Capítulo 21

895K 81.3K 453K
                                    



21 - NUESTRA REALIDAD


(Lost on you - Lewis Capaldi)


Penúltimo capítulo, carinyets <3

—¿Qué haces?

Fruncí el ceño, todavía bajando por la pantallita de mi móvil con el dedo. Johnny se había asomado al callejón de atrás para cotillear.

—Estoy en mi pausa para fumar —protesté.

—Tú no fumas.

—Pero tengo derecho a pausa, ¿no?

Él sonrió y se encargó de girar las hamburguesas que tenía en la parrilla antes de salir al callón de atrás conmigo y cruzarse de brazos.

—Vale, ¿qué te pasa, encanto? No es por quejarme, pero ya has tirado al suelo dos de mis perfectas hamburguesas.

—Es que estoy... distraída.

—Siento que ya hemos tenido esta conversación.

Suspiré y le enseñé la pantalla del móvil. Johnny pareció todavía más confundido cuando vio lo que estaba mirando.

—¿Qué es eso?

—Frases de amor.

—¿Eh? ¿Y para qué las quieres?

—¡Para decírselas a Aiden! Me ha dicho que hasta que no le diga algo cursi no me perdonará.

Johnny contuvo una risotada por compasión, porque era obvio que yo estaba bastante agobiada mientras seguía bajando y leyendo a toda velocidad.

—¿Y eso no es hacer trampa? —preguntó.

—¡No! Es tomar ideas.

—Si le dices frases de internet, se enterará.

—...puede que no...

—Encanto, lo que se tiene que hacer en estos casos es decir algo significativo para la otra persona. Algo que solo él y tú podáis entender. Ya sabes, algo especial.

Me quedé mirándolo un momento, pensativa.

—Pero ¿tú cómo sabes tanto de estas cosas?

—Yo soy un sabio del amor.

—¿En serio? —esbocé una sonrisa maliciosa—. ¿Y cuándo fue la última vez que tuviste pareja?

—Eso ha sido cruel.

—Eso ha sido una pregunta inocente.

—Pues estuve con la chilena hasta hace poco —se defendió—. Hace bastante que no la llamo, ¡pero si la llamara estaría encantada!

—Ajá.

—¡Es verdad!

—Ajaaaaaá.

—No te burles —advirtió, muy digno—. Al menos, yo no tengo que buscar frases cutres por internet.

Jaque mate, Marita.

Iba a responder, pero los dos nos giramos hacia la cocina cuando escuchamos el ruido de algo cayendo al suelo.

Ese algo resultó ser Alan, que se había acercado a cotillear y cuando había intentado irse corriendo para que no lo pilláramos se había resbalado y caído de culo al suelo.

—Auch —se lamentó, frotándose el culo mientras Johnny lo ayudaba a levantarse.

—¿Se puede saber qué hacías espiándonos? —entrecerré los ojos.

Tardes de otoñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora