad de mes y comienza nuestro campamento de entrenamiento- respondió rodando los ojos.

-¿Campamento de entrenamiento?- pregunté con un tono de sumo asombro.

-Sí, verás… Cada mes Sasuke nos hace ir hacia un claro en la cima de la montaña que está a un día de viaje de la guarida, para poder entrenar en un espacio libre y poder practicar técnicas que aquí obviamente no podemos, ya que desmoronaríamos el lugar a pedazos- me explicó el peliceleste- vamos por cinco días de los cuales uno es por el viaje.  Necesitaremos muchísimo el entrenamiento para la misión que nos espera dentro de dos semanas-

De repente volví a la realidad. Había olvidado por completo la razón por la que yo estaba allí en esa guarida con los demás: mi trabajo era abrir paso a una de las más importantes guaridas secretas de Orochimaru. Los momentos y demás cosas que habían estado sucediendo me habían hecho olvidarlo todo, y por alguna razón eso no me gustaba mucho que digamos.

-Espera… no me digas que Sasuke no te había dicho nada Sakura. ¡Ve y prepara tus cosas, partimos en una hora!-

Las palabras de Suigetsu me sacaron de mis pensamientos. No podía creer que Sasuke no me avisara, ¡ahora tendría que correr para preparar todo y no quedarme atrás! Que idiota... ya me vengaré Sasuke.  

-¡Oh, sí! Me apresurare- y sin más salí disparada hacia mi habitación para preparar lo que necesitaba. Pensándolo bien… un cambio de aires no nos vendrán nada mal. Un día de viaje, cuatro de campamento y entrenamiento: suena bien.

---.---.---.---.---.---.---.---.

-¿Vamos en la dirección correcta, Neji?-

-Por supuesto, al Byakugan no se le escapa nada, Naruto-

Era una hermosa mañana y el grupo de búsqueda de Naruto saltaba por los árboles a gran velocidad. Se dirigían hacia el noroeste, y la prisa se hacía notar en cada impulso que los pies de los seis shinobis daban al saltar de rama en rama.