Un día normal en Akatsuki

Nunca hagas enojar a Konan..

Konan se encontraba en la cocina, terminaba de servir el desayuno en los platos, mientras Pain y Tobi ordenaban la mesa, algunos miembros bajaron y se sentaron, intercambiando uno que otro cariño. Todos sabían que si tardabas en bajar te enfretabas a una Konan enojada, algo que era de temer.

Mientras charlaban, Sasori se dio cuenta que los miembros más jóvenes de Akatsuki no bajaban.

__ Oigan, ¿y los mocosos? -preguntó mirando a los lados de la mesa.

__ Seguramente deben estar dormidos. -habló Kisame mientras daba un bostezo.

__ Tápense los oídos.. -murmuró Pain y todos lo hicieron.

__ ¡¡Hidan, Deidara e Itachi!! ¡¡Bajen ahora mismo que el desayuno está listo!! -gritó Konan con los brazos en su cintura, la comida de esos tres se estaba enfriando.

__ ¡¡¡CÁLLATE!! -gritaron los tres chicos, la noche anterior habían tenido la maravillosa idea de dormir hasta tarde que ya no querían siquiera levantarse de la cama, por lo cuál no notaron que quien los llamó fue Konan.

En ese momento hubo un silencio.

Todos los miembros en la mesa abrieron los ojos y se escondieron detrás de Pain, Konan estaba que humo le salía de la boca, se podía notar una vena en la sien y un  tic en el ojo.

__ ¡¡¡¿CÓMO?!!! ¡¡¡A VER MALPARIDOS USTEDES NO ME DIRAN QUE HACER!!! -gritó enojada la chica, un aura oscura estaba en su cabeza, varios papeles explosivos salieron de ella y todos estos fueron a las habitaciones de los más jóvenes, estos se despertaron aturdidos por el semejante grito, los papeles llegaron a las puertas de sus habitaciones y explotaron las puertas de estos, para que más papeles explosivos fueran hacia ellos y pronto se escucharon sonidos de explosiones.

__ No.. ya valieron madres.. -murmuró Tobi.

__ No se ustedes, yo me voy de aquí antes de morir. -dijo Zetsu y los demás asintieron y se fueron.

Los tres muchachos más jovenes llegaron y encontraron a Konan frente a ellos, la mujer los miraba muy enojada y había papeles volando a su alrededor.

Hidan agradecía en este momento de ser inmortal.

°°°°°°°°°°°

Ahora mismo se podían ver a Itachi, Hidan y Deidara limpiando los platos y las habitaciones, todos ellos tenían algunas quemaduras y la ropa algo rota por las explosiones.  No iban a comer hasta terminar, Konan los vigilaba con un brillo asesino en sus ojos. Los demás miembros comían tranquilamente.

__ Pobres almas en desgracia.. -se lamentó falsamente Kisame para luego reír levemente.

__ Eso le pasa por imbéciles. -comentó Kakuzu apoyándose en Kisame, los demás asintieron.

__ Tobi piensa que hay que ponerle más leña al fuego.. les voy a poner más leña al fuego. -dijo el enmascarado, el resto los miró confundido, en eso vieron al enmascardo ir hacia Konan y murmurarle algo en el oído y la peli azul asintió.

__ También van a lavar la ropa después de comer, secar y guardar los platos de TODOS nosotros, y por último, se van a encargar del papeleo. -dijo Konan firme, los menos se encogieron antes de siquiera protestar. Pain al escuchar lo último, festejó mentalmente.

¿Lección del día? Nunca hagan enojar a mami Konan, sobre todo en el desayuno.

Nunca..